Cap. 31 Aquellos Sentimientos Humanos
(Pv Jacob)
No podía creer que Katerine Blaze fuera en realidad Clown Wizard, traté de preguntarle muchas cosas pero simplemente no sabía cómo empezar.
- A todo esto, ya pasó mucho tiempo desde que se los llevaron.- dijo Mikael.- ¿Cómo vamos a encontrarlos?
- En el muelle.- dijo la mujer.- El evento del museo fue una trampa desde el principio, pero hay otro evento relacionado.
- ¿El evento secreto?- pregunté.
- Ahí es a donde se los llevaron.- explicó Katerine.- Me tomó un tiempo investigar la verdad, pero Master se ha mantenido vivo no gracias a la maldición, sino que estaba protegido por una especie de secta, quienes repartían los cuatro naipes a gente al azar y se quedaban con el naipe del Joker.
- ¿Una secta?- pregunté sorprendido.- No esperaba algo así.
- Bueno algunos eran miembros de cultos muy importantes para la sociedad, otros quedaron en banca rota pero el hecho de ser leales a Master les permitió mantenerse en el culto.- explicó.- Hasta hace unos veinte años eran un grupo muy importante, pero algo cambio que los hizo matarse entre ellos.
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(Pv Kaoru)
- Mi familia había venido de México por el sueño americano, mi bisabuela se casó con un norteamericano de buena familia y tuvieron a mi abuelo, un día su padre le dijo que era parte de un grupo secreto y que le enseñaría todo para ser como el, pero mi abuelo lo tomó por loco y se alejó de él hasta el punto que de adulto se quitó el apellido paterno dejándose el de su madre.
Escuchaba a Richard en silencio mientras lo miraba fijamente, habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo que no estaba segura de cómo entender.
- Luego mi abuelo se casó con mi abuela y tuvieron a mi padre.- explicó.- En un intento por no haber rencores en la familia aceptó que su padre visitara a su nieto y...Mi bisabuelo le llenó la cabeza de tonterías buscando que siguiera sus pasos y lo logro, se convirtió en un miembro importante en el culto y un día le dieron el naipe del Joker para que siguiera con la tradición.- suspiro resignado.- Cuando se casó con mi madre aún no lo tenía pero cuando yo nací se lo dieron y perdió la poca cordura que le quedaba, mi madre estaba preocupada por mí e intento seguirle la corriente.- apretó los puños furioso.- Hasta que le pego y se cayó contra la mesa, cuando vi eso comencé a llorar y el iba a pegarme, pero mi madre reunió fuerzas para protegerme y llamó a la policía.
Me sorprendí al escuchar esa parte de la historia, comprendí que el odio que Richard le tenía a su padre era mayor del que podía imaginar.
- Mi madre encontró la carta y se la llevó cuando nos fuimos.- dijo cerrando los ojos.- Al parecer ese fue el inicio de la perdición del culto.
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(Pv Jacob)
- La carta aún sin tener un portador puede ser usada para obtener riqueza y poder. Al perderla el culto se fue al quiebre y la locura los desbordó.- finalizó Katerine.- Comenzaron a asesinarse mutuamente culpándose de sus desgracias y poco a poco sólo quedaron sus espíritus vagando en el limbo en busca de venganza. Debido a su propia locura, Master lo convirtió en energía y e hizo que poseyeran a la gente.- ambos la miramos sorprendidos.- Cuando absorbemos ese humo negro que sale de las víctimas en realidad absorbemos el alma de los miembros muertos del culto, de manera que Master no puede volver a usarles.
- Qué locura. Todas esas personas sólo estaban enojadas pero Máster y sus aliados llevaron la situación al extremo. Así que por eso el padre de Richard prefirió morir y llevarse a su familia con el.- gruñó Mikael furioso.- Todos ellos estaban dementes.
Ni en mis más locos sueños podría imaginar algo así. Pensar en todo lo que tuvo que pasar Richard por culpa de esa carta.
Llegamos al puerto y vimos a lo lejos un enorme barco de lujo pero en ruinas alejándose lentamente del puerto.
- Ahí están.- dijo Katerine.- Elizabeth y Richard deben estar cerca de Master para poder vigilarlos. Usemos los naipes para llegar y terminemos con esto de una vez.
- De acuerdo.- dije seriamente.
- Pero no sabemos cuánto podemos tardar en encontrarlos.- dijo Mikael sacando las dos mochilas con ropa.- Nuestras transformaciones suelen durar una hora máximo ¿Y si perdemos los poderes justo cuando nos enfrentamos a Master?
