Capítulo 38
¿Han sentido alguna vez aquella sensación de flotar sobre el suelo sin temor a la caída? Tu mente se desconecta casi por completo del cuerpo pero aún sigues sintiendo el latir de del corazón y tus pies sobre el suelo.
Al separarse sonríeron y Alejandro se mordió el labio, sus pechos subían y bajaban casi iguales y la emoción seguía recorriendo las venas. Volvieron abrazarse y suspiraron al tiempo. Sus rostros estaban llenos de felicidad pese al momento tan tensionante que estaban de vivir.
Alejandro tenía ganas de gritar, saltar, explotar y volver a gritar todo parecia ser irreal y solo deseaba que esto no fuese un sueño. Temeroso, vuelve abrazar a Adamaris esta vez con tanta fuerza que ésta se queja a causa del dolor, sin embargo, agarra la tela de su saco y la aprieta.
Cuando se separaron, Adamaris ladeo la cabeza observando a Alejandro con ojos de cachorro. Aquel acto derrite aún más el corazón del empresario quién le acaricia la mejilla y chista los dientes alzando sus labios en lo que pretende ser una sonrisa.
⚊Si esto es un sueño, no quisiera despertar ⚊le dice, sincero. Adamaris se enternece y acuna su cachetes, sintiendo su corazón derretirse. Alejandro disfruta el tacto, cierra los ojos y suspira.
⚊No es un sueño.
Y en verdad Adamaris deseaba que lo fuera porque no se reconocía. Eso no era ella, en su vida traicionaria el amor y la confianza de una persona pero vela allí, acariciando las mejillas de otro y besando los labios de otro sintiendo una mezcla horrible de sentimientos, la cabeza en las nubes y el pecho doloroso. ¿En qué la convertía el hecho de estar besando y tocando a otro que no fuera su novio?. No sabía si debía reír o llorar.
El ascensor se abrió de repente rompiendo la burbuja que se formó entre ambos. Ambos miraron hacía afuera, pero ya nadie quedaba en el lugar. Alejandro entrelazo sus dedos y Adamaris guío su mirada a las manos unidas sin saber como sentirse, y éste la guío rápidamente hacía la salida. Salieron del edificio, pero Alejandro se detuvo observando el caos del exterior. Después de unos minutos en los cuales no avanzaban, ésta subió la mirada al perfil del empresario. Fruncio el ceño al observar la expresión de su rostro y frunciendo el ceño guío su mirada hacía el frente.
Ambos estoicos por lo que miraban.
Las personas aún en estado de shock estaban fuera de los edificios y autos, la carretera estaba llena de autos (algunos abandonados) seguramente sus dueños buscando ponerse a salvo mientras que la policía trataba de cálmar a la muchedumbre sin tener mucho éxito.
Algunas tiendas tenían sus vidríos rotos y a unos cuantos pasos de la empresa un poste de luz había caído a tierra, derrumbando un árbol y provocando que el flujo vehícular se detuviera. Alejandro se encontraba también en shock, observó la roca desprendida sobre un charco de sangre. Le entraron ganas de vomitar y apartó la mirada.
⚊Tenemos que seguir, aquí no estamos seguros ⚊anuncia, empezando andar.
⚊¿Y dónde si? ⚊pregunta Adamaris, evitando mirar a su alrededor.
⚊Tenemos que ponernos a salvo.
⚊¿Crees siquiera que nos vamos a poder mover? Las calles estan congestionadas, aparte, ya me encuentro bien no vayamos a ocupar una camilla donde alguien más grave la necesite.
⚊Pero te desmayaste de repente y...
⚊Lo hice porque estaba asustada y entré en pánico, pero ya me siento bien... de veras.
Alejandro no discute.
⚊El cielo esta oscuro, volvamos entonces ⚊dice y girando sobre sus talones y encendiendo también la luz de su celular caminan de vuelta hacía el edificio, toma la lleva al parqueadero donde se encuentra su auto y avanzan esquivando al gentío.
Debido al movimiento telúrico que duró cinco minutos y tuvo una magnitud de 3,8 convirtiendose así en el primer sismo después de casi cinco años sin uno, México estuvo bajo un apagón que dejó incomunicado a toda la ciudad y sus alrededores. Por otro lado, el saldo de heridos incrementaba a cada minuto y aún no se tenía saldo de los desaparecidos. Los noticieros cubrió la ciudad, informando el minuto a minuto del fenómeno y cómo había quedado la ciudad después de esto.
El cielo empezó a nublarse hasta que llovió, empeorando la situación. La gente que estaba afuera temía socorrerse de la lluvia pero al convertirse en torrencial no tuvieron opción de refugiarse. Cuándo esta se detuvo, el cielo aún estaba teñido de gris, el tráfico era demasiado lento pero al menos ya avanzaba. Alejandro no se dió cuenta en qué momento se había quedado dormido, pero al observarla dormir no supo el momento en que sus ojos se cerraron y los volvió abrir cuando la oscuridad se hizo presente.
