•CJ•

Los trillizos Min no eran demasiado observadores para cosas que no les generaba interés.

Sin duda, habían muchas actividades así, sin embargo, su Omega era otra cosa.

Cada pequeña acción de JiMin generaba en ellos una reacción bastante rápida. Ese día, los tres habían dejado de lado del trabajo por una semana, debido a que su hermoso chico había comenzado a robar algunas de sus prendas.

JiMin era un Omega después de todo y como tal, tenía ciertos instintos que seguía, cada vez que llegaba su celo, comenzaba a reunir ropa de sus novios para llevarlas a su cuarto especial, uno donde solo él entraba. ¿Porqué? Porque ahí hacia su nido, siempre recolectaba cosas significativas y las llevaba armando lo que para algunos sería un desorden, solo los omegas tenían aquel instinto de maternidad y cuidado que les motivaba a hacer aquello.

La razón por la que sus alfas no entraban a aquel cuarto es esa, era privado, cuando tenían coito era en el cuarto de los cuatro compartían, pero esa habitación se guardaba para cuando deseen tener hijos, pues por instinto JiMin buscaría un lugar más seguro para su cachorro o cachorros.

Aquellos pequeños indicios le decían a los Min que su hermoso novio estaba en etapa de celo, así tardaría tres días dónde deberían cuidarlo y tratar de cuidar de su salud.

-Cariño, estamos aquí.

Habla YoonGi a la puerta blanca para que el menor pueda escucharlo, de inmediato Park se levanta de la cama y sale de la habitación saltando a los brazos de su novio mayor. Su olor era fuerte, los tres lo habían notado.

-Creí que me dejarían solo, está por empezar.

Murmura siendo llevado por el mismo YoonGi hasta la habitación que compartían.

Una vez ahí, el menor de los cuatro salió de los brazos del pálido mayor para acurrucarse también entre Agust y Suga.

-¿Porqué no nos avisaste? No es bueno que pases este tiempo solo, JiMin. No te hace bien y menos a tu lobo.

Regaña de manera dulce Suga, dejando algunos besos en el cabello plateado de Park. Este no quería responder, pero sabe que le iban a insistir hasta que de sus razones.

-No me gusta molestarlos. Sé que tienen trabajo.

Un suspiro colectivo es lo que recibió en respuesta a su comentario. Los Min tenían que lidiar con eso cada vez que JiMin entraba en celo, siempre creía que era una molestia. ¿Cómo le quitarían eso de la cabeza?

-Príncipe, tú eres más importante que nuestros trabajo. Además, es normal tomarse unas vacaciones en estás circunstancias -Habla ahora Agust besándole con cariño una mejilla - Sabes lo mucho que te duele estar solo en estos momentos, así que deja que te cuidemos.

No solamente en el sentido del coito, eso era importante para JiMin, si, pero también debían cuidar su salud, normalmente, al estar con tres alfas, el cuerpo de su Omega quedaba bastante agotado así que inmediatamente terminaban una ronda, Park solía dormir mucho hasta la próxima.

Dadas esas circunstancias, los Min debían asegurarse de que coma, de darle algunas duchas relajantes de vez en cuando, masajear sus músculos adoloridos y por supuesto llenarlo de mimos. Porque tanto en el proceso como luego de él, los omegas deben sentirse queridos, estaban entregándose en cuerpo y alma por lo que esperaban a cambio protección y afecto de sus parejas.

Sabiendo eso, los tres hermanos siempre trataban a su novio como a un miembro de la realeza, cada vez que de antoja de algo se lo dan, y si necesita cualquier cosa la buscan.

-Pero... Esta vez es diferente. -Comienza bajito mientras estira una mano para que YoonGi también se acerque a él- Quiero... Necesito sus marcas, permanentes. Las temporales funcionaron, pero siento que ya no es suficiente.

Musita algo inquieto recibiendo un beso en los labios de YoonGi.

Habían acordado no marcar permanentemente al menor hasta la boda, sin embargo, la necesidad de JiMin y de los alfas por aquel lazo era tan grande que tuvieron que recurrir a marcas temporales.

Aunque ahora parecía tampoco ser suficiente.

-¿Estás seguro de eso? Sabes lo que significa. -Comienza Suga tomando una de las manos pequeñas ajenas- No te sientas presionado.

JiMin negó estando encantado con la presencia de los tres ahí, el olor a menta, café y canela juntos lo tenían bobo y algo adormilado, esos eran sus alfas y realmente estaba seguro de querer pasar el resto de su vida con ellos, no soportaría estar separado, ni siquiera se sentía totalmente conforme con estar solamente con uno, siempre sentía esa necesidad de tener a los tres.

