Cap. 30 La Verdad sobre Katerine
--Flashback--
(Pv Katerine)
Clínica Privada de Ciudad Poker
Kazumi sonreía agotada en la cama, mientras Aurora, Shina, Elizabeth y yo la rodeabamos, antes de que ellas entraran me dio un sobre con una carta que escribió para mi, la guardé en mi bolsillo tratando de calmar mis miedos.
- Gracias....a todas.- susurró Kazumi feliz de vernos a todas.- Las amo mis esposas y mi querida hija.- Elizabeth sonrió tratando de no llorar pero las lágrimas caían solas.- No se preocupen, aunque me vaya, sé que mi familia estará unida...
- Kazumi.- Shina lloraba pero hacía lo imposible por sonreír y no hacerla sentir mal.
- No te preocupes Kazumi, cuando vuelvas a casa seguiremos siendo las mismas de siempre.- Decía Aurora sonriendo.
- Las quiero chicas, estoy feliz.- susurró cerrando los ojos tranquila antes de irse.
Yo quedé congelada, inmóvil ante todo lo que pasó a mi alrededor, Shina saltó hacia Kazumi llorando al darse cuenta que la habíamos perdido, Aurora cayó al suelo gritando entre llantos, Elizabeth tomó la mano de Kazumi impactada como si no pudiera creer lo que pasaba.
Yo....me quedé paralizada, solo estaba llorando ahí en mi sitio....apenas respiraba sin poder creer lo que pasaba, el cuarto se llenó de gritos y llantos que alertaron a los doctores, les tomó mucho tiempo sacarnos del cuarto y revisar el cuerpo de Kazumi, había muerto ante nuestros ojos....había perdido a mi amada.
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En el funeral solo habían amigos y familiares, todos parecían devastados y nos daban el pésame, sin embargo no veía a Elizabeth por ninguna parte, salí del velorio para llamar a los encargados de llevar el cuerpo al cementerio y entonces la vi, llorando en la entrada con un ramo de flores de cerezos, temblaba de miedo y su vestido negro estaba mojado en el pecho por sus lágrimas, me acerqué a ella y al verme retrocedió asustada.
- ¿Por qué no entras?- le pregunté.- Kazumi era tu madre después de todo.
- Yo.....- su voz estaba tensa y miraba el suelo temblorosa.- Yo no debí haber aparecido en sus vidas...-su expresión era tan dolorosa que me sorprendió.- No pude..cuidar de ella..- seguía llorando y su nariz se escurría.- Si no pude cuidar a mi madre....entonces Soy una inútil que solo apareció para darle problemas a Kazumi, si no hubiera aparecido ella no se habría estresado tanto...
- Eso no tiene nada que ver.- intenté decirle, pero ella estaba totalmente bloqueada.
- Soy una inutil....no soy....nada...el mundo sería un mejor lugar si yo no hubiera nacido...Kazumi estaría viva y mi hermano también.
Salió corriendo llorando dejando caer el ramo, pensé en seguirla temiendo que se suicidara, pero al ver a Huber cerca le di una orden y llevó a la chica a la limusina para llevarla a casa. Yo recogí el ramo y entré.
Esa chica estaba destrozada, tanto o peor que nosotras, había tenido una infancia muy dura y cuando al fin tenía una familia perdía a la mujer que la trajo a ella, Elizabeth.....ella era muy débil, pero si no hacía algo podría terminar muerta por sus propios pensamientos depresivos.
Coloqué el ramo sobre el ataúd y entonces hice una promesa.
- Kazumi, te aseguro que esa chica va a ser una mujer hecha y derecha, tal como tu querías. Ahora no necesita palabras, necesita salir al mundo y enfrentarse a él, tu la querías como tu hija y yo...-dude de mis propios pensamientos.- Esa chica también necesita una figura estricta, ya la hemos consentido demasiado, si necesito ser el padre cruel para salvarla....Entonces seré la villana.
