Capítulo 37
Antes que inicie el capítulo me gustaria compartir con ustedes una historia que me ha encantado y de la quiero compartir hoy y hago mención en el desarrollo del capítulos. A todos los que esten interesados, aquí les dejo el perfil de esta escritor que se a convertido (para mi) en uno de mis favoritos @CristianAzamar de todo corazón espero que actualices pronto jejejejeje
《
》
Adamaris vió con incredulidad el vómito esparcirse en el suelo y después al hombre borracho frente a ella y sintió desfallecer acompañado de unas tremendas náuseas. Su garganta se abrió y rápidamente llevó las manos a su boca para impedir que algo saliera de esta y aparta la mirada resando para que despertará de aquella pesadilla. Lo menos que buscaba era igualarse al estado de Alejandro.
Sintió sus pies débiles y tuvo que apoyarse en el marco de la puerta.
⚊¡Oh Alejandro, has hecho un desastre! ⚊gime ésta doblándose del asco y la horcada que sentía presionar su garganta.
El empresario intenta levantarse, pero se resbala con su propio vómito cayendo al suelo. Ahora que estaba un poco consciente, sentía tanta verguenza por el espectaculo tan bochornoso que estaba dando que no se atrevió a levantar la mirada, él no era mal bebedor pero ahora no sabía lo que le ocurrió, no podía controlar su propio cuerpo y por más que quisiera estar enfadado o tratar de al menos dejar de dar lástima con la castaña enfrente todo se desvanecía. Aunque sentía que se había liberado de un gran peso de encima no podía alzar la mirada. No podía verla. No después de la vista tan espectacular que estaba dando.
Adamaris ajena a su debate interno, dió vuelta y su mirada recae en él.
⚊Estas hecho un asco ⚊dice y niega con la cabeza sin saber si echarse a reír o llorar⚊. Ven, te ayudo a levantarte y a deshacerte del hedor. Necesitas cepillarte los dientes⚊ acercándose e intenta agarrarlo pero Alejandro esquiva su toque. Adamaris frunce el ceño⚊. No seas terco y deja que te ayude ⚊añade, con voz exasperada.
⚊Largo, vete, dé-déjame solo ⚊gime en voz baja y tan lastimero que compadeció a Adamaris. Pero esta no le hace caso y rápidamente agarra sus brazos y lo impulza hacia arriba, se tambalearon ante el movimiento provocando que los senos de Adamaris frotaran su brazo.
Alejandro chistó los dientes divertido por lo roja que se había puesto la castaña, se había olvidado que estaba en bata, ahora también se debía preocupar porque esta no se abriera y su sed de ella decidiera aparecer. En un intento por escapar de su contacto, Adamaris lo sentó en el retrete y dudó en seguirlo tocando puesto que había restos de vómito en la mayoria de su cuerpo.
⚊¿Có-cómo un hombre mayor puede comportarse de esa manera, ah? ¡Si-si tenías ganas de vomitar me hubieras avisado! ¡Ash!⚊gruñe controlando las enormes ganas que tenía de pegarle. Se ajusta la bata en su cintura y se envuelve un mechón de cabello rebelde que se le había soltado de su moño. Agarra el único cepillo que había y lo hunta de pasta dental.
Tenía que recordarse que ella no tenia hijos, por lo tanto, Alejandro no era un niño ni su hijo. Agarra el mentón del empresario y abriendole la boca, mete el cepillo.
⚊Por favor deshaste de la camisa, ¿por qué has hecho esto? Hoy estabas muy contento ⚊ le pide sin mirarlo por temor a verlo desnudo. Olvidando que ya lo había visto sin camisa y en bañador y saca el cepillo de su boca⚊. ¡escupe!⚊Alejandro obedece e inmediatamente le enjuaga la boca. Vuelve a escupir tosiendo en el proceso.
Después de pasados algunos segundos se da cuenta que Alejandro no mueve ni un musculo y que muy probablemente se empieza a quedar dormido. Patalea como niña pequeña y llevando sus manos cerca de este le va deshabrochando los botenes de la camisa, sin mirarlo, con sus cachetes enrojecidos y una corriente eléctrica recorriendo todo su cuerpo.
Cuando la camisa estuvo totalmente abierta, miró de reojo solo para comprobar que así fuera. Rápidamente mete las manos en la camisa y tocando su piel frota desde su abdomen bajo hasta sus hombros de arriba y le quita la camisa. El cuerpo de Alejandro se eriza al contacto con la fría piel y sus ojos se abren un poco sintiéndose un poco despierto, intenta salir pero Adamaris no se lo permite.
Ajena al estado de Alejandro, la castaña lo carga un poco y arrastra hacia la ducha.
⚊Muy bien, espero que con esto te despiertes ⚊dice y abre la llave de la ducha salpicando la bata en el proceso logrando que está se adhiera aún más a su cuerpo.
Alejandro se queja, sin embargo el agua esta tibia, perfecta para apasiguar el frío que esta empezaba hacer. Pronto se vio empapado de agua y las manos de Adamaris sobre su piel desnuda, huntandole jabón. Alejandro tuvo que cerrar los ojos con fuerza, abrumado por las nuevas emociones que esta experimentando. Ahora se sentía mucho más despierto.