-Quiero esto. Sé que ustedes van a cuidarme, así que se los digo mientras estoy consciente de mi mismo. -Se acercó con timidez besando uno por uno los labios de sus chicos, luego les sonrió mostrando sus medias lunas- Los amo.

Los trillizos solo pudieron sonreír también, abrazando entre los tres a su hermoso novio, no podían pedir algo mejor, JiMin era todo lo que ellos necesitaban.

Aún si habían más personas detrás de ellos, ¿Porqué buscarían consuelo en terceros? Incluso JiMin tenía más pretendientes que años de vida, pero seguían juntos los cuatro porque en serio sentían que estaba bien.

-Voy a buscarte algo de comer, Minnie, pronto no querrás nada más que mimos y debemos mantenerte sano. -Habla Suga besándole la frente antes se alejarse a duras penas.

JiMin asiente sabiendo que era verdad. Nunca quería comer en esos tres días, por eso debía hacerlo antes y en pequeños transcursos de descanso.

Agust y YoonGi pie su parte se acostaron uno a cada lado de su pequeño novio. Dejando que este sonriera sintiéndose cómodo.

Cabe destacar que JiMin se había puesto prendas de todos, una camisa de Suga, un pantalón de pijama de YoonGi y llevaba también un suéter de Agust, era maravilloso para él.

Pasados unos minutos entre pequeñas caricias mimosas de dos de sus novios, El olor a comida hizo rugir su estómago y vio hacia en frente encontrando a su tercer novio con una bandeja que tenía varios alimentos.

Esto le hizo agua la boca al Omega, quien inmediatamente comenzó a comer de todo un poco. Por estar tan entretenido en recolectar ropa y pensar en sus novios, no había comido absolutamente nada así que estaba hambriento.

-Gracias, Su. -Agradece con sinceridad también bebiendo para bajar más fácilmente la comida- Creo que ya es suficiente.

No había comido demasiado, pero si lo suficiente para mantenerse muy activo, no quería estar totalmente lleno o podría vomitar.

Al escuchar aquello, Suga de inmediato va de llevar lo sobrante a la cocina y regresa para quedarse junto a los otros tres, pero él se acostó sobre el pecho de su pequeño novio sin llegar a dejar todo su peso encima.

Entre mimos, los alfas besaban suavemente y acariciaban el cabello o manos de JiMin, quien se relajaba y el aroma de los tres evitaba que sufriera esos horribles cólicos que le daban cada vez que llegaba su tiempo de celo.

Poco a poco, el aroma a duraznos se hizo más intenso y por más inocentes que fuesen aquellos besos y caricias, hacian que JiMin sienta calor.

El primero en darse cuenta de ello fue YoonGi que sintió temblar un poco a su novio bajo el toque de los tres y sabiendo lo que venía, se levantó de la cama para ayudarle a quitarse aquellas prendas una por una.

Los otros dos alfas entendieron de igual manera, Suga le quitó los pantalones mientras Agust la camisa una vez que YoonGi había retirado el suéter.

Fue el mismo JiMin quien se quitó el boxer gimiendo bajo cuando sintió la potente mirada de sus tres novios sobre su cuerpo.

No tenía vergüenza de ellos, menos en el celo, ya había compartido con los tres, no hay ninguna parte de él que no hayan visto ya antes.

Sus ojos se humedecieron quejándose porque su temperatura seguía subiendo y una molesta erección se levantaba orgullosa ante los pocos estimulos de la tela rozando su piel.

Su mirada pasó del común color chocolate a uno más claro, amielado mejor dicho.

Pero también era suplicante, necesitaba a sus parejas y los necesitaba ya.

-Tranquilo, Cielo, ya dejará de molestar -Suga se atrevió a ser el primero en cercarse, besó los labios de JiMin y le acarició un poco las mejillas que estaban rojas por la alta temperatura en ellas.-Eso es, cálmate, tus alfas están aquí.

El menor asiente buscando más de ese contacto, mientras los otros dos hermanos se deshacían de su ropa ansiosos por empezar, durante el celo de JiMin no usaban protección por varias razones.

Era bastante poco probable que este quede en cinta, además, podría herir el orgullo del Omega saber que sus parejas se están protegiendo a la hora del coito con él.

Su cuerpo siempre se preparaba para recibirlos, y aunque no era la primera vez que pasaban los cuatro juntos ese celo, ese día por fin marcarian definitivamente al menor.

