Cap. 3 ¿Aliado?
(PV Jacob)
- Los testigos del parque afirman que el misterioso chico de rojo era el segundo As, Prince Sword.
Miré la pantalla del televisor mientras lavaba los platos. La reportera mostraba las fotos de un chico con un traje rojo oscuro, así que hay otra persona ¿eh?
Miré por la ventana encontrando la luz del atardecer, el color carmesí resaltaba los edificios de más de treinta pisos y los enormes casinos que comenzaban a encender las luces de sus letreros, creo que es lo único que no me gusta de esta ciudad, las noches más bien parecen días por todas las luces, no puedo ver las estrellas incluso estando en mi pequeño departamento del piso 20.
- Vamos Jacob, deja el sentimentalismo.- dije para mi mismo.- Comienzas a hablar como mujer.
Salí de la cocina y apague la tele antes de encender mi laptop, será mejor que investigue sobre esto de los Ases o lo que sea. Luego de media hora de investigar, pude conseguir una página de leyendas urbanas que tuviera más sentido:
Cuando se construyó la primera taberna de una nueva Ciudad, encontraron una caja cubierta por sellos en los cimientos, la gente creyó que era un tesoro y la abrieron pero no había nada. Después comenzaron a ocurrir todo tipo de desgracias: inundaciones, gente poseída, terremotos y todos los sobrevivientes mencionaban lo mismo: una sombra negra con una voz aterradora era el responsable de dichas desgracias.
Ya que la Ciudad apenas comenzaba a construirse, la gente comenzó a abandonarla creyendo que estaba maldita, aquellos que se quedaron vieron a cuatro personas con poderes mágicos que encerraron a la sombra en la misma caja. Sin embargo, también escucharon las últimas palabras de la criatura...
- Cada cincuenta años volveré de mi letargo hasta derrotar a los cuatro que osaron desafiarme
Las desgracias desaparecieron de la noche a la mañana y la gente volvió a la Ciudad, aunque esta fuera opacada por el brillo y poder de la Nueva ciudad llamada Las Vegas, muchos se detenían en la pequeña ciudad que luego se convirtió en Ciudad Poker, llamada así en honor a todos los campeones de juegos de azar que nacían en esta.
Luego, cincuenta años después se cumplió la profecía. La sombra volvió a ser vista y aquellos que sobrevivieron a esta la primera vez temieron lo peor, pero luego volvieron a aparecer los cuatro chicos con magia y derrotaron a la sombra. Así siguió la tradición cada vez más oculta del mundo a medida que avanzaba la tecnología, algunos de los chicos solían pedir dinero a cambio de protección, otros buscaban mujeres de todo tipo para satisfacerse, cada generación tenía algo diferente y por eso comenzaron a conocerse como los cuatro Ases.
Siglos después, la gente comenzó a olvidar las leyendas y dejó que la historias de los cuatro chicos y la sombra desapareciera.
- Supongo que era obvio que serían cuatro.- dije al terminar de leer.- Me pregunto ¿Cómo será este chico? Y a todo esto.....¿Cómo se transforman esas criaturas?
No tuve tiempo antes de que se escucharan ruidos de sirenas, me asome por la ventana y vi una fila de patrulleros dirigirse a las afueras de la Ciudad junto a varios camiones de noticias, volví a encender la tele.
- La policía logró acorralar a los hombres en un edificio abandonado a las afueras de la Ciudad pero....- la reportera que estaba frente a un edificio en las afueras de la Ciudad.
De pronto se escuchó un estruendo tan fuerte que sacudió el edificio
- ¿Q-Qué está...? !¡Ah! ¡En el techo, graba el techo!
Dos monos gigantes con alas de murciélago saltaron del techo y volaron hacia el centro de la Ciudad.
- ¡E-eran...!- la mujer tartamudeó asustada.- ¡S-son esas criaturas! ¡Vamos a seguirlos!
- ¡Maldición!- grité, si ya estaba metido en esto no hay razón para escapar, eso creo.
