Capitulo 23

Meses después

- ¿Escucharon lo del baile chicas?- pregunto muy alegre Carmela, sin dejar de enjuagar la ropa que estaba lavando.

- Yo si lo hice- salto muy emocionada Feodora - El rey Uther ofrecerá un hermoso baile para presentar al príncipe de la corona- hablo con ilusión, mientras tomaba a manchas su cachorro y empezaba a bailar con el - Ay, que hermoso sería poder estar en un evento de esos, usando un hermoso vestido y bailando con un encantador príncipe o caballero que me quisiera como su esposa.

- Pero escucharon a esta- se rió con burla Catalina, que apenas estaba llegando y había escuchado su conversación

- ¿Que hay de malo en lo que dije?- pregunto muy confundida Feodora

- Y aún tienes la grandísima idea de preguntar el por que- la voz de Catalina era burlona - Pero Bueno- dijo mientras se miraba un poco las uñas como si fuera lo más importante para luego volver a verla con ojos fijos y desafiantes - Como soy una buena persona responderé tu duda. Tu solo eres una simple pueblerina que lava platos, ropa y barre el piso, ¿De verdad piensas que puedes asistir a un baile de esos y bailar con algún invitado?.

La pobre Feodora que antes tenía una gran sonrisa en sus labios, se entristeció al escuchar las palabras de su compañera, pero pensando un poco las cosas y mientras bajaba a manchas al suelo le respondió - Nunca hay que perder la esperanza, puede que algún día asista.

- Tu- la señaló - Por favor no me hagas reír. Solo mirate, ojos cafés, piel muy bronceada por estar horas trabajando, esos arapos que usas como ropa y ese cabello negro, que quien sabe que animales tendrá dentro- la detallo - No eres nada agraciada para los hombres- siguió con su burla - En cambio mirame a mi, cabello rubio ojos azules como el cielo y una piel tan blanca como la nieve. Quien no me quisiera sacar a bailar en una fiesta.

- ¿Y como piensas lograr eso?- se escuchó decir a Nahiara la cual también se encontraba presente, solo que no había decidido entrar a la conversación hasta que Catalina empezó con sus pretensiones cómo todos los días - Hasta donde yo se, tu eres una sirvienta como todas nosotras, es decir que no importa lo muy hermosa que seas, si vas a estar en la fiesta del rey será como eso, como sirvienta. Y la única razón por la cual tienes la piel tan blanca como dices, es porque tú madre es la encargada de poner las responsabilidades en el castillo y ella siempre elige actividades de poco esfuerzo y fuera del alcance del sol para que no te afecte en nada.

- En cambio a todas nosotras, si nos exige.

- Tu cállate campesina. No llevas ni un año trabajando en este lugar y ya crees que eres importante. Conoce tu lugar.

- Ya dejala en paz Catalina - exclamó Carmela muy enojada - Además si nos ponemos a pensar, yo solo estoy viendo a un burro hablando de orejas, ¿que te diferencia de nosotras?. Nahiara tiene razón no asistirás al baile como invitada sino como trabajadora.

- Abusivas- chillo Catalina - Esperen que le cuente a mi madre lo que están haciendo - grito para salir corriendo por dónde había llegado.

- Uy si, que miedo. Mira como tiemblo- le gritó de igual forma Carmela para que escuchará.

Todas comenzaron a reír por como la chica había salido despavorida ante las palabras de Carmela.

- Y vieron como se puso- siguió burlándose Carmela mientras se colocaba un mantel en la cabeza para imitar a la chica - Esperen que se lo cuente a mi madre. Ella las hará pagar y de seguro les quitará sus empleo- dijo mientras reía a carcajadas y se quitaba la tela de la cabeza - No puedo con esto- dijo sin dejar de reír por mucho rato - Como si su madre diera miedo o estuviera a cargo de la servidumbre.

- Pero Carmela, la madre de Catalina puede ir a mentirle a la Señora Aurora y ahí si estaríamos en un gravísimo problema- aclaró Feodora con mucho temor.

- No te preocupes - busco para calmarla Nahiara mientras la tomaba de su hombro - La señora Aurora es una persona justa, si van a contarle falsas historias estoy segura que ella investigará la situación antes de tomar una decisión definitiva.

Feodora termino por calmarse con esas palabras y las tres siguieron con sus tareas para terminar de lavar lo que les faltaba. Las horas fueron pasando y ya casi llegando el medio día dos jóvenes se aparecieron en la entrada de la lavandería con un saco de ropa cada uno.

- Buenos días señoritas- exclamó amablemente uno de ellos el cual era de cabello castaño y de ojos ámbar.

La tres voltearon a verlos y Carmela se acercó para recibirlos. En cuanto Nahiara los vio termino por reconocer al joven que había saludado, era el mismo que había conocido unos meses atrás en el manantial , al principio se puso muy nerviosa y no podía moverse pero al ver que no le hacía caso y que se mostraba como si no la conociera se relajo al pensar que no la había reconocido, así que camino hacia donde ellos y Carmela estaban para atenderlos.

- Buenos días señor en que lo podemos atender- exclamó Carmela con una sonrisa muy alegre.

- Les trajimos el saco de ropa para ser lavada- respondió el muchacho muy amable, mientras ambos los dejaban en el suelo

- Perfecto- Nahiara intervino en la conversación con una sonrisa amable y de forma muy cordial - Esperen un momento caballeros, iré a buscar la balanza.

