I don't wanna miss a thing
Stony, donde Steve tiene pecas porque sí y canta también porque sí. Y Tony también canta y tiene ojos azules como en los Comics.
Y la primera mitad es re: El señor del universo paralelo ¡castigado!
((Cuando veas la letras en cursiva, poné la canción de multimedia. Va a quedar más piola, y no sigas leyendo hasta que empiece a cantar (o buscala en Youtube y hace lo mismo).))
Tony caminaba por las calles de la ciudad, de una forma u otra había caído en la parte baja de nuevo, esa donde todos parecen malos y las prostitutas están por todos lados igual que los borrachos y los vagos; solía llegar a esa parte en sus caminatas nocturnas, pero Tony era Tony. Él hijo de Hodward Stark y un súper genio que hacía lo que quería cuando quería hacerlo, por eso entró a ese bar de mala muerte aquella noche.
Todavía no sabe porqué exactamente entró ahí pero el caso es que lo hizo y hoy en día lo agradece.
Lo primero que le llamó la atención-Tony no va a mentir- fue la suciedad y la decadencia del lugar. Lo segundo fue una voz. Una voz que cantaba una canción que Tony había escuchado sin duda pero no recordaba cuál.
Anthony se giró para ver al dueño de la hermosa voz, no estaba muy seguro si se podía catalogar como hermosa a una voz pero, si se podía, esta voz lo era, era melodiosa y dulce y te llenaba de emoción. Provenía de un chico más hermoso aún, tenía el pelo rubio, y era todo blanco a excepción de sus cachetes que estaban rojos, parecía flaquito y adorable y Tony experimentó unas increibles ganas de correr a abrazarlo.
Y cuando él sonrió, al finalizar la canción, se iluminó todo el lugar, el castaño podría jurar que se había iluminado el mundo con su sonrisa de dientes chuecos. Nunca una sonrisa le había parecido tan hermosa. El chico era como un angel parado entre toda esa mala gente, transmitía vida y ganas de seguir y de vivir y sonreír y hacer cosas buenas y Tony como que lo quería besar.
Tony empezó a ir todos los días al bar, con el tiempo descubrió que se llamaba Steve y que tocaba todas las noches a las diez y media, y terminaba a las doce, tocaba trece canciones. Algunas veces tocaba la guitarra y, Tony puede asegurar, era mágico.
Todo en Steve era mágico.
Por seis meses fue a verlo, no le hablaba, no lo aplaudia y mucho menos se acercaba a saludarlo cuando terminaba de cantar, se dedicaba a contemplarlo y a escucharlo hablar con la gente, Steve era una persona muy simpática que, según había escuchado, daba los mejores abrazos del mundo.
Un día se lo encontró en una fiesta. Llevaba un pantalón de jean gris y una remera azul, su pelo estaba bien peinado y con las puntas para arriba, ya no era el flacucho al que Tony iba a escuchar cantar, parecía que había hecho ejercicio y estaba mucho más formado.
Tony lo miró y le preguntó a su mejor amigo Rodhey, que era el dueño de la casa, quién era.
-Es Steve. Veni te lo presento. ¡Es un chico genial, te va a caer re bien!.
Esa fue la primera vez que hablaron, sonaba la misma canción que el día que lo conoció.
-¡Steve! Este es mi amigo Tony- Rodhey lo señaló-. Te va a caer re bien, sean amigos.
-Hola...- le dijo Tony un poco tímido. Se sorprendió bastante por eso, él no era tímido pero Steve era Steve.
-Hola, Tony, ¿querés tomar algo?- Steve le sonrió al mismo tiempo que señalaba una gran fila de botellas. Tony volvió a quedar encantado con esa sonrisa, que tenía aparatos ahora.
-Sí, claro- Tony también sonrió.
Unos años después lo vió en la boda de su amigo T'Challa. Steve llevaba un traje azul.