Iba a transformarme cuando Kaoru entró a mi departamento, como mi vecina y amiga tiene una llave extra.
- Jacob, ya tengo todo listo. Podemos comenzar las pruebas mañana.....
- ¡Ah! Si si, claro no hay...problema.- tartamudee sin saber de qué me hablaba pero no tenia tiempo que perder.- Yo...¡Olvidé comprar café! Voy a la tienda ¿vale?
- ¿Eh? vale.- dijo confundida mientras me ajustaba la chaqueta.- Pero no llames muy tarde al...
- ¡Si, no hay problema!- cerré la puerta y me fui rápidamente, me pregunto a quién tengo que llamar. Bueno eso puede esperar.
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Las luces de la Ciudad iluminaban cada edificio del Centro, donde los mejores casinos, bares y centros nocturnos destacaban y competían por quienes atraían a más clientes, tuve que esconderme en un callejón antes de llegar o sería imposible no llamar la atención de los molestos promotores que te persiguen ofreciendo el mejor servicio en cualquier cosa, y creanme que cuando digo cualquier cosa...Me refiero a Cualquier cosa.
Por suerte puedo saltar alto y ahora estaba en el techo de una casa para ver mejor la situación.
No fue difícil ver a dos monos voladores con bolsas llenas de dinero sobrevolar el centro, las criaturas ya estaban causando pánico. Rompían las ventanas, los carteles, lanzaban cristales y bombillos a la gente. Si no hago algo habrá muchos heridos, debo sacarlos de la Ciudad.
- Debo tener algo que sirva como arma, eso espero- dije revisando el traje.- ¿Eh?- no había notado que tenía un bolsillo al nivel del muslo, cuando metí la mano tenía un estuche con dardos.- Ahhhh....supongo que cuenta como un juego de azar pero.....no sé, esperaba algo así como juego de cartas.....En fin a caballo blanco no le critiques las caries ¿era así?
Como sea, las luces de la ciudad me facilitan la visión incluso siendo de noche.(Ya no me parecen tan malas después de todo) Salté hasta un edificio con un cartel de hotel iluminado y subí hasta la letra T. Los monos se acercaban desde la derecha, estaban tan concentrados lanzando cosas a la gente que no fue difícil apuntar, lancé el primer dardo y uno cayó al suelo causando un estruendo, de inmediato lancé el otro y el segundo cayo junto a su compañero.
Salté hacia ellos quedando frente a frente.
- ¡Oye tú azulito! ¡¿Cómo te atreves a atacar por la espalda?!- dijo uno que llevaba un uniforme de botones verde destrozado.- ¿No te haces llamar caballero o qué sé yo? Pues esa no es la forma de comportarse.
- ¿Y les parece correcto lastimar a la gente tirandole cosas?- dije enojado.- En primer lugar si no hubieran robado el banco nada de esto pasaría.
- Mira azulin, no teníamos ganas de cumplir lo que le prometimos al Master o como se llame.- dijo el otro mono con ropa de policía igual de desgastada.- Pero ya que nos arruinaste el baile, te quitaremos la cartucha esa.
Lanzó un chillido hacia mi que me hizo retroceder, el ruido era tan fuerte y agudo que los cristales y las luces a mi alrededor comenzaron a agrietarse, la gente corrió asustada cuando estallaron lanzando vidrios por todas partes.
- ¡Ahora hermano!- gritó el mono policía.
El botones se lanzó sobre mí tratando de quitarme el naipe,
- ¡Ahh! ¡Quitate de encima!
¡Auch! Para ser mono tenía una fuerza aterradora, sus patas traseras rodearon mi cuello casi asfixiandome mientras su cola revisa mis bolsillos.
- ¡Dame la carta mocoso! ¡AHHHHHHH!
¡Puag! ¡Qué asco! No tuve de otra más que morderle las sucias manos para que me soltara, ahora esos bichos SI que me hicieron enojar.
Tomé al mono por la cola y lo lancé contra su compañero, cuando chocaron aproveché y lo patee hacia arriba.
