El punto de Inicio
No tenía claridad de cuanto tiempo llevaba en el mismo valle, los días y las noches pasaban pero el se mantenía igual, Naruto comprendía lo que sucedía pero no quería aceptarlo, era su momento de descansar y reencontrarse con su familia pero alguien haciéndole una muy mala broma lo trajo a este mundo que estaba en quien sabe donde, viviendo una vida miserable y sin sentido, después de recorrer el entorno del valle llegó a la conclusión que nadie vivía a muchos kilómetros a la redonda.
Naruto se recostó en la base del árbol pequeño del cual emergía agua, recién era medio día y no había hecho nada productivo, miró su bolso con pergaminos y los comenzó a revisar uno por uno, la mayoría eran sobre conocimiento ninja, también sobre esta tierra y quienes habitaban, finalmente había un papel al fondo del bolso con algo escrito.
-"Saludos Naruto Uzumaki, se que te sorprenderá notar que sigues vivo pero que estás en otra tierra muy diferente al continente elemental, se que encontrarás injusta esta acción pero es por un bien mayor, en esta tierra se llevarán a cabo grandes guerras que solo generarán mucha muerte a su paso, y son razas no muy numerosas, el motivo por el cual te traje aquí es porque necesito la ayuda de alguien que cepa de paz y justicia, muchos grandes guerreros fueron llamados para llevar a cabo esta misión pero ninguno cumplía con lo necesario pero te vi, vi tu vida, como tu voluntad fue inquebrantable independiente de la situación y lograste la paz en un mundo de guerra, necesito que actúes como observador de lo que suceda en el mundo y puedas intervenir cuando lo creas necesario, pero deberás permanecer neutral. Para ayudarte en tu tarea reuní la mayor cantidad de información sobre conocimiento ninja, tus capacidades fueron aumentadas casi a la perfección, dominas los cinco elementos básicos, fuego, agua, tierra, aire y rayo, así como dos elementos secundarios como Hyoton y Mokuton, elementos que para esta tierra son magia, estudia y prepárate"-
Llegado el momento yo personalmente te escoltaré donde descansan las almas de tus seres queridos, hasta ese entonces, aprende lo más que puedas y enseña a este mundo que la la paz y la comprensión mutua es posible, creo en ti Naruto Uzumaki"- terminó de leer Naruto para que la hoja fuera consumida por un fuego dorado.
-"Que bien, además de ser inmortal debo volver a estudiar, esto es una gran montaña de mierda"- se quejó el Uzumaki para comenzar a leer la información del pergamino, de cualquier forma tenía demasiado espacio para practicar -"bueno manos a la obra"-.
Los días se transformaron en semanas, las semanas en meses y los mese en años, Naruto leyó practicó y repitió, prácticamente se aisló del mundo hasta cuando creyó que ya era suficiente, de nada servía saber tanto si no tenía experiencia.
-"ser inmortal no es tan increíble como suena, solo sabes que serás eterno y que tu luz jamás se extinguirá"- pensó Naruto observando el valle esta vez no tan desértico como cuando despertó en este mundo, el verde se podía apreciar en todas direcciones y un inmenso árbol se erguía en el centro del lugar -"Ahora si es un buen lugar"- murmuró, estaba por ir a su hogar ubicado en el gran árbol pero varias presencias llamaron su atención desde la única entrada al valle.
Varias personas pequeñas con alas observaban el frondoso valle que se presentaban ante ellos,por la mala convivencia con la raza humana decidieron buscar su hogar pero hasta ahora habían tenido mala suerte y encontrar este lugar les generaba nuevas esperanzas.
-"creo que al fin ha terminado nuestro peregrinaje"- comentó el que parecía el líder del grupo, alegrando a los presentes, estaban por ingresar pero varias ramas y raíces les cerraron el paso, asustando a todos.
-"Puedo saber que pensaban hacer en mis terrenos?"- las hadas miraron en todas direcciones pero no encontraban quien les estaba hablando -"arriba"- escucharon y obedecieron para seguidamente quedar impactados, sobre ellos se encontraba un joven de cabellera dorada que estaba de pie pegado al techo como si fuera un miembro de la raza de los vampiros pero sin serlo, además de su mirada que observaba a todo el grupo, quienes podían pelear cubrieron a los demás.
-"No queremos problemas joven solo estábamos de paso ya que buscamos tierras donde vivir en paz, nuestra experiencia con la raza de los humanos no ha sido de las mejores"- comentó un anciano, Naruto se soltó de la pared y comenzó a caer , pero su aterrizaje fue sin ningún ruido.
-"Lo siento pero me ha llevado demasiado tiempo poder dejar este lugar como está y se que si alguien lo descubre todo el trabajo no servirá para nada y deberé manchar mis manos con sangre, aunque no es mi intención"- comentó Naruto observando a las hadas, sus vestimentas no eran de las mejores -"Cuanto tiempo llevan viajando?"- preguntó Naruto observando a todos los seres que se mantenían lo más alerta posible.
-"Casi dos años ya y no hemos tenido éxito"- Naruto asintió-"Solo buscamos un hogar nada más"- terminó el líder del grupo.
-"Este lugar antes de ser el hermoso valle que era ahora solo tenía un árbol, uno que está ubicado en el centro, es parte de mi como yo de el, si se viera lastimado de algún modo personalmente aniquilaría al responsable y es por eso que además de mi solo algunos animales moran estas tierras, no me gustan los visitantes y créanme que al bosque tampoco pero creo que podemos llegar a un acuerdo"- las hadas miraron curiosas al humano.