Esa vez fue Steve quién lo saludó de lejos agitando las manos con una sonrisa y gritando:
-¡Tony, Tony!- el susodicho tardó unos segundos en devolverle la sonrisa y saludarlo también, lo había confundido un poco que Steve lo recuerde.
-¡Hey, Stevie!¿Cómo estás?
-Genial, soy el padrino, estoy emocionado- Steve casi daba saltitos.
-Yo también. ¿Sos amigo de T'Challa?
-Sí, bueno, en realidad soy el mejor amigo de Bucky, que se va a casar con T'Challa, así que eso me convierte en amigo de T'Challa también.
Hablaron todo el día, y cuando la ceremonia se llevó a cabo Tony pudo apreciar la enorme sonrisa de dientes perfectos de Steve.
A la noche sonó su canción, el castaño ya había decidido que era de ellos, así que lo invitó a bailar.
Steve aceptó emocionado y lo llevó de la mano hasta el centro de la pista, pasó sus brazos por su cuello, haciendo que Tony los posara un poco más abajo de su cintura pero sin llegar a su cadera, bailaron lento y mirándose a los ojos.
Tony pudo apreciar lo azules que eran los ojos de Steve, pero no era un azul como el suyo, el de él se parecía al mar y el de Steve era como el cielo, un cielo hermoso, uno despejado,uno que te hace sentir feliz porque promete ser un gran día, uno que da energía. Los ojos de Steve eran el cielo, y su pelo el sol, su piel blanca las nubes y sus pequitas...las pecas que tenía en la nariz eran...vida. Steve era vida. Steve y sus cachetes rojos porque Tony lo miraba mucho.
Steve se acercó más a Tony y le sonrió por abajo de sus pestañas. Tony lo quiso besar. Y como Tony era un chico que hacía lo que quería cuando quería, y ahora lo que quería más que nada era besar a Steve, lo besó.
Un beso dulce, Tony no estaba seguro de que Steve fuese gay, tampoco que fuese hetero, no habían entrado en el tema de la sexualidad, por eso lo besó lento y suave, acariciando uno de sus cachetes y con una mano presionando su cintura. Para sorpresa de Anthony, Steve le devolvió el beso. Cuando se separaron, juntaron sus frentes y mirandose a los ojos se sonrieron. Tony sintió sus mejillas arder, y la piel caliente de Steve por su sonrojo. Se quedaron así un largo rato y se volvieron a besar.
Ya habían pasado cinco años desde su primer beso y Tony se encontraba en una de las habitaciones de su mansión, en una exclusiva isla para ricos, arreglando su moño rojo.
-¿Y, amigo, cómo estás? ¡Hoy es el gran día!- Strange entró en la habitación dandole un codazo.
-Nervioso. ¿Y si se arrepiente en el altar? ¿Y dice que nunca le gusté? ¿Que me dijo que sí solamente para hacerme feliz? Sabés como es Steve, él diría que sí solamente para hacerme sonreír.
-No va a pasar eso, hermano- Strange trató de tranquilizarlo-. Steve te ama.
-Ya sé, por eso mismo te lo digo, podría ser que no le guste, pero quiere hacerme feliz. No sé qué haría si me dice que no, si me deja. Doc, él es mi todo.
Strange miró a su amigo sonriendo, ya sabía él lo mucho que ese rubio teñido significaba para su mejor amigo. Tony le había hablado noches enteras del chico que cantaba en un bar de mala muerte.
-Sos un pelotudo- sentenció y se fue al baño.
Tony frunció el ceño pero optó por no contestar. Se terminó de arreglar.
Cuando las campanas sonaron y la canción, su canción, empezó Steve entró. Steve en todo su esplendor. Steve con una sonrisa de oreja a oreja mirando a todos lados. Steve con mejillas rosas. Steve con ojos como el cielo. Su Steve. Tony puede jurar que fué el hombre más feliz del mundo, las personas presentes que vieron cómo su rostro se iluminó también pueden hacerlo.