- ¿Para que buscarás una balanza?- pregunto el otro hombre presente de manera cortante - Hasta donde se, no se necesita eso para lavar una ropa.

Nahiara volteo nuevamente a verlo y de la forma más amable posible comenzó a explicarle - Es para calcular el peso de toda la ropa que traen en los sacos señor- empezó diciendo - El precio por el servicio de lavar un kilo de ropa es de dos monedas de plata y debemos calcular cuánto es lo que ustedes tienen para ponerles el precios.

- ¿Acaso me estás diciendo que nos cobrarán el servicio?- exclamó muy indignado

- Galván por favor no empieces - lo interrumpió su amigo.

- No te metas Norman- respondió con enojo el ahora conocido como Galván - Si tú quieres pagar por un servicio por el cual no deberías ni colocar una moneda de cobre, es tu problema pero yo no me dejaré estafar por esta mujer.

Nahiara al escuchar sus palabras tan arrogantes respiro profundo para seguir hablando - Señor le pido disculpas si no le gusta los precios que manejamos, pero mi trabajo y mi tiempo cuestan, no estoy dispuesta a que usted o cualquier persona venga a este lugar y pretenda que le prestemos un servicio gratuito.

- Nahiara ya detente por favor, no hay que hacer una escena- la regaño Carmela muy preocupada por la situación.

- Ves deberías aprender de tu compañera - escupió sus palabras Galván - Ella si es una mujer sensata no como tu que eres una insolente.

Nahiara no soporto más su altanería y con la misma fuerza que él le estaba hablando le gritó - Señor yo en ningún momento le he faltado el respeto, así que le pido de favor que usted tampoco lo haga conmigo.

- A mi ninguna mujer me va a decir que es lo que tengo o no tengo que hacer. ¿Acaso no sabes con quién estás hablando?.

En ese momento Feodora apareció corriendo y se puso en el medio de los cuatro para calmar la situación
- Señor no hay necesidad de alterarse- exclamó amablemente - Yo estaré encantada de hacer el trabajo que usted está pidiendo y bajo sus términos- añadió mientras les hacía una reverencia.

Nahiara se puso casi roja del coraje por lo que estaba escuchando, pero antes de que pudiera empeorar la situación Carmela la tomo del brazo y la comenzó a apartar.

- Vamos tenemos trabajo que hacer. No sigas- le ordenó mientras la comenzaba a llevar dentro del lugar -Deja que Feodora se encargue de la situación-

Feodora se quedó con ambos y estuvo escuchando sus exigencias y sus condiciones para el tratado de la ropa, todo lo hacía con una sonrisa amable y con gran devoción y cuando todo estuvo acordado ella decidió aportar algo - Señor les deseaba pedir que disculpen a mi compañera- dijo amablemente con la cabeza un poco agachada por el respeto - Es nueva aquí, apenas y lleva algunos meses trabajando y no conoce a todas las personas importantes del castillo.

Galván sonrió con sorna al ver la sumisión de la dulce chica y por fin le sonrió mientras le levantaba la mirada - Bueno, podemos decir que solo por esta vez lo dejaremos pasar. Y mucho más cuando alguien tan dulce y amable me lo está pidiendo.

La chica se rió nerviosa al mismo tiempo que se ruborizada - Muchas gracias señor y no se preocupe por su ropa está en buenas manos.

- Eso espero- respondió Galván con galantería

Norman que había estado observando todo solo rodo los ojos por lo horrible de la situación, aunque no quiso iniciar una discusión en ese lugar estaba dispuesto a hablar más tarde con su compañero ya que esos eran métodos que el no aceptaba por ningún motivo pero siempre cuando se trataba de su amigo decidía hacer la vista ciega en público.

....

- ¡TE HAS VUELTO LOCA!- le gritó Carmela una vez que llegaron a los tendederos junto con Nahiara - Esos hombres son dos respetados hechiceros de aquí, ¿Como se te ocurre tratarlos de esa manera?-

- Pues no me importa quienes sea Carmela- le respondió la pelinegra muy enojada - Esos dos no nos respetaron y querían un trabajo gratis.

- Nahiara debes entender que las cosas aquí funcionan así, son de familias muy pudientes nos pueden meter en un gran problema- intento calmarla.

- Vez más a mi favor, tienen dinero pueden pagar por nuestro servicio.

- Pero es que tú eres terca muchacha- le recriminó Carmela ya molesta de la situación - Tenemos que servirles, ellos son nobles y nosotros simples sirvientas y ...

- Buenas ¿se puede?- se escuchó a sus espaldas y al voltear resultó ser Aldara.

- ¿Que haces aquí?- exclamó muy confundida Carmela - Se supone que tu trabajo está en la cocina.

- Es que la señora Aurora mando a reunir a todas las chicas de la servidumbre dice que tiene algo muy importante que decirnos y vine a buscarlas- exclamó la pelirroja muy apenada al ver que había interrumpido algo entre las otras dos mujeres presentes.

Carmela suspiro para calmarse y luego volvió a sonreír como si nada pasará - De acuerdo, le avisaremos a Feodora ya vamos para allá.

Se voltio a ver a Nahiara seriamente -Ya sabes de lo que hablamos- y comenzó a caminar para buscar a su otra compañera.

- ¿Interrumpí algo importante?- pregunto Aldara preocupada cuando su hermana se le acercó.

- No, solo una tontería de las mujeres de este reino- respondió secamente  -¿Que sabes tú sobre dos hechiceros llamados Norman y Galván?.

~•Fenix0305•~



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