❏ 𝑹𝒐𝒑𝒂 𝑰𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒂

--Déjanos ver --pidieron las chicas al notar que Alexa se había tardado en el baño.

Todas le habían dado ropa distinta para que pudiera ponerse y verificar si era el estilo que le quedaba para su día a día, o solamente para los fines de semana que saliera a algún lugar importante o especial. Pero ellas no sabían que ella nunca se vestiría de esa forma por los problemas que afronta en ese momento.

--No, me da pena --respondió Alexa haciendo que todas piensen que es porque se le ve bien.

--Por favor --pidieron haciendo que a los 30 segundos, que parecieron eternos, Alexa saliera del baño mientras sujeta el borde de su vestimenta con duda.

Ante su apariencia, todas quedaron maravilladas con el resultado final. Pero Heather sentía que le faltaba algo, así que tomó la chaqueta de cuero que tenía y se la extendió para que la usara, haciendo que el conjunto quede oficialmente terminado.

--Hermosa --murmuró Heather haciendo que Alexa se encoja un poco para fingir "inocencia" o ingenuidad ante todas ellas.

Todas estaban admirando lo que habían hecho hasta que Maxine tomó un respiro y se animó a hacer lo que todas ansiaban.

--Muy bien --habló para tomarla del brazo--, es hora de peinarte --informó jalándola del brazo hacia el tocador que tenía Heather en el armario y comenzando a agarrarle el cabello entre todas para hacer comentarios de este y el cómo lo puede arreglar.

--Mira, tienes bonito cabello y lo tienes muy bien cuidado --comenzó Sarah mientras Alexa trata de soportar el que le estén agarrando el cabello todas al mismo tiempo.

--También tienes un color negro muy bonito, eh --agregó Ana mientras tiene un pequeño mechón de cabello entre sus dedos.

--Pero lo estás desaprovechando --afirmó Heather haciendo que todas estén de acuerdo con sus palabras mientras Alexa está confundida.

--¿Por qué lo dices? --cuestionó la Cranger al recordar que ni siquiera usa productos caros para mantenerlo en buen estado.

--Porque puedes lucirlo de distintas formas, pero siempre lo llevas suelto --contestó Heather haciendo que Alexa quede igual.

--A lo que nos referimos es que puedes hacer que tu cabello sea más apreciable si le dedicas el tiempo suficiente para consentirlo y darle distintas formas --explicó Maxine haciendo que su invitada pueda comprender mejor las palabras.

--¿Y cómo hago eso? Con trabajos y tengo tiempo para peinarme --explicó la peli-pintada haciendo que todas la miren al rostro a través del espejo--. Además de que no es una buena opción considerando las peleas que tengo con las demás niñas sólo porque me junto con mi familia --agregó olvidando un pequeño detalle.

--Para eso estamos nosotras aquí, Andra --contestó la porrista--, para ayudarte.

Aunque ella dudaba de que realmente lo hagan y sólo empeoren el estado de su cabello. Pero no reprochó nada para no meterse en problemas después con los chicos y con ellas porque ya había logrado un avance.

Debía mantenerse al margen, pero al mismo tiempo debía adentrarse más para conseguir toda la información posible acerca de la escuela en sí, los profesores, las cocineras y demás personas que debían saber ciertos secretos que ocultaba la escuela a simple vista. Necesitaba hacerles caso en la mayoría de cosas que podía, obviamente iba a poner sus límites, no puede arriesgarse a que la descubran tan pronto.

Pero mientras sonaba Copycat de Billie Eilish como fondo, ellas empezaban una conversación totalmente distinta a la que había empezado el peinado.

--Vamos a hacerte algo sencillo --comentó Maxine al ya saber qué hacer con su cabello y empezando a cepillarlo.

--¿Y? ¿Andra? --comenzó a hablar Anne esperando por que no le pregunte acerca del chico que le gusta--. ¿Qué es lo que más te gusta hacer en tus tiempos libres? --preguntó con curiosidad e interés.

