Cap 6. Crisis de Minotauro
- ¡TRAIDOR!
La sesión de fotos fue un éxito, o al menos eso dijo el Sr. Rodriguez. La paga fue bastante buena y ahora tenía una buena oferta de trabajo, pero temo que no viva lo suficiente para disfrutar nada.
- Kaoru yo.....
- ¡Si tanto querías impresionarlo te hubieras desnudado tú! ¡Rompiste tu promesa otra vez!- mi amiga salió del edificio luego de darme una bofetada que mecería realmente.- Me comporté como una profesional y no le pedí un autógrafo a Richard R. para no hacerte quedar mal, y tú me lo agradeces así.- me sujeta del cuello de la camisa y me mira con tanta furia que ahora sí temo por mi vida.- Si mi carrera de diseñadora se arruina por tu culpa, te juro que nunca te lo perdonaré.
- Yo...-bajé la mirada avergonzado.- Entiendo, tienes toda la razón. Debí preguntarte antes de meterme donde no me llaman.
Kaoru me soltó y se cruzó los brazos, luego se fue caminando hacia la parada del autobús luchando por no llorar. ¡Diablos! Me siento terrible, no pensé en las consecuencias ni en los sentimientos de mi amiga y ahora aunque haya ganado la confianza de Mikael perdí por completo la de ella.
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En el autobús de regreso, Kaoru me ignoró como si no me conociera. Al llegar a la parada de la Plaza Dominó se bajó sin siquiera mirarme. Me bajé en la siguiente parada y fui a una pizzería italiana que tenía un menú especial para vegetarianos. Desde que la conozco, Kaoru no come mucha carne, normalmente la molesto diciéndole que por eso era tan bajita y poco desarrollada, pero esta vez debo disculparme por mi egoísmo.
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(Pv Kaoru)
Estoy furiosa, Jacob no sólo rompió dos promesas seguidas sino que además tuvo el descaro que meterme en líos en donde terminé desnuda en ambos. ¡Se supone que él debería ser quien esté desnudo con un hombre mientras yo los grabo!
Camino hacia el centro de la Plaza Dominó, era mi sitio favorito para relajarme y meditar. Un espacio tranquilo y aunque estaba cerca del centro de la Ciudad no estaba lleno de turistas.
Observo las enormes estatuas hechas con dominó como la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, la muralla china y mi favorita la Torre inclinada de Pisa. Llegué al centro de la plaza y me senté en una de las banquetas cerca de la fuente donde cinco enormes piezas de dominó de color negro dobladas se alzaban mientras el agua caía sobre ellas. El sonido del agua me calmaba y la luz del atardecer me reconfortaba. Ahora me siento un poco mejor.
De pronto escucho el tono de mi teléfono, lo saco de mi bolsillo y contesto al numero desconocido.
- ¿Hola? Kaoru Shin al habla.
- Buenas Miss Shin. Soy Josep Pristige.
Revisé el número de mi pantalla ¿Era en serio? ¡Uno de los hombres más ricos del país me está llamando! Espera...tiene que ser una broma pesada.
- Me gustaría pedirle que hiciera un vestido único para mi princesa.- presté mucha atención al tono de voz, he escuchado la voz de Pristige en las noticias y ciertamente se parecía mucho.
- ¿Está seguro?- pregunté.- Tal vez a su novia le gustaría un vestido de algún diseñador parisino.
- Mi princesa estuvo revisando su página web y quiere uno de sus diseños, lleva muchos meses buscando un vestido que la haga verse tal cual se ve la modelo.- insistió el hombre en un tono elegante pero un poco afeminado.- Mi cariñito es bajita y no tiene una gran figura así que quiere algo que la haga ser la envidia de todos en la inauguración de mi nuevo casino. El dinero no es problema.
Pues, ahora que lo pienso en una revista de millonarios excéntricos, mostraron la foto de Pristige que lucía una traje negro con brillantes que resaltaba su piel blanquecina y a su lado había una chica con un vestido suelto del mismo color, lo que más llamaba la atención de la prensa es que luego de tener muchas novias de enormes pechos, traseros gigantes y curvas por todos lados, ahora cumplía un año de novio con una chica bastante simple.
- Si eso desea lo tendrá.- dije con seguridad.- Puedo ir a su oficina mañana a primera hora con diseños únicos para ella.
- ¡Excelente! Me gustaría que tuviera colores marinos, mi casino cuenta con un diseño acuático y además le gustan las ballenas ¿Crees que puedas colocar alguna en tu diseño?
