✨️ Lunes ✨️
—No es la falda en sí, sino lo que representa—Respondí con una sonrisa, mientras seguía untando mermelada en mi pan tostado. Papá sólo me observó confundido, y, a decir verdad, es entendible su extrañeza.
—¿Pero entonces... estás cómodo con eso?—Me pregunta papá nuevamente, apenas son las seis de la mañana y creo que es la cuarta vez que me lo pregunta.
—Si, estoy cómodo con eso—Dije en el tono más tranquilo que podía realizar antes de darle un mordisco a mi pan—Come, no quiero que llegues tarde.
Papá me observa unos segundos más, reconozco esa mirada: está buscando cualquier indicio de incomodidad o inseguridad en mí. Era común en él; lo hizo cuando entré al club de ping pong en la secundaria, cuando me disfracé de marinero en la fiesta de Halloween, y también cuando tomé ese taller de programación el año pasado.
Hoy, lo hace para saber si estoy completamente seguro de llevar falda a la escuela.
—Chihiro—Levanto la mirada para ver los ojos preocupados de papá detrás de sus gafas—Si es lo que quieres, está bien, yo te apoyo.
Sonreí al escuchar eso, no esperaba otra cosa de papá. Asiento con la cabeza y continuamos con nuestro desayuno. Agradezco que no haya hecho más preguntas, porque no tengo todas las respuestas ahora mismo. No estaba pasando por una duda acerca de mi identidad ni nada por el estilo, sólo hoy... necesitaba sentirme así.
Vaya manera de iniciar el primer día de clases.
Tras el desayuno voy rápido al baño a lavarme los dientes. Compruebo tener todo listo en la mochila, sobre todo de la credencial de Kibougamine (una academia exclusiva de la cual todavía no puedo creer que haya ingresado) y bajo las escaleras con paso decidido, donde papá me está esperando junto a la puerta.
—¿Listo?—Me pregunta con una sonrisa. De repente siento mis piernas temblar, junto las rodillas, un hábito que siempre hago cuando estoy nervioso—Chihiro, descuida, todo estará bien, ¿necesitas que nos tomemos un momento?
—No...—Levanto la mirada, pero está claro que papá nota mi inquietud—No sé... digo, no, estoy listo.
Papá de nuevo tiene esa mirada preocupada, y es tan intensa que desvío mis ojos para tratar de ignorarla.
—Chihiro, eres valiente, no necesitas explicarle nada a nadie sino te sientes cómodo—Me dice papá, esta vez con una expresión de confianza—Si estás en esa escuela es porque lo mereces.
—Si...—Sonrío con todo lo que tengo—¡Bien, estoy listo!
Entonces ambos salimos de casa y nos subimos al auto de papá. Mientras me presente como yo quiero, y finja todo lo que quiera, puedo decidir quién ser; Kibougamine es la oportunidad que estaba esperando para ser alguien del que no me avergüence.
Chihiro Fujisaki; Programadora Definitiva. Me gusta ese título.
(✨️ Dos años después...)
Han pasado dos años desde entonces, y sigo siendo Chihiro Fujisaki, una alumna de Kibougamine.
Me lo he repetido tantas veces a lo largo de los meses que hasta yo misma (mismo, recuerda Chihiro, mismo) me lo estoy comenzando a creer.
En Kibougamine puedo vivir la realidad que yo quiera.
—Fujisaki, necesito tu ayuda—Expresa Kiyotaka Ishimaru, mientras se sienta a mi lado en el almuerzo—¿Usar Chat Gpt en la escuela es hacer trampa?
—Eh...—Lo pienso unos segundos—Creo que depende la escuela, algunos dicen que si, otros que no, no sabría decir... lo siento.
Que pueda ser quien yo quiera en la escuela no significa que deje de ser esa persona nerviosa y tímida que a veces detesto ser.
—¿Entonces si Hagakure usa Chat Gpt para sus tareas no cuenta como trampa?—Me pregunta mientras no deja de observarme detenidamente. Aunque Ishimaru no sea intimante, sus ojos sí lo son.
—Creo que el maestro decide eso...—Digo con una media sonrisa—O la sociedad...
—Confiaré en la sociedad—Me responde con su voz decidida de siempre—Gracias Fujisaki, siempre confío en tu sabiduría.
Algo que yo nunca hago.
—De nada Kiyotaka, ¡perdón! Ishimaru.
—Puedes llamarme Kiyotaka, aunque para eso solicito permiso para llamarte Chihiro.
