Cap 16. Recuerdos del Pasado
(Pv Jacob)
La felicidad que sentí esta noche no tiene precio.
Mikael dormía a mi lado desnudo con una sonrisa de par en par mientras rastros de su corrida seguían en su cuerpo. Nunca antes lo vi tan hermoso.
Mi primera vez como el dominante fue maravillosa, nada a comparación de cuando perdí la virginidad. Pero no me importa, ese fue un recuerdo muy lejano que ya no vale la pena. Ahora la persona que amo está justo a mi lado y encima siendo tan controlador, dejó que yo lo tomara así sin más, ese fue un acto tan dulce y tierno que me sentí más feliz que nunca.
Me levanté y busqué unas toallitas húmedas para limpiarlo antes de que el sueño me ganara, limpie su pecho y su abdomen mientras él despertaba.
- ¿Qué haces?
- Tengo que limpiarte o te enfermeras.- le dije divertido.
- Podemos bañarnos juntos, es más fácil.- respondió tratando de levantarse.
- Es que.- me sonrojé.- no se si puedas caminar bien, creo que me pasé un poco.
- No me importa.- dijo acercando su rostro al mío.- En verdad me gustó, nunca antes me corrí tanto como ahora.- me dio un pequeño beso en los labios.- Además, dijiste que ahora era mi turno.
Me sonrojé al pensar en eso y me puse duro de inmediato. Pero su cuerpo parecía adolorido y su expresión mostraba claramente malestar. Tal vez si....
Lo tumbé y me miró sorprendido mientras tomaba su miembro y lo metía en mi boca.
- ¿J-Jacob?- me miró sorprendido
- Observa y aprende.- le dije.- No te muevas y yo me encargo de lo demás.
Su erecto miembro era tan tentador como siempre, sentía el mismo placer que cuando se lo hice en la azotea de aquel edificio pero mucho mejor ahora. Cuando me separé, su pene estaba muy lubricado y el rostro de Mikael estaba sonrojado, pero se sorprendió más cuando metí tres dedos en mi boca y los lamí antes de penetrarme con ellos, su respiración se hizo más agitada ante la escena morbosa que le hacía.
Luego me acomode sobre su pene y comencé a bajar lentamente, su expresión de sorpresa pasó a una de extremo placer, seguramente igual que la mía al sentir al hombre que amo en mi interior, podía sentirlo palpitar, atravesarme como si fuera hecho para mí, me sentía....como si nunca antes lo hubiera hecho.
- ¡J-Jacob!- gimió.- ¡Eres...increíblemente apretado! ¿Seguro que lo habías hecho antes?
- Yo...ya no estoy...tan seguro.- gemí mientras me levantaba y volvía a penetrarme.- Nunca antes...sentí nada igual.
El sudor corría por mi cuerpo, nuestras respiraciones eran cada vez más rápidas, sentía que el corazón saldría de mi pecho en cualquier momento...
- ¿Jacob? ¿Estas llorando?
No había notado las lágrimas hasta que Mikael tomó mi rostro y las enjuagó con sus dedos, no lo entiendo....¿Por qué no puedo dejar de llorar?
- Jacob...no te preocupes, esto es real...estoy aquí y no me iré....- sonríe antes de besarme.- Me has hecho tan feliz en sólo una noche y yo te hice tanto daño.- me besó dulcemente.- Eres lo más maravilloso que me ha pasado, no quiero perderte nunca más, quiero ser un hombre digno de ti, déjame esforzarme para lograrlo...
-Si.- sonreí agradecido antes de sentir que me daba la vuelta y Mikael se colocó encima de mi.
- Voy a hacerlo como se debe.- dijo morbosamente antes de penetrarme con fuerza.- ¿Te parece bien?
- ¡Ah! No...te detengas...es ahí...hazlo...mas fuerte.- sin darme cuenta estaba gritando de placer, su pene tocaba mi próstata una y otra vez, miles de corrientes eléctricas recorrían mi cuerpo haciendo que estallara mientras gritaba.
Sentí los labios de Mikael besándome con fuerza mientras sus manos apretaban mis pezones, me aferre a su espalda seguramente llenándola de rasguños, la saliva caía de nuestras bocas y el sudor ayudaba a lubricar nuestros cuerpos aumentando la velocidad, acerco mi mano a mi pene pero Mikael me detiene y sonríe.
- No no, mi pequeño pervertido.- dijo en un tono dominante que hizo que me diera un escalofrío placentero.- Te correras sin tocarte, tu amigo se liberará por mis estocadas ¿entendido?
- Si...príncipe.- gemí excitado ante la situación de control que había causado sus palabras, realmente soy un sumiso.
- Eres un buen caballero.- susurró siguiendo el juego.- Ahora sigamos.
