Había pasado una semana desde la fiesta de Josep.

El desfile de modas estaba a sólo 1 mes. Si era algo apresurado, pero gracias a las influencias de los amigos de Josep que ahora eran parte de nuestras amistades, conseguir el personal para la decoración, modelos, equipo de fotógrafos y de iluminación, Dj para la música y asistentes; fue mucho más rápido de lo que imaginamos.

Frank nos ofreció un préstamo en caso de que necesitáramos dinero, pero por suerte no tendríamos problemas con eso, al menos a nivel laboral.

Las clases terminaron y sólo debíamos ir a la universidad a recibir nuestras notas, lo cual fue un alivio tremendo.

Richard y Mikael tuvieron que dedicarse de lleno a la revista, ya que la competencia empezaba a dar problemas a su personal, esta vez con recursos sucios.

Kaoru supervisaba a las costureras y daba instrucciones a los modelos mientras yo explicaba al resto del equipo cómo debían actuar el día del desfile, la música, la iluminación, todo tenía que ser perfecto.

La página de venta de ropa de Kaoru quedó cerrada momentáneamente, en cambio se mostraba una publicidad del desfile la cual se llenó de solicitudes para asistir al evento. Por lo que tuvimos que hacernos una idea de la cantidad de gente que estarían presentes, el resto podría verlo en directo gracias a la ayuda de un conocido que teníamos en la facultad de Informática.

El sábado terminamos cansados, pero ya estábamos más tranquilos ahora que todo estaba casi listo, con algo de suerte podríamos descansar el día siguiente antes de estresarnos la próxima semana.

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(Pv Aurora)

- ¡Quiero ver a mi bebé!

Levanté la vista de la revista y suspiré resignada al saber cómo acabaría la discusión entre Katy y Shina. Estábamos en el despacho del departamento, a Katy no le gusta trabajar en una oficina, así que sólo iba a supervisar los casinos cuando algo no le parecía correcto, mientras trabajaba desde casa en un pequeño pero acogedor despacho con una chimenea por ahora apagada, arriba de esta una base llena de fotos de nosotras y un cuadro del día de nuestra boda

- He dicho que no.- escuché decir a Katy quien estaba revisando unos documentos regados por todo su escritorio.

- Pero su desfile es en pocos días.- insistió Shina.- Quiero decirle que cuenta con todo mi apoyo, debe estar nerviosa, pobrecita, tal vez podría prepararle un té para calmar el estrés.

- Shina.- Katy la miró molesta.- No me hagas castigarte. Nadie va a ir a ver a esa malagradecida, si quisiera que fuéramos ¿No crees que ya nos habría enviado los boletos?

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(Pv Kaoru)

Las invitaciones fueron enviadas hace unos días, fue muy difícil decidir a quién invitaríamos, pero al fin acordamos que serían 100 personas, 50 y 50 sin incluir a la prensa. Después de todo no podíamos tener a tantas personas en un espacio tan pequeño.

Envíe las invitaciones tanto por correo como en físico, y para mi felicidad recibí respuestas afirmativas, de casi todos.

- Menos de cuatro.- suspiré con tristeza.

No recibí ninguna respuesta de Katerine y el cartero me llamó indicándome que regresaron el sobre con las invitaciones.

- Katerine, no las dejarás ni siquiera verme desde lejos.- sentía que el corazón se estrujaba de dolor.- Aurora, Shina, desearía que estuvieran aquí.

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(Pv Aurora)

- ¡Pero Katy...!

- ¡Silencio!

Shina se calló asustada y yo las miré sorprendida, no es normal que Katerine levante la voz así, sin duda estaba realmente furiosa.

- Ni tú ni Aurora van a ver a la mocosa esa.- dijo levantándose de su asiento y mirando por la ventana de nuestro Penthouse de lujo en el piso 30.- Esa malagradecida, ojalá no la hubiera traído aquí, hubiera muerto en la calle donde pertenece o se hubiera prostituido por ahí.

- ¡Katy!- me levanté y la tomé del brazo.- ¿Cómo puedes decir eso? Ella es nuestra niña, Ese día que la trajiste estaba tan lastimada, tan débil ¿No recuerdas lo agradecida que estaba de que le diéramos un techo?

Desvió la mirada molesta. No lo entiendo ¿Por qué la odia tanto?