- Pueden recargar en algún cuarto.- dijo sacando de su pecho el naipe del trébol.- Yo recargue antes de venir.
- ¿Recargar?- preguntamos los dos ¿Qué estas cosas son a base de pilas?
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(Pv Richard)
- ¿Te sientes mejor?
- Sorprendente si.- dijo cubriéndose con mi capa.- ¿Y tú?
- Perfectamente.- dije acariciando su cabello ahora suelto.- Te dije que era la forma de curarme.
- Aún no puedo creer que teniendo sexo sea una forma de cargar los naipes.- dijo sonrojada mientras veía el naipe del corazón ya brillante y listo para usarse.- Incluso tengo más energía que si hubiera dormido todo el día.
- Te lo dije, entregarse a la lujuria fortalece los naipes.- sonreí divertido mientras la abrazaba.- Ya no siento dolor, pero si tengo una gran felicidad en el corazón.- ella sonrió tímidamente.- Kaoru ¿Cómo una mujer puede hacerme tan feliz? No solo has estado a mi lado cuando más lo necesitaba sino que me has dado un regalo maravilloso.- Coloque mi mano sobre su vientre.- Un hijo, no sé si seré buen padre dado que no tuve un ejemplo a seguir, pero te juro que voy a hacer lo posible por que sea feliz.
- Richard.- desvío la mirada nerviosa.- Yo, tampoco sé si seré buena madre, no estaba preparada para serlo ahora. Pero no quiero que mi bebé sufra.
- Y no lo hará mi gatita.- dije besándola dulcemente.- Estamos juntos en esto, como dije no le faltará nada, entre los dos le daremos una buena vida y no quiero que dejes tu trabajo o los estudios.
Sonrió más tranquila.
- Tampoco pensaba hacerlo.- dijo divertida.
- Mi gatita.- la besé más intensamente haciendo que soltara un gemido.
Hubiera seguido con mis caricias de no ser porque la puerta se abrió de golpe, de inmediato me coloque frente a Kaoru mientras ella se cubría con mi capa.
- ¡Los encontré!
La voz de Mikael me sorprendió pero cuando entró vestido como Prince Sword me alegro mucho.
- ¡Kaoru!- Jacob entró vestido como Lord Diamond y se lanzó a abrazar a mi chica.- Me alegra tanto verte a salvo ¿Por qué estás desnuda?
- Ehhhh es algo difícil de explicar.- dijo nerviosa.
- Descubriste que estabas embarazada, el naipe de Richard es en realidad el del Joker y se pusieron a cojer como conejos. Fin
¡Mierda!
Esa mujer entró usando un traje de Clown Wizard más femenino, unas botas de tacón alto, pantalón ajustado y una túnica sin mangas hasta las rodillas y un top ajustado. Bien dice el dicho que la mejor armadura de una mujer es que esté más destapada.
- Ya pensé que no iba a aparecer, suegra.- dije divertido.
- Cierra la boca mocoso o te la cierro de una patada.- dijo molesta acercándose a Kaoru.- ¿Estás bien?
- ¡¿Ka-Katerine?!- exclamó Kaoru sorprendida.- ¡¿Cómo es que...?!
- Explicaciones sin importancia para más tarde.- dijo mirandola molesta.- Más importante es lo que voy a decirte.
La tomó de las mejillas y se las jaló fuertemente.
- ¡Pedazo de idiota! ¿Acaso pasar tanto tiempo entre homos se te olvidó que si tienes sexo con un hombre siendo tú mujer puedes embarazarte?- gruñó la mujer.
- ¡Lo hiento!- decía Kaoru tratando de hablar.- Io ajumiré mi lesponzabilidad.
La mujer la soltó y rascó la cabeza.
- Me lleva el carajo, todavía estoy aceptando que me ves como madre y ahora tendré que hacerme la idea de ser abuela.- rezongó antes de mirarme.- Oye arlequín, si se te ocurre escaparte de esto, despertarás sin pene.
- Nunca tuve intención de abandonar a mi gatita y mucho menos a mi pequeño.- dije firmemente acercándome a ella.- Tan pronto terminemos con esto me casaré con su hija, ya había comprado el anillo pero pensaba pedirle matrimonio en una cena formal, no en medio de la nada sin tener ni puta idea de donde estamos.
-¿E-En serio?- preguntó Kaoru sorprendida.