- Haré los bocetos esta noche y mañana le tomaré las medidas.- dije emocionada.- Ella me dirá lo que desea y tenga por seguro que amará ser el centro de atención con mi diseño.
Tomé apuntes en mi cuaderno de clases (que suerte que no pasé a dejar mi mochila antes de ir a la sesión de fotos) incluyendo la dirección de su oficina y los detalles del vestido. Al terminar la llamada crucé las piernas sobre la silla, me ajusté los audífonos y comencé de inmediato a trabajar.
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(Pv Jacob)
A Kaoru le encantará la pizza vegetariana que le compré, o al menos eso espero. Dudo mucho que me perdone, las mujeres no se caracterizan por olvidar los daños que le hacen los hombres así que espero ser capaz de lograr que me hable al menos.
Fui a la parada de autobús y esperé junto a un hombre que hablaba por teléfono, que al parecer no le gustaba lo que escuchaba.
- ¡No es posible! ¿Por qué quieren sacarme del proyecto? ¡No fue mi culpa!....¡Pero yo...!- el hombre con traje ejecutivo cerró su celular y golpeó la banqueta con fuerza.- No es posible....por culpa de esa mujer....ella me engañó....todas las mujeres son una basura...
Mejor no meterme donde no me llaman, pero vaya que este tipo esta peor que yo. Decidí fingir que olvidé algo en la pizzería y me alejé pero...
- Todas las mujeres.....deberían desaparecer....las mujeres.....
Me di la vuelta para decirle que se calmara, pero de pronto vi algo extraño saliendo, o más bien brotando de la alcantarilla bajo sus pies, una especie de flor púrpura cerrada que de pronto al abrirse expulsó una especie de aguijón en el brazo del hombre. Este saltó hacia atrás asustado y de pronto su cuerpo se cubrió con un gel oscuro similar a lo que me pasa al transformarme, una risa espeluznante salió del capullo y este se rompió mostrando a una especie de minotauro azul con tatuajes de calavera en los brazos, y midiendo más de dos metros de altura.
- ¡...Dejarán de existir!- gritó con una voz gutural que sacudió todo a su alrededor y haciéndome caer.- Cuando vengan esos dos les quitaré las cartas y nadie evitará que destruya a todas las mujeres del mundo, Master.
Corrió lanzando autos contra los edificios, la gente comenzó a correr asustada al ver al enorme monstruo mitad toro mitad hombre destrozar todo lo que estuviera al frente.
- ¡Se dirige a la Plaza Dominó!
- ¡Llamen a la policía!
Corrí a esconderme en unos arbustos y saqué la carta de mi bolsillo.
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(Pv Mikael)
Al final todo salió bien, la revista sería todo un éxito gracias a Jacob y a Kaoru. Aunque, la chica parecía un poco molesta, bueno supongo que es normal. No sabía que también era modelo pero realmente se supo comportar y mantener quieta, tal vez no está acostumbrada a esto del BDSM.
- ¿Quieres ir a comer pizza?- me preguntó Richard mientras me llevaba en su auto.- Ahora que ya pasó lo peor hay que celebrar.
- No gracias, no tengo hambre- dije mirando por la ventana.- Ahora desearía un buen baño caliente y dormir hasta mañana.
De pronto un estruendo hizo que el auto temblara, Richard se detuvo y ante nuestros ojos un enorme monstruo saltó hacia la Plaza Dominó lanzando un auto que aterrizara a pocos metros de nosotros.
- ¡¿Pero qué coño?!-exclamó Ric aterrado.- ¿Eso era....?
- ¡Vete antes de que dañen tu auto!- dije saliendo del vehículo.
- ¡Espera Mikael!
Esa cosa por poco nos mata, esto se volvió personal y me las va a pagar. Saqué el naipe y me escondí detrás de uno de los autos volcados.
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(Pv Kaoru)
- Sólo un detalle más...
Seguía dibujando mi nuevo diseño, no fue nada fácil pero luego de una hora ya tenía un nuevo atuendo de acuerdo a lo que vi en las revistas sobre la "Princesa" del Sr. Pristige. Estaba tan concentrada dibujando que no noté nada mas a mi alrededor
- ¡Listo!- miré mi pequeña obra emocionada.- Ahora espero que le guste.
- ¡Cuidado!
Me quité los audífonos y me sorprendí al ver a la gente huyendo, no entendí porqué hasta que vi a un enorme minotauro entrando a la plaza.