Alejandro se estira con cuidado de no despertar a Adamaris. Comprobó la hora en su reloj y emprendió la marcha a la casa de Adamaris. Ésta ni cuenta se dio el momento en que Alejandro arrancó. Había mucho trancón, y las calles aunque ya no estaban repletas de personas si se sentía un ambiente pesado. La ciudad estaba bajo una sombra de neblina y la noche estaba increiblemente fría. En algunas partes de la ciudad no había luz pero ya había señal en los teléfonos, por lo que Alejandro comprobó que tenía un monto de llamadas perdidas y el buzón de voz de su familia y algunos amigos lleno. Se prometio llamar a su madre apenas estuviera en casa y siguió hasta llegar a la casa de Adamaris.
Al aparcar el auto al frente de la casa de ésta, apaga el auto y se gira hacía el asiento de copiloto. Rápidamente le quita el cinturón de seguridad y le acomoda el mechón de cabello que estaba en su cara.
⚊Adamaris, ya estamos en tu casa ⚊le susurra, moviendo su hombros.
Al no obtener respuesta sigue insistiendo.
⚊Adamaris, ya llegamos a tu casa.
⚊Mmm.
⚊Vamos, arriba.
Esta abre el ojo derecho y después el izquierdo. Parpadea y se estira.
⚊¿Dónde estamos? ⚊pregunta mientras bosteza.
⚊Ya estamos en tu casa. Pero parece no haber nadie, ¿en serio quieres quedarte sola? ⚊le pregunta, no muy convencido de dejarla sola y en estos momentos.
En cambio, Adamaris asiente y le sonríe.
⚊Gracias por traerme y... cuidar de mi. Hasta mañana, llegas bien a casa ⚊le dice y se despide, dándole un rápido beso en el cachete y se baja del carro, alejándose. Alejandro espero a que esta entrara a la casa para después, encender el auto y marcharse de regreso a la oficina.
Al llegar a casa ya era muy tarde y Adamaris la encontró vacía. Preocupada porque hubiera sucedido algo grave intentó marcarle a María cuando el ruido de la cerradura y la puerta abriendose captaron su atención.
María, su hijo y tía entraron cargando unas bolsas.
⚊¿Dónde estaban? Me tenían muy preocupada ⚊les pregunta arrebatandole a Carlitos las bolsas que traía y colocandolas en la mesa, al lado de las otras.
⚊Fuimos a comprar algunas cosas y de pasó pasamos por la casa a recoger otra ⚊responde María sentandose.
Maricé que estaba en la cocina llegó con una jarra y varios vasos y los puso en la mesa para empezar a servir el jugo.
⚊Te llamamos miles de veces, pero las líneas estaban todas desconectadas, estaba muy asustada ¿cómo pasaste el temblor? ¿estás bien? ¿por qué llegaste tan tarde? ⚊le pregunta su tía, le entrega el vaso a ella y a Carlitos.
Adamaris intento responder, sin embargo, las palabras se habían ido de su cabeza. María la mirada curiosa hasta que al verla sin palabras una duda surgio en su cabeza.
⚊¿Y Alan? ⚊pregunta la morena.
⚊Pensé que estaba con ustedes ⚊dice Adamaris.
⚊Como puedes ver Alan no esta aquí ⚊comenta Maricé⚊. Aparte, yo pensé que ustedes se iban a venir juntos.
⚊No y si lo ibamos hacer, pero... ⚊se calla y sus ojos se agrandan, cayendo en cuenta de lo que iba a decir.
Alan no la dejaría sola y a su suerte en un momento tan peligroso como lo que había vivido. Pero si este no se encontraba en la oficina y tampoco en casa, ¡¿dónde demonios estaba?!. Su corazón tembló y se erizó al sentir una helada brisa recorrer el cuerpo. Definitivamente Alan no la dejaría en un momento tan crucial, lo que él haría fuera ir a su encuentro, buscarla hasta por debajo de las piedras y encontrarla... viva.
⚊Alan no está conmigo y tampoco lo ví cuando salí del edificio ⚊confiesa al borde de las lágrimas. El tiempo se detuvo para todos los presentes⚊. Tenemos que salir a buscarlo ⚊declara después de un rato en silencio. Mientras hablaba recogió las llaves de la casa, María y su tía también la seguia de cerca.
⚊¿A dónde vas? ⚊le pregunta su tía.
⚊A buscar a Alan, a durado mucho tiempo por fuera y no sabemos donde esta.
⚊Reflexiona mujer, la ciudad esta hecha un caos. Más de la mitad está sin luz y la ola de vandalismo aumenta cuando se viven estos casi...
⚊Si pero no podemos quedarnos con las manos cruza...
El sonido de la puerta interrumpe las palabras de Adamaris. Los cuatro se apiñaron a la espera y Alan entró sorprendiendolas.
⚊Pero...¡¿qué te pasó en la cabeza?! ⚊exclama Maricé, horrorizada por el estado en que estaba su sobrino.
