Capítulo 08 🏀
C H L O E
Pasó su mano por mi mejilla y luego me acomodó un mechón de cabello detrás de mi oreja.
—Te quedó muy bonito el corte —dijo con una sonrisa.
—¿Recién lo notas? —pregunté fingiendo indignación.
—No quería quedar como un cursi delante de esos chicos.
—Oh —murmuré de mala gana, para luego poner buscar un pijama y guardarlo en su mochila.
Y casi sin darme cuenta, Harry ya me había tomado por debajo de los muslos, sin dejarme poner resistencia, así que terminó cargándome como solía hacer.
—No es necesario que me cargues —me quejé.
Pero él no me hizo caso, de hecho siguió caminando como si nada y, al llegar a la calle, pidió un taxi rápidamente. Una vez dentro del coche, yo dije la dirección del hotel que tenía apuntado en el móvil y al cabo de unos minutos, nos encontrábamos en la entrada.
Al bajar del auto intenté zafarme de Harry, pero este volvió a cargarme.
Siempre haciendo lo que se le daba la gana.
Y de un momento a otro ya estábamos en aquella habitación. Ni bien entramos Harry empezó a besarme descontroladamente, sus manos estaban por todas partes. Nos arrojó en el sofá pequeño que residía allí, y a comenzamos a besarnos cada vez más y con la poca ropa que nos quedaba, hasta que de pronto su móvil sonó.
Las tres primeras veces, lo ignoramos.
Hasta que la cuarta vez, me harté y alejé a Harry para que atienda su jodido móvil.
Momento arruinado.
—¿Qué quieres? —masculló Harry con la respiración agitada tras atender la llamada—. No me jodas... No, te dije que no estaría en todo el fin de semana... Y Yo que sé... pídele a alguien que te deje dormir en su... pero... no... No puedo ir... No estoy en Wayne... Solo... bien, bien... Llegaré lunes... Sí, sí... Adiós.
Lo miré confundida sin entender muy bien con quién habló.
¿Acaso era Donna?
—No me mires así —inquirió, tratando de volver a lo de antes, pero me aparté rápidamente.
El momento de recuentro jugoso se había ido por el retrete.
—¿Quién era? —pregunté seria, aunque estaba más agobiada por la situación que seria la verdad.
—Donna —dijo rascándose la nuca.
—¿Y qué quería?
—Se olvidó las llaves dentro de la habitación y quería que le de las mías —respondió serio.
—No le será muy difícil encontrar a alguien con quien revolcarse y la deje quedarse allí. ¿No? —dije cruzándome de brazos.
—Chloe... —intentó acercarse pero lo aparté.
—No —solté parándome—. Estuve toda la semana aguantando su voz en nuestras llamadas y ahora nos interrumpe en pleno acto.
Comenzaba a hartarme de ambos.
—¿Y qué quieres que haga? Es mi compañera, la escucharás porque convive conmigo.
—¡Jódete! —exclamé poniéndome de pie buscando mi ropa en el suelo, para volver a ponérmela.
Definitivamente estaba cansada.
Y eso no era bueno.
En lo absoluto.
—Chloe... No seas así, tú convives con cuatro y nunca dije nada —masculló, haciéndome enfadar aún más.
—No me acosté con ninguno, ni tú tuviste problemas con ellos —mascullé poniéndome mi camiseta—. No te atrevas a darle la vuelta a esto. No te atrevas —amenacé.
—Nena, sé que no te agrada. Pero debes aceptarlo —dijo de mala gana.
Pero yo no estaba de acuerdo. Para nada.
—Podría haber sido cualquier chica. ¿Por qué ella? ¿Ahora dirás que no quiere nada contigo? ¿Qué te superó? —cuestioné enojada.
Pero en el fondo sabía que mi enojo solo era una cuartada, un muro para no dejar ver el dolor que estaba comenzando a sentir.
—Tiene novio —comentó, como si eso significaba algo.
—Oh, no me digas... en ese caso... ¡Me importa un bledo! ¡Nunca le fue fiel a alguien! —exclamé—. No sabes qué. ¡Si le es fiel a algo! ¡A la obsesión que tiene contigo!
—¿Puedes calmarte? Estás haciendo una escena ridícula e innecesaria —dijo Harry.
¿Qué me calme? ¿Cómo podría calmarme si todo se estaba desmoronando? ¿Cómo podría calmarme si el pecho me estaba comenzando a doler?
¿Estaba haciendo una escena ridícula e innecesaria?
¿Mis emociones respecto a lo de él y Donna eran ridículos?