- ¿Qué rayos?- me quedé sorprendida al ver a la enorme criatura correr hacia la gente.
- ¡Todas las mujeres deberían desaparecer!- gritó el minotauro furioso lanzando bancas contra todos, incluyendo las esculturas, lo que hizo que me enojara.
- ¡Oye tú!- le grité furiosa.- ¡¿Qué te has creído destrozando las cosas de los demás?! ¡Este es un lugar de calma y relajación y tú vienes a perturbar esa paz!
El minotauro me miró y se acercó con un gesto de burla en su cara.
- Las mujeres no deberían opinar nada sobre paz, mejor dicho no deberían existir.- dijo acercando su hocico a mi cara.
- ¡Agh! Lo que no debería existir es tu horrible aliento.- dije alejándome de él, de pronto siento que me levantan por los aires.- ¡HEY! ¡Suéltame horrible bicho!
- Serás la primera que muera entre mis manos.- dijo apretando mi cuello con sus manos.
- ¡Suel...!- mis gritos quedaron ahogados en mi garganta, la presión era cada vez peor, la vista se me nubló y sólo quedó un manto negro...
El aire....no puedo...respirar...alguien...ayudenme...Jacob...Kazu...mi
- ¡Sueltala!
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Escucho una voz a lo lejos, poco a poco se hace más nítida....Cuando comienzo a despertar El aire regresa a mis pulmones y la niebla que cubría mis ojos desaparece. El chico de azul, Lord Diamond me tenía entre sus brazos mirándome asustado, una sensación de calidez invadió mi pecho, como si fuera algo conocido, al ver al chico a los ojos...eran distintos, eran brillantes, nunca había visto algo similar y aún así su mirada asustada y preocupada me dio una sensación dulce y agradable...como si fuera....¿Jacob?
- Que alivio...¿Te encuentras bien?- me preguntó con una sonrisa
- S-Si...estoy bien.- dije levantándome del suelo.- ¿Qué pasó?
- Lo siento, no puedo decirte nada ahora.- dijo alejándose de mí.- Ese monstruo va a desaparecer por haber atacado gente inocente.
Saltó del edificio y fue hacia la plaza donde el minotauro seguía destrozando el lugar.
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(Pv Jacob)
¡Maldito bastardo!
Cuando vi a Kaoru en manos de ese monstruo mi corazón se detuvo, mi mejor amiga estaba completamente pálida y su mirada perdida me heló la sangre, ella.....¡estaba muriendo frente a mi!
Ataque al minotauro con los dardos y estos parecieron balas que atravesaron su espalda y piernas, salté sobre él y tomé a Kaoru entre mis brazos. Llegué hasta un edificio de cuatro pisos y la examiné ¡Por Dios que no esté muerta! le tomé el pulso y para mi alivio seguía viva.
Cuando despertó y la dejé a salvo, un sentimiento de odio profundo se alojó en mi interior, si no la hubiera dejado sola nada de esto hubiera pasado, y si ese hombre le dejaba alguna secuela....Nunca me lo perdonaría.
Llegue hasta quedar frente a él. Al principio me miró con asco pero cuando saqué mis dardos me reconoció de inmediato.
- ¡Tú! ¡Devuelveme a mi presa!- gritó.- Si no lo haces te quitaré esa carta.
- No vas a tocar ni un sólo cabello de ella.- le dije con furia.
- Vaya, esa chica tiene mucho valor para tí, Diamantín.
La voz de Prince Sword se escuchó sobre la fuente, el minotauro lo ignoró y se lanzó contra mi.
- Dados...Diganme la suerte de esta criatura.
Estaba a punto de lanzar mis dardos cuando dos pequeños dados rojos crecieron de golpe para aplastar al minotauro.
- Ser aplastado por lo que veo.- se burló el pelirrojo caminando hacia mi.- Entonces...¿La chica esa es algo tuyo?
- Eso no te interesa.
- Cuidado caballerito, no olvides que yo soy el príncipe aquí.
- Como sea.
Ambos nos colocamos en posición de ataque al ver al minotauro levantarse. Este se nos vino encima y comenzamos a patearlo, no sé si ya le estoy pillando el truco a esto o simplemente estoy furioso, pero mis movimientos fueron más rápidos y certeros.
- No tengo tiempo para ti y ya has causado muchos problemas.- le dije al minotauro.- ¡Alas!
