Abrazaba sus piernas, apoyó su mentón sobre sus rodillas y suspiró.

-Si, soy un omega- habló un poco triste.

-¿Por qué no me lo dijiste, Eren? Creí que éramos amigos-el rubio mordía levemente sus labios.

-Lo sé, pero no podía hacerlo. Era un secreto que debía guardar y bueno...-respiró profundo- hay muchas cosas que te quiero contar, pero no puedo-

-Eren, ¿Confías en mí?-

-Si, confío mucho en ti-

-Haaa...-apoyó su cabeza sobre la cerca blanca que lo separaba de su amigo- está bien, esperaré a que tú me digas todo. Soy tu mejor amigo y confío mucho en ti. Me gusta ser tu amigo. Por esto no nos vamos a separar, je je-sonrió.

-¿Lo dices en serio?-

-Si, somos amigos.- se puso de pie- ya debo entrar. No creo que me dejen salir en mucho tiempo más. Tal vez nunca, jeje. Nos vemos, Eren- se despidió y entro a su casa.

El castaño se quedó sentado por unos minutos más, elevó la mirada al cielo. Todo estaba oscuro, a excepción de la iluminación de la luna y las estrellas.

-¿Eren?-el pequeño pelinegro se asomo desde la puerta del patio-¿ Estás triste?-

-¿Eh? Je, no. Estoy viendo las estrellas. Mira, están muy bonitas-apuntó el cielo.

-Oh...-sonrió- voy a verlas contigo-se acercó al omega-¡Waaa! Muy bonito-se sentó entre las piernas del castaño.

-Sip-acaricio el cabello del pequeño- ¿Qué está haciendo Mike?-

-Papi está revisando unos papeles, me dijo que jugará porque estaba ocupado. Así que vine contigo-

-Tuviste una muy buena idea, pequeño-

-Te quiero mucho, Eren-apoyo su espalda sobre el castaño y lo miro con una sonrisa- ¿Tu me quieres?-

-Claro que si, eres mi hermanito pequeño- rodeo el cuerpo de Darian con sus brazos.

El castaño cantaba unas canciones que le gustaban a Darian cuando era bebé, sin dejar de mirar las estrellas. Una hora después se fijó en que el pequeño ya estaba dormido y acurrucado en su pecho.

Sonrío y acaricio la mejilla.

-No sé porque me siento tan feliz de verte, eres muy especial para mi-susurró, beso la frente del niño y cerró sus ojos un momento. Tarareaba una canción.

-¿Eren?¿Darian?-el rubio se asomó-Ah, ahí estan-

-Mike-se sonrojo levemente-Darian se ha dormido-

-Si, ya lo noté-tomó al pequeño con un brazo y con su mano ayudo a Eren a levantarse.

Caminaron hacia la casa. Eren fue a la cocina para servirse un vaso con agua y lo bebió, mientras que Mike dejo a Darian en su cama para que durmiera.

El rubio bajo, sonrío al ver a Eren al final de las escaleras.

Se le acercó por atrás y le besó la mejilla.

-Te amo...-le susurro al oído.

-Jaja-el castaño ladeó su rostro, escondiendo su oreja- me hace cosquillas- giro su cuerpo-Tambien lo amo-cubrio su boca, escondiendo su risa.

Con sus grandes manos, Mike acaricio el rostro de Eren.

El jovencito sonreía muy sonrojado, alzó sus brazos y se puso de puntitas.

-¿Que tratas de hacer?-se reía el alfa.

-Mmhhu-Movia sus labios- quiero un besito-

-¿Si?¿Un besito?-dejó sus manos sobre la cintura del chico.

-Sip, un besito-

El rubio se agachó un poco, para poder besar los labios del omega.

Lo abrazo con fuerza y lo alzó como si nada. Eren sólo reía.

El alfa dejo de sonreír al escuchar como golpeaban la puerta.