—Claro—Acompaño mi respuesta con una sonrisa. Kiyotaka me sonríe de vuelta.
—Bien, dicho eso, me retiro, necesito preguntarle a la sociedad que opina de usar inteligencia artificial en la escuela.
Kiyotaka se levanta, y con paso decidido se retira. Me quedo en la mesa de la cafetería. No estoy almorzando solo, estoy esperando a mi mejor amigo.
—¡Me cago en todo, una puta cosa pido y no pueden hacerlo bien!—Exclama una voz gruesa, rasposa, capaz de destrozar tímpanos si quiere; es la voz de mi mejor amigo.
—¿Otra vez?—Pregunto cuando Mondo Owada se sienta a mi lado, dejando caer una bandeja de comida de manera desganada.
—Otra vez—Me dice Owada antes de soltar un suspiro cansado—Se lo he dicho de todas las maneras posibles Chihiro, le dije "Oiga, no olvide el queso esta vez" no funcionó, la siguiente vez le dije "Por favor, póngale queso" tampoco funcionó, y hoy le grité, le dije "Escuchame señora, si no le pone queso mataré a su gato" ¡y esto tampoco sirvió!
—P-Pero no matarás a su gato...—Dije preocupado—¿O sí?
—Claro que no, pero tengo que mostrarme malote—Dice resignado antes de darle un mordisco de mala gana a su hamburguesa (de nuevo sin queso).
—Supongo que tendrás que explicarle de otra manera.
—O quizás sí deba matar al gato—Mondo nota mi expresión preocupada, y hasta entristecida—¡Estoy bromeando! Yo tengo un gato, jamás podría lastimar uno.
—Lo sé...—Respondo aliviado—Eres buen chico en el fondo, Mondo.
—Si tú lo dices—Dice Mondo con la boca llena de hamburguesa. En el fondo le gusta oírlo, aunque nunca me lo haya dicho—También eres buen chico, Chihiro.
Mi sangre se congela al escuchar eso. Mondo Owada es el único en todo Kibougamine que sabe que en realidad soy y me siento identificado como un chico. Mis rodillas se juntan en cuanto escucho eso; me da miedo que alguien nos escuche. Mondo de inmediato se da cuenta de mi reacción.
—Lo siento—Me dice en voz baja, se ve que está arrepentido—No debo llamarte así en la escuela, de verdad lo siento, Chihiro.
—Sólo... —Consigo calmar mi respiración, y muestro una leve sonrisa—No lo olvides Mondo, estando aquí soy una chica, tu amiga y compañera.
—Mi mejor amiga y mejor compañera—Me revuelve el cabello con su mano, un gesto que siempre consigue hacerme reír—¿Sabes lo perdido que estaría sin ti? Por ti no me han expulsado.
—No es para tanto—Digo entre risas, realmente me siento feliz y aliviado sabiendo que tengo a alguien en Kibougamine en quien puedo confiar plenamente.
Almorzamos y charlamos brevemente. Terminamos nuestra comida, nos levantamos y vamos a nuestra aula de clases. Siempre he querido acercarme más a mis compañeros, pero ya llevamos dos años juntos, y siento que ya todo el mundo tiene su grupito, no creo encajar en otro sitio más que con Mondo.
Bueno, siempre tenemos el "club de la fuerza poderosa que asesina el temor"; el equipo de entrenamiento cuyos únicos miembros son Mondo y yo, ¿debería invitar a alguien más?
—¡Aag, otra vez!—Exclama Makoto Naegi a lo lejos, sentado junto a Kyoko Kirigiri, ambos con una Nintendo DS en sus manos—¿Desde cuándo te volviste tan buena en Smash Bros?
—Desde que no dejaba de perder contra ti—Responde Kirigiri con una leve sonrisa, siempre parece más relajada cuando está con Naegi—No permitiré que destruyas mi orgullo, Naegi.
¿Debería invitarlos al entrenamiento? Quizás...
No seas una molestia.
Quizás no...
Dejo de observar a Naegi y Kirigiri, y enfoco mi vista a Sakura Ogami junto a Aoi Asahina, charlando animadamente. Son fanáticas del ejercicio físico y sudar, ¡quizás quieran!
¿De verdad crees que no tienen otra cosa que hacer?
No... no debería molestar a nadie con mis ideas; ¿quién soy yo para interrumpir una charla?
Creo que... me siento un poco triste al respecto...
