Capítulo 01 🏀
C H L O E
Estuve alrededor de una hora en aquella casa, a solas. Porque literalmente no había nadie; así que solo me limité a ver el lugar.
Al parecer cada uno tenía su propia habitación y claramente había una libre. Una que era completamente blanca, todo absolutamente todo, era blanco. A excepción de las cortinas y los azulejos del piso. Y como los cajones estaban vacíos, supuse que ese dormitorio sería mí.
Aunque no desempaqué nada ya que me daba pereza. Solo me senté en uno de los sofás y esperé.
Y esperé...
Y esperé...
Cuando la puerta se abrió, unos cuatro chicos entraron. Hablaban entre ellos sin darse cuenta ni de mi existencia. Y como seguían sin notarme, carraspeé fuerte y así, conseguí atención rápidamente por parte de ellos, aunque ninguno decía nada, así que no me quedó más que romper el hielo primero.
—Hola —dije con una sonrisa, tratando de parecer tranquila pero autoritaria a la vez.
—No me jodas...—murmuró uno de los cuatro chicos. Este era rubio, sería fácil reconocerlo entre puros castaños.
—¿Quién eres y qué haces aquí? —preguntó el chico de cabello rojizo, acercándose a mí.
—Soy Chloe Anderson, al parecer su nueva compañera de casa hasta que una estudiante se frustre lo suficiente como para abandonar su carrera, dejarme un lugar en las pensiones y poder ser parte del equipo femenino de baloncesto —aseguré firme.
—¿Equipo femenino? ¿Sabes que ese equipo cada vez está peor? —indagó el mismo chico de cabello rojizo.
—¿A qué te refieres? —dudé.
—Que ya casi no hay equipo, seguramente por eso estés aquí. Porque el departamento de las chicas está lleno de animadoras o frikis —respondió, serio.
¿Qué?
Había ido hasta allí con la función de especializarme en baloncesto.
¿Y el equipo ni siquiera existía?
¿Animadoras y frikis? ¿Qué carajos? ¿Y por qué les etiquetaba de esa manera?
—¿Pero qué mierda? —solté, incrédula.
¿Algo más podía salir peor?
Yo creo que sí.
—Sí, mierda. Ahora sin equipo, aquí no harás nada, vete por donde viniste —masculló agarrándome del brazo y guiándome hacia la puerta de entrada y salida.
—¿Qué? Claro que no, no me iré —aseguré, liberándome de su agarre.
Y todos abuchearon al instante.
¿Qué demonios con esos chicos?
No podía irme, ya estaba aquí. Además si volvía de seguro en la universidad de Northea, no me aceptarían. ¿Y que mi madre se enterase de lo que hice? Ni de broma.
Eso no estaba en mis planes, de ninguna manera.
—Me tendrán aquí, les guste o no, compartimos una pasión y no me iré hasta que me gradúe o hasta que mi madre se entere y venga por mí —solté un suspiro—. Así que, si es necesario, entrenaré con ustedes, viviré con ustedes, y lo peor; compartiré baño con ustedes —aseguré tomando mis maletas. Para luego dirigirme a mi nueva habitación.
Escuché como se quejaban y otros decían que me llevarían su cama. Eran unos completos idiotas si realmente creían que caería o sedería ante ellos.
Una vez en mi habitación, solo coloqué las sábanas y mantas en mi nueva cama.
Todo era tan blanco, tan... aburrido. Pero mi pereza era más fuerte y la decoración no era algo que me interesara en ese momento.
Hasta que mi móvil con poca batería sonó y ver que era Harry, mi novio. Atendí.
—¿Hola? —dijo comprobando si había atendido.
—Hola —saludé.
—Nena, ¿ya llegaste? —preguntó curioso.
—Sí, ¿por qué? —traté de sonar creíble.
Aunque mi mentaba estaba como:
Sí llegué, pero no a donde tú imaginas. Jeje.
—Quería saber que tal estás, además desapareciste todo un día.
Mira quien se queja. No sé nada de ti desde hace dos y no parecías muy preocupado.
—Ah, lo siento, pero está todo bien.
—¿Segura? —indagó dudoso.
—Sí, sí. ¿Y tú?
—Algunas complicaciones, pero todo en orden.
—Bueno, me alegro que esté todo en orden —dije sincera.
—Oye, pon video llamada, muéstrame tu nueva habitación, ten un poco más de ánimo.
—Solo estoy cansada —dije aceptando la invitación para video llamada.
—Ya te extraño —murmuró Harry, con una media sonrisa en su rostro.
—Yo igual —admití.
—Vamos, muéstrame tu alrededor —pidió emocionado.
—Bien...—dije poniendo la cámara trasera.
Mientras le mostraba puras paredes blancas, muebles blancos y la cama, con mis mantas negras.
—Veo que no desempacaste mucho —dijo serio.
—No me gusta desempacar.
—Tampoco empacar.
Reí.
—Cielo —dije llamándolo, aunque me arrepentí al instante, quería contarle sobre que viviría con chicos, pero no era el momento.
No quería que se enojara.
—¿Qué sucede?
—No, nada —dije arrepintiéndome.
—¿Harry? —se escuchó una voz femenina llamarlo a lo lejos.
Por un momento aquella voz me resultó conocida. Pero no supe por qué, al menos no en ese instante.
—Nena, debo irme.
—Bien.
—Más tarde te llamo, te quiero. Haz amigas —y sin más, cortó. Sin darme tiempo de responder o despedirme.
Eso dolió.
Al abrir mi puerta, noté que mis cuatro compañeros estaban pegados a esta.
Rodeé los ojos de mala gana al verlos tropezar.
—¿No les dijeron que es de mala educación espiar? —pregunté con molestia.
—Queríamos invitarte a almorzar, pero si tienes novio, no lo creo —dijo el chico rubio.
—¿Y qué tal si yo los invito, me dicen sus nombres y tratan de ser compañeros normales? —propuse con una sonrisa sarcástica, mientras cruzaba mis brazos a la vez.
—Suena bien —dijeron los cuatro al unísono, mientras encogían de hombros.
AAAAA ESTOY EMOCIONADA. ¡AL FIN DEJAMOS ATRÁS LOS CAPÍTULOS COCHINOS!
Los capítulos llenos de errores me tienen mal, pero hoy ya puedo ir actualizando y subiendo los corregidos. (De a poco eh, tampoco me exploten jsjs)
¿Alguna releyendo por aquí y que note los cambios?
No se olviden de regalarme un votito y qué te pareció este capítulo <3
Besos sabor... ¿badboy de wattpad?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top