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【𝑠𝑜, 𝑤𝘩𝑎𝑡 𝑦𝑜𝑢 𝑑𝑜𝑖𝑛𝑔 𝑡𝑜𝑛𝑖𝑔𝘩𝑡? 𝑏𝑒𝑡𝑡𝑒𝑟 𝑠𝑎𝑦; "𝑑𝑜𝑖𝑛' 𝑦𝑜𝑢 𝑟𝑖𝑔𝘩𝑡"】

Tiempo después del suceso empezó a prestarle más atención a sus detalles y concluyó en que; definitivamente, era gay.

Fue así que dejó a las chicas para comenzar a experimentar con chicos y poder confirmarlo y... sí, sí, confirmadísimo. Aunque, bueno, cada conquista que buscaba tenía cierto parecido a su amigo.

Entonces supo que tenía que hacerlo, se le confesaría. ¿Acaso se molestará si se le confiesa? Nah, y si algo sale mal, le dirá que era una broma.

Sacude su cabeza para alejar sus pensamientos al observar a su mayor, quien está tranquilamente en el sillón individual diagonal al suyo, mientras come una banana y su vista está posada en el celular. Afortunadamente para JunMyeon, porque si no, ya hubiera notado sus ojos hambrientos dirigidos a él.

Si el pelinegro come la banana así, no se imagina cómo comerá su...

— SeHun, — llama, a lo que el susodicho murmura un "¿mmm?" señal de que lo está escuchando — ¿Alguna vez te preguntaste por qué mi orientación sexual cambió tan abruptamente? — suelta con parsimonia. El otro lo mira alzando sus cejas y traga el alimento en su boca para hablar.

— Nop. — responde sonando desinteresado. Se miran fijamente.

Vamos JunMyeon, no decaigas. Tú puedes.

— ¿Te molesta que sea gay? — cuestiona inclinando su cabeza un poco.

— Para nada, jun — sonríe y derrite el corazón del rubio.

Y ahí estaba otra razón de por qué le atraía SeHun. Desde que le contó, él simplemente lo aceptó y no hizo un mal comentario al respecto. Hunnie era un ángel, porque a pesar de que en Corea la mayoría de las personas son cerradas de mente, éste era lo opuesto, aceptaba y quería a todos por igual.

Sonrió de lado ante esto.

— ¿No tienes curiosidad de saber la razón? — insistió ansioso, quería que estuviera interesado y en el punto justo, le soltaría la bomba.

— Bien, ¿a qué quieres llegar? — dejó lo que tenía en sus manos sobre la mesita frente a ellos y las juntó apoyando sus brazos en sus rodillas, acercándose más al menor. Su ceño ahora fruncido haciendo que Kim tragara saliva nervioso.

— ¿Quieres saberla o no? — preguntó con el mismo gesto de su mayor, intentando lucir seguro aunque su voz haya sonado más como un susurro tembloroso.

— Sí, cuéntamela, si es que insistes — se mofó juguetón SeHun. JunMyeon soltó una risita bajando la mirada e inspirando aire.

— Tú eres la razón, SeHun. — volvió a ver la reacción del azabache —. Después de que fui a tu apartamento el día en el que te paseabas sólo en boxer, no pude evitar mirarte de más y-... — se cortó, sintió que si seguía incomodaría más al otro. Y quizá lo hizo porque su amigo sólo se le quedó viendo en silencio, serio y analizándolo, poniendo más nervioso al chico—. Lo sien-... — Oh lo interrumpe.

— ¿Qué quieres que haga con esa información, Jun? — pregunta toqueteando con la punta de su lengua su piercing. Su sonrisa ladina vuelve a su rostro mientras se echa contra el respaldo del sillón, de manera despreocupada y divertida. Sus ojos muestran un brillo... ¿lujurioso? Dejando ver una imagen realmente caliente.

¡No hagas eso, Oh SeHun! ¿Estás consciente de que podrías matar a alguien cuando sacas tu lado sexy?

JunMyeon inhala y exhala aire, más tranquilo y sin evitar recorrer el cuerpo del pelinegro, ¿será esta su oportunidad?

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