Por otro lado, la castaña trataba de mirarlo lo menos posible mientras lo limpiaba aunque sus cachetes los sentía y se veían rojos. Sin esperarlo el jabón se le resvala de la mano y se pierde entre la espalda de Alejandro y el hueco que deja esta contra la esquina de la tina.
⚊¡Lo que me faltaba! ⚊Chista los dientes.
En un impulso y sin pensar muy bien las consecuencias, se lanza hacía Alejandro tratando de recuperar el jabón pero chilla cuando el agua moja su espalda. Intanta salir pero el pie termina sediendo, grita ante en susto y cayendo de lleno sobre el castaño, quién como reflejo envuelve su cintura con sus brazos, impidiendo que se lastimara con los bordes de la tina.
Los dos quedaron demasiado cerca, tanto que sus narices tocan su piel.
Se mantuvieron cállados, solo mirándose con intensidad. Sus rostros estaban tan cercar uno del otro tanto, que podían contarse las pestañas del otro, al igual que sus cuerpos, manteniendose unidos. Sus pechos suben y bajan con frenicí, ahora ambos estan mojados y no pueden pensar en nada porque sus mentes se han quedado en blanco.
El mundo ha dejado de moverse y una burbuja se empieza a formar entre ellos permitiéndoles olvidarse del mundo y seguir sus instintos. Pronto, Alejandro termina de separar la distancia, decidiendo dar el primer paso y no quedarse con las ganas de probar el dulzor de los dioses.
Las gotas de agua se colaron entre el tímido beso llegando a humedecer los labios de estos. No habia prisa alguna. El beso fue lento e hipnotizante. Una de las manos de Alejandro subió hasta el cuello de Adamaris a modo de caricias, haciéndola estremecer y pegarse más a su cuerpo, en busca de su contacto. Ambos disfrutaron de aquel contacto creando sonidos a medida que el ritmo del beso cambiaba a una más rápido. Demandante y ardientes, lleno de extrema pasión que empieza a poseer sus cuerpos, provocando ficcion en su entrepiernas.
Para Adamaris, era el descubrimiento de cosas completamente nuevas, pero totalmente satisfactorias.
Para Alejandro, se trataba de la confirmación en un sentimiento desconocido.
Sin ninguna duda de que aquel suceso borró cualquier otro que hubieran recibido, llegando a convertir en el único que hubiesen recibido en su vida.
Entonces, Alejandro aprovecho de tocarla toda. Sus manos y dedos tenían vida propia puesto que no dudaron en exigir contando piel con piel. Pellizco, apretó y tocó lugares que sus sueños no revelaron y se sintió en la gloria. Pero apenas un poco conforme.
Pero todo tenía que terminar y el dulce sueño se rompió en pedazos, convirtiéndose en uns pesadilla para ambos.
Por otro lado, Adamaris se sintio desubicada. Las paredes empezaron a moverse de un lado a otro y su cuerpo empezó a transpirar. ¿Qué había hecho? ¿Qué narices había hecho? ¿Cómo pudo haber cometido aquel error fatal?.
Adamaris se recostó de nuevo en la cama por tercera vez en la madrugada. Miro fijamente al techo antes de girarse aun lado. Después de otro tiempo seguía sin poder conciliar el sueño. Su corazón y mente no podían dejar de estar quietos.
Antes, pretendía no darle importancia a las cosas que le sucedian al estar cerca del empresario... ahora jefe y se convencía que las cosas que pasaban solo era porque estaban en el momento y lugar inadecuado. Incluso trató de pensar que el mundo era realmente pequeño para que Alejo resultase ser su amigo en línea y para colmo el pretendiente de su mejor amiga y ¡mejor amigo de su novio!.
¡Y ahora se había besado! ¡Él la había tocado en lugares en las que ella jamás se atrevió a dejar pasar a otros! Y ella lo había disfrutado. ¿Qué clase de persona malvada era? ¿Cómo se había aprovechado de que éste estuviera borracho para... para permitir que todo aquello sucediera? Estaba traicionando al único hombre que se había fijado en ella y a la única persona que no debe lastimar. ¿Cómo había caído tan bajo? No, no, no ella no había podido caer tan facil. ¡Por favor! Alejandro ni siquiera se sentirá atraído por ella. Tenía que pensar con la cabeza fría.
Después de dar vueltas y vueltas durante bastante tiempo y de llenarse la cabeza con tonterías e inseguridades cada vez más peores que la otra, Adamaris finalmente pudo cerrar los ojos y conciliar el sueño aunque su mente no paró de recordarle lo que había vivido junto al hombre que se encontraba a unos pasos lejos de ella. De sus besos, de la manera tan desesperada que la tocó, el vaiven de sus cuerpos y las tremendas ganas de consolidar ese acto tan traicionero y a la vez desconcertante.