Estas salieron de mi espalda y volé hacia él antes de cargarlo y lanzarlo contra el suelo. Mientras tanto Sword hizo aparecer sus colas y quemó a la criatura.
Tanto mis alas como las colas de Sword brillaron y dispararon rayos de colores que hicieron que todos los destrozos del minotauro desaparecieran como si nunca hubieran existido, mientras los dijes absorbían el humo negro que salió de su cuerpo recuperando su apariencia de hombre de negocios.
- ¿Qué? Pero ¿Cómo llegué aquí?
- ¿Se encuentra bien señor? ¿Recuerda lo que pasó antes de transformarse?- pregunté mientras lo ayudaba a levantarse
- Bueno...estaba furioso, una joven que estaba entrenando en mi oficina se aprovechó y me quitó un proyecto que tenía listo para presentar y según ella no participé, me sacaron del proyecto cuando fue MI idea.- dijo cabizbajo.- Entonces...escuché una voz.
- ¿Una voz?- preguntó Sword.- ¿Recuerda cómo era? ¿Un hombre o una mujer?
- No, no recuerdo eso.- dijo con sinceridad.- Sólo recuerdo que me dijo algo de que para lograr mi objetivo debía traerle los naipes de los dos Ases.
- Ya veo.- dije resignado.- Bueno gracias por su ayuda.
- ¿Me arrestarán?- preguntó asustado.
- Según tengo entendido, usted estaba poseído.- dijo Sword.- Así que la policía no cataloga esto como ataques a menos que alguien resulte herido. Suerte que Diamond salvó a esa chica antes de que le hiciera algún daño.
- No se preocupe, ya pasó lo peor.- le dije al ver su cara aterrada pensando que pudo matar a Kaoru.- Ya debemos irnos, explíquele lo mismo a la policía y no se preocupe.
Cuando vimos a las patrullas nos fuimos saltando hacia los edificios, no queríamos que la prensa nos atosigara, al menos yo no.
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- Bueno, pequeño caballero, parece que esa chica tiene mucho valor para ti.
No dije nada, estaba ocupado viendo a Kaoru bajar del edificio, al parecer la restauración de todo incluía también la marca en su cuello por las manos del minotauro.
- No es algo que te interese.- dije más tranquilo.
- Si me interesa, enano.- dijo tomándome del brazo.- Tu eres mi esclavo, esa chica de seguro tendrá un trauma de por vida, de seguro le tendrá miedo a los hombres o que alguien toque su cuello. Tus ideales no servirán de nada con ella... ¿eh? ¿Por qué habla con ese tipo?
Miré en la dirección que señalaba, Kaoru estaba sentada en la parada del autobús pero no estaba sola, Richard R. platicaba con ella al parecer preocupado, aunque parecía incómoda no creo que tenga que ver con lo ocurrido, más bien por el hecho de que en la sesión de fotos estuvo detallándola de pies a cabeza y dándole órdenes de cómo moverse.
- Tu idea de un mundo gris y sin vida no parece afectarle.- sonreí al verla pedirle un autógrafo al hombre y este sonreía divertido mientras firmaba una hoja de la revista.
- Bueno, sólo tengo que molestarla así como lo hago contigo.- dijo alejándose de mi, eso me hizo entrar en pánico, si a mi me besó a la fuerza ¿Qué podría hacerle a ella?
- ¡No!- dije colocándome frente a él.- Por favor no la molestes, si quieres que te obedezca lo haré pero no te atrevas a lastimarla.
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(Pv Mikael)
Este tipo me lo pone todo en bandeja de plata, veamos aún no comprendo por qué actúo como si quisiera llevarlo a la cama, tal vez sea sólo mi instinto de dominante, nunca he estado con un hombre y este chico más bien parece una rama a punto de romperse, tal vez pueda divertirme con él, total nadie sabe quién soy. Mi reputación se mantendrá como siempre.
- Bien, pequeño caballero, prometo no meterme con la chica.- le dije.- También te doy mi palabra de ayudar a las personas poseídas y no quejarme demasiado, pero a cambio...serás mi juguete cada vez que terminemos una misión, empezando ahora.
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(Pv Jacob)
Me arrinconó contra una pared y me besó con fuerza, su lengua invade mi boca como el dueño de esta y debo admitir que me gusta esta sensación, tal vez sólo imagino que es Mikael el que me besa con tanta lujuria y por eso no me estoy quejando.