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Cuando regresé al departamento, la chica estaba escondida en el mismo rincón de la cocina que años atrás la dejé para que comiera, lloraba en silencio sujetando el kimono favorito de Kazumi.
Entré a mi cuarto y tomé el sobre, lo abrí y vi que había una carta y un extraño naipe, sorprendida tomé la carta y comencé a leer.
Mi amada Katy
Para cuando leas esta carta, yo ya no estaré aquí.
Te pido que me perdones por ser tan egoísta, no quería decirte la verdad porque hubieras asumido que fue tu culpa, pero no lo es, hace cuatro años recibí este naipe del Trébol ¿Conoces la leyenda de los Ases del Poker? Esta es una de ellas.
Mire el naipe sin poder creerlo, había una persona vestida de verde y tenía en símbolo del trébol.
Sé que parece una locura pero te digo la verdad, en mi diario están las instrucciones detalladas de todo lo que hace, quiero que lo quemes junto con ese naipe maldito. Quería librar a la ciudad de todos los peligros y darles una ciudad prospera a mis esposas y a mi hija, pero hay una Maldición sobre estas cosas que aceleran la muerte de su portador cuando se transforman por primera vez.
Katy, cuando supe que estos naipes pueden elegir a su portador al azar me dio miedo pensar que una de ellas podría caer en manos de Aurora, de Shina o incluso de mi pequeña Elizabeth, te lo digo a ti porque eres capaz de pensar con frialdad aun bajo presión, no quiero que uses el naipe pero tampoco quiero que otra victima muera por su culpa.
Aún hay tres naipes allá afuera, también hay otra carta que está bajo el poder de la criatura que los creó, me temo que algo terrible podría pasar si esas cartas aparecen, tal vez la maldición se rompa si una es destruida, lo intenté varias veces pero entonces pensaba que si yo la usaba las protegería a todas.
Te pido que cuides a Aurora y a Shina, diles que las amo por igual, que siempre las he amado con cada fibra de mi ser, al igual que a ti, gracias por unirnos, gracias por sacarme aquel día de la casa de mis padres, gracias por llevarme en tu viaje, gracias por casarte conmigo, gracias por darme una familia.
Pero hay algo que me preocupa, Elizabeth está muy sola y se siente inferior a todos, es una buena niña y la amo, es mi pequeña, me duele dejarla y es de lo único que me arrepiento en la vida. Sé que la quieres Katy, tu también la ves como una hija lo sé, aquel día que te enfermaste lo supe, cuando entré al cuarto y las vi abrazadas supe que tu sentías ese mismo amor maternal que todas nosotras. Por eso te lo pido, cuídala mucho, ayudala a que se convierta en una mujer de bien, deseaba verla casada y teniendo una buena pareja, ya sea hombre o mujer, por eso quiero que la ayudes.
Esos son mis deseos, si lo logras te prometo que descansaré en paz.
Te Amo Katy
Diles a Shina y a Aurora que las Amo.
Dile a Elizabeth que estoy feliz de que fuera mi hija y que la Amo.
Por siempre tuya
Kazumi
Lloré desconsolada...una Maldición....una maldita carta me había quitado a mi amada y yo no pude hacer nada, toda la culpa era mía.
Lloré y lloré hasta que no fui capaz de soltar más lágrimas, escuché a Aurora y a Shina entrar al cuarto y nos abrazamos, ellas siguieron llorando pero esta vez yo las sostuve con fuerza, yo era la dominante en esta relación, yo debía ser fuerte para ellas, mis amadas estaban sufriendo y yo debía ser quien las protegiera, por eso, cumpliré solo parte de esa promesa.
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Pasó una semana y Elizabeth parecía un zombi limpiando la casa de un lado a otro, apenas hablaba o comía, por lo que decidí asumir mi rol de villana.
La llamé a mi oficina y ella entró temblando de miedo.
- Decidi que voy a darte un trabajo.- ella me miró sorprendida.- Seguirás con tus estudios de preparatoria pero cuando te gradues trabajarás para mi el resto de tu vida y harás ropa para mis chicas.