Pese a que quería quedarse todo el tiempo encerrada en su habitación para no tener que verse obligada a ver a Alejandro, Adamaris tuvo que ir a buscar que desayunar. Para fortuna de ésta, Alejandro se había ido bien temprano en la mañana y solo regresaría para marcharse al aeropuerto. La prensa aún estaba espectante, esperando poder captar algo realmente interesante desde las afuera del hotal.
En el comedor ya casi no quedaban personas así que pudo desayunar sin apuro alguno.
⚊¿Este puesto no esta ocupado, bonita? ⚊le pregunta Jennifer, sacandola de sus pensamientos.
Adamaris niega con la cabeza y Jennifer se siente de frente, colocando su desayuno enfrente, le sonrío.
⚊Ostia tia, te ves muy linda, ¿dónde compraste el saco? Se ve muy mono.
Adamaris parpadea, sin poder creer que le estuviera hablando a ella. Por lo general, y como todos allí se habían dedicado únicamente hablarse entre ellos. Ella era como un objeto extraño ante el grupo.
⚊Yo... lo diseñé ⚊responde tímida, sin conectarse con la conversación. De pronto, algo no le gustaba.
Jennifer finge sorpresa, Adamaris le cree y por el mismo motivo le sonríe.
⚊¡Vaya tía pero que bien te ha quedado!. No me impresiona, sabiendo que trabajas para una marca como esta lo que si lo hace es que no estes en la pasarela sino detras de esta.
⚊Una de tantas aspiraciones.
⚊¡Oh pero vamos! Que trabajar para Ovo'Alcalá es un gran logro ⚊insiste esta.
Adamaris abre los labios dispuesta hablar pero no tiene palabra alguna que decir, por eso sonríe y se llevo el tenedor a la boca. Jennifer la observo curiosa y continuo charlando.
⚊¿Tenés mucho tiempo trabajando para esta compañia?.
⚊En realidad no mucho.
⚊Pensé que tenías mucho tiempo, como llegaste con... ¿Alejandro es que se llama? ⚊Adamaris tosé al oír mencionarlo y sus ojos se llenan de pánico. Jennifer le entrega una botella de agua y espera a que esta beba.
Sin controlarse, termina eruptando y Jennifer estuvo apunto de echarse a reír pero se controló bajando un poco la cabeza y sonriendo un poco. Cuando volvió a mirar a Adamaris, su rostro estaba lleno de preocupación.
⚊¿Estas bien? ¿te llamo a un médico? ⚊propuso.
⚊No hay necesidad, estoy bien.
Se sonríeron pero ninguna fue capaz de romper el silencio tan incómodo que se empezaba a formar entre las dos. Jennifer empezó a mover los dedos, provocando un irritante sonido al ser contacto sus uñas con la mesa, la española miro a su alrededor y suspiró.
⚊Como que... nos hemos quedado solas, ¿dónde esta todo el mundo? ⚊Adamaris se encoje de hombros en respuesta y la española vuelve a suspirar esta vez sin tratar de ocultar el evidente aburrimiento. Había ido por lana y salió trasquilada, volvió a sonreír⚊. Bueno tengo que irme. Ya sabes, partimos hoy y tengo monton de cosas por empacar, vos sabes ⚊truena sus dedos y ríen⚊. Pero ya somos viste, amigas haber si algun día nos juntamos nuevamente en México y salimos a tomar. Nos vemos, adiós ⚊Jennifer le da dos besos en el cache y se aleja a pasar apresurados. Adamaris la sigue con la mirada, regresa a su estado original, pero hace una mueca cuando observa que el plato de la española estaba entero.
Con mucha vergüenza pidió que empacaran la comida para no desperdiciarla y durante el vuelo de regreso ir picoteándola. Subió a su habitación y no salió de esta hasta que le avisaron que ya era hora de irse al aeropuerto.
Pese a que su asiento iban a estar cerca, Adamaris prefiero sentarse retirada de los directivos, aquella decisión enfureció a Alejandro de sobremanera pero tampoco podía obligarla a permanecer cerca de él. Ni siquiera sabía si después de lo que había sucedido entre los dos a la castaña le seguía gustando la idea de trabajar para él. Alejandro estaba empezando a convencerse que esta iba a renunciar no solo porque reusaba a mirarlo u estar en el mismo espacio que él, sino porque la actitud en que se colocó después de aquella sección de besos fue desoladora y bastante fría.
La castaña no salio huyendo ni tampoco grito despavorida, pero su silencio y la manera en que aún seguía ayudandole no fue una actitud normal.
Pero... ¡Rayos si no lo disfruto! La castaña hasta tocó su cuerpo y cabello con desesperación cuando el segundo beso se volvió mucho más salvaje, y es que fueron varios de seguido no solo uno. Pero algo la detuvo, algo frenó sus deseos y todo se evaporó así como le fue entregado. Por más que se mató la cabeza en averigüar algun gesto u acción de parte de él que la fueses espantado en ese momento de entrega, no hallaba que era lo que había hecho mal.
¿Acaso fueron sus caricias? ¿la manera en que sus dedos recorrieron la piel expuesta? ¿o cuando beso su hombro desnudo? ¡¿qué?! No lo sabía.