- ¡Hey! ¡La exhibicionista de allá!- gruño Mikael molesto antes de lanzarle una mochila.- Vístete al menos mientras recargamos.- Luego tomó a Jacob y salieron de la habitación.
- ¿Acaso se van a poner a tener sexo ahora?- preguntó Kaoru confundida.
- La que está desnuda y recién follada no es quién para decir nada.- dijo mi futura suegra haciendo que mi gatita se sonrojara al máximo antes de correr a un rincón y vestirse con lo que había en la mochila.- También traje ropa para ti, pero parece que no vas a quitarte eso.
- Lo siento, el naipe del Joker reduce el tiempo de vida de su portador por cada vez que se usa.- dije como si nada mientras mi chica se tensó.- No es como los otros que al menos puedes durar cinco años, así que decidí sólo usarlo para una situación de emergencia.
Le expliqué lo sucedido mientras Kaoru se ponía un conjunto deportivo color violeta, cuando terminó me devolvió la capa.
- No tengo intención de morir ahora, antes no lo usé por cobardía.- dije abrazando a mi gatita.- Después de haber perdido a mi madre no tenía nada por lo que arriesgaría mi vida. Llevaba el naipe conmigo a todas partes deseando librarme de él, pero mi propia cobardía me lo impedía. Hasta que conocí a Kaoru.- ella me miró sorprendida.- Por eso no dudaré en usar esta maldición para salvarla a ella y a mi pequeño.
La puerta volvió a abrirse, esta vez los chicos regresaron un poco sudados y con la ropa desordenada.
- Puta madre, de haber sabido que se cargaban así hubiera seguido cogiendo con Jacob en las azoteas.- decía Mikael.
- Ay.- se quejó el azulito frotandose el trasero.- Aunque no me dolió tanto como pensé.
- Estás usando un traje mágico.- dije divertido.- Apuesto que te permite tener tu propia lubricación.
El chico se sonrojó tanto que parecía un tomate, Kaoru sacó el naipe y se transformó para que nadie dijera nada de ella.
- Bueno, ya cogieron y ya tienen energía.- dijo Katerine saliendo de la habitación.- Terminemos con esto de una buena vez.
Todos asentimos y salimos rápidamente.
- Por cierto, supongo que tu embarazo explica esos cambios tan raros de humor que tenias hace rato.- dijo Jacob más recuperado.
- Supongo.- dijo Kaoru.- Ahora todo lo que ha pasado en las últimas semanas tiene sentido, los mareos, los vómitos...creí que era por el estrés.
- Por cierto, deberías ir al doctor después.- dijo Mikael.- El otro día bebimos más de la cuenta ¿Recuerdas?
Mi gatita se asustó y yo me sentí terrible, yo había llevado alcohol al departamento para celebrar otro mes de relación y luego de beber tuvimos otra orgía, espero que mi bebé esté a salvo.
- No creo que le pase nada.- dijo Katerine indiferente.- Siendo mi nieta será más fuerte que cualquier feto de su tamaño.
- ¿Cómo sabes que será niña?- pregunte divertido.
- Cambios de humor repentinos normalmente son típicos de niñas.- explicó divertida.- Estoy segura que será incontrolable cuando llegue a la adolescencia.
Kaoru sonrió al igual que yo, parece que ese angelito había ayudado a su madre a mejorar su relación con la abuela incluso antes de nacer.
¿Una niña eh?
- Si lo es, será tan hermosa como su madre y tendré que alejarla de los bastardos que se le acerquen.- dije emocionado.
- ¿Y si le gustan las mujeres?- preguntó Mikael.- ¿Y si resulta que le gusta la relación de Sumisión como a sus padres?
- La alejaré de las arpias que se le acerquen y no dejaré que tenga relaciones.
Los hombres rieron divertidos pero yo estaba molesto ¡No dejaré que un monstruo malvado se lleve a mi pequeña!
- Descuida papi.- se burló Katerine.- Le enseñaré a ser una buena dominatrix.
- ¡¿Podrían no hacer planes de mi bebé cuando ni siquiera a nacido?!- exclamó Kaoru completamente roja.- Sólo quiero que sea un bebé sano, sea niño o niña no me importa, si se enamora de alguien que le quiera es lo que realmente debe importarnos.
Sonreí agradecido al escucharla, pensar que hace un año no tenía nada más que mi trabajo y ahora tenía una familia. Definitivamente no puedo darme el lujo de morir.