¿Qué le gusta hacer? Honestamente nunca tuvo la oportunidad de experimentar las cosas por sí misma para saber cuál le gustaba, cuál no le gustaba y cuál odiaba. Bueno, definitivamente sabía qué cosas odiaba y no le gustaban, pero las que sí... sólo podía pensar en las cosas que disfrutaba hacer cuando estaba sola o en su habitación disfrutando un poco de tiempo libre.

Algo que ni siquiera ahora tiene.

--Me gusta escuchar música --aunque no lo podía considerar un verdadero gusto, sino un auto-control--. También me gusta leer de vez en cuando --este, más bien, la mantenía un tanto cuerda porque sabía que en algún lado hay una versión alterna a ella que no pasa por cosas tan fuertes y desgastantes como ella--. También me gusta practicar kendo --finalizó sintiendo que comienzan a jalar de su cabello un poco fuerte de su lado izquierdo.

Sin embargo, todas ellas se quedaron confundidas al escuchar la última palabra pronunciada por sus labios, pues desconocían dicho termino. Así que, al ver sus caras, procedió a explicarles.

--El Kendo es un arte marcial que usaban los japoneses para enseñarles a los samuráis para usar la katana --expresó con simplicidad haciendo que todas lo entiendan a la perfección.

Todas pensaron que el último era un gusto extraño, pero una de ellas disfrutaba el comer mayonesa directa del frasco y sin ningún tipo de complemento, utilizando sólo una cuchara. Además de que era una forma de protección para Alexa por lo que ha pasado. Sólo que ellas no sabían que ella, cada que peleaba, utilizaba las katanas para acabar con sus enemigos.

Ni siquiera lo sabía Vanessa. Lo que era un alivio para la peli-pintada.

Como mínimo, estuvo 20 minutos sentada frente al espejo mientras las chicas manejaban su cabello a su antojo sintiendo constantes tirones en el lado izquierdo de su cabeza haciendo que le empezara a doler la cabeza, pero lo soportó un rato con el objetivo de que se acabe pronto esa pequeña tortura que estaba sufriendo.

Obviamente no era nada con el objetivo de sacarle información clasificada que su mente contiene, pero si le pidieran que soltara alguno que otro secreto insignificante, lo haría sólo para que le suelten el cabello.

Al final, sintió que una de las chicas le tocaba la cabeza con algo frío y que esparció por todo su cabello de forma muy delicada haciendo que ella sienta un poco de relajación y frescura a su pobre cuero cabelludo.

--Listo --exclamó Maxine haciendo girar la silla para que todas pudieran apreciar la obra maestra que tienen en frente suyo--. Te ves hermosa, Andra --comentó viéndola con los ojos cerrados y bien delineados con una punta felina mientras la máscara de pestañas descansa en las mismas totalmente intactas.

--Gracias --pronunció con suavidad abriendo los ojos y haciendo que por un breve momento sus pupilas se le noten de ese anormal verde que son naturalmente, pero rápidamente siendo escondidos de los ojos de las chicas, aunque Vanessa sí se dio cuenta de esto--. ¿Qué? --dudó al verlas paradas enfrente suyo sin dejar de mirarlas.

Parece que Poor no era el único que quedaba cautivado por la hermosura de la Cranger, además de ser hipnotizado por sus profundos y seductores ojos.

Estos fácilmente podían atrapar a cualquier hombre que ella quisiera o necesitara para un bien mayor o, simplemente, para su propio beneficio. Lo cual les era muy útil cuando Henrik los mandaba a aquellas misiones en las galas, fiestas, antros, bares, etc.

--Nada, sólo es difícil dejar de ver tus ojos --dijo Heather apartando su mirada y tratando de hacer que todas vuelvan a la realidad junto con ella.

--Tienes unos ojos muy atrapantes --comentó Ana dejando de mirarla, pero haciendo que Alexa suelte una sonrisa un poco burlesca, pero malvada al mismo tiempo.

--Sí, me lo han dicho varias veces --pronunció Alexa para levantarse de la silla y salir del armario para poder sacar su laptop de la mochila mientras sigue desencriptando el anillo para esperar a su novio.

Se sentó en la cama para empezar a teclear usando los anteojos para que no sepan lo que realmente está haciendo, mientras que en la pantalla realmente parece que está escribiendo alguna clase de libro, historia, ensayo u otra cosa que involucraba una escritura rápida y párrafos completos de dicha escritura.