¿Acaso había sido atrevido?
El hecho de que ella se estuviese dejando tocar no quiere decir que este tenga que ir más allá de lo permitido.
Es tan frustrante. Pero tenerla lejos le dolía. Solo tenía que esperar, esperar a lo que el destino quiera. No sabía si a ella le gustaba, Pero de lo que sí estaba seguro era que no le era del tro diferente. ¿Si él se arriesga en ir más allá con ella, ésta lo aceptará? ¿Estaría él dispuesto abandonar todo y lugar por la persona que ahora desea? Sin duda, la respuesta era sí.
Cuando salieron al exterior una lluvia de flasheres y periodistas abordaron al grupo, para ser específicos a Alejandro y a los diseñadores. El empresario los ignoró y entró a la camioneta, marchandose del lugar. Alejandro ni siquiera intentó mirar hacía atrás y buscarla entre la multitud, sabía que por más que variera el perimetro era muy difícil verla por la cantidad de periodistas y luces de las cámaras.
Alejandro no era de dar entrevistas, de hecho, para nadie era un secreto que el heredero de los Alcalá desde que asumió la presidencia había concebido muy pocas entrevistas a la prensa. Sin embargo, Julio y Miranda sí las concibieron, pero fueron muy cortas y algo vagas.
⚊¿Cómo fue para Julio poder al fin internacionalizarse como seguramente lo vimos apartir del sabado? Por lo que sabemos su padre fue una gran inspiración a sus creaciones, ¿cree que ahora sí puede igualarse a su grandeza?.
Julio ríe a carcajadas, pero sus gestos se vieron forzados y exagerados. Este hacía parte de un importante legado del mundo de la moda, siendo su padre, Fanbell Restrepo un importante y aclamado diseñador que a recorrido las importantes pasarelas del mundo y dueño de la marca F.R más importante de este.
⚊Bueno ambos tenemos estilos totalmente diferentes. Mientras a mí padre le gusta lo colorido, yo optó por colores más naturales u oscuros ⚊responde con gracia y gracias a su amiga Miranda logra salir de aquella horda y montarse en la camioneta.
Del resto de personal se encargó otros autos que los estaban esperando y que eran exclusivos de la empresa. Estos estaban muy cansados y debian descansar así que fueron llevados hasta su vivienda.
La casa estaba a oscuras cuando abrió la puerta. Adamaris arrugó la frente al sentir la casa tan callada. Pero de la nada las luces se encienden, su hermano salta debajo de la mesa del comedor, tía detras de un mueble y María y su hijo salen entre los muebles de la sala.
⚊¡Bienvenida! ⚊gritaron al unisonomo, sorprendiendo a la castaña. Todos la abrazan.
⚊No era necesario ⚊les dice conmovida por su acto.
⚊Por supuesto que lo era, fueron muchos días sin ti ⚊habla Maria, mirandola con cariño.
⚊No exageren fueron solo tres días ⚊dice Adamaris, después de reír a carcajada.
⚊Pero igual te extrañamos mucho ⚊asegura Carlitos y le da un abrazo. Adamaris lo mira enternecida y ambos se sonríen.
Después mira al frente.
⚊¿Y qué prepararon ? ⚊pregunta Adamaris.
⚊¡Te preparamos un banquete...! Que te vas a chupar los dedos.
Adamaris ríe y los cinco se aproximan a la mesa, donde todo ya esta servido. Nadie se levanto hasta que el último alimento fue devorado.
Carlitos comió todo lo que quiso y cuando la conversación se volvió demasiado adulta, su madre le dio su teléfono para que se entretuviera. Este se hecho al sofá y se quedó ahí absorto en su mundo.
⚊Entonces, ¿no a vuelto aparecer? ⚊le pregunta Adamaris en el oído para que nadie la escuchará. María niega y bebe de su vaso para pasar el nudo que sentía cuando se le recordaba a su ex.
La reunión se acabo y Adamaris se fue a su habitación, María la siguio y Alan se quedo ayudando a su tía a levantar los trastes utilizados, también los lavo y al acabar, le exigía a su tía que descansara. Maricé al principio quiso negarse, pero ante la insistencia de Alan, no tuvo más remedio que aceptar.
Cuando todo estaba limpio y Alan volvió a la sala, Carlitos estaba en la misma posición que horas antes. Aquello le extrañó, por lo general este era muy inquieto, quisquilloso e imperativo, no podía parar de preguntar y cuestionar llegando incluso hacer molesto. Sin embargo, últimamente había estado callado, pegado en todo momento al móvil de su madre o al computador de la casa. Curioso, se acercó a él sentándose a su lado.
⚊¿Qué miras tan concentrado pequeñín? ⚊pregunta despues de suspirar.
⚊Estoy leyendo ⚊contesta, sin apartar la mirada del teléfono.
Alan frunce el ceño y se inclina hacia él. Estaba leyendo.
⚊¿Qué lees?.
Carlitos suspira y le da una mirada furiosa.