Más de la mitad de la cabeza de este estaba vendada, su ropa maltratada, sucia y llena de sangre pero cuando vio a su hermana su rostro se relajó y sus hombros antes tensos también. Cuando se había despertado en aquella clínica se encontraba sedado pero aún así no dejaba de repetir el nombre de Adamaris, preocupado porque ésta no estuviera a salvo. Incluso intentó irse pero las enfermeras no se lo permitieron, pero aún así habia podido salir cuando un hombre entró gritando por ayudo con dos niños en brazo.
No pudo usar el teléfono porque las líneas estaban sin señal y tampoco había nadie cuando regresóa la empresa, es más todo estaba en penumbras. Ahora, que comprobaba que se encontraba en su casa a salvo y bien todas sus preocupaciones pasaron a un segundo plano.
⚊Solo fue una pequeña roca, pero nada sin importancia.
⚊Nada sin importancia, ¡mira como estás por la vírgen de guadalupe! Y aún le restas importancia ⚊Alan ríe y abraza a su tía.
⚊Pero seguro estás bien ⚊habla Adamaris. Su hermano la mira, le sonríe y asiente.
⚊Estoy bien y me siento mucho mejor al verlos bien. Ahora solo quiero descansar ⚊dice y camina hacía su cuarto. Maricé va detras de éste atenta a cada movimiento.
Tanto Adamaris como María los ven alejarse.
⚊Voy a preparar un te o algo ⚊dice María⚊. ¿Vienes? ⚊se gira hacia Adamaris y después camina a la cocina. Adamaris no es capaz de moverse de donde estaba.
También era una mala hermana.
⚊Tu hermano ya esta dormido, pobrecito le dolía mucho la cabeza tu tía se quedó cuidándolo ⚊dice María, entrando a la habitación de Adamaris. Ésta se voltea y la mira, María se sienta al borde la cama y le sonríe⚊. ¿y tú, qué? Te noto muy cállada.
Adamaris suspira y niega, pero termina acercando como la persona cuando se esta confesando.
⚊María, si tu ⚊pasa saliva, buscando las palabras para expresar lo que le atormenta.⚊... realizas alguna acción mala que podría acabar con la amistad de dos personas, ¿qué harías?.
María la mira confunza.
⚊¿Por qué me preguntas todo eso?.
⚊Es que hice algo muy malo María y lo peor es que lo disfruté. Pero tengo un cargo de conciencia muy grande, tanto que duele.
⚊A ver espérate, empecemos desde el principio. ¿Qué hiciste que no debiste hacer pero que disfrutas?.
Adamaris parpadea rápidamente y sus ojos se entristecen al recordar pero como si fuera un mal recuerdo mueve la cabeza de un lado a otro, auyentándolo.
⚊María lo que pasa es que... yo... yo y-y Alejandro... nos, nos, nos...
⚊¿Nos que...? ⚊repite María, impaciente porque Adamaris termine lo que le iba a decir.
⚊¡No es fácil! ¡no es fácil!.
⚊Pero qué no es fácil. Nena no te estoy entendiendo, ni siquiera me has dicho algo y ya estás entrando en estado catatonico. Dime qué pasa.
⚊MebeséconAlejandro ⚊lo suelta tan deprisa que María no es capaz de seguirle el ritmo.
⚊¿Qué, qué? ¿qué has dicho?.
⚊¡MebeséconAlejandro!.
María se queda sin palabras al comprender, incapaz de procesar lo habia oído. Se tapa la boca con las manos y su ritmo cardiaco se aumenta.
⚊¡Lo sabía! ¡yo lo sabía! Es que era obvio nena. El destino los quería a ustedes juntos. Mira todo lo que pasaron, sus encuentros, demasiado casualidad que el fuera tu amigo en línea. Ese es el destino.
Adamaris empezaba arrepentirse de haber abierto la boca y contado aquello. Especialmente por la emoción con la que María tomaba el hecho de que ella le había sido infiel a Joel.
⚊¿Tú te estas escuchando? ¿tu-tu en verdad te estas escuchando o es qué no estas interpretando mis palabras? ⚊cuestiona. Interrumpiendo el delirio en el que estaba sumergida su amiga, quién la mira atenta pero con su mente en otro lado⚊. Yo me besé con Alejandro, el mejor amigo de mi novio ⚊queria seguir hablando, pero ya no encontraba más palabras y sentía frustración por aquello.
⚊¿Cuando sucedio? Porque tu saliste de esta casa muy bien con él ⚊Adamaris no contesto. Pero ya María se imaginaba la respuesta de su pregunta. Se vuelve a tapar la boca y niega con la cabeza, mirandola con felicidad. Adamaris se sonroja y agacha la cabeza. María prosigue, esta vez, siendo directa⚊. ¿tú estás sugura que sientes amor por Joel? Porque si no lo estás créeme que le va a doler mucho más que tú no sientas nada que tu engaño. Mamita si aceptas un consejo de... una persona que a cometido errores: no confundas el amor con el cariño, con la admiración ⚊se queda en silencio por algunos segundos. Adamaris estaba atenta a cada palabra que decía su amiga, pero su cabeza aún estaba gacha y las lágrimas no tardaron en aparecer. María le agarra la mano en forma de consuelo, y se las aprieta para darle entender que no está sola⚊. Adamaris, eres una mujer que siempre has tenido claro tus objetivos, a quién quieres aunque en el proceso te hayan lastimado. Necesitas ser sincera contigo misma y salir de aquello que no te hace ver las cosas con claridad. ¿Qué es lo que más necesitas?.