Volvió a penetrarme con fuerza, mis gritos eran cada vez más fuertes, el cabello estaba pegado a mi rostro y mis ojos estaban clavados en los suyos completamente negros a causa del placer.
- Jacob...- gimió.- Tu semen está saliendo de mi culo.- sonrió ante mi sonrojo.- Se está escurriendo entre mis piernas...
- No...digas...cosas...tan....vergonzosas.- gemí al notar que mis ojos estaban clavados en su entrepierna y me puse rojo al notar pequeñas gotas blancas entre sus piernas.
- Debemos hacerlo más seguido, mi caballero.- dijo sonriendo morbosamente.- Se siente delicioso.- acercó su rostro a mi oído.- ¿Y sabes algo? Aún está caliente.
No sé si sus palabras o sus movimientos o ambos fue el detonante que necesitaba para explotar, mi orgasmo fue intenso.....no...creo que tuve más de uno....no se...cuanto tiempo estuve corriendome...pero fue lo mejor que me ha pasado en la vida.
Sentí que Mikael se apartaba y se acomodaba a mi lado.
- Desearía no tener que descansar.- dijo suspirando mientras jugaba con mi cabello.- Estaría teniendo sexo contigo todo el día.
- No te aproveches o me secaras.- me burlé.- Descansemos y vayamos a darnos un baño.
- Me gusta más tu olor corporal.- dijo acercando su rostro a mi cuello.
Me reí al sentir cosquillas con su respiración, pero tuve que mantener mi lívido controlado y empujarlo fuera de la cama e irnos a la ducha, aunque no sirvió de nada porque igual lo hicimos mientras el agua recorría nuestros cuerpos.
Salimos finalmente y nos pusimos los pantalones antes de ir a la sala a ver televisión, aunque deseaba ver a Mikael desnudo todo el día, mejor recuperaba un poco la energía antes de que realmente me seque.
- ¿Entonces Kaoru y Richard si son novios oficiales?- me preguntó sentándose a revisar su celular.
- Kaoru no lo quiere aceptar, pero se nota que le llama la atención tu jefe.- le dije pasandole un jugo de naranja.- No por nada han tenido varias citas.
- Lo curioso es que Richard no la ha llevado a la cama.- dijo mirando el facebook.- Eso significa que realmente no la quiere como otra más de su colección.
- Bueno, si termino en su cama pero lo raro fue que durmieran solamente.- dije divertido.- Me pregunto como le ira en su "secuestro"
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(Pv Kaoru)
- ¿Me trajiste al lugar más rico del país para presumir lo mucho que tienes?
- No, sólo recordé que tenía que comprar unas cosas para la fiesta de Josep y pensé que te sería muy útil venir a relajarte aquí.
Solo tengo que decir una cosa ¡Puto rico! No sólo me secuestra sino que me trae al centro comercial Il Piacere dello Shopping, una mini ciudad de ocho pisos lleno de las tiendas más lujosas, desde boutiques, joyerías, zapatos, libros, mascotas y juguetes y mucho más, incluyendo una sucursal de la tienda de sex shop de los juguetes creados por el ricachón que me trajo aquí.
- Bueno, no perdamos tiempo, quiero comprar unos pantalones y tal vez algun maquillaje para la rubiecita Jun-Jun.- dijo arrastrándome por el lujoso lugar, madre mía hasta las plantas que adornan las esquinas estan en macetas hiper costosas.
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No, en serio, esto es demasiado para mi.
- Nunca había visto tantos ceros en una prenda tan insignificante como un pantalón.- dije viendo el mostrador con ropa.- Y encima de tan mal gusto.
- ¿En serio? Es la última moda en París.- dijo Richard.- O eso dijo la vendedora.
- Una mujer de talla normal no podría usar un trozo de tela tan ajustado como ese.- le expliqué.- Y asumiendo que entre en esto, seguramente no le quede bien.
- Entiendo.- dijo sorprendido.- Por cierto, si quieres regalarle algo a una chica de baja estatura ¿Que le comprarías?
- Nada de esta tienda sin duda.- dije molesta.- No gastaría tanto dinero en una ropa de aqui cuando puedo comprarla con descuento en la tienda de la esquina de la universidad, y además soy diseñadora, haría la ropa de esa chica con sus medidas.
El hombre se encogió de hombros y salimos de la tienda, luego fuimos a la joyería y no se si me ardieron los ojos por tantas joyas brillantes o por los precios tan elevados que por momento pensé que estaba en una exhibición del Vaticano.
Luego de eso me preguntó a dónde quería ir e inconscientemente miré la librería, fue por unos segundos pero de pronto me tomó de la mano y entramos al enorme lugar lleno de libros. Tengo que admitir que quedé fascinada ¡Incluso tenían una sección homoerótica! Estaba tentada a comprar uno, pero tendría que ponerme a dieta de pan y agua por un mes sólo para pagar la mitad, todo mi dinero estaba invertido en las modificaciones del estudio, contratar personal y la publicidad del desfile. Así que tuve que dejarlos en la estantería.