- P-pero.....mamá Kazumi quería que...yo entrara a la universidad.- dijo temblando.
- No voy a pagarte la universidad mocosa.- dije firmemente.- Puedo pagarte la tela si es lo que quieres pero no voy a gastar más dinero en alguien como tú. No eres nada mío.
Ella retrocedió asustada, mi pecho se encogió de dolor pero me mantuve firme.
- Y-yo....entonces me iré.- dijo mirando al suelo.- Le prometí a mamá Kazumi que estudiaría, si no me dejas ir a la universidad entonces pagare mis estudios.
- ¿Con qué?- dije burlonamente.- Solo sabes cocinar y limpiar.
- ¡A-Así sea limpiando baños!- gritó exaltada.- ¡Seré diseñadora como le prometí a mamá Kazumi!
- ¡DEJA DE LLAMARLA ASÍ!- grité sorprendiéndola y haciendo que Aurora y Shina entraran sorprendidas.- Kazumi te adoptó pero ella ya no está, por lo tanto no es tu madre, ya es bastante molesto que te haya puesto mi nombre como para que encima me recuerdes que te metió aqui por un capricho.
- ¡E-Entonces...! ¡Buscaré otro nombre!- gritó llorando.- ¡No quiero deberte nada! ¡P-pagaré hasta el último centavo que han gastado en mi!
Aurora y Shina estaban nerviosas al vernos pelear.
- Muy bien, por mi no hay problema.- dije.- Primero busca un departamento para ti sola, pasa al menos un examen de ingreso y empieza a trabajar, entonces te irás de aquí.
- ¡Katy!- gritó Aurora.
- Pero te advierto que no quiero dinero de una prostituta o una traficante de drogas.- dije arrogantemente.- Asi tardes el resto de tu vida, quiero que me pagues con dinero de alguien que se ha roto la espalda trabajando día y noche y es capaz de mantener sus estudios. Te pagaré el primer año de alquiler pero será lo último que haré por tí.
- Bien.- dijo mirandome finalmente a la cara.
- Y otra cosa, desde el momento en que salgas por esa puerta hasta que me pagues hasta el último centavo.- reuní todas mis fuerzas para terminar la frase.- No volveras a ver o hablar con Aurora o con Shina.
Ellas se me acercaron asustadas suplicandome pero tuve que ser fuerte, la chica necesitaba un motivante y por eso lo hice, ella amaba a sus madres y perderlas le haría mucho más daño por eso no dudé en hacerlo, aunque ella nunca me ame, aunque me desprecie, yo seré su enemiga y la empujaré fuera del nido.
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Unos meses después, encontró un sitio para vivir y me dio los detalles para la renta, aún faltaba un año para el examen de ingreso pero había aprobado algunas pruebas de simulación y consiguió un trabajo de camarera. Ese día se marchó sin mirar atrás, jurando que cuando volviera a entrar por esa puerta sería una gran diseñadora.
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Dos años después regresé a Ciudad Poker luego de un viaje de negocios junto a mis chicas y una nueva integrante en la familia, Elizabeth bajo el nombre de Kaoru Shin, había abierto una página Web donde vendía sus diseños a precios realmente bajos pero parecían ser muy populares entre la gente de clase media; fui a la universidad en secreto para ver su progreso y descubrí que andaba con un chico a todas partes, aunque no sé qué tipo de relación tenía.
Ella me enviaba un correo avisandome que había depositado dinero en mi cuenta, pero no le respondía, sentía que si lo hacía me rompería y no podía hacerlo ahora.
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Finalmente vi una noticia que me dejó impactada, un chico con alas vestido de azul evitó que Elizabeth fuera atacada por una banda de tipos con poderes extraños. Entonces lo supe, ese chico tenia otra carta, una víctima más de la maldición. Pocos días después un segundo chico apareció y temí lo peor.