- Voy a salir con Marlin, ustedes dos están castigadas.- se alejó y nos dejó en el estudio.- Cuando regrese ya saben qué hacer.

- Si, Ama.- dijimos las dos.

Cerró la puerta con fuerza, luego la escuchamos hablar con Marlin y ambas se fueron dejándonos solas.

- ¿Por qué Katy siempre se enoja cuando hablamos de Kaoru?- dijo Shina llorando.- Ella tuvo la culpa de que nos encariñáramos con ella.

- Bueno, más bien Kazumi.- dije abrazándola con cariño.- ¿Recuerdas cuando llegó a esta casa?

- Por supuesto.- dijo mientras ambas recordábamos el día que nos convertimos en madres.

--Flashback--

Servimos la cena para celebrar el éxito de Katerine en otro negocio del casino, había prometido que iríamos a España a pasar las vacaciones, estaba muy feliz sabiendo que vería a mis padres y le presentaría a mis tres hermosas y fantásticas esposas.

- Todo listo.- dijo Kazumi colocando el caldero con sopa de pescado sobre la mesa.- No puedo esperar para recibir a Katy.

- ¿Creen que debemos ponernos ropa más cómoda?- preguntó Shina.

- Primero comemos y después la raptamos.- dije entre risas.

Escuchamos el timbre de la puerta, Kazumi fue a abrir y vimos a uno de los guardias de Katy.

- Señora, mi jefa dice que no tardará en subir.- dijo el hombre vestido de negro de casi dos metros de altura.- Primero tiene que encargarse de un asunto.

- ¿Un asunto?- preguntó Kazumi confundida

- Una niña trató de robarle el bolso, así que quiere ver si puede venderla para que pague su osadía.

- ¡¿Qué?!- gritamos las tres.

Salimos y bajamos al estacionamiento, cuando encontramos a Katy vimos a una pobre niña de unos trece o catorce años con ropa sucia y sin zapatos arrodillada en el piso, temblaba de miedo ante la mirada de Katerine y seguramente al estar rodeada de hombres fornidos e inexpresivos.

- Bien, llamaré a algunos conocidos a ver si están interesados en ti.- dijo Katy sacando su celular.- Con suerte sacaré algo bueno del enojo que me hiciste pasar.

- ¡KATERINE!

Kazumi caminó hacia ella con fiereza, su mirada de seriedad cambió a una de sorpresa.

- ¿Cómo puedes pensar en vender a una niña?- le reclamó molesta luego vio a la chica y la levantó.- Ven pequeña, no te asustes. Katy sólo dijo eso para asustarte, pero robar está mal. Supongo que tenías hambre, no tienes el aspecto de gente drogadicta.

Sorprendiendo a todos los presentes, llevó a la niña al ascensor y nos dejó a todos con la boca abierta.

- ¿Qué pretende hacer?- se preguntó Katy antes de ver a los guardias.- Ustedes vayan a vigilar, si la mocosa se escapa, la desaparecen.

- ¡Si señora!

Las tres subimos y al entrar encontramos una escena sorprendente. Kazumi estaba hablando con ella en la entrada mientras la chica lloraba mientras asentía.

- Promete que no volverás a robar.- le decía Kazumi.

- Si señora, lo prometo.- decía entre lágrimas.- Yo...yo trabajaré duro para pagar por lo que hice.

- Kazumi.- Katerine entró y la miró molesta, asustando a la niña.- ¿Cómo se te ocurre traer a esta ladrona a mi casa?

- Katy por favor, no podía permitir que le hicieras daño.- dijo mirando a la niña.- Además no hubieras conseguido a nadie que la quisiera así, está desnutrida y tiene heridas por todo el cuerpo.

Le levantó la camisa rota que tenía y me aterré al ver el cuerpo de la chica, tenía moretones y quemaduras, podía ver sus costillas y marcas de picaduras de insectos. Shina se alteró demasiado al verla y por poco comienza a llorar, ella había sufrido maltrato por su padre y sin duda al ver a la niña en ese estado recordó su pasado.

- ¡Vamos a darle un baño y limpiaremos sus heridas!- exclamó tomando a la niña y llevándola al baño.

- ¿En serio?- gruñó Katy molesta.- ¿Ahora tienen complejo de madre?

Mientras Katy y Kazumi discutían, yo fui a ver cómo estaba Shina.

