En un mundo de fantasía, en un tiempo lejano.

Un grupo de personas se reúne en secreto en un lugar remoto. Eran hombres y mujeres de todas las edades, pero todos compartían una cosa en común: eran sobrevivientes de una guerra antigua.

La guerra había sido larga y sangrienta, y había dejado a su paso un mundo devastado. Los sobrevivientes habían perdido todo lo que tenían, y se encontraban solos y desorientados.

Pero no estaban dispuestos a darse cuenta por vencidos. Estaban decididos a reconstruir su mundo, y a crear un nuevo orden que fuera mejor que el anterior.

Los sobrevivientes habían traído consigo conocimientos y tecnologías avanzadas del mundo que habían dejado atrás. Estos conocimientos les permitirían construir un mundo nuevo y próspero.

Pero también sabían que tendrían que enfrentarse a muchos desafíos. El mundo que habían encontrado era peligroso, y estaba lleno de monstruos y magia oscura.

Los sobrevivientes se dieron cuenta de que necesitaban un lugar seguro donde poder entrenar y prepararse para los desafíos que les esperaban.

Encontraron un lugar remoto, en las profundidades de un bosque. Era un lugar aislado, protegido de los peligros del mundo exterior.

Los sobrevivientes comenzaron a construir una academia en este lugar. La academia sería un lugar donde los jóvenes pudieran aprender las artes de la magia oscura, y prepararse para defender el nuevo orden que los sobrevivientes estaban construyendo.

Los años pasaron, y la academia floreció. Los estudiantes de la academia se convirtieron en poderosos magos, y la academia se convirtió en un centro de conocimiento y poder.

Pero los sobrevivientes nunca olvidaron el mundo que habían dejado atrás. Sabían que el nuevo orden que estaban construyendo estaba en peligro, y que algún día tendrían que enfrentarse a los enemigos que habían derrotado en la guerra antigua.

500 años después]

En la actualidad, la academia es una institución respetada en el mundo de la magia. Los estudiantes de la academia son los magos más poderosos del mundo, y son temidos por sus habilidades oscuras.

Sin embargo, el origen de la academia es un secreto bien guardado. Solo los miembros más altos de la Orden X conocen la verdad sobre los sobrevivientes de la guerra antigua.

un lugar donde jóvenes talentosos podrían cultivar sus habilidades mágicas y convertirse en caballeros destinados a proteger el reino.

La ubicación exacta de la academia se ocultaba bajo la magia antigua y los secretos bien guardados. Se rumoreaba que estaba en un reino autónomo, pero nadie podía dar fe de su desfile. Los estudiantes eran seleccionados de forma meticulosa, aunque el método de selección era un misterio para todos, incluso para los propios alumnos.

En un pequeño pueblo al borde del bosque, donde el murmullo del viento entre los árboles se entrelazaba con el canto de los pájaros, Axel, un joven plebeyo con un aura de magia innata, caminaba entre la maleza. Su mirada curiosa se posaba en las flores silvestres y los rayos de sol que se filtraban entre las hojas.

En el centro de este claro, Axel caminaba con la mirada perdida, sumido en sus pensamientos. Este joven, imbuido con un aura de magia innata, provenía de una vida sencilla como plebeyo, compartiendo jornadas en el campo con su familia y albergando sueños modestos de un futuro más próspero.

Sin previo aviso, una sombra se proyectó sobre Axel. Elevando la mirada, se encontró con un grupo de hombres ataviados con capas oscuras, liderados por una figura imponente.

Líder de los Cazadores: (con voz grave) "¿Quién eres tú, plebeyo? Hemos estado siguiendo tus rastros de magia. ¿Eres el elegido?

Axel, sorprendido por la súbita aparición, tartamudeó al responder.

Axel: "Y-yo, uh, solo soy Axel, un simple plebeyo. ¿Elegido para qué?

El líder de los Cazadores, una mujer de mirada fría y cabello oscuro, sonriendo con malicia.

El líder de los Cazadores avanzó con paso firme, rodeando a Axel junto con su séquito sombrío. Su presencia imponía respeto, y el claro del bosque parecía encogerse ante su aura dominante.