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(Pv Jacob)
Cuando Katerine nos explicó que el sexo placentero recargaba los naipes casi me caigo al mar ¡¿Qué clase de poder mágico era ese?! Ya veo porqué esas cosas de la magia del amor y la amistad no son más que palabras escritas en cuentos de hadas.
Mientras subíamos al barco recordé que las veces que Prince Sword me besaba o me obligaba a hacerle un oral no era algo voluntario, en ese entonces estaba frustrado por muchas cosas y cuando estaba con él no disfrutaba tanto como hubiera deseado, porque quería que fuera Mikael quien me sometiera.
Supongo que por eso no funcionaba como debía, cuando descubrimos la verdad no volvimos a usar los naipes para tener sexo, aunque una parte de mi desea que lo hiciéramos, me di cuenta que no era solo deseo carnal lo que sentía, lo amaba tanto que sólo tenerlo conmigo era suficiente para hacerme feliz.
Mientras Clown usaba su ruleta yo seguía pensando en mi situación, desde hace días había tenido extraños sueños sobre dos personas que se querían pero algo los separaba, mis sueños no llegaban a revelar lo sucedido pero comienzo a darme cuenta de muchas cosas.
Dejé de pensar en mi misión como portador del naipe, no me importaba nada más que estar con Mikael, me di cuenta que he estado actuando de forma egoista y me da verguenza aceptar que, solo estaba peleando por mi propio bien y el de mis amigos, aquellas palabras de justicia e igualdad que le dije a Prince Sword en nuestro primer encuentro no significan nada para mí ahora.
Encontramos a Kaoru y a Richard sanos y salvos, pero no podía ver a mi amiga sin sentirme culpable.
De pronto Mikael me sacó de la habitación y entramos a otra igual de vacía.
- Jacob ¿Qué te preocupa?- preguntó Mikael molesto.- De pronto te pusiste pensativo y parece que no estás feliz de encontrar a Kaoru.
- ¡Sí estoy feliz!- exclamé.- Eso sólo que...- baje la mirada avergonzado.- Tenías razón Mikael, al final termine siendo un egoísta que solo quiere demostrar que soy mejor que otros.- me miró sorprendido.- Solo quiero que esto acabe para salvar tu vida y la de Kaoru...ya no quiero ser un héroe o impartir justicia, solo quiero volver a ser un chico normal, con problemas normales y...
No pude seguir diciendo nada porque Richard me dió una bofetada tan fuerte que me tiró al piso.
- Bien, ya te callé.- dijo molesto.- Ahora escúchame Jacob Ricks, los héroes sólo existen en las películas, ambos lo sabemos. Este poder no es más que el producto de seres egoístas y sanguinarios, esa es la realidad.
Se sentó sobre mí y me sujeto las muñecas.
- Richard no usó el naipe porque no iba a jugarse la vida en vano.- explicó.- Katerine lo uso para vengarse del maldito que le quitó a su esposa y amenaza con quitarle a su hija. Yo lo usé por conveniencia. Pero tú y Kaoru son capaces de enfrentarse a esas cosas para ayudar a otros, no piensan en las consecuencias de sus actos.
Desvíe la mirada avergonzado.
- Pero no tiene nada de malo.- dijo sonriendo.- Tienes miedo y yo también, no quiero morir ahora que al fin tengo algo que conseguí siendo yo.- lo miré sorprendido.- Si ser egoísta evitará que pierda al hombre que amo, entonces seré egoísta.
Me besó intensamente y yo respondí sintiendo su lengua entrar en mi boca y enrroscarse con la mía.
Es cierto, tengo miedo, no quiero morir ahora, no soy como los héroes de las películas que se sacrifican por la humanidad, solo quiero estar con Mikael el resto de mi vida, quiero divertirme con mis amigos, quiero ser cruel y disfrutar de placeres carnales, quiero ser dominado por el éxtasis y convertirme en un sumiso.
- ¿Mejor?- preguntó divertido.
- Un poco.- dije.
- Sí, ya lo noté.- dijo frotándose sobre mi miembro ya despierto, haciendo que gimiera.- Alguien aquí necesita vaciarse.
- Joder, en las películas antes de la batalla final los protas sólo se dan un beso.- dije mientras Mikael me bajaba los pantalones.
- Ya, pero nosotros no somos héroes normales.- dijo tocando mi endurecido pene.- Somos un grupo de pervertidos con trajes llamativos y muy cachondos ¿Cierto?
Paso su lengua por la punta y eso me hizo gemir más todavía.
- S-supongo que si.- dije abriendo las piernas.- Por favor Mikael....