Aunque no podía negar que la nueva canción que ahora sonaba le estaba gustando, parecía ser triste, pero le parecía una letra muy bonita dedicada a una persona que perdiste y era muy importante para ti.

Las chicas salieron con el objetivo de seguir conversando con Alexa, pero en ese momento llegó el padrastro de Heather haciendo que todas se pongan en alerta, sobretodo la que tiene mayor entrenamiento en toda esa habitación.

--Hola, chicas --las saludó con tranquilidad y amabilidad siendo correspondido por todas--. Hay un chico en la sala, dice que viene a recoger a Alexandra --informó haciendo que ella se ponga de pie mientras hace notar su altura con ayuda de los tacones y deje sorprendido al hombre.

--Soy yo --comunicó Alexa.

--Muy bien, te va a esperar abajo --informó comenzado a salir de la habitación y cerrando la puerta--. Por cierto, te ves linda así, te queda el estilo --añadió haciendo que ella note la mirada que le daba, idéntica a la de su profesor.

Por eso odiaba vestirse como las chicas de la actualidad, porque sólo la acosan y se quieren acostar con ella, o, de lo contrario, la quieren violar.

--Gracias --agradeció con la voz seria y con una expresión de la misma forma mientras volteaba a ver a su mochila para asegurarse de tener una navaja en ella en caso de que fuera necesario usarla. Pero sólo escuchó la puerta cerrarse y dejándolas completamente solas en la habitación.

--Eso fue raro --articuló Heather al ver el comportamiento del esposo de su madre con Alexa.

Pero ella sólo lo ignoró y guardó toda su ropa en la mochila junto con su laptop, pero sacando de la misma la navaja y dejando a todas alarmadas por lo que ahora trae en la mano mientras trata cerrar los cierres. Ninguna pudo decir palabra alguna por el shock en el que estaban entrando en ese preciso momento, excepto por Vanessa, pues ella también tenía una en su mochila.

Una vez que logró asegurarse del filo que tiene la navaja, se acercó a Heather con mucho cuidado y la tomó por los hombros aún teniendo la hoja a una distancia considerable de su piel, pero que aún así podría hacer que la corte.

--Escúchame con mucha atención, Heather --le habló haciendo que ella la mire.

--Tienes una navaja en tu mochila --murmuró con impresión y teniendo miedo de que las pueda lastimar.

--Sí, así es --asintió omitiendo el que también tenga un arma y dos cartuchos de repuesto dentro de la misma--. Pero te la voy a dar a ti --comunicó--. Tu padrastro no es una buena persona, Heather, así que te voy a dar la navaja para que puedas protegerte en caso de que quiera hacerte algo indebido a ti o a tu mamá, ¿de acuerdo? --informó viéndola asentir mientras unas pequeñas lágrimas escurre por su rostro, siendo limpiadas por sus pulgares cuando la tomó de las mejillas--. Necesito que la lleves contigo en todo momento --pidió--, también te voy a dar mi nueva dirección en caso de que tu padrastro logre hacerte algo y quieras escapar de él, ¿okey? Pero no se lo digas a nadie.

Heather escuchó con atención a cada una de sus palabras, teniendo miedo de que lo que diga Alexa tenga razón, pero hizo caso a sus instrucciones y tomó la navaja con su mano aún temblorosa.

--Recuerda siempre llevarla contigo --le recordó viéndola asentir.

--Espera, espera --la detuvo cuando vio que se iba a alejar de ella para tomar su mochila y salir de la habitación--. ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que mi padrastro es de esa forma?

--Por la forma en que me miró --respondió con simpleza--. Ya he visto esa mirada en otros hombres que querían abusar de mí, sobretodo antes de hacerlo; incluso en el maestro de matemática y cálculo --agregó sorprendiendo a absolutamente todas.

Después de eso, tomó su mochila, le pidió a Vanessa que le llamara a su hermano para decirle que no vaya a buscarla sino que irían a dejarla y salieron para poder irse a sus respectivas casas.

No era la primera vez que Alexa sufría de algo así, y no se lo deseaba a nadie.

Ni a su peor enemigo.