Capítulo 11 🏀

C H L O E

—¡Quedan dos minutos! ¡Sube Chloe, sube! —exclamó Jack, quien picaba el balón en dirección al aro.

Jack le hizo un pase a Joel, quien subió para luego pasársela a Eros y cuando yo estaba cerca, Eros me la lanzó con fuerza.

Estaba lista para lanzar, pero alguien me empujó con su cuerpo y caí al suelo de rodillas.

¿Era día de caer o qué?

—¡Mierda! —exclamé al chocar mis palmas contra el suelo. Caer en cuatro patas no era divertido, era doloroso.

El idiota tomó el balón y corrió hacia nuestro aro, para nuestra suerte Jack estaba cerca, y se colocó en defensa, junto a Joel.

Joel logró atrapar el balón en pleno pase, y me la arrojó en un tiro largo, la tomé, la piqué unos segundos mientras corría. Hasta que hice dos pasos y salté.

Encesté como esperaba y el marcador pasó a cincuenta y cinco versus cincuenta.

Y como era de esperar, el tiempo había terminado. Habíamos ganado.

Los chicos me rodearon y abrazaron mientras gritaban. Se tomaban muy en serio un partido amistoso.

Luego de que los chicos se cansaran de abrazarme, el idiota se acercó.

—Soy Harvey —dijo con una sonrisa maliciosa.

—Genial —mascullé cortante y dirigiéndome a las gradas, para tomar asiento y descansar un poco.

Era el turno del resto de los chicos para usar la cancha. Así que estuvimos una hora sentados en las gradas conversando, y comiendo lo que habíamos llevado.

Yo estaba degustando los cereales que me había guardado Jack, hasta que escuché decir al idiota; ¿Chloe irá a la fiesta?

Y aunque me molestaba el hecho de que hablara de mí como si yo no estuviera, lo que me molestó aún más era que supiera mi nombre.

—Chloe puede responder por ella misma —me quejé.

—¿Irás? —preguntó, arqueando una ceja.

—No sabía que había fiesta, así que no.

—Claro que irás, si hasta te guarde un vestido en la mochila —comentó Jack, haciendo que me atragante con los cereales.

—¿Qué hiciste qué? —pregunté bebiendo agua para poder pasar el cereal.

—Que te guardé un vestido —aseguró, restándole importancia.

Abrí mi mochila de mala gana, y allí estaba, el vestido más corto y escotado que había guardado en mi maleta, solo para crear relleno en ella.

Miré a Jack de mala gana. No podía creer lo que estaba viendo.

—Corre, porque te golpearé tan duro que aprenderás a no revisar la maleta de nadie más —mascullé en tono amenazador.

—Mierda... tú no me sacaras a correr —dijo, mientras me levanté de golpe.

Jack hizo lo mismo y salió corriendo. Y acto seguido fui tras él.

Lo corrí por toda la cancha, hasta que salté en su espalda, haciéndolo caer.

O bueno, haciéndonos caer al suelo.

—¡Lo hice con buena intención! —exclamó con la cara en el suelo.

—Revisaste toda mi maleta —me quejé sobre él.

—Tienes lindas bragas —dijo entre risas.

¡Y todavía tiene el descaro de bromear!

—Idiota —farfullé, tras darle un buen golpe en su espalda, justo donde yo estaba sentada.

—¿Sabes que si quiero te volteo y quedas abajo, cierto? —retó, aún con la cara en el suelo.

—No es ciert...—murmuré, antes de sentir que Jack me arrojo al suelo y ahora lo tenía arriba mío.

Oh mierda...

—¿Te gusta la vista? Porque a mi si —comentó Jack, antes de hacerme cosquillas en la cintura.

Le rogué varios minutos que pare, pero claramente se estaba divirtiéndose muy bien, hasta que se detuvo por sí solo.

—Si vienes a la fiesta prometo cuidarte —dijo seguro, aunque el cuidarte me hacía un poco de ruido.

Pero las miradas confusas y curiosas del resto se me pegaron, así que no pude cuestionarle a Jack por qué dijo lo que dijo.

—¿Qué? —pregunté arqueando una ceja, esperando que alguno de los chicos me responda.

—Parecen novios, estoy un poco celoso —masculló Eros cruzando sus brazos y frunciendo el ceño.

—Claro que no —dije acercándome a Eros—. Tú siempre serás el primero —bromeé dándole un beso en la mejilla.