- Dímelo Jacob.- me susurró de forma erótica poniéndome más duro de lo que estaba.- Dímelo de la forma más vulgar que puedas.
- Maldita sea, ya jódeme de una vez.- gemí ya casi al borde.- Métemela, follame pero ¡Hazlo!
Sonrió mientras entraba bruscamente en mi interior, me di cuenta muy tarde que no estaba lubricado, pero mientras pensaba eso, el pene de Mikael ya estaba tocando mi próstata y yo estaba gimiendo como perra en celo ¿No dolió? Pues no, para nada, entonces recordé que estábamos vestidos como los Ases, el naipe de mi muñeca brilló levemente y el dibujo de espadas en mis guantes se cubrieron con un halo de luz blanca, como si estuvieran evitando que perdiera mis poderes...Maldita sea si se cargan con sexo.
Antes de darme cuenta me había corrido y Mikael también, cuando me levanté sentí que el semen caía por mis piernas...Ay mi madre, menos mal que nadie me está viendo; ahora que estoy calmado y relajado me di cuenta que solo estaba buscando una excusa para tener sexo, o eso creo.
Me subí los pantalones avergonzado ¿Mm? Que raro ya no me estoy escurriendo, vi mi camisa y las manchas de mi corrida también habían desaparecido ¿Adonde se fue todo el desastre que tenía encima?
- Mejor ni averiguo.- dije siguiendo a Mikael.
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En el camino comenzaron a aparecer extrañas criaturas, al principio parecían sorprendidos pero luego nos atacaban, por suerte todos estábamos llenos de energía así que fue fácil destruirlos (¡Ya vale no! Dejen de recordarme que ando bien puto esta noche)
Las paredes del barco estaban oxidadas y aunque no nos balanceábamos, el suelo crujía con cada ola que chocaba con el casco. todas las habitaciones, incluyendo las de primera clase estaban totalmente vacías, sin muebles ni luces, tampoco había rastro de gente en el barco, sólo criaturas grotescas y babosas que nos atacaban.
- No hay duda, son las almas de los miembros del culto.- dijo Katerine.
Dicen que los ojos son el reflejo del alma, pero ¿Cómo son los ojos de un alma podrida y sucia? No estoy seguro, ante nosotros se alzaban bestias gelatinosas con rostros deformados y manos grotescas con dedos palmeados o retorcidos, sus gritos eran escalofriantes y se movían como los zombis más horribles de la televisión. Si esas criaturas alguna vez fueron humanas ¿Qué clase de atrocidades pudieron hacer para que sus almas se deformaran tanto?
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Finalmente llegamos hasta unas enormes puertas de metal, no sólo el tamaño era impresionante sino que algo en ella me provocó escalofríos.
- Creo que este es nuestro destino final.- dijo Mikael inquieto.
- Una vez adentro supongo que ya no podremos escapar.- dijo Kaoru.
Richard se tapó la boca mientras reía, haciendo que todos lo miráramos extrañados.
- Lo siento, es que en los videojuegos, cuando dicen esa frase es cuando viene la batalla final y ya no se puede guardar la partida.- dijo divertido.- Pero entonces sale un personaje diciéndote que lo que tengas pendiente por hacer, hazlo antes de entrar a la batalla final.
Ahora que lo dice eso es cierto.
- Lastima que no se pueda guardar la partida en la vida real.- suspiró Katerine aunque parecía divertida.
- En fin, entremos de una vez.- dijo Kaoru.- Si quieren hacer de personajes de videojuegos ¿Quién va a ser el líder?
- Ya estoy muy vieja para esas payasadas.- dijo Katerine.
- Yo paso gracias.- dijo Kaoru.
- Yo soy el personaje que antes era malo pero ahora es bueno, es decir el badass.- presumió Richard.- Así que no puedo ser el prota.
- Creo que el primero en obtener el poder se convierte en el prota.- dijo Mikael divertido antes de poner su mano sobre mi hombro.- Adelante querido.
- Cabrones.- bufé.
Ya no había marcha atrás, había llegado la hora.
Abrí las puertas y ante nosotros se mostró un enorme salón de baile en perfecto estado, lámparas de araña colgando en el techo iluminadas con velas negras y alfombras negras totalmente impecables cubrían parte del piso.
En medio de la habitación un altar de piedra se elevaba de forma grotesca en el lugar, obviamente no encajaba para nada ahí, su forma era completamente redonda y plana, de un metro de altura y de unos tres de ancho, su superficie parecía totalmente lisa, debajo había una serie de pinturas que mostraban a una chica siendo asesinada en un altar parecido y su alma salía de su cuerpo formando una especie de calavera.