⚊¡Un libro! Estoy tratando de leer aquí ⚊menciona, exasperado.
Alan picotea su cachete.
⚊¡Ya sé que lees! Pero, ¿cómo se llama el libro?.
⚊Realidad zombie ⚊responde, orgulloso. Sus ojos por primera vez se iluminan y su pecho se infla. Carlitos se acerca a Alan y se inclina hacia su oido, ansioso por compartir con alguien su nuevo descibrimiento. Alan espera ansioso la confesión de este⚊. Hace uno días encontré una plataforma gratis en donde puedes leer libros ⚊pega su mano a la oreja, pensando inocentemente en que este escuchará todo lo que tenia que decir⚊... se llama wattpad, la plataforma anaranjada... bueno, ahora roja ⚊aclara.
Alan lo mira y Carlos asiente con la cabeza alzando ambas cejas y arrugando la frente.
⚊¡Puff! Ya yo la conozco ⚊anuncia Alan para sorpresa del pequeño, quién lo miro con ojos felices⚊. Niño, cuando tu ibas ya yo venía, y dos veces ⚊recalca, revoloteandole los cabellos.
Sin embargo, aquella confesión llenó de emoción a Carlitos, y debido a esto, lo iba a tener un buen rato revoloteando a su alrededor.
⚊¿De verdad? ¡¿No te parece increíble?! ¡Todo esto es increíble!... Y las historias, ¡dónde me dejas sus historias! Son bárbaros.
Al ver a pequeño tan emocionado, Alan alzó una ceja.
⚊¿Así? ¿qué historias tienes? ⚊curiosea.
Carlitos mira la pantalla del teléfono y desplaza su dedo índice sobre este.
⚊Tengo cuatro, que son: un buen negocio de Leon3634, segundas oportunidades de MaariiAngeeles, homofobia de LoveAndPeace2204 y realidad zombie ⚊enumera y vuelve a mirarlo⚊. Hasta ahora solo e leído realidad zombie de Cristian Azamar, aún no la acabo pero falta poco... no más ocho capítulos.
⚊Mmm.
⚊Está emocionante, te la recomiendo. Llena de misterio, drama, accion, más misterios ¿y lo mejor? Ay zombie pero no de los que deboran car-car-piel... bueno, al menos no todavía.
⚊Aaah, suena interesante...
⚊¿Y sabes qué es lo mejor? ⚊pregunta, con los ojos bien abiertos. Alan niega en respuesta, divertido⚊. El mundo que rodea Ulises podría hacerse realidad ⚊chilla en un murmullo, espantado de solo imaginar tener que olvidarse se sus seres queridos.
La risa de Alan no se hizo esperar, pero se controló cuando el niño lo mira sin entender su acción. Quiso arreglar lo que habia hecho así que se aclara la gargata y dice.
⚊Y más o menos, ¿de qué va la historia? ¿Ulises es el personaje principal? ¿Es hombre?.
⚊¡Por supuesto que es hombre! Bueno, un chico normal de diecisiete años, y si, es el personaje princiapal pero los demás personajes estan tan bien estructurados que se nota muy poco la diferencia, así como su pasado y la rota familia que tiene ⚊cuenta, euforico⚊. Se puede decir que Daniela, "Dan" como e decidido llamarla mejor amiga y enamorada es una grandiosa persona... aunque parece que este infectada con el raro virus que estalló en aquel concierto y en el mundo entero. La historia en sí, no es predecible pero todo gira entorno a ciertos personajes y hechos importantes, como:¿qué fue lo que los hermanos de Ulises le mostraron al pequeño Ulises? ¿dónde estaban ellos antes, durante y despues de la supuesta noche del concierto? ¿qué estaba sucediendo con las personas que colapsaron? Y otras preguntas más ⚊Carlitos estaba tan emocionado contanto de la historia que Alan no se atrevio a interrumpirlo, sin saber que ese gesto lo iba atar el resto del día.
Mientras a unos cuantos pasos de distancia Adamaris sale del cuarto del baño, luciendo una bata para dormir mientras secaba su cabello con una toalla, dispuesta a descansar. Pero María, por otro lado, queria saber de ante mano todos los pormenores del viaje a París, por eso no paro de insistirle a Adamaris que le contara.
⚊Ya te dije que no me insistas, no tengo nada que contarte. Fue solo un viaje de trabajo y lo más probable es que me quede a trabajar definitivamente⚊le dice Adamaris, entrando a la cama. María le aplaudío por su buena suerte.
⚊No me hagas rogarte Adamaris, mira e tenido unos días estresantes solo quiero distraer mi mente un rato ⚊dice, tratando de manipularla.
⚊¿Acosta mía? ⚊cuestiona esta, interrumpiendola. Maria suspira y su cara se vuelve melancólica. Adamaris, enternecida le agarra las manos⚊. ¿cómo te encuentras? ¿ahora si quieres hablar?.
De pronto, el ambiente se vuelve triste María parpadea rápidamente tratando de alejar las lágrimas que se empezaron aglomerar en sus ojos.