Saqué mis alas y salté atrapando a los monos en el aire.
- ¡Oye eso duele!
- ¡Esto es maltrato animal!
- Ustedes son humanos, aunque se comporten como bestias.- dije volando por encima de los edificios lanzándolos contra una azotea, del impacto sus alas se torcieron así que esta era mi oportunidad.
- ¿Qué crees que le haces a mis hermanos?
Antes de darme vuelta alguien me golpeó en el estómago tan fuerte que perdí el equilibrio y caí a la azotea. Me levanté adolorido encontrándome a un enorme hombre con cara de gorila con alas enormes aterrizando frente a mi.
- ¡Hermano!- dijeron los otros monos.- Ese es uno de los tipos, cuando le quitemos la carta lo haremos papilla...
- ¡OIGAN!
Una figura subió por las escaleras con molestia, su traje rojo me reveló que era el otro chico con un naipe, Prince Sword.
- Es el colmo que uno no pueda echarse una siesta porque todo el mundo arma un barullo de nada.- dijo antes de mirarme.- ¡Oye tu!
- ¿S-Si?- me sentí intimidado al ver su mirada fría y agresiva.
- ¿No viste la noticia completa?- gruño.- Son una banda de tres hermanos, los dos bobos roban las cosas y el matón se encarga de la policía.- Me miró con arrogancia.- Si vas a meterte donde no te llaman, mejor aprende cómo funciona la realidad.
- Vaya vaya ¿No eres el rojito de esta tarde?- preguntó el hombre gorila
- Si bueno, estaba durmiendo luego de robar unas cosas y cuando regresaba a casa vi a cierto tipo vestido de azul rodeado de monos y en el desastre que hicieron con los vidrios rompieron las cosas que robe.- gruño molesto.- Así que vine a darles una paliza.
- ¿Robar?- espero que no lo diga en serio.
-Si, robar enano.- dijo mirándome con molestia.- ¿Algun problema?
- Si conseguimos las dos cartas, podemos pedirle a Master una suma muy jugosa.- dijo el gorila mirando a sus hermanos.- Yo voy por el rojo, ustedes encárguense del azul.
- ¡Si hermano!- dijeron los otros dos.
No sé si sentirme aliviado de que ese tipo me ayude o preocupado sabiendo que es otro ladrón. Pero no tengo tiempo para pensar en eso...¡los monos se me vienen encima otra vez!
Me levanto sobre mis manos y comienzo a girar dándoles patadas a todos estrellándolos contra la pared.
- ¡Deja de bromear pajarito azul!- chilló el mono policía,
Esta vez lo esquivé y el mono botones trató de atacarme en aire pero sus alas rotas hicieron que se estrellara contra el piso.
Salté alto y lancé una patada voladora hacia el mono policía haciéndolo chocar con su inconsciente hermano.
- Espero que con eso dejen de molestar.- dije antes de mirar al otro chico.- ¿Todo está bien por allá?
El hombre gorila lo tenía acorralado contra una pared y creí que necesitaba ayuda, pero cuando el monstruo trató de golpearlo, saltó sobre este y de pronto le salieron unas colas de zorro de la cintura que rodearon sus brazos y piernas, el gorila comenzó a gritar como si le rompieran los brazos...espero que cuando regrese a la normalidad no tenga lesiones, bueno a lo que íbamos.
Volví a sacar mis alas y lancé las plumas azules contra los monos, estos gritaron y el humo negro salió de sus cuerpos, siendo absorbido por mi colgante. El gorila gritó al ver a sus hermanos heridos y trató de atacarme, pero estaba tan atrapado entre las colas del chico de rojo que simplemente cayó al piso.
- Ahora acabemos con esto.- dijo saltando dejando al gorila en el suelo. Sus colas se abrieron lanzando bolas de fuego hacia él.
El humo salió del cuerpo del hombre y fue absorbido por su colgante. De pronto mis alas y sus colas brillaron y lanzaron rayos de colores que repararon los daños de la ciudad.