Esa noche, Joel llamó a su novia para saber si si encontraba bien pero Adamaris apenas vió su nombre en la pantalla del teléfono quiso morir. Al principio dudó en responder la llamada, pero despues de algunos segundo apagó el movil y lo puso a cargar. Una silenciosa lágrima salió de sus ojos y fue la primera de muchas. Después de la conversación que sostuvo con María pensó en demasiadas cosas pero su mente estaba muy ruidosa aunque ya un poco más despejada pero no podía tomar una decisión con respecto a sus propios sentimientos ni tampoco al siguiente paso que daría, no se sentía preparada y tampoco quería equivocarse.
Y procurar hacer el menor daño posible.
Adamaris llevaba días ignorando los intento de Alejandro de hablar con ella de la misma manera que lo hacía con las llamadas y mensajes de Joel. Simplemente no sabía como enfrentar el hecho de que su corazón empezaba a latir por alguien que no es Joel, y a la vez, el cargo de consciencia que no le permitia descansar y que la estaba torturando desde los acontecimientos de París. Pero ese día sabia que la castaña llegaría temprano, lo habia oído sin querer en la conversación entre Julio y Miranda y encontrando la ocasión perfecta para hablar y estar a solas, era que él se encontraba desde bien temprano en el lugar. El taller estaba solo, a oscuras apenas iluminado por las luces de la pasarela.
Consultó su reloj, solo había pasado veinte minutos desde que lo miro por quinta vez pero para el fueron eternas. Como la última vez que comprobó la hora, suspiró frustrado y cruzó sus brazos. Estaba impasiente y con unas ganas enormes de que Adamaris apareciera.
De pronto, unos pasos como si alguien se acercará se escuchó. Adamaris encendio las luces del taller y solo dió unos cuantos pasos antes de notar a Alejandro. Se quedó quieta, sin poder crees lo que sus ojos le revelaban.
Su corazón salto dando vueltas por un momento pensó que iba a caer al suelo pero por increible que pareciera sus pies estaba firmes.
⚊Alejandro ⚊susurro.
Éste dio varios pasos hasta estar cerca.
⚊Tenemos que hablar... por favor.
Se quedaron en silencio, observandose. Los nervios estaban a flor de piel y la adrenalina recorria el cuerpo de Alejandro como si fuera electricidad.
⚊¿Cómo estás? ¿cómo llegaste a tu casa? ¿fuiste al médico?.
Adamaris pasa saliva.
⚊Ya te dije que solo fue la impresión.
Volvieron a quedar en silencio. Uno tan tenso e incomodo. Pero Alejandro estaba decidido hablar con Adamaris a toda costa. Ya no podía esperar. Adamaris es la primera en romper en silencio, sin embargo, fue totalmente diferente a lo que Alejandro esperaba que esta dijera.
⚊Alejandro ahora me voy a ocupar y no sé si pueda hablar contigo.
Evidentemente trataba de esquivar la conversación. Intento pasar de largo, pero Alejandro le detuvo agarrando su brazo. Ambos quedaron cerca del otro sintiendo sus pechos subir y bajar y sus respiraciones tocar la piel del otro.
⚊No e podido olvidar nuestro beso. No e podido olvidarte.
El pulso se le disparó y su piel se erizo y Alejandro notó todos aquellos cambios. Adamaris se suelta de sus manos y como si estuvieran sincronizados se giraron quedando de frente a frente.
Instintivamente esta retrocede, quedando aprisionada entre una mesa y el empresario, quien no dudó en seguirla. Pero que ahora no sabia qué hacer para sacar el tema y solo se le ocurrio decir esto.
⚊¿Puedo besarte, por favor? ⚊le pregunta, intercambiando miradas entre sus labios y sus ojos. Adamaris no contestó aquellas palabras fueron como un balde de agua fría, una tan helada que dejó de respirar⚊. Dejáme besar, solo un beso... dejáme expresarte todo lo que lo que no puedo decirte ⚊al cabar, una extraña mezcla de sentimiento invaden a Adamaris.
⚊Eres egoista... eres malvado. ¿Acaso no vez mi dolor? Mi pena. Lo hemos... lo hemos jodido todo, hemos engañado a una persona que nos quiere, que es honesta. ¿Y aún asi me pides un beso? Que me olvide de Joel. ¡Llevó días ignorandole!. Tampoco puedo con la culpa y-y tú, tú quieres que yo te bese. ¡¿te estas escuchando?! ⚊le dicia sin poder evitar pegarle con el dedo indice sobre el pecho. Sus ojos se cratalizarn impidiendole la vista. Alejandro intentaba detienerla sintiendo todas las palabras y lo que había querido evitar pensar y sentir.
Una mezcla de sentimientos encontrados y apunto de salir a flote contenia inutilmente.
⚊¡Es tu culpa! Pero no puedo evitarlo. Haces q-que pierda el control, que no sea yo ¡¿por qué?! ¡¿por qué?!.