⚊Carlitos es él que más está sufriendo, yo no, no sé que hacer. Llevo dos días sin ir a trabajar, realmente estoy aterrada de lo que Roberto pueda hacerme ⚊confiesa vuelta un mar de lágrimas.
Adamaris también empezó a llorar y con su cuerpo temblando la envolvió en un cálido abrazo, acción que la morena pudo llorar sin temor alguno. Desahogarse de todo aquello que la perturbaba y que le estaba haciendo daño.
⚊María, yo no quisiera ser indiscreta pero me gustaría saber ⚊se quedo en silencio por algunos minutos, pensando las palabras que utilizaria⚊, ¿hasta que punto se sobrepaso contigo?.
El llanto se intensificó, era uno desgarrador tan lastimero que cualquier persona que estuviese enterado de lo que habia sucedido comprendería aquel sufrimiento.
De camino al trabajo los hermanos empiezan una delicada charla, y como centro se encontraban los que estaban hospedados en su casa. Adamaris le dice a su hermano lo que acontecio la mañana en que se marchó a París, sin esperarse la respuesta de este.
⚊Me enoja que tanto tú como mi tía me lo hayan ocultado tengo la plena confianza en que Roberto va a dejar a María en paz. Carlitos tampoco se merece vivir rodeado de tanta violencia, solo espero que recapacite y que vuelva hacer el mismo de antes.
⚊Si yo tambien lo espero, porque no me gustaría que este asunto pasará a mayores. Pero si me gustaría que María le pusiera una orden de alejamiento, Roberto no esta en sus cabales y puede ser muy peligroso.
Alan volteo a verla. En sus ojos brotaba la curiosidad.
⚊¿Acaso hay algo que tú y María me estan ocuntando? ⚊le pregunta, el tono que utilizó fue muy severo y sus ojos se achicaron.
⚊No, solo es por precaución ⚊dice y mira al frente, notando que ya habian llegado al trabajo. Los nervios empezaron a brotar y su corazón se aceleró.
Alan dejó pasar aquellas palabras, pero no las creyó y acompañó a su hermana hasta el ascensor, donde se despidieron de besos. Alan se fue a su lugar de trabajo bajo la intensa mirada de algunas mujeres que los habían visto despedirse y que estaban murmurando sobre ellos.
Ciertamente Alan despertaba el interés de las mujeres y apenas habia entrado a trabajar la atención de estas estaban en él.
Ya en la oficina la puerta se abrió y de esta aparece Pedro que llevaba ya varios días trabajando en la empresa pero que no se había topada con Alan en ninguna de sus visitas a la oficina.
⚊Buenos días, vengo a entregarle la correspondencia ⚊dice el joven, Alan alza la cabeza y coge los papeles.
⚊Muchas gracias, ¿puedes hacerme un favor? ⚊le pregunta Alan.
⚊El que guste.
⚊Entregale estos documentos al señor Carlos, dile que es importante que los firme.
Pedro coge los papeles que Alan le entrega y los guarda en el bolso.
⚊Oh que pena hermano, mi nombre es Alan Gutierrez ¿cómo te llamas?.
⚊Pedro Ruiz, a sus ordenes ⚊se presenta y aprieta su mano⚊. Bueno ya me voy a entregar esto y las demás encomiendas, adiós.
Pedro sale directo a la oficina de Carlos, pero como este aun no habia llegado lo dejó con su asistente.
⚊Adamaris, traerme el vestido que está colgado encima de la mesa ⚊le dice Julio, concentrado en un el boceto de un nuevo diseño.
Adamaris deja el maniki y se apresura a buscar el vestido, pero cuando llega a la mesa encuentra con que habían tres. Parpadea indecisa y su frente se arruga con preocupación. Habían tres vestidos y Julio solo quería uno.
Por otro lado, Julio la veía a través del gran espejo que tenía enfrente. Estaba todo planeado desde el principio y pese a que no contaba con el consentimiento de Miranda, él lo había hecho. Necesitaba probar las habilidades de Adamaris puesto que él necesitaba trabajar con los mejores. El diseñador suspira impaciente.
⚊¡¿Dónde está mi vestido?! ⚊pregunta volviendo a concentrarse en su voceto.
Adamaris mira la espalda del diseñador por un largo tiempo hasta que algo en su camisa le llamó la atención. Su color, y su cerebro hizo clip. Sonrio, agarra el vestido perlado y lo lleva consigo hasta entregarselo. Julio ni siquiera la voltea a mirar.
⚊Colócalo al maniki.
¿Quién dijo que el primer día iba hacer fácil?.
Adamaris se adentra al ascensor y espera en total silencio a que este se cierre. Había sido un dia agotador, sobre todo por el doble trabajo que tuvo que hacer para exquivar las miradas e intentos por hablar de Alejandro quien se presento en el taller de Julio pero no dejó de mirarla, y continuar con su trabajo sin que su mente le recordará lo que estaba haciendo o sus ojos la traicioran. Estaba convencida que el empresario no recordaba lo que había pasado entre ellos por el estado en que estaba, y es que ¿quién se acordaría después de semejante borrachera?. Ciertamente estaba equivocada, Alejandro se acordaba de absolutamente todo desde el momento que puso un pie dentro del bar, hasta que se atrevió a darle un beso a Adamaris. De todo.