Steve era su mundo. Steve era su vida. Steve diciendo "Sí, acepto" era el sueño de Tony. Y estaba pasando. Era mágico. Era la mejor sensación del mundo. Tony no sabía qué era lo que había hecho tan bien en su otra vida para merecer ese regalo de dios, pero tendría que haber sido algo muy bueno. Porque Steve era lo mejor de su vida, y de la vida de cada persona que lo conocía, pero Tony tenía la suerte de que él también era lo mejor en la vida de Steve.
Esa fue una de las mejores noches de su vida, bailaron, cantaron, saltaron y se divirtiendo mucho festejando su amor junto con sus seres queridos y sus amigos. Su primer baile de casados fue con su canción. Las noches siguientes en Las Bahamas también fueron las mejores de la vida de Tony.
Ya pasaron otros cinco años desde ese momento, del momento donde dijeron que sí, de donde unieron sus vidas hasta que la muerte los separe. Donde se hicieron marido y marido. Donde otra hermosa etapa de su relación comenzó.
Ahora Tony está durmiendo como duerme Tony, con la mitad de su cuerpo sobre el de Steve, abrazándolo. Con su pelo castaño despeinado y sus cachetes colorados. Su respiración es tranquila y le hace cosquillas a Steve en su cuello.
"Podría quedarme despierto solo para escucharte respirar"
Steve acaricia el pelo de Tony con una mano y con la otra acaricia su espalda desnuda. Tony sonríe por eso, dejando ver su hoyuelito chiquitito, ese que aparece a veces, en ocasiones especiales, como cuando está con Steve.
"Mirar tu sonrisa mientras estás dormido"
Steve sonríe suave, esa sonrisa que te aparece sin querer cuando hablas de algo que te apasiona, o cuando ves a tu hermano menor siendo tierno, o cuando ves al amor de tu vida, y se pregunta con qué estará soñando Tony.
"Mientras estás alejado y soñando."
Steve estaría en esta posición para siempre, porque es su lugar en el mundo, con Tony en sus brazos. Se siente como su hogar, es al único lugar a donde pertenece.
"Yo podría pasar mi vida en esta dulce entrega."
Steve quisiera sacar una foto, congelar el momento y quedarse así.
"Yo podría quedarme perdido en este momento para siempre. "
Podría quedarse perdido en cualquier momento con Tony. Todos son hermosos, todo es mejor con Tony a su lado (o abajo de él, no importa, mientras Tony esté ahí).
"Cada momento que pasé con vos es un momento que atesoro."
Steve se niega a dormirse, aunque haya sido un día agotador, simplemente no quiere hacerlo, quiere quedarse mirandolo para siempre.
"No quiero cerrar mis ojos. No quiero quedarme dormido."
Si se duerme corre el riesgo de no soñar con él. Si se duerme no lo ve.
"Porque te extrañaría, nene. Y no quiero extrañar nada"
Qué caso tendría extrañarlo si lo tiene ahí. Nunca nada es suficiente si Tony no está.
"Porque aún si sueño con vos, el más dulce de los sueños no alcanza."
Steve está viviendo el más dulce de sus sueños estando despierto, no tiene que dormir. Lo extrañaría.
"Aún así te extrañaría, bebé. Y no quiero extrañar nada"
Steve siente los calmados latidos del corazón de Tony, uno a uno, es como música. Todo en Tony es música. Todo en Tony es magia.
"Acostado cerca de ti oigo latir tu corazón."
-¿Con qué estarás soñando, mi amor?
"Y me pregunto con qué estarás soñando. Me pregunto si será conmigo."
-¿Soñas con nosotros?¿Conmigo? Yo suelo soñar con vos.
"Luego beso tus ojos y le agradezco a Dios que estemos juntos."
