—¡Por favor, Tony, solamente es un beso!—le gritó apoyando las manos en el escritorio negro.

Stark ni levantó la vista de los papeles que tenía en frente—Seguí queriendo, chico.

—Dios.—murmuró exasperado.

Stark sonrió un poquito.
—¿Solamente uno?

—Sii—su voz salió media suplicante.

Tony atrajo la cara del chico a la suya y lo besó lento. Harley se soltó medio atontado y volvió a besarlo con otras intenciones.

Tony rodó los ojos mentalmente, siempre era lo mismo con este chico, así que se separó y volvió a sentarse.

—Ugh, que aburrido que sos.

—¿Por qué me estás molestando? ¿No podés ir a correr por ahí?

—¡No! Y Peter sigue en la casa de Ned, no entiendo qué hace ahí todavía.—Harley tiraba de su pelo rubio completamente exasperado, la situación era francamente graciosa para Tony.

—Se llama tener amigos, bebé.

Harley lo miró como si lo quisiera matar y Tony río.—Vení acá—le dijo abriendo los brazos.

Así que Harley estaba sentado en las piernas de Tony mientras este seguía leyendo papeles, cuando Peter llegó muy sonriente al lugar.

—¡¿Dónde estabas?!—le reclamó Harley en el mismo instante que Peter pisaba la oficina—¡¿Sabés qué hora es?!

Peter se tomó un segundo para mirar confundido a Tony antes de contestar.—Son las siete, amor.— usando el tono más calmado que tenía.

—¡SON LAS SIETE! ¡¿A vos te parecen horas de llegar?!

—¿Y a este qué le pasa?

—No sé. Lleva así todo el día.

—¡No hablen como si no estuviera acá!

Peter se limitó a ignorarlo y se acercó a besar a Stark. Empezaron una conversación sobre lo que había hecho en la casa de Ned, hasta que vieron que Harley se estaba por poner a llorar.

—Boludo, ¿estás bien?—Parker francamente se estaba preocupando, Harley no solía ser así.

—¿Me quieren dejar?—preguntó bajito y mirando para abajo.

—¿Qué? No, ¿por qué?—Peter lo abrazó por la espalda.

—Porque...vos te vas...y Tony no me quiere besar...—Harley sollozaba— Y yo...no sé...¿hice algo mal?

—No, por supuesto que no, cielo—Tony besó su cabeza.—Nadie va a dejarte, te amamos. Te amo.

Harley los miró con los ojos llenos de lágrimas, les estaba partiendo el corazón.

—¿Y por qué no me besas?

—Estaba ocupado, no sabía que fuera tan importante para vos.—Tony le dirigió su mejor sonrisa—Obvio que quiero besarte. Todo. Siempre.

Harley parecía un poco desconfiado y Peter no sabía que hacer, así que lo abrazó más fuerte y lo besó. Si Harley quería besos le iban a dar besos.

—Te amo, nunca lo dudes. A los dos, con toda mi alma.

Un par de horas después cuando los tres estaban acostados en la cama, abrazados y sonrientes, Harley dijo:

—¿Me aman mucho?

—¿Te queda alguna duda?—contestó Tony con un medio suspiro.

—Mucho, amor, te amamos mucho mucho muchísimo.—Peter le dio un beso por cada palabra.

—Genial, porque yo también los amo y quiero que tengamos un hijo.

—¡¿Qué?!—gritaron a la vez los otros dos.

—Que quiero que tengamos un hijo.

—Mmm...claro, lo que digas. Dormite mejor, ¿si?

Harley bostezó y se acomodó mejor en el pecho de Tony, enredando las piernas con las de Peter.

Un rato más tarde cuando Harley estaba profundamente dormido, Peter miró a Tony y preguntó.

—¿En serio vamos a tener un hijo?

—Por supuesto que no, suficiente tengo con ustedes como para sumar otro dolor de cabeza.

Peter río y se acomodó para dormir.

—Te amo.—susurró.

Tony sonrió...un hijo, si claro. Tal vez en otra vida.

Despacio se levantó de la cama, se vistió y fue a la cita que había programado con Steve. Ya tenía un esposo, dos novios, y un hijo con Rogers. No necesitaba otro más.

¿Ahora cómo se lo explicaba a Harley?