⚊¡Porque me gustas! ⚊gritó, sorprendiendola⚊. No me atraes, ¡me gustas! Me gustas como ninguna otra. ¡Y maldita sea si no estoy espantado! Pero no lo puedo evitar. ¿Cómo lo evito? Respondeme tu porque yo ya no puedo. ¿cómo crees que me siento sabiendo que tu eres la novia de MI amigo. ¿crees que me gusta tracionar a la gente?
Al acabar, su respiración es pesada y su pecho sube y baja con pesadez.
Por otro lado, Adamaris era incapaz de creer lo que habia escuchado. Pero la mirada tan seguro de lo que decia que le partio el corazón y quiso echarse a llorar pero estaba tan agotada que agradecia de tener un poco de tranquilidad, y esa tranquilidad se la puede proporcionar ella misma.
Con todo el dolor miro fijamente al heredero Alcalá, pero a medida que iba hablando sus ojos se desciaron a cualquier otro lugar incapaz de conectar mirada.
⚊Alejandro yo soy una mujer muy diferente a las que tu estas aconstumbrado. A mi me han educado de una forma diferente . Lo que pasó entre nosotros dos pasó. Y digo pasó porque se fue, ya es pasado ¿entiendes?.
Al terminar, sintió su pecho vacio. Algo la acababa de abandonar, la desolación tomo parte de ella y no sabia el motivo aunque aún estaba confundida.
Alejandro retrocede con el corazón en la boca su rostro expresaba lo que el cuerpo de Adamaris sentia. Adamaris la aparta y se quedó viendo una zona en especifica autoconvenciendose que la desición que habia tomado era correcta.
Alejandro sacude la cabeza, parpadeo, se frota los ojos que se estaban calentando y dandole la espalda se marcha. Debia arreglar el daño que habia hecho y lo iba hacer esa misma noche. Ya habia tomado una decisión y no iba a dar marcha atras.
El día continuo Adamaris trataba de pensar en otras cosas pero habia estado actuando demasiado torpe y lenta tanto que Julio la habia regañado en varias ocaciones. De la misma manera se encontraba Alejandro, tratando de llenar su cabeza en otras cosas y no ponerse a pensar que habia declarado su amor por primera vez a una mujer que en verdad le gustaba y esta lo habia rechazado. ¿Qué esperaba él? ¿que Adamaris dejará a Joel y se corriera a su lado? Las personas como Adamaris buscaban a otra persona parecida a estas y evidentemente Alejandro no le llegaba ni a los talones a Joel.
Era una realidad de la que debia enfrentarse y olvidar. Pero como dolia.
A la siguiente mañana Enriqueta se presentó en la empresa acompañada por Mónica quien practicamente habia sido arrastrada por esta hacia la empresa con la excusa de mostrarsela.
⚊¡Oh ahí esta Alejo! Alejo hijo que bueno que estes aquí ⚊el empresario terminó de firmar unos papeles a Susana y se les unio, besa el cachete a su madre y despues la mano a Mónica ⚊. Quise mostrarle las instalaciones de la empresa a Mónica, pero como ya estas aquí que mejor que se las muestres tú, ¿ah? ¿qué te parece? Espero que no estes muy ocupado.
⚊No madre, yo se las muestro no te preocupes.
Mónica frunció el ceño un poco. Esta vez Alejandro parecía distinto. Más educado, más atento. Su tono de voz aunque fíngido no combinaban con sus gestos torpes. Algo no estaba bien con aquel tipo e inmeditamente desconfio. Pero sonrío cuando Enriqueta aplaudio feliz y despidiendose los dejó sola.
⚊La de la idea de venir a darme un tour por la empresa no fue de tu madre, ¿verdad, Alejandro? ⚊le cuestiona sin borrar la sonrisa puesto que Enriqueta aun los veía.
Alejandro suspira
⚊¿Qué tal almorzar? Ya es más de medio día. Yo invito ⚊propone, esquivando la pregunta. Agarra con firmeza su cintura y la guia hacia la puerta. Mónica lo mira como si le acabara de salir dos cabezas pero camina a su lado.
Los empleados los vieron con cara de sorpresa puesto que era la primera vez que lo veían agarrado de una mujer y empezaron a cuchichear entre ellos sin apartar la mirada.
No se apartaron hasta que las puertas del ascensor se cerraron, quedando solos.
⚊¿Qué pretendes con todo esto? Porque evidentemente yo no te gusto y por supuesto que tú no me gustas ⚊cuestiona enfrentandolo. Alejandro la mira, conectando mirada.
Le estaba empezando agradar la rubia. Era una mujer frentera y muy segura de sí misma, le recordaba un poco a su prima Inez.
⚊¿Por qué piensas que pretendo algo... malo contigo? ⚊cuestiona en respuesta.
Ambos tuercen una sonrisa, las puertas se abren y Alejandro permite que Mónica salga primero volviendo a llevar su mano a su cintura.
⚊Eh, eh, ¿y esa mano? Quieto con esos dedos ⚊le dice y cuando voltea su rostro al frente se detiene abruptamente.