Cuando Suga se separó de aquellos esponjosos labios, los ojos dilatados de JiMin pudieron apreciar los cuerpos desnudos de los dos alfas mayores, eso lo hizo gemir y su cuerpo se estremeció dejando que una generosa cantidad de lubricante salga de él.

Abrió bastante las piernas para enseñar a estos que estaba más que listo para recibir lo que ellos le dieran y los tres gruñeron de gusto por lo complaciente que resultaba ser su hermoso chico.

Mientras el menor de los trillizos se deshacía de su ropa, Agust se había apoderado de la cadera fina con sus manos, dejando lentas caricias y besos entre sus piernas, mientras YoonGi le besaba el cuello y su mano derecha iba hasta la erección para calmarla.

JiMin estaba perdido, por un lado sentía la lengua de Agust recorrer peligrosamente entre sus muslos sabiendo el destino al que quería llegar, y por otro estaba YoonGi masturbandolo mientras besaba su cuello como si quisiera morderlo ahí mismo.

Pero le faltaba Suga, así que dirigió una mirada suplicante hasta este, quien entendió y se acercó nuevamente para besarlo y entretener sus dos manos en cada uno de esos botoncitos erectos que lo llamaban.

-Alfas, Alfas -A penas pudo separarse de los labios finos de Suga y ya rogaba por más, Agust estaba jugando sucio, y mierda, YoonGi no dejaba de acelerar los movimientos en su mano. Justo cuando iba a quejarse por su novio de en medio solo jugaba con él, sintió esa larga y hábil lengua adentrarse como siempre le gustaba hacer- Mnh! Sí!- sus manos temblorosas fueron al cabello de quien tenia en frente volviendo a besarlo.

YoonGi había acabado con su cuello y ahora besaba su pecho quitando una de las manos del trillizos menor para atrapar con su lengua uno de sus pezones, tuvo que morder el labio de Suga para no gritar y aún así, su cuerpo completo se estremeció entre espasmos cuando tuvo su primer orgasmo del día.

Los alfas se alejaron observando orgullosos su trabajo, pero JiMin no decansaría hasta tener lo que deseaba, esas tres mordidas.

Así que llevó sus dedos a su propia boca lamiendo estos y sin dar explicaciones, se auto penetró delante de esos tres pares de ojos que solo se oscurecieron más.

Si hay algo que sabía de sus novios era lo orgullosos que eran, y no aceptaban tan rápido el hecho de no ser ellos quienes proporcionaban placer a su pareja, era casi una falta de respeto a sus ojos que sea su mismo Omega quien tenga que complacerse.

-Oh, no cariño. Deja de jugar -YoonGi detuvo la pequeña mano que se estimulaba ganando un gruñido de su lindo Omega, vaya que los tenía enamorados. Se acomodó en la cama sentado mientras su espalda se recargaba en el espaldar y palmeo sus pálidas piernas invitándolo.- Apuesto que esto es mejor que tus dedos.

Al menor se le hizo agua la boca, gateó hasta quedar sentado sobre los fuertes muslos de su mayor y fue ese mismo quien lo giró para que le dé la espalda, al principio JiMin no entendía porqué lo volteaban si él quería verlo, pero luego se encontró con dos pesadas miradas más y entendió.

Lo hizo más cuando su querido Novio mayor levantó su cuerpo y lo posicionó justo sobre su erección ni siquiera dándole tiempo a prepararse mentalmente, solo lo obligó a bajar tragando hasta la última parte.

-Diosa... -Gimió echando atrás su cabeza pero aún sentía que no era suficiente, pero parece que ellos entendieron, por lo que Agust sostuvo contra su pecho sus dos piernas flexionadas y Suga metió sin permiso dos dedos llenando aún más el interior ajeno.

JiMin ya ni siquiera sabía si debía gemir, gritar o jadear, de su garganta no salía nada. Solamente sentía las suaves estocadas de YoonGi y los dedos de Suga, mientras Agust le acariciaba las piernas y él buscaba soporte en el cuello del mayor de los trillizos.

-Alfas... -Rogó nuevamente queriendo más, ya estaba suficientemente mojado, incluso sus muslos estaban húmedos de su propia preparación con olor a durazno- M-más.

Y claro, siendo sus alfas tan complacientes, esta vez fue YoonGi quien sostuvo una de las piernas de su novio, la mantuvo fija contra ese hermoso pecho para que no pueda cerrarla.

Suga sacó sus dedos poniéndose en la parte derecha y Agust en la izquierda mientras le sostenía la pierna faltante pero esta vez sobre su hombro.