Steve lo dijo y lo va a repetir toda su vida: es el hombre más afortunado del mundo, todos deberían tener a alguien que les haga sentir aunque sea un cuarto de la mitad de las cosas que Tony le hace sentir a él con sólo sonreirle.
"Tan solo quiero quedarme con vos en este momento para siempre, siempre, siempre. "
Quiere que esten así toda la vida, abrazados, tranquilos, enamorados.
"No quiero cerrar los ojos. No quiero dormirme, porque te extrañaría, nene, y no quiero extrañar nada. Porque aún cuando sueño con vos ni el sueño más dulce es suficiente."
-Aún así te extrañaría, mi amor, y no quiero extrañar nada- canta bajito Steve la canción que está en su cabeza.
"No quiero extrañar ni una sonrisa. No quiero extrañar ni un beso."
-Yo solo quiero estar con vos, acá mismo, con vos, como ahora. Solo quiero tenerte cerca- Steve abraza a Tony un poco más, mientras le sigue susurrando la canción.
"Sentir tu corazón muy cerca del mío."
-Y permanecer acá, en este momento, por el resto del tiempo.
Tony abre sus ojos muy lentamente, y le sonríe a Steve.
-¿Qué pasa, amor? ¿Por qué no dormís?
-No quiero cerrar mis ojos. No quiero quedarme dormido, porque te extrañaría, bebé, y no quiero extrañar nada. Porque aún cuando sueño contigo el más dulce de los sueños no alcanza, aún así te extrañaría, cielo, y no quiero extrañar nada-le canta Steve, a un maravillado Tony, Tony siempre lo mira así como si hubiese descubierto la cura para el cáncer o acabado con el hambre en el mundo o la injusticia o cualquier cosa grandiosa. Tony lo mira como si fuese su todo.
-No quiero cerrar los ojos, no quiero quedarme dormido, no quiero perderme nada y no quiero extrañar nada- susurra Tony la última estrofa de la canción, de su canción.
Steve le sonríe y sus ojos brillan y lo abraza más.
-¿Qué pasa?-le pregunta Tony.
-Te amo, Tony.
-Yo también.
-No, no entendes.
-¿Qué no entiendo?- pregunta el castaño, muy divertido por la situación.
-Estoy enamorado de vos, después de todos estos años, estoy tan enamorado de vos como la primera vez que te vi. Te amo, Tony, te amo más que a mi vida. Te amo más que a nada en este mundo, te amo como siempre te amé y estoy seguro de que te voy a amar toda la vida.
Tony sonríe y con sus ojitos brillando solo puede contestar una cosa, que es la verdad, la más pura verdad del mundo, su verdad:
-Te amo, Steve.
Ninguno de los dos dice nada más, solamente se quedan abrazados mirando el techo y con una canción sonando en sus cabezas: " I don't want to miss a thing. " La canción que Steve cantaba cuando Tony lo conoció en ese bar. La canción que sonaba de fondo en la fiesta de Rodhey la primera vez que Stev lo conoció y la primera vez que hablaron. La canción que bailaron cuando bailaron por primera vez en la boda de T'Challa y que también resultó ser su primer beso. La canción que sonó cuando Tony le pidió matrimonio. La canción con la que Steve entró al altar y la primera que bailaron como maridos. La canción que se dedican, la canción que muestra su amor. La canción que cambió sus vidas, que las mejoró, la que hizo que encontraran al amor de sus vidas. La canción que los unió.
A veces las cosas se dan porque estaban destinadas a darse, una canción puede ser más que una canción, puede significar mucho o nada. Puede provocarte alegría o tristeza, recordarte cosas buenas o lindas.
En este caso, significa todo lo bueno de la vida de Tony porque significa Steve, y Tony lo es todo para él, como él lo es todo para Steve.
Steve y Tony son felices, todavía les queda un largo camino, muchas cosas que vivir, aprender y hacer.
💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜
Ahre más azúcar no podía ser.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top