Ante ella se encontraban los hermanos Gutierrez. Ambos estaban saliendo almorzar aprovechando que sus horarios se había sincronizados. Alan corrió a donde se encontraba su hermana y la invitó a un almuerzo, y ahora estaban apunto de salir pero de pronto su hermana se acordó que habia abandonado su teléfono, y riendo por su olvido se giro para seguirla justo cuando las puertas del ascensor se abrieron y vío lo que probablemente derrumbó su mundo.
Mónica jadeo sorprendida y casi se cae al suelo de no haber sido porque Alejandro la sostiene.
⚊¿Qué pasa? ¿qué tienes? ⚊le pregunta Alejandro.
Alan abre mucho los ojos al verlo tan cerca de Mónica. Adamaris que no se había dado cuenta y que empezaba alejarse se volvió hacía él al notar que no la seguía. Iba a preguntarle lo que pasaba cuando su mirada recayó en una escena que le rompió el corazón.
Por otro lado, Alejandro siguió preguntándole a Mónica lo que le pasaba hasta que guiado por la mirada de esta su propia mirada recayó en Alan, después en la persona a su lado, Adamaris.
Se conmovió. Estaba preciosa, hoy más que cualquier otro día.
Cuatro corazones latiendo a millón con deseos diferentes pero único objetivo. Estar lo más alejados posibles del otro.
Alan abandonó la empresa huyendo de la atroz escena, mucho después Adamaris fue tras él. Pero ya no lo encontró por más que lo buscó por los alrededores Alan no volvió a la empresa en todo el día.
Dentro de las instalaciones Alcalá, Mónica aún seguia entumecida por haberse encintrado con Alan y sin esperarlo, sus ojos se había cristalizado. Cuándo volvió en sí, se apartó de Alejandro como si su tacto quemara.
⚊Tengo que irme ⚊le dijo entre desesperada, angustiada y a la vez ida.
Mónica camina con rápidez hasta perderse de vista, pero Alejandro no fue tras ella. Afuera, Mónica se encontró con Adamaris. Ambas se tomaron de la mano.
⚊¿Dónde...? ⚊intentó preguntarle.
⚊No sé. Se perdió, no lo encuentro ⚊le responde, interrumpiendo la.
⚊¡Por dios! Él nos vió, ¿qué estará pensando? ⚊se dijo mucho más angustiada que hace segundos.
⚊No te preocupes... él debe, debe.
⚊Debe estar odiandome, más de lo que ya me odia ⚊vocifera y soltandose se marcha.
Adamaris la ve partir con el corazón ravoloteandole.
La puerta de la oficina de agitó con violencia. Alejandro fruncio el ceño y aparta la vista de unos documentos para regañar a la persona que irrumpio ennsu oficina tan vionetamente. Pero quedó mudó al ver a Adamaris frente a él.
En los ojos de ésta saltaban chispas y no era precisamente del mismo sentimiento que lo invadía cuando la veía. Intentó hablar, pero está se le adelantó.
⚊¿Qué has hecho? ¿traerla aquí? ¿en serio? ¿qué querías probar?.
Alejandro frunce el ceño. Estaba siendo regañado. En toda su vida solo una persona sería capaz de hacerlo y hace mucho dejó de importarle, pero ahora no entendía las recriminaciones de Adamaris.
⚊¿Por qué me estás gritándome? Reflexiona por un momento con quién estás hablando, y luego hazme el favor de salir de mi oficina.
No quería decirle aquello, sin embargo, sentía que no debía explicarle sus acciones a nadie. Y mucho menos a ella.
Aparte, él no estaba haciendo nada malo. ¿por qué le estaba reclamando? Ella era la que le había dicho que se olvidara de todo lo que él sentía hacía ella ¿ahora qué le reclamaba?.
Adamaris, por otro lado intentó calmarse. Inhaló y exhaló varias veces hasta que logró estabilizar un poco sus emociones.
⚊No sabes lo que hiciste. No sabes nada ⚊dijo, esta vez más calmada. Alejandro que se había vuelto a sentar frunció el ceño pero le parecía cómico lo que escuchaba⚊. ¿Con esto crees que ya todo está solucionado, verdad? Crees que todo el cargo de consciencia se fue solo con verte de la mano de... Mónica ⚊ahora su profundiza su ceño⚊. Sigue siendo un egoísta ⚊finaliza y dándole la espalda, se marcha.
Alejandro la ve partir y cuando se quedó solo una oleada de rabia lo invadio y para apasiguarla arrojó todo lo que tenia en el escritorio.
⚊¡Maldita sea, ¿qué quieres de mi?!.
Adamaris llegó a su casa agitada, preguntando por Alan. Su tía que había salido a su encuentro le respondió que se encontraba bañándose en su habitación. Ésta salió corriendo a su encuentro, Alan acababa de salir del cuarto del baño cuando la puerta se abrio y de está aparecio su hermana.
Rápidamente se coloca la camisa mientras su hermana se recupera de la fatiga.
⚊¿Estás bien? ⚊le pregunta este al verla tan agitada.