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Amarramos a los tres hermanos inconscientes y cuando llegó la policía los arrestaron y se los llevaron, pero antes de que llegaran nos alejamos del sitio para evitar a la prensa.
- Vaya, parece que hacemos buen equipo.- dije tratando de romper el hielo entre nosotros, pero el chico se alejó saltando hacia otro edificio.- ¡Oye!
Salté hasta llegar a él, pero volvió a alejarse. ¡¿Y a este que le pasa?! No me gusta que me ignoren así que corrí a buscarlo.
- ¡Oye tú! ¡¿Puedes detenerte?!- gruñí molesto.- ¿Puedes al menos dejar de ignorarme?
- Mira azulito, haré esto de ayudar cuando me estorben o me molesten, yo no busco ser un bobo héroe como tú.- me dijo caminando hacia el otro lado del edificio.
- Pero...- se detuvo de golpe haciendo que chocara con su espalda y me mirara con molestia.
- ¿Qué? ¿Esperabas que dijera algo cursi como "¡Seamos amigos y combatamos el crimen!"?- Lo último lo dijo en un tono agudo y ridículo.- ¡Bah! Esas tonterías sólo pasan en los cuentos para niños, idiota.
- Bueno... es cierto que cualquiera puede tener poderes sobre el naipe que te elija.- dije incómodo con la actitud del chico.-Pero si puedes ayudar a la gente ¿No sería lo mejor?
Me miró de una forma tan aterradora que me paralizó, se dio la vuelta y caminó hacia mí pero yo retrocedí poco a poco. Choqué contra la puerta de la azotea y antes de alejarme, el chico me acorraló con sus brazos a cada lado.
- A ver, pequeño Lord.- me dijo con asco.- Usando ropa colorida y usando dardos mágicos no vas a salvar a la gente de la guerra, ni del hambre, ni de un desastre natural. Sólo somos un montón de payasos que hacen trucos raros ¿Te molesta que te diga la verdad?
- Y-Yo...
- No tienes una respuesta ¿cierto?- dijo con burla.- Es porque sabes que es cierto.
- Tal vez...haya alguna forma de ayudar a la gente...con lo que somos.- dije temblando de miedo.- No detendremos guerras pero...hay gente en este mundo que lucha para ayudar a los demás, que trabajan dando todo su esfuerzo sin depender de sus familias ricas y cosas parecidas, si los ayudamos podemos cambiar un poco las cosas y....
No pude terminar la frase. Por que ese tipo tomó mi mentón y me besó.
El shock me dejó tan aturdido que me paralicé otra vez, lo que aprovechó para meter su lengua en mi boca, marcando cada rincón de esta como si fuera suya, mi respiración se detuvo y mi corazón latió a mil por hora, mis piernas se sentían como gelatina y mi mente quedó bloqueada.
Era un beso tan salvaje y dominante. Era como sumergirme en lo profundo del océano y me estaba ahogando....en el placer.
Cuando su boca me liberó gemí en busca de aire, un hilo de saliva seguía uniendo nuestros labios antes de que cayera al suelo buscando desesperadamente cómo sostenerme.
- Eres más tonto de lo que pensé.- se burló.- No olvides que soy un príncipe pequeño lord, eres un caballero a mi merced.- Se agachó y antes de darme cuenta, colocó su mano sobre mi duro miembro haciéndome gemir.- ¡Ja! eres igual a todos, sólo dices palabras bonitas. Bien Lord Diamond, le propongo un reto. Si me haces ver el mundo de la misma forma pastelosa y boba que tú, usaré estos poderes sólo para ayudar a la gente. Hasta entonces...me divertiré contigo.
Y se fue dando saltos. El último diamante de mis guantes desapareció justo después de que se perdiera de vista y regresé a la normalidad. Ahora estoy en una azotea de algún edificio del centro, besado a la fuerza y con un gran bulto en mis pantalones.
- Ese...tipo....Maldito capullo....Maldito......que bien besa.
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