El baño tenía una ducha y una bañera grande, cuando entré Shina ya le había quitado la ropa y le lavaba el cabello, la ayudé a limpiar sus pies y luego buscamos una camisa limpia para vestirla, la chica nos miraba un poco asustada pero su mirada de agradecimiento me cautivó por completo.

Cuando salimos Katy había perdido la discusión y nos dejó cuidarla, así que mientras nosotras comimos ahora más tranquilas en la mesa, la niña (por orden de nuestra Ama) comió en un rincón de la cocina, pero estaba tan ocupada comiendo tan a gusto que no parecía molestarle.

La dejamos dormir en la sala y se quedó ahí quieta hasta al día siguiente, luego de comer nos pidió que la dejáramos trabajar en cualquier cosa para pagar lo que hicimos por ella.

- ¿Sabes leer?- le pregunté

- ¡Sí!- respondió.- Sé escribir y hablo francés e italiano, puedo coser y se cocinar. Les prometo limpiar la casa hasta el último rincón.

- ¡Katy! El otro día dijiste que necesitabas una asistente que te ayudara con los clientes de Europa.- expresó Kazumi sonriendo.- Puede ser de ayuda.

Katerine la miró molesta mientras fumaba.

- Pues parece que no tengo de otra, ustedes tres van a atormentarme con eso si no lo hago.- se acercó y la pequeña se encogió asustada.- Pero te lo advierto, vuelves a hacerme enojar, robas cualquier cosa de esta casa o haces llorar a mis chicas y te juro que morirás de la peor forma posible.

- ¡Se lo juro Señora Katy!

- Tu no eres nada mío, así que debes decirme Katerine, a menos que quieras que reconsidere lo de venderte.

- ¡Lo siento señora Katerine!- dijo temblando de miedo.- No volverá a pasar.

--Fin de Flashback--

Shina se había calmado pero aún seguía preocupada, nuestra niña nunca fue en contra de nosotras, era obediente y muy eficiente, aún recuerdo que cuando perdimos a Kazumi, se deprimió tanto que lloró durante dos días, antes de acercarse a nosotros y decirnos que quería independizarse e igualmente pagaría hasta el último centavo que nosotros gastamos (según ella) en ropa, comida y alojamiento.

- Quiero al menos hablar con Kaoru.- susurró Shina sin dejar de abrazarme.

- Yo también linda.- le dije acariciando su espalda.

Entonces tuve una idea.

- Hay un teléfono público a dos calles de aquí.

- ¿Qué?- me miró confundida.

- Si la llamamos desde nuestros teléfonos Katy lo sabrá.- le expliqué.- Tal vez si la llamamos desde un teléfono público no se entere. ¿En su pagina esta el numero?

- ¡Si!

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(Pv Jacob)

- Tal vez tienen algún compromiso ese día.

- Tal vez.

Suspiré resignado, Kaoru había pasado la tarde mirando el sobre con las invitaciones que el cartero devolvió, al parecer eran las que le envío a su protectora y a sus madres, me sentía mal por ella y más cuando sabía que mis padres vendrían emocionados a ver el desfile.

Nuestra oficina era muy pequeña, de hecho sólo tenía dos escritorios y un par de sillas, además de un montón de documentos relacionados al desfile, por lo que no se si el ambiente estaba cargado por lo pequeño que era o el aura depresiva de mi amiga.

- Oye, te gustaría ir a comprar pudin de leche a la tienda de 24 horas.- la invité tratando de animarla.- Puedes elegir el más grande para ti, luego iremos a comer pizza y podemos ir a mi departamento a ver películas ¡Tengo un nuevo video porno Gay muy bueno! ¡Es de sado! Nos ayudaría a aprender algunos trucos.

-.......-me miró por un momento antes de sonreír.- Esta bien, siempre un buen video ayuda.

Nos arreglamos para salir, aunque pronto comenzaría el verano, había estado lloviendo mucho últimamente y el frío era exageradamente fuerte durante las noches.

Mientras revisábamos que todo estuviera cerrado, el sonido de un teléfono nos hizo revisar nuestros bolsillos.

- Es el mío.- dijo Kaoru.- ¿Mmm?...que raro.

- ¿Qué?- le pregunté.

- Es un código raro, como si fuera...¿Un teléfono público?

- ¿Eh?

Parecía nerviosa pero la curiosidad pudo con ella y encendió el altavoz.

- Eh, Hola.- respondió.- Kaoru Shin al habla.