—Chihiro—Dice Mondo, cuya butaca está al lado de la mía—Invité a Ishimaru al entrenamiento de hoy, no te molesta, ¿verdad?
—¿Ishimaru?—Recuerdo la pequeña conversación que tuvimos en el almuerzo—¡Si, me parece bien!
Mondo levanta una ceja, extrañado por mi reacción, pero simplemente levanta los hombros y ya no le da más importancia al asunto. Por mi parte estoy feliz; no me malentiendan, me agrada entrenar con Mondo, pero siento que nos haría bien relacionarnos con los demás compañeros.
Yo no me relaciono con nadie por timidez, Mondo porque no le da importancia. Una vez dijo "Si ya tengo un amigo, ¿para qué carajos quiero dos?"
Pero el hecho de que haya invitado a Kiyotaka significa que no es tan solitario como quiere aparentar.
(✨️)
Tras las clases, los tres nos dirigimos al gimnasio, aunque haya una gran variedad de deportistas en Kibougamine, irónicamente el gimnasio casi siempre se encuentra solo. Supongo que un verdadero atleta de renombre no necesita de la escuela para entrenar.
—¡Muy bien!—Exclama Ishimaru, quien es el más animado de los tres, con libreta en mano—Vamos a repasar el método, necesitamos ejercitarnos de todas las maneras.
—¿Método?—Pregunta Mondo con las manos en los bolsillos—Nosotros sólo hacemos lo que se nos ocurre.
—Eso no es una opción—Dice Ishimaru, serio como siempre—Si vamos a entrenar mente y cuerpo, uno tiene que saber qué hacer.
—¿Entonces qué hacemos?—Pregunto entusiasmada (entusiasmado, perdón).
Ishimaru abre su libreta, como si estuviera a punto de revelarnos un magnífico plan.
—Primero, haremos una rutina de calentamiento para preparar nuestros músculos, luego, nos enfocaremos en ejercicios de resistencia y fuerza—Explica cómo si fuese un entrenador—Después, practicaremos técnicas de concentración y meditación para fortalecer la mente, ¡y por último, una sesión de estiramientos para evitar lesiones! ¡todos estos aspectos son esenciales para alcanzar la excelencia física y mental!
Admiro a la gente que puede hablar tanto sin trabarse. Estoy a punto de aplaudir de emoción.
—¡Ya quiero empezar!—Digo, con genuina emoción—Eres genial, Kiyotaka.
—Puff, no entendí ni una poronga—Dice Mondo mientras se rasca la nuca—Pero bueno, si se oye tan... matemático, supongo que servirá.
Ishimaru lanza una mirada de desaprobación a Mondo. Pero entonces sonríe bastante.
—Bien, lo primero es ponernos ropa adecuada, lo bueno es que siempre tenemos acceso a nuestro uniforme deportivo—Dice Ishimaru—Hay que ir a los vestidores.
De nuevo mi sangre se congela. Nada me pone más nervioso que entrar a los baños y vestidores de la escuela.
—Ah... ¿es necesario?—Pregunto tontamente, cuando sé que es necesario.
—No es recomendable hacer ejercicio en falda—Responde Ishimaru—¿Algún problema? El vestuario de las mujeres está justo al lado del de los hombres.
Mi credencial de Kibougamine me tiene registrado como un hombre. No puedo entrar al vestuario de las mujeres.
—Me cambiaré en otro lado—Dije rápidamente.
Ishimaru estaba a punto de decir algo, pero Mondo viene a rescatarme.
—Hay unos vestuarios que cualquiera puede usar, son algo pequeños, pero es más cómodo para Chihiro—Dice Mondo con naturalidad.
Ishimaru me mira, y entonces sonrío.
—Una chica necesita su espacio—Digo con mi mejor sonrisa de comercial.
—¡Entiendo!—Exclama mientras hace un saludo militar—Es importante la comodidad, Chihiro, si te sientes cómoda ahí, no se objetará más.
Sin querer suelto un suspiro de alivio. Vuelvo a sonreír, pero ahora es una felicidad real.
—Gracias, Kiyotaka—Digo, y entonces los tres nos dirigimos a nuestros casilleros para sacar nuestros uniformes deportivos. Después nos vamos a los vestuarios mixtos; son pequeños pero funcionales.
Cuando dejo tomo mi uniforme deportivo entre mis manos, Kiyotaka y Mondo me observan.
—¿Qué pasa?—Pregunto, confundido.
