𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟑𝟒

❏ 𝑴𝒖𝒆𝒓𝒕𝒂𝒔

7 días después, 8:00 a.m.

Una semana entera ignorando el grupo, pero fingían tener buenas razones y las tenían, sólo que preferían no decírselas para que no los descubrieran. Y parecía dar buen resultado para todos puesto que no debían encariñarse tanto con aquel grupo de adolescentes hormonales.

Alexa y Poor se encuentran en este mismo momento recostados en la cama de la chica. Ella mantiene su cabeza sobre el pecho de su novio, escuchando sus latidos mientras él la tiene abrazada por los hombros manteniendo una de sus manos en su cintura. Estaban relajados, adentrados en un silencio cómodo y acogedor mientras nada más se escucha que un ligero zumbido que sólo ellos pueden alcanzar a percibir, producto de la inteligencia artificial que está implantado en su nuevo cuarto en la casa recién comprada, y las respiraciones relajadas de ambos, disfrutando de la compañía del otro.

--¿Sabes de qué me acordé recientemente? --habló suavemente Alexa.

Lo único que Poor esperaba, era que no fuera el que volviera a recordar la muerte de sus hermanas, pero aún así necesitaba saberlo para idear una forma de consolarla.

--¿De qué? --preguntó él con curiosidad y la preocupación bien oculta.

--De Nadia y Novalee --respondió ella.

Justo como lo había sospechado.

--¿Las extrañas mucho? --indagó para saber qué palabras dedicarle.

--Sí --respondió ella con unas pequeñas lágrimas en sus ojos--. Quisiera que Boglōv nunca hubiera hecho esos experimentos con ellas primero, si no estaba seguro --agregó, haciendo que el dolor por ver sufrir a su novia crezca cada vez más en su pecho.

--¿Qué habrías preferido? --dudó teniendo miedo de que la respuesta de su novia sea la que él piensa.

--Que experimentara conmigo --contestó comenzando a derramar unas pocas lágrimas.

--Pero ya no podemos cambiar nada, Alex --comentó él--. Además de que ellas ya están descansando --continuó levatandole el rostro para poder mirarla a los ojos-- y estoy seguro de que si estuvieran viendo ahora, estarían sonriendo por todo lo bueno que has hecho y por todas las personas que has ayudado --la consoló con una pequeña sonrisa.

--Eso espero --murmuró ella cerrando sus ojos.

--No lo esperes, tenlo por seguro --afirmó él abrazándola con más fuerza mientras recuerda la última vez que la vio en ese estado tan vulnerable. Han pasado tantos años desde entonces, que se les hace raro el verla vulnerable y triste al mismo tiempo... sensible, en pocas palabras.

Poco después del funeral de las hermanas, Alexa se fue a su habitación sin salir un sólo segundo de ahí, ni siquiera para comer o hacer ejercicio. Sólo permanecía ahí, recostada en su cama entre sus cobijas blancas y negras que caracterizaban su habitación. Sin embargo, esto dejó de ser posible hasta que Boglōv les pidió que se reunieran en la sala que se encontraba cerca del comedor del laboratorio donde aquellos jóvenes vivían, para poder hablar con ellos acerca de algo importante.

Todos se sentaron en los sillones que hacía que todos se vieran de frente, colocándose según la numeración que les había asignado su raptor poco después de su llegada. Aunque, claro, ahora les faltaban dos integrantes de ese equipo que era tan importante para Henrik. Sin embargo, Alexa no siguió el orden designado y, en vez de eso, se colocó en las piernas de su hermano mayor a horcajadas tratando de buscar alguna clase de consuelo que le pudiera proporcionar al ser la única figura paterna que tenía en aquel lugar olvidado por Dios.

Alexa tenía los ojos rojos al igual que su nariz, pero Omar no dudó en abrazarla y acariciar su cabello suavemente mientras le susurraba unas pequeñas palabras de consuelo al oído, pequeñas frases que le decían sus padres aún estando en vida cuando ella padecía de algo similar o se sentía igual que en ese momento.

Todos se quedaron en completo silencio al ver que Alexa escondía su rostro en el cuello de su, entonces, padre. Ponían atención a lo que Omar le decía, sabían que Omar no iba a estar presente todo el tiempo porque a veces los mandaba Henrik a misiones individuales, por lo que tenían que estar preparados en caso de que Alexa se sintiera mal de nuevo.