⚊¿Tú te encuentras bien? ⚊le pregunta esta de vuelta aun tratatando de normalizar su respiración.
Alan se encoge de hombres pero asiente con la cabeza.
⚊¿Estás seguro que estas bien? Mónica...
⚊¿Mónica? ¿qué tiene que ver ella conmigo?.
⚊No te hagas el fuerte. No conmigo.
Alan detuvo sus movimientos y miró a su hermana como si la conversación no le interesara en lo más minimo.
⚊Lo que suceda con ella me tiene sin cuidado. Ella está con alguien, ¡ya esta! Me alegro por ella, estoy muy feliz eso es todo. Le deseo una muy buena vida. Amor, salud y felicidad ⚊se detuvo por un momento, y continuo⚊. Ahora, ¿puedes salir que me voy a colocar el boxer?.
Adamaris asiente, no muy convencida de que las palabras de su hermano fueran ciertas. Sobretodo por que su mirada estaba inquieta.
⚊Muy bien, me alegra que por fin hayas superado a Mónica ⚊quería decir más, sin embargo, Alan empezó a quitarse la toalla⚊. Me retiro.
Esa noche, Adamaris volvió a ignorar las llamadas de Joel.
Después de mucho pensar y darle vuelta al asunto Alejandro encontró respuestas a su pregunta, sabía que algo se quebraría pero estaba dispuesto asumir las consecuencias. Estaba en jaque su amistad de toda la vida pero todo se le habia saliodo de las manos y alguien tenia que pagar.
Toco dos veces la puerta del departamento de su amigo y cuando iba a a tocar nuevamente este aparecio.
Alejandro abrio los ojos como platos cuando observo a la bebé en brazos de su amigo. Ojos verdes, rubia, cachetona y rosadita. La niña de escasos tres años le sonrio. Este miró a Joel.
⚊¡¿Qué rayos...?! ⚊vocifera espantado.
⚊¡Puedo explicarlo! ⚊suelta Joel rapidamente leyendo los pensamientos de su amigo.
⚊¿Quién fue la loca que te dejó a este bebé...?
⚊¿Quién es Joel? ⚊una voz conocida llega a los oidos de Alejandro. Ni siquiera tiene tiempo para tratar de recordar la cara que se le hacia conocido. Desde la cocina y con biberon en mano Brenda, la ex de Joel hace su aparición. Alejandro se queda estético al verla, incapaz de creer y procesar lo que sus ojos le estaban proyectando.
Brenda también se había quedado sorprendida, pero no lo suficiente sabía que en algun punto se lo iba a volver a encontrar. Le sonrío y se acerca a ellos.
⚊Alejandro que bueno verte ⚊le dijo con una sonrisa⚊. ¿no vas a entrar? ⚊pregunta ignorando el ambiente tenso que se habia formado. En eso la pequeña Luciana empíezo a llorar desconsolada⚊. Ven, dámela, yo la calmo ⚊Joel le paso a la bebé y esta acomodandola le da el biberon. Mientras que Alejandro entraba al departamento sintiéndose torpe.
⚊¿Es... es tu hija? ⚊le pregunta a Brenda, despues de un tiempo observandola.
⚊Si, se llama Luciana, pero le puedes decir Luci ⚊contesta y sus ojos adquieren un brillo lleno de felicidad.
⚊Ya veo... es hermosa.
En eso la niña lo mira y parpadea. Alejandro frunce el ceño mirando a la bebé.
⚊Bueno yo... me retiro ⚊dice Brenda.
⚊No, no. Nosotros podemos hablar en la oficina ⚊se apresura a intervenir Joel, llevandose a Alejandro consigo.
Al estar solos, Joel fue el primero en hablar.
⚊Por favor antes de que saques congeturas erradas dejáme explicarte.
⚊¿Qué me tienes que explicar? A mi no me tienes que explicar nada.
⚊Por favor Alejandro deja de ser tan terco y dejame explicarte ⚊pide bajando la voz al ver que este no respondio suspira⚊. Mira, Brenda esta aquí porque esta huyendo de su ex marido...
⚊El hombre con el que te fue infiel ⚊lo interrumpe, aún resentido por todo lo que había hecho esa mujer a Joel.
⚊Y yo la estoy ayudando a esconderse hasta que su ex lo atrape la policia.
⚊¿Desde cuando esta aquí? ¿y por qué tendría que esconderse de su ex? ¡Y justo en tu casa!.
⚊Mira no se muy bien, al parecer descubrió que era delincuente y huyó. A estado escondida desde ese día pero cuando él la encontró tuvo que volver a huir y terminó aquí... conmigo.
Alejandro lo miro como si estuviera loco.
⚊¡Por dios Joel! Esa mujer te engaño, te utilizó, pretendía meterte gato por liebre con un bebé que no era tuyo ¿para qué? Seguramente para sacarte dinero. Y ahora que regresa, ¿pretendes aceptarla así como así? ¿Tu eres tarado o te haces?⚊gruñe Alejandro incapaz de creer lo que estaba haciendo su amigo e incapaz de aceptar a Brenda nuevamente en la vida de este⚊. ¿sabes cómo tomará aquello Ada? En verdad dejaste entrar aquella... ¡Mereces un par de cachetadas!.