- ....¿Kaoru?

Saltó sorprendida al escuchar la voz de una mujer.

- ¡Kaoru! ¡Mi niña! ¡Estoy tan feliz de oírte!

Se escuchó una segunda voz, otra mujer, y por su acento yo diría que española. Mi amiga comenzó a llorar, pero la sonrisa en su rostro hizo que comprendiera quienes eran la mujeres al otro lado de la línea.

- Te dejo para que hables tranquila.- salí de la oficina sonriendole para desearle lo mejor

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(Pv Kaoru)

- Aurora, Shina ¿De verdad son ustedes?

- ¿Así le hablas a tus madres luego de tanto tiempo?

Las lágrimas caían por mi rostro, pero la felicidad que sentía en ese momento era demasiado como para detenerlas.

- ¿Cómo...?- no sabía qué decir.- Es que...estoy tan feliz

- Nosotras también estamos felices de saber de ti.- escuché a Aurora tratando de no llorar por su tono de voz.- Queríamos decirte que cuentas con nuestro apoyo en tu desfile.

- Sé que lo harás bien, mi niña.-escuché a Shina quien parecía llorar tanto como yo.- Aunque no podamos ir, estamos muy orgullosas de ti.

¡Los Boletos!

Corrí hasta mi escritorio y tomé los boletos.

- Chicas, si están en la calle...yo...- no estaba segura si debía hacerlo, pero era mi única oportunidad.- Podría darles los...

- ¡AHHHH!

La llamada de cortó de pronto.

- ¿Hola?- pregunté asustada.- ¿Aurora? ¿Shina?......¿Qué pasó?

Tuve un mal presentimiento. Salí corriendo ignorando a Jacob.

- ¿Kaoru?

- ¡Algo malo les pasó! ¡Debo ir a buscarlas!

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(Pv Aurora)

Unos hombres nos llevaron hasta el final del callejón, una banda de pandilleros asquerosos con ropas rotas y oscuras, no sé si la peste a nuestro alrededor venía de los botes de basura o de ellos. Uno de ellos nos apuntó con una pistola, por lo que no teníamos a donde correr.

- Que mujeres tan bellas.- gruño uno con cabello pintado de verde.- no deberían estar en la calle a estas horas, pequeñas.

Acercó su mano a Shina, pero la aparté de un manotazo.

- ¡No toques a mi esposa, perro!- Shina me abrazó temblando de miedo ¡Maldita sea! Si algo le pasa por mi culpa nunca me lo perdonaré.

- ¡Oh! malcriada la vieja.- se burló otro tipo con aretes en la nariz y orejas.- Espera dijo ¿esposa? Uyuyui, lesbianas

- ¿Les damos una muestra de lo que es un pene?

- ¡No se acerquen!- gritó Shina temblando de miedo.

La abracé mientras los hombres se nos acercaban, Kaoru también debe estar asustada pensando que algo nos pasó. Debí tener más cuidado, ahora mi niña debe estar saliendo a la calle buscándonos y nosotras podríamos morir aquí....Todo...por mi culpa.

- Katy, perdoname.- pensé al darme cuenta del daño que le haría cuando llegara a una casa vacía.- Por favor, cuida a Kaoru

- ¡¿Qué es eso?!

Uno de los hombres señaló algo en uno de los edificios antes de gritar y salir corriendo, de pronto una masa morada cayó del cielo y golpeó al hombre con fuerza lanzandolo al otro lado de la calle.

- ¡¿Qué coño?!- gritó el del pelo verde.

Entonces vimos a una chica vestida de morado que se lanzó contra los demás, todos trataron de atacarla pero ella se movía rápidamente, casi como si volara.

- ¡A-Aléjate!

El hombre con la pistola nos apuntó temblando de miedo ante la chica.

- ¡S-Si te atreves a moverte...L-Las MATARÉ!

La chica se quedó quieta, los hombres que seguían conscientes la capturaron mientras los otros seguían tirados en el piso.

Al verla mejor, noté que era la famosa Miss Heart, la chica de los Ases. Era más bajita de lo que imaginé, pero su mirada hacia el hombre era aterradora.

- Si le haces algún daño, te mataré.

¿Eh? Esa voz....ahora que lo pienso....se me hace muy familiar

- Maldita niña.- gruñó el hombre golpeándola en el rostro.- Te voy a dar una lección que no olvidarás.