Me disfracé y fui a la universidad un día, rogando por que ninguno de esos chicos tuviera relación con Elizabeth. La vi hablando con dos chicos en la parada del autobús, reconocí a uno como el amigo de la chica pero no tenía idea de quien era el otro. Subieron al autobús y pensé que lo mejor sería dejarla divertirse con sus amigos
Volví a la universidad y vi que había una galería de fotos, al ver una en particular me sorprendí tanto que casi me choco con un pilar.
¡Elizabeth estaba desnuda en una fotografía! Me enojé al principio pero cuando logré calmarme me di cuenta que no se le veía el rostro y el detalle parecía más artístico, entendí que pude reconocer su cuerpo por las cicatrices en su espalda, heridas que su propio padre le causó y que trataba de ocultar.
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Me fui a la Plaza Dominó a descansar un poco, aproveché para hacer unas llamadas y seguir con la investigación de quién era el maldito que me estaba robando, pero entonces escuché un gran alboroto al otro lado de la plaza, molesta por tener que cortar la llamada me di la vuelta....¡¿QUÉ COÑO ERA ESA.....ESA...ESE TORO GIGANTE?!
No fui capaz de moverme ¿Qué era eso? ¿Tenía algo que ver con la carta? Estaba tan asustada que no me di cuenta de algo hasta que fue demasiado tarde
Elizabeth...le estaba plantando cara a ese bicho...mi mente se llenó de horribles pensamientos al ver ese monstruo agarrarla por el cuello, mis piernas avanzaron solas dispuesta a salvarla de la muerte.
Entonces aparecieron esos chicos, el de azul salvó a Elizabeth y la llevó a lo alto de un edificio, yo los seguí luchando por llegar a la azotea, rogando porque estuviera a salvo. No se cuanto tardé en subir, pero al llegar abrí la puerta con cuidado y la vi levantarse y mirando al chico de azul que se alejaba, su cuello tenia una marca horrible que me partió el corazón, sentí que era culpa mía....Si algo le hubiera pasado yo.....
Me quedé un rato mirandola bajar las escaleras, los chicos aparecieron en el techo y yo me escondí, no esperaba ver al chico de rojo humillar al de azul pero este parecía disfrutar de su sumisión más de lo que parecía. Cuando el de rojo se fue el otro chico se transformó y me sorprendí al reconocer al amigo de Elizabeth.
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Tenía un mal presentimiento la noche de la inauguración del casino de Pristige, si ese chico estaba en peligro y Elizabeth lo sabía se lanzaría de cabeza a la muerte, la conozco lo suficiente como para saber que si ella hubiera sabido la verdad sobre Kazumi habría elegido convertirse en un As si con ello la salvaba, por eso tomé mi decisión.
Tomé el diario de la caja fuerte y el naipe, dejé a las chicas durmiendo y me fui al casino en taxi, en el camino revisé una y otra vez los escritos de Kazumi, los poderes que había usado, las técnicas que había aprendido, todo estaba muy detallado junto con unas cuantas direcciones de varias personas, tal vez sabían algo sobre los Ases o fueron víctimas de la maldición. No pude terminar de pensar en ello cuando el taxi se detuvo, un policía nos dijo que algo pasó en el casino Aqua Marim y que no podíamos acercarnos más, le pague al hombre y corrí hacia un edificio cercano, llegué a la azotea y vi que las puertas estaban selladas y que la gente estaba amotonada encima de otros en la entrada, incluso desde esa altura podía escuchar los gritos de la gente atrapada.
- El Trébol puede aliviar el dolor del desafortunado y traerle buena fortuna.- recordé una frase escrita en el diario de Kazumi.- Si es cierto, entonces daré mi vida por salvarla. ¡Magic Clown!
Sentí un poder sobrenatural recorriendo mi cuerpo, el traje era muy masculino para mi gusto, por mi altura y mi cuerpo parecía más un hombre, aunque eso podría funcionar, ajusté la túnica a mi pecho de manera que ocultara mi busto y levanté mi mano, una pequeña ruleta apareció flotando sobre ella y la hice rodar.
- Blanco.- recité y la ruleta se detuvo en el siete blanco.