—¿Necesitas que nos vayamos o...?—Pregunta Mondo—Supongo que te vestirás en uno de los cubículos.
—¡Claro que sí!—Exclamo con las mejillas sonrojadas—Nos tenemos confianza Mondo, pero hay límites.
—Owada—Reprocha Kiyotaka, de nuevo con su mirada desaprobatoria—Más respeto hacía Fujisaki, es prioridad que nuestra compañera se sienta cómoda y respetada en todo momento.
—Hey, yo también quiero sentirme cómodo y respeto—Comenta Mondo con una sonrisa burlona, provocando que Kiyotaka se irrite más—Sé más gentil, Ishimaru.
—Bueno, tampoco me lo pones fácil—Dice Ishimaru, con voz firme—Pero lo dejaré pasar porque me invitaste, nada más.
No puedo evitar reír un poco. Kiyotaka Ishimaru es exactamente el tipo de persona que sabe controlar a Mondo.
Entro a un cubículo donde me cambio de ropa, escucho las voces de Kiyotaka y Mondo afuera, hablando de temas casuales. Cuando salgo, ellos también ya están listos.
—¿Comenzamos ya?—Pregunta Mondo mientras golpea la palma de su mano con su puño. Asiento inmediatamente.
Los tres regresamos al gimnasio. Pongo una playlist en mi móvil para darle mejora al ambiente.
—Primero haremos ejercicios de calentamiento—Indica Ishimaru, con voz firme—La flexibilidad es la clave para evitar lesiones.
Aunque Mondo no esté convencido igualmente obedece. Recuerdo la última vez que no hicimos calentamiento y simplemente entrenamos sin más... amanecimos mal, (o como Mondo diría, jodidos).
—¿Lo estoy haciendo bien?—Pregunto mientras intento imitar los movimientos de Kiyotaka.
—Perfecto, Chihiro—Me dice con una sonrisa aprobatoria—Mondo, procura levantar más los brazos.
Mondo obedece tras soltar un suspiro de resignación. La música sigue resonando, y puedo sentir cómo mis músculos respiran.
Continuamos un buen rato, ejercitando cada extremidad y después ponerlos a prueba con diferentes ejercicios. Debo admitir que el ejercicio físico me sienta bien, quiero ser más fuerte y quiero pensar que llegará un punto en que verdaderamente pueda sentir la suficiente confianza en mí mismo, física y mental.
Cuando ese día llegue, por fin seré yo.
—Nos tomaremos un descanso—Dice Ishimaru con la frente ligeramente cubierta de sudor.
—Traje botellas de agua—Comento mientras abro mi mochila y saco botellas de agua fría—Una vez Mondo y yo hicimos ejercicio sin beber nada, y casi morimos de deshidratación.
—No sabía si reír o llorar ese día—Añade Mondo mientras toma una de las botellas.
—Parece que llevan un buen tiempo entrenando juntos...—Dice Ishimaru con una expresión seria mientras toma su botella.
—El "club de la fuerza poderosa que asesina el temor" fue idea de Mondo cuando estábamos en primer año—Explico con una sonrisa—Simplemente se le ocurrió, ambos queremos ser más fuertes así que desde hace ya año y medio que entrenamos dos veces a la semana.
—¿Y por qué quieren ser más fuertes?—Pregunta Ishimaru. Y Mondo y yo nos vemos, creo que ninguno de los dos sabe cómo responder del todo esa pregunta.
—Porque si—Responde Mondo de manera cortante antes de darle un trago a su botella.
—Eh... es por temas personales—Digo, esperando que Kiyotaka comprenda—No estoy a gusto conmigo misma así que... creo que, si tengo más confianza en mi fuerza, podría ser la persona que quiero ser.
Podré asesinar mi temor.
Ishimaru asiente con seriedad, parece que entendió lo que estaba tratando de decir. Entonces observa a Mondo.
—Quiero ser el más fuerte de todos, nada más—Dice Mondo antes de cerrar su botella—Bien, suficiente descanso, ¿qué más queda por hacer?
Ishimaru no pregunta más. Dejamos las botellas y reanudamos los ejercicios.
Conozco a Mondo desde hace dos años, y sé lo celoso que es respecto a sus metas personales. Cuando le dije mi secreto, él me dijo el suyo. Por eso nos tenemos una profunda confianza y respeto.
Tras un buen rato, los ejercicios finalizan. Estoy agotada (agotado), y me siento un momento en el suelo, buscando respirar. Aunque mi cuerpo no pueda más, siento una satisfacción por haber hecho todos los ejercicios. Y consigo una pizca más de confianza.