- Bienvenidos, siervos míos.
Al otro lado de la habitación una mujer con un vestido negro ajustado bajaba las escaleras, su rostro tenía rasgos indios pero sus ojos eran de un color rojo tan intenso como la sangre, de su boca salían dos pares de colmillos afilados, dándole un aspecto de bestia carnívora, su cabello era rojo escarlata que parecía flotar por si solo, sus manos eran esqueléticas y tenían garras afiladas como un halcón.
- Después de tantos siglos, volvemos a vernos.- dijo divertida.
- Así que tú eres Master.- dije tratando de parecer confiado.- Tu voz no parece ser la misma que tenías cuando nos vimos por primera vez.
- ¡Oh! Bueno, esta es mi voz más humana.- dijo de forma sarcástica.- Pero supongo que debería mostrar un aspecto más espeluznante.
Esa nueva voz me paralizó por completo, ella se acercó al altar mientras su cuerpo emanaba un aura oscura y siniestra.
- En este mismo altar, deje de ser humana.- dijo sonriendo.- Mi alma bajó al Infierno y trajo a las criaturas más horribles que los humanos no podrían ni imaginar. Al principio era para complacer los deseos egoístas de mi padre, pero entonces me pregunté ¿Por qué debo obedecer a un humano?
- Oye ¿Esa historia va a ser muy larga?- interrumpió Richard.- Es que los villanos siempre se ponen a monologar antes de la batalla explicando que sus intenciones no son malas y bla bla bla, eso es molesto.
- Cierto, es molesto Sobretodo porque los demonios que yo traje del Infierno me traicionaron.- dijo sonriendo antes de mirarme fijamente.- Sobretodo tú, Cuervo.
- No digas mi nombre como si nada.
¿Eh? ¿Por qué dije eso?
- Lo sabía, aún están atrapados en esa prisión a la que los condené.- dijo divertida mientras un humo negro salía de su cuerpo.- En fin, eso no importa. Sólo quiero vengarme de ustedes antes de volver al Infierno, no hay más planes malvados que ese...Bueno, tal vez abrir un portal al Infierno para que los demonios invadan esta triste ciudad.
- Qué interesante.- dijo Katerine con sarcasmo.- Lo siento linda, pero tengo muchos negocios aquí y no me convendría que haya monstruos atacando a mis clientes.
- Yo también tengo mis negocios y no me gustaría que se vieran afectados por bichos raros rondando por aquí.- dijo Richard sonriendo.
- Si esperas algún discurso cutre de salvar a la humanidad, te equivocaste de héroes.- dijo Mikael.- A nosotros nos mueve el mismo egoísmo de todos los humanos y no quiero que mis proyectos sean arruinados por nadie.
La habitación comenzó a cubrirse de un humo negro espeso y pegajoso, el aire se tornó frío y la mirada de Master perdió la poca humanidad que le quedaba.
- Admito que son lo únicos que han dicho algo interesante frente a mi.- dijo en un tono más gutural que antes.- Da igual lo que vayan a hacer, mis poderes finalmente han regresado.- sonrió haciendo que sus labios se abrieran hasta llegar al borde de su mandíbula.- Ahora mueran.
Monstruos gigantes salieron de las paredes, gruñendo y gimiendo de forma espeluznante, algunos se arrastraban, otros trepaban por las paredes, algunos tenían agujeros por donde debía estar la boca o los ojos mientras otros tenían varios en su cabeza.
Era un escenario digno de una película de horror.
- No podemos huir.- dije respirando profundo.
- Así es.- dijo Mikael palmeándose la cara.- Ya no podemos escapar.
- Solo hay un camino y es hacia adelante.- dijo Kaoru jalándose la mejilla.
- Adelante.- dijo Katerine ajustándose el guante.
- Vamos allá.- dijo Richard colocandose la máscara en el rostro.
Bajamos las escaleras mientras las criaturas venían hacia nosotros, mi cuerpo no temblaba ante ese bizarro y grotesco escenario, ya no sentía miedo, solo un sentimiento invadió mi mente y era lo que me hacía caminar hacia adelante.
Estupidez
Sonreí feliz mientras sacaba los dardos, estaba estúpidamente decidido a pelear, estaba estúpidamente asustado y estaba estúpidamente determinado a acabar con esta locura, por eso sonreía.
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