Y esta vez, Eros sonrió orgulloso.

Al cabo de unos minutos tras escuchar como bromeaban sobre Jack y yo, los chicos se dirigieron a las duchas y yo me quedé en las gradas. Porque no me ducharía cerca de ellos.

Ni en sueños.

Pero diez minutos después apareció el idiota de Harvey con aire de superioridad.

—¿Qué haces aquí? Ve a ducharte, sucia.

—No me ducharé con todos allí —mascullé seria. Estaba siendo muy sincera respecto a lo que opinaba.

—Ven, te mostraré las duchas, tienen puertas. Por ende no te verán, al menos que las abran.

Me negué con la cabeza reiteradas veces, pero el idiota pudo convencerme tras jurarme que no harían nada en contra de mí.

Así que lo seguí de mala gana, especialmente porque la transpiración de mi cuerpo empezaba a molestarme.

Y al entrar, supuse que serian los vestidores. Lo que no esperaba era que todos estuvieran casi desnudos y con sus torsos al aire.

Inmediatamente tapé mis ojos con mis manos y la mayoría echó a reír.

—Si muestras, te mostramos —propuso Joel entre risas.

—Deja de taparte los ojos, no seas tonta, la mayoría ya está en calzones —dijo el idiota de Harvey.

Saqué mis manos de mis ojos y noté que era cierto, la mayoría ya estaban con pantalones.

—Bien, allí están las duchas, ya no hay nadie, seremos caballeros y no miraremos —agregó Harvey.

Quise darle un poco de confianza, así que entré y como no vi a nadie, comencé a desvestirme, dejándome solo en ropa interior, tomé la toalla que estaba en mi mochila, unas bragas limpia y aquel vestido negro que comenzaba a odiar.

Estaba por entrar a la ducha cuando veo a Jack colocándose un bóxer negro.

Oh por dios. Estoy viendo su jodido trasero.

Mis ojos estaban abiertos más de lo normal, y solo pude quedarme allí, quieta. Jack se dio vuelta e inmediatamente cerré con fuerza mis ojos.

Si me quedo quieta, no me ve.

—¡Chloe! —exclamó.

—¡Lo siento! Harvey dijo que ya no había nadie. ¡Juro que no vi nada! —exclamé aún con los ojos cerrados.

Escuché la risa de Jack.

—No me preocupo por mí, sino por ti.

—¿Por mí? —pregunté confundida.

—Estás en ropa interior —dijo serio.

Por instinto palmeé donde debería estar una toalla, pero no, no estaba porque nunca me rodeé con ella.

Al abrir los ojos, Jack seguía en bóxer y yo en ropa interior.

Tomé mi toalla, y me tapé rápidamente con ella, aunque seguro Jack ya había visto hasta mis lunares más pequeños.

Él seguía con una sonrisa, y me fue imposible no quejarme sobre ello.

—¿Por qué sonríes como imbécil?

—Porque te vi en ropa interior de la manera más bizarra posible.

—No es gracioso —mascullé, aunque mis ojos cayeron en su cuerpo.

No, no y no.

Tenía un buen torso tonificado, cargaba un buen bronceado que hacía juego con su cabello pelirrojo, pero seguía con esa estúpida sonrisa y sus piernas... sus piernas eran de un gran atleta, pero su bóxer negro...

Joder, no.

—Veo que disfrutas la vista como yo —dijo acercándose con una mirada pícara.

—No, no te acerques —refunfuñé.

Nada pasaría entre él y yo.

Nada.

Jack me miró a los ojos por un breve instante, como si estuviera cuestionándose qué hacer.

—Me terminaré de vestir aquí, si salgo es posible que antoje y por ahora... por ahora no me interesan los hombres. Mientras tanto, ve a ducharte, Chloe.

Asentí sin rechistar y entré a la ducha sin más.

🏀🏀🏀

H o l a a <3

Hoy estamos sin banner porque mi internet no quiere cargarlo, pero les recuerdo que siempre que quieran pueden ir a hablarme a mis redes y contarme sobre qué les parece mi novela.

Instagram: eclipsafernandez

Twitter: Eclipsafer

¿Qué opinan de este capítulo? A mi me encanta por lo bizarro que es jsjsjsj 

Pobre Chloe y sus momentos de vergueza...

En fin, besos sabor badboy...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top