-"Bueno, debo salir para ver como a crecido el mundo, los cambios que ha presentado y si las distintas razas siguen siendo tan problemáticas como hace un siglo, cuiden del lugar"- se despidió Naruto con su capa y su bolso.
-"Señor, usted cree el sea humano?"- preguntó uno de los guardias al nuevo rey hada.
-"Si ese fuera el caso, debió morir hace mucho tiempo, creo que el es alguien único, si bien tiene un aire de calma y tranquilidad, siempre las aguas tranquilas son las más peligrosas"- comentó el rey hada al guardia, ambos regresaron al valle y la puerta se cerró detrás de ellos.
Entre más recorría Naruto la decepción aumentaba más en el, siendo todos más evolucionados aún habían muchos conflictos, acaso fue enviado para destruir todo? pero quienes se encontraban en conflictos era la raza de las diosas y la raza de los demonios, llevándose vidas inocentes en el proceso, los humanos ahora ya no vivían en pequeños pueblos, ahora se comenzaban a reunir en grandes poblados o ciudades pero no cambiaba nada.
Hacía más de 20 años que había salido del valle para ver como estaba el mundo,y hasta ahora solo deseaba regresar y esperar unos siglos para ver si había mundo que salvar.
Estaba de paso en una zona rocosa cuando sintió un gran poder cercano, con precaución se acercó para ver de que trataba, lo que encontró le sorprendió, dos personas inconscientes sobre un plano, uno era un joven rubio con pantalones verdes que no presentaba ninguna herida, en cuanto a la segunda persona era una chica de cabello plateado y alas con muchas heridas, rápidamente se acercó para poder revisarlos, cuando revisó al chico se encontró con la sorpresa de que tenía mucha fuerza en su interior y no tenía heridas externas ni internas en cuanto a la chica que se encontraba con los ojos abiertos mirando a su compañero estaba muerta y por el estado de las heridas llevaba varios días muerta, Naruto posó sus manos en sus ojos y los cerró, después posó ambas manos sobre el abdomen de la chica y comenzó a sanar las heridas externas para dejarla en un mejor estado, presentía que ese demonio y esa diosa no terminaron así por un conflicto entre ellos si el haberlos encontrados tomados de las manos era una señal, acaso toda la cadena de conflictos eran algo más que una coincidencia? escuchó algo sobre una guerra santa pero durante el tiempo que recorría la tierra fue testigo de tantos conflictos que ponerles nombre era como encontrarse un perro en el camino y no volver a verlo, miró como el cielo se comenzaba a nublar anunciando lluvia, tomó a ambos y los puso en sus hombros, lo mejor era buscar un lugar seguro.
Meliodas comenzó a abrir los ojos un tanto confundido de lo que había sucedido pero de golpe los recuerdos comenzaron a golpear su mente, imágenes vivas de como Elizabeth como el fueron maldecidos por el rey demonio y la deidad suprema, por lo que de golpe se levantó y quedó sentado respirando con fuerza pero el sonido de un rayo llamó su atención, miró alrededor buscando a su amada.
-"Veo que al fin despiertas"-escuchó la voz de alguien cerca de el y parado junto a el había un joven vestido con pantalones azules y con vendas, una polera azul de manga larga que le quedaba algo suelta, cabello rubio, ojos azules que observaban directamente el fuego.
-"Dónde está?"- preguntó Meliodas, el joven elevó su brazo y señaló al fondo de la cueva, Meliodas buscó a la peliplata pero no había nada, cuando notó una tela blanca, se levantó ignorando el estado de su cuerpo que no presentaba ninguna herida, se acercó a la tela para notar que se extendía y demarcaba la silueta de una persona, de una mujer.
-"No te confundas con lo que veas porque ya no está"- comentó el joven, Meliodas se detuvo pero se arrodilló y acercó su mano para retirar la que era una capa y la vio, estaba con su ropa dañada resultado de la persecución que sufrieron por la raza de los demonios y las diosas, buscaba algún daño pero su cuerpo no mostraba ninguna señal, era como si solo estuviera durmiendo, la levantó y la abrazó mientras lagrimas se comenzaban a acumular en sus ojos, le acarició la mejilla hasta que no lo soportó más y comenzó a llorar.
Naruto solo decidió guardar silencio, se puso de pie y se dirigió a la salida de la cueva para sentir como de a poco el viento norte disminuía su fuerza, la lluvia estaba por terminar y debía seguir su viaje.
Cerca del borde de una quebrada se encontraban Naruto y Meliodas mirando la tumba de Elizabeth su enamorada.
-"Nunca pensé que una guerra se llevaría a cabo y participarían todas las razas, sobre todo cuando por un lado estaban los demonios contra todas las demás, es una lastima, pero debo seguir mi viaje"- comentó Naruto acomodando su bolso.
-"Gracias por acompañarme Naruto"- comentó Meliodas mirando la tumba de Elizabeth.
-"En parte comprendo tu dolor, nos vemos hijo del rey demonio"- Meliodas se giró para mirar a Naruto pero este ya no estaba, trató de sentir su presencia pero nada, como si no existiera o hubiera desaparecido.
-"A un cuando les dí un hogar seguro decidieron ir a una guerra que no les afectaría en nada, al parecer no es necesario que mantenga las defensas el valle, es una lastima pero desde ahora ellos deberán cuidar su hogar con sus propias manos"- Naruto levantó la manga de su brazo derecho y observó un sello con forma de remolino que de a poco comenzó a desaparecer.
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