𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟑𝟐

❏ ¿𝑼𝒏𝒂 𝒅𝒖𝒄𝒉𝒂?

--Empezaremos el entrenamiento para que los puedan controlar después, ¿de acuerdo? --indicó ella con firmeza y haciendo notar su experiencia en este campo.

--Sí, señora --asintieron todos con la misma firmeza, sabiendo que ahora vuelven y volverán a ser los mismos soldados de hace unos años y que esperaban no volver a ser.

--Bien --pronunció convencida mientras los mira a todos--. Ahora --volvió a hablar mientras se acerca a su mochila y, de esta, saca la sudadera que le había pedido a Heather para que la conservara--, necesito que analices el ADN que tenga esta sudadera, no importa de quién sea, Marcus --mandó lanzando en su dirección la sudadera rodeada por una capa de plástico para hacer que cualquier muestra de los orígenes de aquel grupo de adolescentes que hace que Boglōv los quiera capturar--. Necesito que averigües lo que sea de las muestras; a quién pertenece, de qué país es, quiénes eran sus abuelos, qué idiomas habla, de qué planeta son --listó para poder seguir hablando--. Necesitamos saber la verdadera razón de que sean tan valiosos para Boglōv y sólo así podremos evitar que se los lleve, ¿entendido? --decretó señalándolo.

--Sí, señora --respondió él mirando con atención lo que sea que siga entre las fibras de la prenda.

--Los demás sigan empacando las cosas, no olviden colocar las armas en los maletines especiales para cada uno --impuso escuchándolos asentir de nuevo y comenzar a moverse para poder hacer lo ordenado--. Tú acompáñame --le dijo a Poor una vez pasó a su lado y ambos subieron las escaleras escuchando al resto de los integrantes comenzar a gritar en busca de la cinta, los maletines y más cajas para seguir guardando los objetos pequeños junto con las armas.

Caminaron por el pasillo en completo silencio, hasta que llegaron a la habitación de Alexa y ella colocó el código correspondiente al día, la hora y la fecha para poder entrar. No hubo problema con Poor, la inteligencia que tenía instalada la habitación de Alexa, y que dentro de poco quitarán, estaba acostumbrada a que Poor pasara la mayor parte de su tiempo en la habitación de rubia-castaña. La siguió con la mirada mientras ella buscaba su toalla junto a su ropa que se va a poner para pasar el resto de la noche junto a su equipo o, por lo menos, con Poor.

Disfrutaba de hacer cosas como el sólo estar en la misma habitación abrazados mientras leen un libro, le hacía olvidarse que no son normales y que son buscados por un asesino loco y científico que le gusta jugar a ser Dios. Sólo para esos momentos se permite bajar la guardia hasta el punto en que cuando alguien más entra a la habitación, ella se sisca por la repentina presencia.

--¿Qué? ¿No te quieres dar una ducha conmigo? --preguntó ella al verlo parado mientras ella se desviste y coloca la ropa en una maleta especial para guardar el ADN y las huellas de las chicas para su querido científico e investigador Marcus Stiles.

--Honestamente, creí que lo decías de broma y me ibas a mandar a hacer algo más --expresó comenzando a quitarse la playera, dejando ver su abdomen marcado que había estando trabajando desde que tenía cerca de unos 8 o 9 años de edad. Poco antes de hacer su primera y única carnicería en su vida.

Alexa soltó una leve risa hasta que cerró la maleta y entró al baño en ropa interior, rodeando su cuerpo con la toalla blanca para poder mirarse al espejo y comenzar a quitar las ligas de su cabello, deshaciendo las trenzas que tenía. Una vez lo logró, Poor ya se encontraba dentro de la ducha esperando a que ella entrara mientras comenzaba a tallar su rubio cabello.