—¡Buen trabajo equipo!—Exclama Ishimaru, tratando de recuperar el aliento—Hay que sentirnos orgullosos.
—Bueno, tus métodos no son taaaaan malos—Dice Mondo con una sonrisa burlona, apenas ha sudado; se nota que la condición física de Mondo es la más desarrollada.
—Dices eso, pero eres tú quien me invitó—Responde Ishimaru con una sonrisa y una risa contenida. Mondo únicamente rueda los ojos.
—Como sea, hay que volver a los vestuarios, me siento raro sin mi gabardina—Expresa Mondo mientras toma su mochila—¿Vienes, Chihiro?
—Si, vamos—Respondo mientras me pongo de pie—¿Te quedas aquí, Kiyotaka?
—Si, regresaré a casa trotando, así que mejor me quedo con la ropa deportiva—Responde mientras se limpia el sudor de la frente—Nos vemos en la entrada principal en un rato.
Mondo y yo asentimos. Caminamos hacía los vestuarios mixtos. Kibougamine ya se encuentra en silencio, pues la mayoría de los alumnos se marcharon hace ya más de una hora.
—Fue buena idea invitar a Ishimaru—Comento con una sonrisa—Quizás algún día podamos invitar a alguien más.
—Suficiente tengo con aguantar a Ishimaru como para todavía aguantar a alguien más—Comenta Mondo, pero sé que lo está diciendo de broma.
—Bueno, quien sabe—Respondo, y en mi cabeza, la idea de expandir el club me agrada bastante; ¿es por qué quiero ayudar a las demás personas? ¿O sólo no quiero sentirme tan solo?
Llegamos a los vestuarios mixtos dónde cada uno entra a un cubículo para cambiarse de ropa. Me visto, de nuevo con mi falda. Me he acostumbrado a usarlo. Y por eso me es muy complicado querer deshacerme de ella.
Cuando salgo, Mondo ya me está esperando, usando su gabardina de su banda de motociclista. Me pregunto si en algún momento Mondo ha percibido su gabardina como un peso como yo con mi falda.
Mondo es fuerte, claro que no se comparan.
—¡Ah, olvidé mi móvil en el gimnasio!—Exclamo mientras rebusco en mi mochila.
—¿Te acompaño?—Me pregunta Mondo con las manos en los bolsillos, y niego con la cabeza.
—Descuida, espera a Kiyotaka en la entrada principal—Respondo con tranquilidad—Regreso enseguida.
Salgo de los vestuarios y a paso rápido voy al gimnasio. Es raro escuchar a Kibougamine tan en silencio; pero admito que aprecio la falta de ruido. Cuando cruzo por la entrada del gimnasio, veo desde lejos a Ishimaru.
—Hola, olvidé mi... —Y entonces me doy cuenta de lo que Kiyotaka está haciendo.
Está besando una fotografía de Mondo Owada.
—¡Ah, F-Fujisaki!—Exclama mientras de inmediato oculta la fotografía en su espalda.
Debo admitir que si fuera un software, me habría dado un pantallazo azul.
—¿Eh?—Es todo lo que digo, de pie.
—¡Se supone que nos veríamos en la entrada principal! ¿Qué haces aquí?—Si Ishimaru fuese una computadora, habría explotado.
Veo mi móvil todavía puesto en el suelo, la dejé ahí cuando puse la playlist. Me acerco y lo tomo.
—Solo... vine por esto—Respondo con el móvil en la mano—¿Estabas...?
—No estaba haciendo nada—Responde mientras se pone firme como un soldado.
—Pero yo vi que...
—No estaba haciendo nada—Me interrumpe, y puedo notar que está temblando de los nervios.
—Eh... —Me fuerzo a sonreír como si nada pasara—Bueno, si no quieres hablar de eso, está bien, no le diré nada a nadie.
—Gr- Gracias Fujisaki.
Nos vamos juntos del gimnasio hacía la entrada principal dónde Mondo nos está esperando. No puedo borrar esa imagen de mi mente.
Supongo que todos tienen sus secretos.
Y así, nuestro día termina. En Kibougamine todo puede pasar, y ahora no puedo evitar preguntarme si hay más entre Kiyotaka y Mondo que yo no estoy viendo. O no está permitiendo que nadie más vea.
(✨️)
No duden en decirme que les ha parecido <3 nos leemos el siguiente capitulo!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top