El segundo en entrar fue el hermano menor, JiMin lo sintió a la perfección y arañó con una de sus manos el hombro izquierdo de su novio en cuestión, ya tenía dos adentro, solo faltaba uno pero mientras ese se aseguraban de lubricar bien su erección, los otros dos besaban las lágrimas silenciosas que habían corrido por el rostro del menor de todos.

-Solo un poco más, Cielo. -Dice Agust antes de comenzar a abrirse camino también. JiMin hizo una perfecta "O" con su boca y los lloriqueos no faltaron sintiendo a sus tres hombres dentro de él- Tan delicioso, cariño.

Aquello le hizo sollozar más de placer. De inmediato unas manos se apoderaron de su cintura haciéndolo subir y bajar, para ese punto ya no sabía quién era, solo que se sentía completamente lleno y luchaba por saltar de buena manera sobre las tres poderosas erecciones que lo tenían prisionero.

-Suga... Agust... YoonGi... -Llamó entrecortado sintiendo besos y toques por doquier, él estaba muy entretenido sosteniéndose de Agust mientras Suga había conseguido masturbarlo al ritmo de las estocadas -Si, S-si!

Observó a los tres mayores y especialmente a sus bocas, sus colmillos estaban creciendo y eso lo motivó más a saltar ganándose una nalgada de YoonGi quien estaba debajo, eso le había gustado bastante y más en ese momento.

Podía sentirlos, sentía el nudo de sus novios crecer y sabía lo que venía con ello así que cerró sus ojos solamente esperando, porque el olor lo cegó completamente y en el instante en que se corrió, sus piernas perdieron la fuerza.

De igual manera no podía moverse, pues justo en ese instante seis brazos lo sostuvieron abajo, para que tome los nudos al mismo tiempo y fue entonces cuando sintió el semen correr en su interior y tres mordidas profundas en lugares diferentes.

Una en el lado derecho, otra en el izquierdo y la última en la nuca. Lloró más entre gemidos porqué sentía el lazo crearse con sus alfas, además estaba jodidamente lleno tanto por el gran tamaño de estos como por el semen que habían dejado libre en si interior. Agradecía la poca fertilidad que poseia en su celo porque sino tendría una camada completa de cachorros.

Rendido, JiMin dejó caer su espalda contra el pecho de YoonGi quien se separó de su nuca para lamer la herida que había hecho, lo mismo paso con los otros dos hermanos.

-JiMin, cariño ¿Estás bien? -YoonGi se preocupó al ver que su menor no respondía, ni siquiera se movía o tenía fuerza. -Minnie.

El Omega hizo un pequeño sonido para que entiendan que estaba bien pero agotado, demasiadas emociones y aún era solo el inicio.

Los tres salieron de Park cuando los nudos bajaron, los tres por igual se quedaron como idiotas viendo su semen salir de la entrada maltratada de su novio que yacía en la cama casi dormido.

-Ustedes, alfas bobos, vengan y dejen de ser unos pervertidos -Los regaña extendiendo sus brazos hacia ellos.

YoonGi río al igual que los otros dos, pero antes de complacer a JiMin, buscaron unas toallas húmedas para limpiarle un poco el cuerpo, cosa que este agradecía.

Los besos no faltaron, inmediatamente estuvieron los tres sobre la cama, cada quien eligió un lugar para mimar a su Omega y habían descubierto algo maravilloso.

Parece que inconscientemente, JiMin les enseñaba el vientre cuando ellos besaban cerca de esa zona. Quizás para algunos sea algo extraño o normal, pero el hecho de que un Omega enseñe su zona más delicada y preciada era muy importante, ya que estaba dando permiso para que lo embaracen.

Esa zona era dulce, atractiva para los alfas pues siempre los llamaba pero ellos respetaban mucho ese lugar.

Y bueno, JiMin sí se había dado cuenta de lo que hizo, pero no se arrepentía, en vez de eso se acomodó en la cama envolviéndose con las sábanas que olían a sus novios y estos enternecidos le besaron todo el rostro y lo abrazaron proporcionándole cariño y calor.

Estarían en esa etapa de mimos hasta la próxima oleada de calor. Pero ellos sin duda disfrutarían, más ahora que podían sentir lo feliz que estaba JiMin por tenerlos, ahora por fin compartían sentimientos con su hermoso rayo de sol.

Y está de más decir que se amaban intensamente. JiMin amaba sus celos, porque desde que lo pasaba acompañados de sus novios, podía presumir de tenerlos solo para él haciéndolo reír y tratandolo como a un auténtico principe.

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