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(Pv Jacob)

Kaoru salió corriendo y se transformó antes de salir por la ventana, no sabía qué estaba pasando pero tuve un mal presentimiento.

Me transformé y la seguí a cierta distancia, creó un puente de cartas que la llevaron hasta el lado norte de la ciudad, cerca de la zona conocida como la frontera entre ricos y humanos (si, así la conocemos los simples mortales)

El puente se detuvo sobre un edificio, cuando ella llegó al borde se lanzó hacia abajo y las cartas desaparecieron.

Volé hasta un hotel frente al callejón y al ver la escena sentí que la sangre me hervía ¿Cómo se atreven esos tipos a tocar a mi amiga?

Al fondo del callejón, vi a dos mujeres de unos treinta y tantos años abrazadas, una era hindú y la otra era parecía española. Al verlas recordé la foto que Kaoru me mostró sobre sus madres y comprendí la situación.

- Atacar a dos mujeres indefensas, vaya grupo de cobardes.- dije sacando los dardos.- Ahora sí me hicieron enfurecer.

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(Pv Aurora)

Esos malditos la golpeaban y el tipo de la pistola seguía apuntándonos.

- Aurora.- susurró Shina.- Es ella ¿verdad?

Ambas sabíamos a quien nos referíamos , no había ninguna duda.

- ¡Ah!

Uno de los hombres gritó mientras se tocaba la espalda, otro se sostuvo la pierna y entonces el tipo de la pistola la soltó gritando por el dolor en su mano, que tenía un ¿dardo?

Era ahora o nunca.

- ¡Shina!

- ¡OK!

Sacó su pistola tester y atacó al hombre, los otros nos miraron y Miss Heart aprovechó para golpear a dos de ellos con una patada. Yo tomé la tapa de un bote de basura y azoté a dos de ellos.

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(Pv Jacob)

- Vaya, pues no son tan indefensas.- dije divertido.- Ya veo de donde sacó esas habilidades de causar estragos.

Sonreí divertido al ver a los hombres huir aterrados, excepto a uno de pelo verde.

- ¿Eh?- de pronto vi que tenía algo en el cuello.- Eso...no es uno de mis dardos.

De pronto recordé cuando el hombre minotauro se transformó ¡Ay no!

- ¡Heart!- le grité y ella se sorprendió al verme.- ¡Ese tipo va a convertirse en alguna criatura peligrosa! ¡Sácalas de ahí!

Kaoru asintió y corrió hacia las mujeres, las tomó de la cintura y saltó hasta la azotea dejándolas fuera de peligro.

- ¡Diamond! ¡Detrás de ti!

Me di la vuelta justo a tiempo, una bola de billar pasó justo a pocos centímetros de mi cara ¡¿Pero qué coño?!

- ¿Así que tú eres el famoso Guerrero Diamante?

Una figura salió de las sombras, llevaba una máscara negra que cubría su rostro excepto sus ojos y su boca, llevaba un uniforme de corbatín y chaleco negro abierto en la cintura y largo hasta las rodillas con camisa blanca. Su cabello negro estaba recogido con una cola de caballo y sus ojos tenían un color gris casi plateado. Era un hombre alto de al menos 1,90.

- ¿Quién eres tú?- pregunté alarmado.- ¿Acaso eres....Master?

- Alguien como tú no es digno de mencionar ese nombre.- dijo con una voz ronca bastante gruesa.- Pero no tengo intención de pelear contigo.

Un grito me alarmó, en el callejón había un enorme gorila verde que atacaba a Kaoru, quien evitaba que la criatura saliera hacia la calle o trepara por el edificio.

- Yo soy solo un aliado de Master.- dijo el hombre haciendo que lo mirara.- Digamos que soy quien le ayuda a ganar.

- Cómo en los juego de poker donde hay alguien que le dice a uno de los jugadores quien tiene las mejores cartas para poder ganarle con trampa.- dije con seriedad, ese tipo me daba mala impresión, era muy peligroso.

- Supongo que te refieres a aquellos que son conocidos como campana.- respondió igual de inexpresivo.- Si quieres seguir con los nombres ridículos que ustedes se han inventado, puedes llamarme Slave-bell.

Disimuladamente trate de sacar otro de mis dardos, no sabía qué clase de enemigo era así que debía improvisar.