⚊Momento, momento. ¿acaso no escuchaste lo que te acabo de contar? Yo no estoy viviendo con Brenda, ella se esta aquedando en mi casa un tiempo hasta que a su ex lo atrape la policía, tampoco es como si quisiera que estuviera en mi vida ⚊se defiende tratando de defenderse ⚊, y por MI novia no te preocupes que yo le voy a explicar todo... cuando me contesté. Solo necesito tiempo, por lo menos hasta que todo pase.
Alejandro se estaba conteniendo de alzar su puño y estrellarlo en la cara de su amigo.
¡Él no sabía nada!.
Pero tampoco podía reprocharle, no cuando acababa de besar a su novia... por segunda vez.
⚊¿Sabes qué? Haz lo que se te pegue la gana, pero quiero que tengas presente que esa mujer te va a volver arruinar la vida ⚊declara y levantándose de la silla atraviesa la oficina y sale, encontrándose de frente con Brenda que aún cargaba a su pequeña niña.
⚊Alejandro ⚊murmuró en un susurro apenas audible.
Este le dio una mirada despectiva y siguio su camino hasta salir del apartamento. Brenda se fue hasta donde estaba Joel, encontrandolo sumergido en sus propios pensamientos sentado en la cama con la cabeza y hombros abajo.
En cuanto su auto desapareció, el taxi en que venía Adamaris se detuvo. La castaña entra al edificio sin imaginarse a quienes se iba a encontrar.
Joel estaba conmocionado con todo lo que había escuchado de parte de Alejandro. Si bien era cierto que aquella hermosa mujer a la que un día amó le rompió el corazón y sus gana de seguir viviendo, no podía simplemente ignorar todo lo que le habia sucedido y mucho menos despues de que el ex de está la estuviera buscando para matarla.
Para Brenda Cárdenas la vida no había sido sencilla después dejar a Joel, pero ahora lo único que quería era un escondite para ella y su hija. Pero tampoco quería arruinarle la vida al hombre que alguna vez amó, y confiaba que su ex lo atraparan para volver a desaparecer y tratar de vivir una vida tranquila.
Por eso agradecía tanto a Joel que le permitió alojarse en su departamento todo ese tiempo, que no dudo en irle a contar que ya había encontrado trabajo y un lugar para quedarse con su hija porque mientras ellos discutian a esta la habia llamado para avisarle que el lunes debia presentarse a trabajar. Pero Joel no lo tomó muy bien y le pidió que no se fuera de su casa.
⚊Piensa en tu hija Brenda ⚊le dice este incapaz de no sentir un hueco en su pecho al pensar estar lejos de la pequeña lucia⚊. Si ese hombre las llega a encontrar y yo no estoy hay para detenerlo cualquier cosa puede pasar.
⚊Pero Joel, yo no puedo seguir invadiendo así tu vida. ¿Viste como me miro Alejandro? Claramente me detesta y yo...
⚊Ey, ey, ey, ya sabes como es Alejandro, él se toma las cosas muy apecho y más las que no son de su incumbencia.
⚊Pero yo te hice tanto daño que...
⚊Te dije que eso esta perdonado y que no volvieras a mencionarlo nunca más ⚊la interrumpe. Brenda niega y suspira.
Al verla tan deprimida, Joel la envuelve en sus brazos.
Cuando las puertas del ascensor estaba por cerrarse, una mano lo impide colocandose en medio de las mismas justo cuando estaban por cerrarse.
⚊¡Karol! ⚊dice la castaña. La pelirosa le sonríe y entra al ascensor.
⚊Adamaris, ¿qué más? ¿también vienes a ver a Joel? ⚊le pregunta.
Adamaris asiente.
⚊¿Tú?.
⚊Entregarle unos papeles que le dejaron en la oficina ⚊contesta⚊. Que bueno verte, hace mucho que no te veía.
⚊Bueno es que el trabajo absorbe todo mi tiempo.
⚊Me imagino. Por cierto, tienes que ir una noche de estos al bar, te hechamos mucho de menos. ¡Ah! Y por favor dile a tu hermano que se acuerde que los pobres también existen.
Adamaris ríe a carcajada.
⚊Esta bien yo le digo. Pero el pobre esta tan lleno de trabajo.
⚊Si me imagino ⚊dice y en eso se abren las puertas del ascensor. Ambas muchachas salen, atraviesan el pasillo y llegan a la puerta del apartamento de Joel, solo para encontrarla entreabierta. Comparten una rápida mirada y Karol se adelanta abriendo la puerta acon cuidado de no hacer ruido.
⚊¿Qué estás haciendo? ⚊le pregunta Adamaris en un susurro.
⚊Shu, silencio creo que he escuchado algo.
Con sigilo, se adentran al corredor, llegando hasta la habitación. Adamaris fue la primera en asomarse, seguido por Karol, ambas impresiomadas por lo que estaban viendo. Alan con una bebé en brazos y abrazando a una hermosa mujer. No, no era cualquier mujer. Karol supo de quién se trataba.
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