Líder de los Cazadores: (con voz grave) "Eres más que un simple plebeyo, Axel. La magia fluye en tus venas, y eso no pasa desapercibido para la Orden X."

Axel, aún confundido, miró a su alrededor mientras los demás cazadores mantenían una guardia vigilante.

Axel: "¿Orden X? No tengo idea de qué están hablando. Solo soy un granjero con sueños simples".

El líder de los Cazadores dejó escapar una risa sutil, revelando una mezcla de astucia y desdén.

Líder de los Cazadores: "La Orden X es una fuerza que protege este mundo de los forasteros, de aquellos que son arrastrados desde otras realidades. Y tú, Axel, podrías ser uno de ellos".

Axel frunció el ceño, intentando procesar la información.

Axel: "¿Forasteros? ¿Otro mundo? No entiendo..."

Líder de los Cazadores: "Los protagonistas reencarnados, individuos que traen consigo conocimientos y habilidades que podrían desequilibrar nuestro mundo. Y creemos que tú podrías ser uno de ellos".

Axel parpadeó, asimilando la gravedad de las palabras del líder de los Cazadores.

Axel: "¿Eh?" Pero solo sé un poco de magia, nada especial".

Líder de los Cazadores: "Esa 'poca' magia tuya es lo que nos alertó. Y esa aura que te rodea es inconfundible. Te damos una elección, Axel: unirte a nosotros y controlar tus habilidades, o enfrentarte al destino que guarda a los protagonistas reencarnados sin guía."

Axel sintió la tensión en el aire y, aunque dubitativo, sabía que su decisión podría cambiar su vida para siempre.

Axel: "Está bien, me uno a la Orden X."

El líder de los Cazadores se acerca con satisfacción.

Líder de los Cazadores: "Excelente, Axel. Bienvenido a la academia del Ojo de la Serpiente, donde comenzarás tu entrenamiento para enfrentar el desafío que se avecina. 

xxxxxx

en el castillo

 
En el castillo de la academia, las altas torres se alzaban majestuosas sobre los terrenos. En una sala iluminada por la luz tenue de antorchas, el Gran Maestre se encontraba rodeado de sus generales, hombres y mujeres de miradas serias y determinadas.

Gran Maestre: "Los tiempos están cambiando. Los protagonistas reencarnados están empezando a llegar a nuestro mundo".

Los generales intercambiaron miradas de preocupación, conscientes de la gravedad de la situación.

General A: "¿Qué haremos al respecto, Gran Maestre?"

Gran Maestre: "Debemos eliminarlos. Son una amenaza para nuestro imperio, para la estabilidad que hemos construido aquí".

General B: "¿Y cómo planea hacerlo?"

El Gran Maestre se paseó por la sala, su mirada fija en un mapa estratégico extendido sobre la mesa.

Gran Maestre: "Enviaremos a nuestros Cazadores. Son la élite, expertos en desentrañar las sombras y neutralizar cualquier amenaza. Encontrarán a los protagonistas reencarnados y los eliminarán antes de que se conviertan en un problema".

Los generales asintieron, comprometidos con la misión de salvar la academia y sus oscuros secretos.

General C: "¿Y cómo localizaremos a estos reencarnados?"

Gran Maestre: "Confío en la habilidad de nuestros Cazadores. Además, contamos con la red de informantes en los reinos cercanos. Detectarán cualquier distorsión mágica que indique su llegada".

La sala resonó con la decisión tomada. Sin embargo, en las sombras de la academia, las intrigas y los misterios seguían tejiéndose.

Mientras tanto, en un salón adyacente, Elara, miembro destacado de la Sombra Arcana, se reúne con otros nobles para discutir asuntos internos.

Elara: "Los reencarnados son una amenaza que no podemos ignorar. Debemos asegurarnos de que nuestra rama prevalezca y proteger nuestros intereses".

Noble A: "Pero, ¿qué hay de las otras ramas de la academia?"

Elara: "Ellas son meras distracciones.