- Entonces puedes decirme ¿Por qué Master ataca a la gente y las convierte en criaturas raras?

- ¿Por qué te lo diría?- dijo Slave-bell.- ¿Crees que no sé que sólo quieres que me distraiga para atacarme con tus patéticas armas?

Mierda

- Sólo vine a darte una advertencia.- repuso.- Entreguen las cartas antes de que pase el tiempo. O de lo contrario morirán a causa de la Maldición de los Ases. Su tiempo de vida comenzó a correr desde el momento en que se metieron en esto.

- ¿De qué estás hablando?- no me gustaron sus palabras ¿Maldición? Ahora que lo pienso Queen Joker mencionó algo parecido Pero ¿Qué significa eso?

- Bien, he recolectado la información que necesitaba por ahora.- dijo sacando de su bolsillo unas pelotitas de metal parecidas a las de los pinball.- Nos volveremos a ver.

Lanzó las pelotas hacia mi, las esquivé rápidamente pero note que en realidad iban hacia el enorme gorila herido, este se elevó hacia el cielo mientras Slave-bell saltaba hacia él y ambos desaparecieron en una nube negra.

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(Pv Kaoru)

No sé de dónde salió ese hombre, pero no pude evitar que se fuera con el gorila que apenas pude atrapar.

- ¡Maldita sea!- si se escapaba no íbamos a liberarlo del poder de Master.

- ¡No vayas!

Un grito me detuvo en seco. Cuando me di cuenta, el hombre y el gorila habían desaparecido.

- ¡¿Estas bien?!

Escuché la voz de Aurora sobre el edificio, di un salto y llegué hasta ellas pero no me atreví a verles a la cara.

Si no hubieran salido de casa a esta hora para hablar conmigo, nada de esto hubiera pasado. Una vez más volví a ser un estorbo para mi familia.

- Deberían pedir un taxi para que vuelvan a su casa.- les dije dándoles la espalda.- Con permiso.

- ¡Kaoru!

¿Qué?

No

No es posible

- ¡Mi niña!- unos brazos me sujetaron con firmeza.- ¡Sabía que eras tú!

- N...no...- apenas me salían las palabras de la boca.- Us-usted....usted se...

- Kaoru, eres tú no finjas.

Aurora se colocó a mi lado

- Nosotras te criamos como nuestra hija, aunque fuera por poco tiempo aprendiste muchas cosas de las tres.- me miró sonriendo.- Esos movimientos, son iguales a los que Kazumi y yo te enseñamos.- me tensé al darme cuenta de mi error.- Además. Si no fueras tu ¿Por qué estás llorando?

El corazón final de mis guantes desapareció, ya no podía esconderme pero ellas ya lo sabían.

- Mamá Aurora.- dije sollozando.- Mamá Shina. Lamento darles tantos problemas.

Aurora me abrazó con fuerza y Shina besó mi rostro tiernamente, no puedo creer que estuviera en los brazos de mis madres, después de tanto tiempo........gracias a Dios.

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(Pv Jacob)

Recuperé mi apariencia, pero poco me importó. Al otro lado de la azotea, contemplaba una escena muy especial y hermosa. Mi hermanita estaba con sus madres y las tres se abrazaban y reían mientras se llenaban de besos dulces y tiernos.

- Luego me preocuparé de ese tipo.- dije.- Ahora que lo pienso, debo decirle a Mikael que Kaoru es Miss Heart.
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(Pv Kaoru)

Nos quedamos abrazandonos durante un largo rato. No sé cuánto tiempo nos quedamos así las tres, pero me pareció muy corto. Fue maravilloso sentirse querida por ellas, volver a sentir ese amor maternal que sólo sentí con ellas.

Hablamos un poco sobre nosotras, aunque nunca mencionaron a Katerine, seguramente por mi miedo hacia ella. Recordamos a Kazumi y lloramos recordando lo rápido que avanzó el cáncer en su sangre y la perdimos para siempre.

Cuando pude volver a transformarme, las llevé a la azotea del departamento.

- ¿Segura que no quieres entrar?- me preguntó Aurora.

- Ya desobedecí bastante a Katerine.- le dije sonriendo.- No me gustaría que las castigara por mi culpa.

- Ya tenemos un castigo pendiente.- dijo Shina resignada.- Y supongo que a tí también te espera un castigo cuando le digas a tu Amo que desobedeciste una orden de tu antigua  Ama.

