Frunció el ceño, bajo a Eren. No apartaba su mirada de la puerta de entrada, sentía un olor familiar.

-¿Qué sucede?¿Mike?-lo miraba preocupado- ¿Se encuentra bien?-le tomó la mano.

-¿Mmh?-miro a Eren-Je-sonrió- si, estoy muy bien. Pero hambriento-sobó su abdomen- Eren, ¿Podrías hacerme un emparedado? Mañana haré el desayuno muy rico-

-¿Eh? Está bien, quiero huevo y tostadas, acompañadas de té con leche-sonrió y fue a la cocina-¡No lo olvide!-dijo antes de irse por el pasillo.

-¡No lo haré!-se acercó la puerta, nuevamente golpearon, esta vez un poco más fuerte.

Acercó su mano a la perilla, soltó un bufido y la abrió.

-Sabia que eras tú...-miraba al alfa, el cual estaba con un sombrero y una gabardina negra.

-Supongo que mi aroma de alfa es fuerte- se quitó el sobrero-Necesito hablar contigo- frunció el ceño.

-¿No crees que es algo tarde para hablar? Mejor vete, no quiero problemas-iba a cerrar la puerta, pero el azabache lo impidió.

-Logre encontrarte aunque sea a ti. Pero mi objetivo es esa bruja bastarda...-dijo con la voz grave-Nnh...-gruñó.

-Lo siento, pero hace mucho tiempo que no tengo contacto con ella. Ya no trabajo para el gobierno-

-Mientes...-lo miro a los ojos-Tu sabes dónde está él... Tu sabes dónde está esa maldita beta... Me llevaras con ella, te guste o no...-sus manos se volvieron puños.

-No creo que eso suceda. Mejor vete, no quiero problemas...-ejerció un poco más de fuerza para cerrar la puerta.

-¡No me subestimes, maldito!-el azabache golpeó la puerta con una patada.

Mike retrocedió rápidamente, estaba listo para atacar.

-Voy a llamar a la policía... Entrarás de nuevo a la cárcel y por mucho tiempo-El rubio fruncía el ceño-Vete-

-No me iré de aquí hasta que me digas... Dónde mierda... Está... ¡Mi Omega!-gritó fuerte.

El rubio veía como el azabache estaba perdiendo el control por la furia que sentía.

Se estaba volviendo un alfa por completo, eso era peligroso.

-Si no me dices dónde está esa desquiciada... Te mataré, bastardo. Ella y todo su grupo arruinaron mi vida y la de mi omega-

-Entiende, ustedes no eran compatibles... Para el gobierno era imposible dejarlos juntos. No iban a poder fortalecer un lazo-

-¡Tu no sabes nada, maldito!-se acercaba de a poco- Ya estoy perdiendo la paciencia- hizo tronar los huesos de sus manos-¿Dónde está mi Omega, bastardo?-

-Tsk...-Veia como se acercaba cada vez más.

-¿Mmh?-se detuvo-¿Que es eso?-alzo su rostro- ese olor...-susurro.

-¿Eh?-Mike abrió ampliamente sus ojos-!E-esta bien!¡Te lo diré!-gritó.

-Ese olor...-dirigió su mirada hacia el pasillo- ¿Eren?-susurro.

-¡No!¡Te equivocas!¡Te diré dónde está tu Omega!¡Pero debes irte!-

-Ese es el olor... De Eren...-dio un par de pasos, pero el rubio lo detuvo.

-Vete...-

-No...-Si corazón latía cada vez más fuerte-Es el mismo olor que sentí en ese lugar...- susurró.

-...-fruncio el ceño-Ackerman... Vete...-

-Si... Está bien...-se dió la media vuelta-maldito- alzó su pierna y golpeó al rubio en el estómago y corrio por el pasillo.

-¡Aahg!¡No!-lo persiguió.

El azabache abrió la puerta de lo que parecía ser la cocina. El olor era más intenso en ese lugar.

-Señor Mike, ¿Que es todo ese ruido?¿ Está viendo una película y no me invitó?-se acercó con el emparedado en un plato-¿Eh?-se fijo en el azabache que lo miraba.

-Eren...-susurró.

El castaño lo miraba extrañado, no sabía quién era ese tipo.

-¡Eren!¡Corre!-gritó Mike desde el otro lado.

El azabache frunció el ceño y se acercó despacio al castaño.

Eren asustado dejo caer el plato y comenzó a correr, tenía miedo.

No conocía a ese alfa.