Pero eso la castaña no lo sabía y el tampoco iba a decírselo, había visto como se coloco despues del beso, por eso se hizo el dormido, pero también la había sentido llorar y aquello le partió el alma aunque no estaba arrepentido, con un solo beso Alejandro corroboro lo enamorado que estaba de ella.
La castaña había dejado impregnado su olor en él. Adamaris estaba muy cerca de tener ese mismo pensamiento pero aquello solo la aterraban más. La culpa por traicionar a Joel le carcomía la conciencia, si bien ella no había iniciado el beso si le había seguido el juego al castaño hasta el final... y hasta lo había disfrutado.
Adamaris se acaloro al recordar aquella escena, como sus labios chocaron y danzaron un solo ritmo; primero lento tratando de aconstumbrarse a los labios del otro, deseosos por explorar cada rincon de su boca pero a la vez tratando de encajar, y después, se volvió más apasionante e intenso, mucho.
No fue hasta que algo ocurrio, no sabe qué, que ella decidio apartarse y volver a la realidad, una en donde ella le había sido infiel a su novio y con su mejor amigo.
Volvió a sentir nausear y de pronto, el ascensor se detiene y sus puertas se abren revelando a Alejandro que parecía pensativo, con su cabeza gacha, una mano sobre sus labios y la otra en el bolsillo izquierdo de su pantalon.
Apenas alza la mirada se encontra con la de Adamaris, ésta quiso que la tierra se abriera y la tragara, por otro lado el corazón de Alejandro se aceleró y el sentimiento de felicidad aparecio.
El destino estaba de su lado porque pese a que esta estaba tratando de esconderse de él, ahora estaba apunto de quedarse solos.
Alejandro baja las manos y entra, oprime el botón señalandole el piso y las puertas se cierran.
Ambos estan lejos del uno y del otro y el ambiente se torna poco a poco tenso e incomodo. Adamaris no estaba preparada para ver a Alejandro, sus sentidos se bloqueaban y no sabía como actuar ni qué hacer. El teléfono empieza a sonar y Adamaris dio un brinco y saco su movil. Era su hermano.
⚊Alan, ¿qué pasa? ⚊pregunto al contestar mirando de reojo a Alejandro.
⚊¿Dónde estas? ¿ya saliste de la oficina?.
⚊Si, estoy en el ascensor,¿tu? ⚊contesta.
⚊Estoy afuera, te espero.
⚊Okay, nos vemos en un rato. Besos.
Cuelga y vuelve a guardarlo en el bolsillo del pantalón. Suspira y recuesta su cabeza en el frío metal. ¿Por qué el ascensor se estaba demorando tanto en llegar? Sentía que el espacio empezaba a reducirse, hasta mareada se encintraba.
Un estruendo provoca que ambos griten del susto, las luces empiezan a parpadear y, de la nada este empieza a bajar con una rapidez alarmante. Adamaris se aferra a los barrotes aterrada por lo que pasaba y sin poder dejar de gritar. A causa del bruco cambio, Alejandro fue lanzado hacía esta, cubriéndola con sus cuerpo.
⚊Alejandro, ¿Qué pasa, qué pasa? ⚊pregunta Adamaris, aterrada. Sus grandes ojos estaban apunto de salirse de su orbita de la impresion.
⚊No sé ⚊respondio éste, asustado por el fenómeno tan anormal. Pero pretendiendo mantenerse con la mente fría.
Vuelve a oírse un estruendo y esta vez todo se detuvo. La luz se había ido, solo se estaban sacudiendo lento, de un lado al otro, al tiempo que el ascensor.
De pronto, Alejandro comprende lo que sucedia y maldice entre dientes.
⚊¡Rayos! Creo, creo que esto es a causa de un terremoto.
Aquellas palabras angustiaron de alta manera a la castaña, quien se abraza a este y empieza a negar, con lágrimas en los ojos.
⚊NO, no, no, no puede ser. ¡Sáquennos! ¡SÁQUENNOS! ⚊grita a todo pulmón, se aparta de Alejandro y empieza a golpear con fuerza el metal de la puerta. De sus ojos brotaban gruesas capaz de lágrimas. Alejandro, al verla se acerca a esta tambaleándose por el movimiento. Agarra sus brazos e intenta girarla hacia él, pero esta se resiste y sigue golpeando.
⚊¡Ey! Calma, calma ⚊Alejandro tratar de carmarla, pero fue inutil hasta el empezaba a sentir que le faltaba el aire.