¿Mi mal estado era ridículo?
¿Qué mierdas me estás diciendo Harry?
—¿En serio me aseguras que no intentara nada contigo? —cuestioné, acercándome para mirarlo a los ojos fijamente.
Con el corazón en la boca al ver que Harry desvió la mirada.
Muchas veces él podía ser muy idiota, incluso yo también. Pero si había algo que me molestaba, era conocer esa mirada tan bien.
—¿Ya lo intentó, cierto? —pregunté molesta y a la vez, con un nudo en la garganta.
Pero él seguía sin mirarme. Ocultaba algo y eso comenzaba a doler el doble.
Porque la loca idea de que él me haya traicionado, no se veía tan loca ahora.
—La besaste —concluí con la voz rota, sintiendo que mis ojos se humedecían.
—N-no, ella lo hizo, ella se lanzó sobre mí y yo... yo estaba ebrio... y todo se me fue de control —trató de explicarse, como si eso arreglara eso.
Pero en definitiva no lo hacía.
De pronto me sentí como si me hubieran abierto los ojos, como si un balde de agua congelada cayera sobre mí. Como si mi corazón volviera a romperse de la misma manera que se rompió hace tiempo.
Ya habíamos pasado por eso, no lo pasaría otra vez. No me permitiría caer de nuevo, no.
Me coloqué mi chaqueta mientras me aguantaba las ganas de llorar, y antes de dirigirme a la salida dije:
—Vete a Wayne, la distancia no es para nosotros.
—Nena... sabes que no te mentiría.
—Ya no sé qué creer —admití alzando la cabeza—. Dices haber estado ebrio, pero solo te hace falta un par de copas para caer en los juegos de Donna y serme infiel. Y ambos sabemos que hará todo lo posible para estar contigo, así que solo facilito las cosas. Si tanto se desean, si tanto te ama... Será mejor que vuelvas con ella, porque no permitiré nuevamente que me pasen por encima.
—No, no puedes romper conmigo —suplicó.
Solté un suspiro, tratando de mantener la cordura.
—No es la primera vez que pasa, Harry. Solo... déjame vivir. Si no me amas, si no quieres estar conmigo, no me pintes amor donde no hay —pedí, sintiendo un par de lágrimas derramarse por mis mejillas—. Sé que me quieres, sé que has hecho todo lo posible para ser mi pilar. Y también sé que he sido el tuyo por mucho tiempo, pero... esto se salió de control.
A Harry se le humedecieron sus ojos verdes, pero se los refregó rápidamente. Y cuando salí de aquella habitación, no dudó en seguirme con la cabeza gacha.
—No dejaré que te vayas sola —aseguró en un susurro.
Yo solo sonreí con tristeza, y asentí. Mi mente daba vueltas, mi corazón latía con fuerza. Me estaba sintiendo débil, como aquellas veces que Donna hizo lo inimaginable para separarnos, pero ya estaba cansada de esa situación.
Sabía que él no era tan malo, conmigo no lo había sido. Pero... llega un momento donde debes decir basta.
Poner un alto a aquello que te impide ser feliz.
Frenar todo aquel que te priva de lo que más deberías proteger, y eso es, tu estabilidad emocional.
Con él, con mi ex, con Donna de por medio y con todo mal recuerdo, mi mente no era saludable.
Era inestable y entre más quería reprimir mis emociones negativas, más sentía que en cualquier momento iba a estallar.
Al llegar a la casa abeja, noté la mirada triste de Harry. Pero ya era tarde para arrepentirme.
—Supongo que nos veremos en tres meses, para las fiestas —dijo con una sonrisa triste.
—Sí, así es.
—Lo siento —dijo, dándose la vuelta para irse.
Pero jalé de su muñeca y le di un breve abrazo.
Más de un año de relación tampoco es algo fácil de dejar, no cuando fue una de las únicas personas en protegerme cuando más lo necesité.
Al separarnos, me susurró un te quiero.
Pero esta vez, no se lo correspondí.
Y así como llegó, se fue.
Llevando consigo una gran parte de mí.
Aún así, mi cruel mente solo pensaba una cosa; Harry y Donna me estaban rompiendo.
Y no quería que siganhaciéndolo
H O L A A <3
¿Cómo están?
Espero que bien y que les haya gustado este capítulo.
A partir de ahora tenemos una Chloe soltera jeje ¿Se viene lo chido o qué?
En fin, no olviden comentarme qué opinan <3
Besos sabor badgirl de wattpad, porque Chloe puede que será una... *guiño guiño*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top