La Cranger entró unos segundos después de quitarse la ropa interior, siendo bien recibida por su novio, el cual le hizo espacio debajo de la regadera de inmediato para que ella pueda sentir la frescura del agua tibia en su adolorida cabeza. Poor la volteó con delicadeza a manera de que le diera la espalda y le colocó un poco de champú para empezar a tallar con suavidad haciendo que ella suelte un suspiro de alivio por la frescura del líquido. Ella se dejó llevar, recargándose en el pecho de su amado mientras siente que le hace un pequeño masaje en su nuca, fue bajando por su cuello hasta llegar a sus hombros, donde dejó pequeños besos sin importarle que la espuma le quede pegado a los labios y después le entre a la boca.

A lo largo de la ducha que se dieron juntos, Poor procuró consentirla y relajarla lo mejor posible para que no se sintiera tan desesperada ni presionada por la mudanza, la misión, Derek y Ashley, además de otras cosas que les importaban mucho más que una simple escuela donde ocultaban secretos de Boglōv Industries.

Al terminar, ambos salieron de la ducha para poder envolver sus cuerpos en las toallas y acercarse al espejo del lavabo, donde se maquilla la Cranger cuando es realmente necesario. Ella revisó que no tuviera alguna herida y también veía que sus tatuajes no habían borrado con el pasar del tiempo, pero tampoco se habían puesto más llamativos que antes; cosa que la alivió.

Esa era una de las tantas desventajas que tuvo el que Boglōv experimentara con ellos, además de curar más rápido y tener pesadillas, todos tenían misteriosos tatuajes en distintas partes del cuerpo. Cuando comenzaron a aparecer, ella se estaba bañando y comenzó a sentir que su piel caía poco a poco, hasta que vio unos trazos de colores morado con negro y amarillo emanar de lo más recóndito de su cuerpo. Lo dejó pasar aquella vez porque la piel que caía era poca y casi no le dolía. Hasta que dos meses después empezó a sentir que la piel le caía a trozos, producto de un suero amarillo neón que le había inyectado 24 horas antes, por lo que tuvieron que atenderla en urgencias hasta que la piel cayera por completo y revelara todos y cada uno de sus tatuajes. Y lo mismo pasó con los demás.

El más común entre todos era el rosal rojo, morado y negro en sus antebrazo derecho, al igual que la forma de algún animal en su espalda cerca de su hombro izquierdo. Lo demás eran variados.

Sin embargo, la entrada de Marcus al baño interrumpió la pequeña rutina en la que habían entrado ambos cuando se bañaban junto: Alexa verificaba sus tatuajes para proceder a maquillarlos y pasar desapercibidos; y Poor se rasuraba la poca barba que le crecía mientras limpia sus orejas con una toallita húmeda que siempre tiene Alexa en el baño para poder retirar el maquillaje de su cuerpo.

Ambos lo miraron con seriedad, mientras Poor se limpia la poca espuma de su rostro. Pudieron notar un par de hojas entre sus manos, haciendo que la líder se acerque a él con atención.

--¿Qué ocurre? --le preguntó aún teniendo la toalla a su alrededor.

--Ya tengo los resultados del ADN --contestó él notando el tatuaje de su hombro a medio cubrir--. Todas las huellas de todas las chicas se encuentran en la chamarra, incluso encontré pequeñas muestras de su piel y cabello que me indicaron mejor sus identidades --agregó viéndola interesada en sus palabras--. Le pedí un poco de ayuda a Dylan para que pudiera hackear uno de los satélites de Dark porque no encontré ningún archivo válido o real aquí en la Tierra, entonces las busqué en los registros de ahí y las encontré a todas y a cada una de ellas --expuso mientras le muestras las páginas, notando a Poor acercarse por la espalda de Alexa para poder poner atención a la información proporcionada por el de apariencia latina--. Henrik las quiere porque son de Dark y porque sus familias son muy unidas a la tuya --reveló notando que ella mira con atención no sólo las palabras de las hojas, sino también las imágenes impresas en ellas--; sobretodo con tu abuela.

Eso fue suficiente para ella. Esa era la razón del que Henrik Alexander Boglōv los quiera como su ejército: su unidad a su familia.

--Hay que empacar todo y decirles lo antes posible, ¿entendido? --ordenó mientras lo ve salir de la habitación y se dirige a la sala para poder avisar al resto del equipo--. Maldito seas, Boglōv.

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