- Dame eso.
Me quitó el libro de las manos y...¡Fue directo a la caja!
- ¡Espera!- le grité en vano, pero ya había pagado y me entregó la bolsa.- ¿Por qué hiciste eso?
- Bueno, no te gustó la ropa ni las joyas.- dijo encogiéndose de hombros.- Incluso no captaste la indirecta de la "chica de baja estatura" así que se me acabaron las ideas, aunque se trate de un libro gay es algo que a tí te gusta y eso es lo importante.
Me sonrojé al pensar que todo este tiempo había buscado algo para mi. Admito que me sentí feliz, pero era algo muy caro para mi y no creo que sea correcto.
- Te devolveré el dinero después.- dije saliendo de la librería para que no me dijera lo contrario.
Pero tan pronto salí me tropecé con alguien y el libro se me resbaló.
- Lo siento.- dije recogiendo el libro.
- Vaya vaya, de todos los lugares este sin duda es donde menos supondría que estarías.
¡Esa voz!
Sentí un escalofrío en la espalda, mis manos temblaron y miré a la persona frente a mi, por desgracia...aunque rogara que no fuera quien yo creía....sabía que era imposible...
La mujer, de casi dos metros de altura, cabello plateado y ondulado, piel morena, busto firme y grande, cuerpo tonificado y ropa ajustada, ojos negros y rostro perfectamente maquillado, y con un aura dominante que hizo que me temblaran las piernas.
- K-Katerine.- susurré temblando al verla.
- Ha pasado tiempo, Lisa.- dijo con una voz firme y controladora.- ¡Oh! Espera, ahora tienes otro nombre ¿Cierto? Y encima Kazumi te registro con una identidad diferente, aunque claro ¿En qué estaba pensando cuando te puso mi segundo nombre? ¿Creía que te trataría diferente por eso?
- ¡Katy! ¡Ya compre lo que querías!
Una chica rubia se acercó a Katy y la abrazó, sus ojos verdes me miraron extrañada.
- ¿Quien es ella?- preguntó
- Una niña que trató de robarme una vez y terminó como mi asistente.- dijo con burla.- Pero claro Kazumi, Aurora y Shina la adoptaron como si fuera una hija y tuve que lidiar con ella.
Todos los recuerdos de mi vida con esa mujer vinieron de golpe en mi cabeza, cuando intente robarla, cuando me llevó a su casa y pensé que me violaría, cuando Kazumi al verme se apiadó de mí y me protegió de su Ama apoyada por Aurora y Shina, cómo me aterraba cuando estaba sola con Katerine. Pero sobretodo recordé como Kazumi, Aurora y Shina me trataban con tanto cariño que me veían como si fuera una muñeca que podía romperse en cualquier momento y como el cáncer se llevó a una de mis "madres"
- ¿C-Cómo están Aurora y Shina?- pregunté tratando de recuperar mi compostura.
- Con varicela.- dijo.- Mis pequeñas se enfermaron pero pronto se recuperaran.- miró a la rubia.- Ella es mi nueva chica, Marlin.
- Mucho gusto pequeña ladrona.- dijo divertida.- Aunque....¡OH! ¡Pero si es la chica de la que hablan Aurin y Shin! Tienen una foto de tí en el cuarto principal.
- La única orden que no quieren obedecer.- dijo Katerine.- Al menos me hacen caso cuando les digo que no vayan a verte o llamarte, si no te visitarían todos los días para ver a su "niña"
Sonreí al recordar a Aurora y a Shina, tan dulces como siempre. Ellas me habían cuidado tanto que no sabía porqué lo hacían, una simple mendiga que cometió el error de robar a una mujer tan poderosa era recibida por sus sumisas que la vistieron, alimentaron y le enseñaron que aunque el mundo fuera cruel había gente noble que ayudaban a otros.
- ¿Y qué haces aquí?- preguntó Katerine.- Que yo sepa, aun no me has pagado todo lo que me debes y según sé apenas has comprado un estudio para tus trabajos de moda, y el dinero que ganas como diseñadora por encargo depende del cliente. Así que me sorprende verte en un lugar tan lujoso, siendo así ya deberías pagarme lo que me debes.
- ¡Oh Kaoru! Disculpa que te hiciera esperar.
Richard se acercó y me abrazó, había olvidado que estaba conmigo.
- ¿Ocurre algo mi gatita?- me preguntó antes de ver a Katerine.- ¡Ah! Hola, Mucho gusto, es un honor conocer a la Reina del Poker, Katerine Blaze. Me llamo Richard R. el Amo de Kaoru.
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