Un rayo de luz rodeo a las personas haciendolas flotar y curar sus heridas, me alivie a verlos huir del lugar, pero me di cuenta que el amigo de Elizabeth estaba ahi y se había escondido para convertirse en el chico de azul, busque a la chica pero no la vi por ninguna parte, estaba apunto de entrar hasta que el ruido de cristales rompiendose me alertó.
Mi corazón se detuvo al ver a una chica de rosa trepar como un gato hasta la azotea siendo perseguida por una serpiente. Era ella, mi corazón me lo decía.
- No puede ser.
Tan rápido había fallado en mi objetivo, no pude salvarla de todo esto.
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No sabía qué hacer, habían pasado varios días y la culpa me estaba matando, si no la hubiera sacado de la casa.....pero ya era tarde para pensar en eso.
Decidí ir a visitarla una tarde de lluvia en la limusina, tal vez si intentaba hacerla cambiar de opinión podría quitarle el naipe si volvía a casa. En eso Huber detuvo el auto frente a la entrada y mientras la lluvia inundaba los cristales vi a alguien salir del edificio, al principio no le di importancia hasta que la vi esconderse en un callejón y vi un brillo rosa salir de este.
Un camino de cartas apareció de la nada y Elizabeth corría sobre este.
- ¡Esta niña me va a dar un infarto!- pensé saliendo de la limusina tratando de seguirla
Me costó mucho seguirla aún siguiendo parte del camino de cartas, por desgracia ya no estoy tan joven como desearía, sentía que los cuarenta y tanto me estaban pegando aún con el traje puesto y el poder que me ofrecía.
Termine en un vertedero pero no veía a Elizabeth por ninguna parte, escuché una serie de explosiones en alguna parte y tuve una corazonada, corrí lo más rápido que pude y entonces algo pasó cerca de mi.
Una figura de blanco y negro con una máscara, el aura que despedía era como el de una bestia salvaje, pero entonces noté que tenía algo en los brazos...una figura mas pequeña...rosa...con manchas rojas.
- ¡Elizabeth!
Perseguí a la figura hasta un edificio abandonado y al entrar lo escuché.
- ¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
Me paralicé al escuchar ese grito de dolor, algo tan horrible salió de la boca de Elizabeth quien se sacudía en los brazos de esa persona, con cada movimiento la sangre caía por su cuerpo.
- ¡YA NO MÁS! ¡POR FAVOR NO MÁS!
- ¡Kaoru cálmate por favor!
- ¡PADRE YA NO POR FAVOR! ¡DUELE MUCHO!
- Tranquila cariño, aquí estoy, si te calmas te curaré.
- ¡MAMÁS AYUDA! ¡KAZUMI! ¡AURORA! ¡SHINA! ¡KATY! ¡TENGO MIEDO!
- No te asustes cariño....aquí estoy...
- ¡Aléjate de ella!
Los gritos de Elizabeth me destrozaron, no pude mantenerme en pie y caí impactada, al final no pude hacer nada por salvarla.
Al escuchar la voz del hombre que la sostenía sentí una rabia incontenida y liberé mi frustración. El hombre me miró sorprendido al darse cuenta que estaba detrás de él. Kaoru lloraba en sus brazos y de inmediato la tomé en mis brazos y usé mi poder para curarla.
- Cálmate.- dije al principio pero temí que me reconociera así que usé la máquina de mi brazo.-Todo-ocurre-en-tu-cabeza........Deja-que-calme-tu-mente.- comenzó a relajarse poco a poco.- Curar-tus-heridas...pero-no-poder-transformarte-por-ahora...dejar-otros-encargarse-de-enemigo.
Cerró los ojos más tranquila, su respiración se calmó y supe que se había quedado dormida.
- ¿Quién eres tú?
El hombre me miró confundido al principio pero parecía querer quitarme a Elizabeth de las manos.
- Lo mismo debería preguntar.- dije sin la máquina.- No eres el portador de ninguno de los cuatro naipes, más bien pareces un vasallo de la cosa que envía los monstruos a la ciudad.
