Levi estaba en un pequeño bar al norte de la ciudad, bebía brandy de un vaso.

Varias personas lo observaban, ya que era el unico alfa de ese lugar.

Ningun alfa iba a ese tipo de lugares.

-Mierda-sobó su rostro con la mano-Ya han pasado dos días...-susurró-Debo llamar a Eren-

-Señor-El dueño del bar se le acercó por atrás-Creo que ha bebido demasiado, le pido que se retire... por favor-tragó grueso, estaba sumamente nervioso.

-¿Ha?-Frunció el ceño, giró su rostro para verlo-¿Me lo dices a mi?-

-S-si-Asintió-Lamento...-

-¡Como te atreves a hablarme de esa forma, maldito beta!-Se puso de pie-Soy un alfa, ¿No te diste cuenta? Esta mierda no me hace nada-

-Lo lamento, señor... son las políticas del bar-

-¡Tsk!-De su billetera sacó un billete y lo dejó en la mesa-Mete esa mierda en tu maldito culo-se alejó molesto, saliendo del bar.

Muy enojado, caminaba por la calle.

Todo estaba muy oscuro, solo era iluminado por unos cuantos focos eléctricos.

-Todos son una maldita mierda...-Detuvo su paso, miró a su lado, estaba al lado de una vitrina. Podía ver su reflejo-Eres una mierda... ¿Por qué le hiciste eso? Eren no tiene la culpa de nada-

Sus manos se formaron en puños, alzó su brazo y golpeó la vitrina, tizando el cristal.

Sus nudillos comenzaron a sangrar un poco, pero no le dio importancia.

Siguió caminado por la calle, se detuvo cerca de un callejón, donde escuchó unos sonidos extraños.

-¿Quién está ahí?-preguntó con viz demandante.

Al no recibir respuesta, se adentró a la oscuridad.

Aunque tenía muy poca visibilidad, podía diferenciar algunas cosas.

-¡No!¡Dejame!-Escuchó una voz femenina.

-¡Calla a esa omega!-dijo un tipo.

-Maldita-

El alfa escuchó un golpe y un sollozo.

Intentó olfatear, pero no sintió el aroma de alfas. Los hombres debían ser betas.

-Por favor-Una pequeña rubia, lloraba mientras trataba de cubrir su nariz, la cual sangraba.

-Sólo cállate, omega. No puedo golpearte más, porque disminuye mucho el precio-Sonrió.

La tomó del cabello, para arrastrarla, pero recibió un fuerte golpe en su nuca.

-¡Aahg!-Calló al piso.

-¡John!-Gritó el otro-¡¿Quién hizo eso?!-Sacó una navaja.

-Maldito beta de mierda-se acercó al tipo que no conocía-¿Antes te habías enfrentado a un alfa?-hizo tronar los huesos de su cuello.

-Mi-mierda-Se alejó con miedo-¡John!¡Vámonos!-tomó a su compañero lastimado y se fueron lo más rápido que pudieron.

-Mmh...-la joven se trató de esconder en un rincón-Por favor, no me haga daño-lloraba.

-...-Se acercó y agachó-¿Eres omega?-ella con miedo asintió-No te haré daño-

-Pero... eres alfa, los alfas le hacen daño a los... omegas-Abrazó sus piernas.

-Si, pero te puedo ayudar-rompió un poco su camisa y le acercó un trozo-Aunque sea un poco-

Ella temerosa asintió.

Levi compró un sándwich de pollo y dos gaseosas para la omega, ella se lo comió todo muy rápido por el hambre que sentía.

-¿Cuantos años tienes?-Le preguntó, mientras bebía de su gaseosa.

-Tengo catorce años-Observaba el envoltorio vacío del sándwich.

-¿Catorce años?-La miró sorprendido-¿Escapaste de tu internado?-

-Si, escapé junto a tres compañeras-Sus labios temblaban-sólo yo pude llegar hasta aquí, las demás fueron capturadas por el gobierno y otras por  unas bandas...-

-Tsk...-Apretó la lata de la gaseosa-Malditos bastardos, sólo son niños...-Susurró molesto-¿Cuál es tu nombre?-

-Mi nombre es Christa-

-¿Sólo Christa?-

-Si, nunca supe mi apellido real. Fui abandonada en un orfanato y ahí supe que era omega... todo fue horrible-

-Debes estar tranquila, ahora tienes apoyo. Trataré de ayudarte, Christa-Se puso de pie-ven-comenzó a caminar.

La pequeña omega dudó un momento, pero asintió.

Siguió al alfa que le había salvado.