- ¿Eh?- me sonrojé al darme cuenta de que ellas sabían que tenía una relación sumisa con Richard, seguramente Katerine lo habrá mencionado.

- Admito que no pensé que ibas a interesarte por ese tipo de relación.- dijo Shina con seriedad.- Dime, ¿ese hombre te trata bien? ¿No abusa de tí? ¿Te da dinero suficiente para tus gastos?

- ¿Qué?- esa pregunta no me la esperaba.- Richard es muy amable conmigo, aunque apenas tenemos unos días de novios y....¿Qué eso de darme dinero?

Ambas mujeres me miraron extrañadas.

- En esta ciudad la relación de Amo y sumiso son permitidas legalmente siempre y cuando el sumiso reciba cierta cantidad de dinero para comprar juguetes y cosas que su Amo quiere que use.- explicó Aurora.- Como es un gasto extra, es él quien debe pagarlo, por eso todos los Amos son personas con suficiente dinero ¿No te lo ha dicho?

- Pues....no.- dije.- Richard ya tiene algunas cosas y la verdad no me ha dicho que debo comprar algo.- me sentí un poco incómoda al hablar de ese tipo de temas.- ¡Pero les aseguro que no me ha golpeado ni nada parecido! Además tampoco me dejaría.

- Si, ya vi de donde aprendiste a usar esa pistolita tester.

Jacob estaba sobre el techo con su traje de Lord Diamond divertido.

- Olvidaste los boletos.- dijo arrojandome el sobre con los boletos.- Y lamento ser aguafiestas pero, deberíamos irnos antes de que ella llegue.

- Es cierto.- respondí agradecida, me acerqué a mis madres y les di el sobre.- Sé que, ustedes tienen otras cosas que hacer y que...K-Katerine no querrá ir pero....espero...que si tienen unos minutos...puedan ir un ratito.

Ambas me abrazaron y besaron mis mejillas.

- Iremos de una forma u otra.- dijo Aurora.- Tenemos métodos para convencer a Katy cuando nos lo proponemos ¿Cierto Shina?

- Jijiji, cierto.- dijo sonriendo de forma cómplice.- Ya que los berrinches no funcionan, iremos por otra técnica.

- Ok, no es necesario que me lo digan.- dije nerviosa al suponer cuál era ese método.

- Es cierto, ella sólo ve tipos cogiendo día y noche, amarrados o vestidos de chicas.- se burló Jacob.

- ¡Te recuerdo que tengo videos tuyos con tu novio por si quieres seguir hablando!- gruñi furiosa.- ¡Si a mi me gusta ver videos gay ese no es asunto tuyo! ¡Anda y vete a poner un babydoll rosa!

- Algo me dice que serás tu quien se lo ponga como castigo.- se burló.- Bueno ya vámonos antes de que perdamos los poderes.

Se despidió de mis madres y fue volando hasta el otro edificio.

- Bueno, admito que una parte de mi esperaba que nos presentaras una novia.- dijo Aurora sonriendo.- Pero veo que te influenciamos bien, no te molesta ver chicos besandose.

- Jamás podría molestarme con algo homo.- le dije con sinceridad.- ¿Cómo podría hacer eso cuando las personas que me criaron o incluso mi nuevo hermano tienen tan buenos gustos?

Ambas rieron divertidas antes de abrazarme por última vez.

- Cuidate mucho mi pequeña.- dijo Aurora.- No sé que clase de peligros te enfrentes con esos poderes, pero por favor ten cuidado.

- Recuerda que eres nuestra niña y te amamos.- dijo Shina.- Si tienes nervios recuerda la receta de té que te enseñé, todo irá bien.

Les di un beso a las dos y aunque deseaba quedarme con ellas para siempre, sabía que ya no podía entrar a esa casa, ese lugar lleno de buenos recuerdos y despedidas. Les sonreí por última vez antes de crear un puente de cartas y alejarme de ellas.

El desfile saldría bien, tendría el dinero para pagar toda mi deuda con Katerine y podría volver a ver a mis queridas madres.

- Vamos.- dijo Jacob tomando mi mano.- Aún está pendiente ese video porno ¿Compramos una pizza?

Sonreí agradecida y tomé su brazo.

- Claro que sí, mañana tendré que decirle a Richard la verdad así que seguramente me tocará un castigo, hay que disfrutar esta noche.