- Si te sirve de prueba, si soy un portador oficial, no un farsante como la maldita que atacó a mi pequeña gatita.
- ¡¿Qué eres tú de ella para llamarla así?!- gruñi furiosa tratando de no alzar la voz.
- No voy a contestarle a alguien que no me ha respondido.- dijo con burla.
Coloqué a Elizabeth en el suelo detrás de mi.
- Soy su madre, la esposa de las mujeres que llamaba entre gritos y lágrimas.- dije.
- Entiendo, si eso es cierto debes ser Katerine Blaze, reconocí esos nombres enseguida.- dijo arrogantemente.- Estamos en el mismo ambiente, soy Richard R. futuro novio de Kaoru.
- Lo siento, ella no tiene esos gustos.- dije.
- Por ahora.- sonrió.
- Ahora lárgate yo me ocupo a partir de ahora.
- ¡Ni hablar! Yo la salvé antes de que descubrieran su identidad.- dijo caminando hacia mi.- Debo decirle la verdad...
- Tu no eres parte de los cuatro Ases, así que no, no le dirás nada.
- ¡Usé este naipe para proteger a Kaoru!- gritó señalando su muñeca.- No me importan las consecuencias de la maldición que pesa sobre mí, sólo quiero salvarla de ese destino.
- Aún si tus intenciones son buenas, ella no va a librarse del naipe aunque sepa sobre la maldición.- dije resignada.- Ella va a arriesgar su vida para salvar a otros, lo sé, es igual a su madre....
Sea lo que sea lo que la haya llevado a ese lugar, estoy segura que fue para ayudar a su amigo.
- Tienes que prometer que no le dirás nada, ni tu identidad, ni sobre la maldición, ni nada.
- ¡Pero...!
- Si quieres ser de utilidad ayuda en secreto, es lo que yo haré.- lo miré decidida.- A cambio de no interferir en su relación, estoy dispuesta a protegerla desde la distancia.
El hombre me miró molesto, no parecía dispuesto a ayudar, no sé si realmente quería a Elizabeth pero al menos la salvó del peligro.
- Bien, sí con ello evitamos que la situación empeore que así sea.- dijo alejándose hacia una ventana iré a ayudar a los otros dos, no aparezca allá o sería complicado de explicar.
Tronó los dedos y su aspecto cambio hasta parecerse a mí, me sorprendí tanto que no pude decir nada hasta que se fue y Elizabeth comenzó a despertar. Revisé que no estuviera herida y usé la máquina para hablar.
- Curar-tus-heridas...pero-no-poder-transformarte-por-ahora...dejar-otros-encargarse-de-enemigo.
Comenzó a mover la cabeza confundida, se veía tan indefensa que quería abrazarla y decirle que estaba a salvo.
- ¿Donde...estoy?
- Vuelve-casa...Estar-muy-débil.- abrió los ojos poco a poco, su mirada estaba pérdida y parecía más agotada que antes.
- ¿Q...Quién..?
- Clown-Wizard.- dije guardando todas mis emociones en mi corazón, ahora usaría este naipe para protegerla, incluso si eso me llevara a mi muerte, salvaría a mi hija del mismo destino que Kazumi.
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Nota de la Autora:
Hola!!
Vale sé que este capitulo es un poco de relleno, pero le estuve dando vueltas a la historia de Katerine y ya que apenas la he mostrado, quería mostrar su importancia en la trama, admito que no tenia planeado hacer este capitulo, pero pensé que dejaría muchos huecos argumentales si no explicaba el punto de vista de Katerine.
Aprovecho para preguntarle ¿Qué les ha parecido un personaje yuri como Katerine y sus chicas? Admito que fue la primera vez que decidí arriesgarme en colocar una mujer así pero aún estoy probando nuevos desarrollo de personajes. Me gustaría conocer su opinión al respecto ahora que estamos llegando al final. ¿Qué opinan de los personajes? ¿Les parecieron interesantes o son muy planos?
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