Mikael era un dominante, alguien que le gusta tener el control, por eso imaginarme a este hombre como si fuera él quien está bajo la máscara hace que me excite, demasiado.
Se aleja y un hilo de saliva nos mantiene unidos mientras nuestras respiraciones agitadas se calman a medida que recuperamos el aire. Él mira mi entrepierna y sonríe con burla, sé que estoy duro a través de la ropa.
- Veo que te gusta ser dominado.- dijo tocando mi hombría haciéndome gemir.- Bien, muéstrame lo que esa boca puede hacer, haz que me corra sólo por ti.
Si el beso era para atontarme, dio resultado, estoy tan excitado que no puedo pensar en nada que no sea bajarle los pantalones a ese tipo y devorar toda su hombría. Me agacho y bajo el cierre de sus pantalones y al ver el enorme miembro que salía de este gemí impresionado, es casi tan grande como el de Mikael, bueno en realidad no llegué a verlo y mucho menos lo vi duro pero wow, así sería si estuviera excitado.
Comencé a lamer la punta y mis dedos recorrieron la longitud hasta llegar llegar a sus testículos, era muy grande para mi boca pero el sabor salado y la adrenalina recorriendo mi cuerpo sabiendo de que alguien nos podría ver hizo que metiera lo más que podía en mi boca.
- Rápido mocoso.- dijo entrecortado.- Se me acaba el tiempo.
Estaba apoyando sus manos a la pared y se mordía el labio sudoroso, parecía tener una lucha interna sobre si le gustaba o no.
Y le gustó por lo que veo, bastaron unos minutos antes de sentir toda su corrida en mi boca con tanta fuerza que tuve que juntar mis manos para no desperdiciarlo, delicioso.
- Eres bueno.- dijo subiéndose el cierre.- Espero volver a verte.
Dijo antes de desaparecer entre saltos, yo tuve que masturbarme una vez más mientras regresaba a la normalidad, aunque no me tomó mucho tiempo correrme ya que aún conservaba el sabor de ese hombre entre mis labios.
- Es oficial, soy un masoquista y quiero tener sexo con ese hombre.- dije bajando las escaleras de emergencias del edificio.- Genial, ahora resulta que me gustan dos hombres, uno por ser de quien me enamore de niño y el otro por querer dominarme.
Logré salir del edificio sin problemas y fui hacia la plaza, la pizza que dejé ya debió pasar a otra vida así que debería ir a casa.
- ¡Jacob!
Al ver hacia la parada, Kaoru se me acercaba mientras el Sr. Rodríguez se despidió de mi con la mano antes de alejarse hacia la esquina.
- ¿Estás bien? ¿Ese minotauro te lastimó?- me pregunta al llegar frente a mi.- Lo siento, no debí enojarme de esa manera, yo....
Pero no la dejo terminar, la abrazo con todas mis fuerzas dejándola sorprendida y quieta entre mis brazos.
- Perdóname, nunca volveré a romper una promesa.- dije ocultando mi rostro entre su cabello mientras lloraba.- Si algo te hubiera pasado por mi culpa...perdóname por favor.
Tiemblo de sólo pensar lo que pudo pasar, Kaoru es como mi hermana y la quiero demasiado.
- No llores Jacob.- dijo mirándome a los ojos.- Estoy bien.- sonrió de forma maternal.-Tú no tienes la culpa de nada ¿vale?- asiento tratando de no llorar.- Vamos Jake, un hombre no debe llorar delante de la gente.- saca un pañuelo de su bolsillo y seca mis lágrimas.- Vamos grandulón, no llores más o me sentiré peor. Anda vamos a casa, pediremos pizza y te contaré lo que pasó antes del bicho ese, ya no estoy enojada contigo.- nos sentamos en la parada y por suerte el autobús llegó de inmediato.- Aunque aún recuerdo que rompiste dos promesas y voy a tomar cartas en el asunto.
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(Pv Kaoru)
Jacob sonríe ante el chiste, me sentí mal al verlo así tan vulnerable.
Me quedé en su departamento y le conté sobre mi cita con el Sr. Pristige mientras esperábamos una pizza vegetariana.
Cuando se hizo de noche, me quedé en su casa y decidimos dormir juntos.
Mientras dormimos recuerdo el rostro de Lord Diamond y lo comparo con el de mi amigo, su semblante de miedo y preocupación, ese sentimiento de culpa y esos brazos que me aferraron temiendo que desapareciera...no cabe duda...son la misma persona.
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