Afuera la situacion era más alarmante. Las personas salian de sus casas, oficinas y otros sitios para ponerse a salvo. Alan por otro lado, a penas sintio la tierra moverse y observo como el logo de la empeza se balanseaba de un lugar a otro, salo corriendo hacia la empresa desesperado y gritando el nombre de su hermana. Desesperando por encontrarla y ponerla a salvo. Sin embargo, las personas que salian del edificio le impidieron el paso, Alan cayó al suelo y fue pisoteado por las personas que desesperadas, trataban de salir. Pero el tenía un solo pensamiento en su cabaza, la persona que seguia encerrada en el ascensor y que probablemente estaría sola, aterrada y que solo era cuesti7on de segundos para que la atacara los sintomas de su ya conocida claustrofobia. Intento levantarse gritando en el proceso pero en eso, algo fuerte impacto en su cabeza dejándolo inconsciente. Nadie le presto atención a la pequeña herida que se tenia en la cabeza producto al impacto de una roca desprendida del edificio.
Mientras atanto, Alejandro no podía calmar a la castaña.
⚊Tenemos que salir, tenemos que salir. ¡Ayuda! ¡¿Alguien me oye?! ¡Ayuda! ¡habemos personas aquí dentro! ¡abran! ¡Necesito sali! Vamos a morir⚊seguia gritando aun cuando Alejandro la tenia entre sus brazos.
⚊¡Ey, bonita! escuchame por favor ⚊pide y logra girarla y tenerla de frente⚊. No te van a escuchar. Si resulta ser cierto que es un terremoto, todos estaran desesperados tratando de salir del edificio⚊trato de hacerla entrar en razon, sin embargo, no creia poder hacerlo.
⚊¿Y nosotros por qué no estamos haciendo lo mismo? ¡Ayuda!.
⚊Ey, creeme cuando te digo que aquí estamos seguero.
Adamaris niega rápidamente con la cabeza.
⚊No, no, no necesitamos salir. Aire, aire, necesito aire ⚊empezo a forcejear por ser liberada a tal punto de alzar la rodilla e impactarla en la entrepierna de Alejandro.
⚊¡Ah! ⚊lanzo un alarido, pero aun así no la solto, pero si aflojo un poco su agarre, no lo suficiente por supuesto⚊. ¡Joder mujer! No me digas que eres claustofobica ⚊deja los brazos de Adamaris para tomar su cintura y mantenerla más pegada a él, agarro el teléfono de la castaña y encendio la lampara, dejo el telefono en el piso y la observa.
Esta tenia un semblante extremadamente palido y sudoroso pero ya se habia quedado quieta demasiado quieta, sus ojos abiertod y pupilas dilatados reflejando terror, su pecho subia y bajaba con irregularidad y su perfecto peinado ya no existia.
⚊Por...por favor Alejandro, por lo que más quieras... sacame de aquí, sacame ⚊le suplica con con voz ronca pero aun audible. Alejandro la mira enternecido e intenta acercarse, pero antes de llegar a tocarla se valancea hacia el lado derecho, Alejandro logra gracias a sus reflejos atraparla para que no se cayera al suelo, pero debido al peso de esta Alejandro se vió obligado a sentarse usando sus piernas como comodín.
⚊Amor, amor hablame por favor. No, no te desmayes por favor. Despierta.
Suplica incapaz de contener las lágrimas. Realmente estaba asustado, preferia mil veces tener a la castaña revolotiando y gritando como una loca histerica al verla tan pacifica y no saber en qué condiciones se encontraba actualmente.
Si su corazón se detenía... no, no, no quería imaginarse que eso sucederia. Rápidamente dejo descansar la cabeza en el frío metal, desabotona la chaqueta y descansa la oreja sobre el pecho tratando de buscar algun sonido
Ahí estaba, era lento pero fuerte.
Pudo respirar tranquilo y hasta sonrío, solo un poco.
De pronto, el ascensor se mueve y la luz regresa. Alejandro mira a su alrededor aturdido pero los quejidos de Adamaris lo ponen en alerta. Va a su encuentro y la ayuda a levantar.
⚊¿Qué me pasó? ⚊le pregunta ya estando de pie.
⚊Te desmayaste.
Adamaris recuerda donde estaban y en qué momento. Pero Alejandro adivinando lo que pensaba, se apresura a explicar.
⚊Tranquila, creo que ya todo pasó pero todavia va a tomar un tiempo para que se den cuenta que no estamos o que restauren el servicio de elevador. La cámara aún no se enciende.
El rostro fantasmalmente pálido de la castaña se iluminó ante aquellas palabras.
⚊¡¿En verdad? ¿ya todo pasó? ¿no nos morimos?! ⚊Alejandro ríe a carcajada y niega. Presa de la felicidad, Adamaris se tira hacia él envolviendolo en un abrazo. Este parpadea y tarde un poco más en envolverla en sus brazos.
Adamaris se aparta solo un poco sin deshacer el abrazo y lo mira, ambos se observan con alegria y esperanza.
⚊Estamos vivos.
⚊¡Estamos vivos!
⚊No morimos.
⚊¡No morimos!.
⚊¡Estamos vivos Alejandro! ¡estamos vivos! ⚊exclama llena de felicidad y sin que Alejandro lo esperara, une sus labios en un apasionado beso aturdiendolo.
Alejandro le siguio el beso y lo disfrutó. Ahora ya podía morir plenamente feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top