Aunque aquel momento conmovedor, tranquilo y silencioso se vió interrumpido por los pasos de tres pares de pies: Henrik Alexander Boglōv se acercaba con decisión teniendo a dos guardias de seguridad detrás de él. Además de seguirlo con una mirada cansada, frustrada y triste, no hicieron ni un sólo movimiento más. Alexa ni siquiera se quitó de las piernas de su hermano, por lo que él siguió acariciando su espalda mirando a su raptor con completa seriedad y enojo por el gran sufrimiento que estaba pasando Alexa en ese momento.

--Sé que les va a doler escuchar esto, sobretodo cuando sólo ha pasado dos días desde que Nadia y Novalee murieron --dijo con una frialdad y una seriedad que sólo los hizo enojar más, provocando lágrimas en los ojos de los familiares de las chicas--. Así que, se los voy a decir sin rodeos ni más giros argumentales --comentó con indiferencia--. Experimenté con ellas --reveló haciendo que todos se sorprendan por sus palabras en ese mismo instante y haciendo que las caricias de Omar se detengan por completo dejando su mano en la espalda baja de su hermana.

Esto no podía ser cierto.

Henrik no era tan buen científico como sus secuaces, que le ayudaban en hacerles todas las alteraciones y todos los exámenes necesarios para que se volvieran más "eficientes", según había dicho él. Por lo que ninguno podía creer las palabras que había pronunciado el mayor.

--Se los comenté antes a ellas por ser las líderes del equipo --informó mirando a todos con esa frialdad que siempre lo ha caracterizado desde que llegaron a aquel lugar; por más que lo intentaban, Henrik Boglōv sólo pensaba en ganar millones de euros y tener más poder en los gobiernos políticos, por lo que sólo hacía las clases de cosas como el funeral porque los necesitaba listos lo antes posible para cumplir con las misiones que él necesitaba finalizar--. Por eso los envié a esa misión en Nueva Delhi, para poder realizar el experimento sin controversias. Sobretodo porque ellas se ofrecieron en su lugar.

--Eran sólo unas niñas --articuló Alexa con la voz quebrada y su frente recargada en el cuello de Omar, quien volvió a proporcionarle esas amorosas caricias en la espalda.

--Lo sé --respondió el mayor--, pero fue lo que ellas decidieron --aclaró tratando de librarse de la culpa que le iban a echar por sus muertes.

--Pues debiste preguntarle eso a Omar, que es el más grande de todos, o a nosotros, no a ellas --demandó la joven Alexa.

Pobre Alexa, todavía estaba muy reciente la muerte de sus padres y la reciente violación que le había proporcionado Maverick, el hermano menor de su raptor. Estaba sufriendo demasiado para entonces.

--Ellas eran las líderes, A-7 --la reprendió con velocidad denotando su creciente enojo--, y esa era una de las reglas, informarles primero a ellas todo para que tomen una decisión final y concreta juntas --finalizó para comentar algo más mientras comenzaba a caminar hacia la salida siendo seguido por sus guardaespaldas personales--. Tómenlo como un acto heroico.

--¿Un acto heroico? --imitó Alexa con una palpable ironía en su voz junto con sarcasmo.

--Tranquila, Alex --le susurró su hermano tratando de evitar una catástrofe en aquel lugar subterráneo.

--Sí, un acto heroico --asintió mirandola con seriedad y esa mirada que no expresaba más que "quiero más dinero y todo el poder que me puedas ofrecer"--. Como que ellas se arriesgaron para salvarlos, se sacrificaron para no ponerlos en el mismo peligro en que se encontraban ellas --finalizó para poder irse.

Después de esas últimas y crueles palabras de Henrik, Alexa no dijo ni una palabra más, se bajó de las piernas de su hermano y regresó a su habitación tratando de no llorar por la ira, tristeza y la decepción que sentía hacia ella misma, volviendo a encerrarse para siempre. Los demás sólo la vieron irse, no le dijeron nada ni tratando de evitar que se marchara, entendieron a la perfección que ella necesitaba más tiempo a solas para sufrir su luto. Al igual que los demás.

Pobre Alexa, había sufrido demasiado, y para entonces ella sólo tenía cerca de 12 años de edad.

¿Mucho tiempo? Para nada, para ella era como si apenas hubiera pasado uno.


¿Demasiado tarde? Espero que no. Por cierto, ¿qué hacen despiertos tan tarde? La verdad, no sé por qué los regaño si yo apenas estoy subiendo el capítulo jejeje.

Espero que les haya gustado. Espero sus comentarios, ya saben que me encanta leerlos.

Pero buaaaano... No leemos en el siguiente capítulo ;)

~D.L.

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