𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟐𝟓

❑ 𝑹𝒆𝒈𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂𝒔

-Esa es la puerta del armario -señaló Heather mostrando una puerta blanca-. Puedes usar lo que más te guste y quedártelo, tengo demasiada ropa porque mi padrastro trata de comprar mi amor -informó haciendo que Alexa se sienta incomoda en ese momento exacto.

-Gracias -pronunció ella para entrar al armario--. Sí que lo intenta --dijo para sí misma y comenzando a rebuscar entre toda la ropa, alguna que le ayudará en caso de una emergencia, pero que la haga ver discreta mientras las chicas la esperaban fuera de esta pequeña habitación.

Aunque no encontró mucha ropa que fuera de su agrado, trató de ponerse algo que le gustaba un poco y quedaba, aunque no le ayudaba mucho pues no era lo que ella buscaba.

¿Qué clase de ropa usan las niñas de hoy en día?, pensó al ver toda la ropa incomoda que encontraba y no le servía para nada en caso de que hubiera alguna emergencia. Debía estar preparada para todo, pero esto no le ayudaba.

--Alexandra, sólo es ropa, ponte lo que más te guste y ya --exclamó Anne con desesperación--. Ya oíste a Heather, puedes usar lo que más te guste --le recordó haciendo que ella sólo ruede los ojos con frustración mientras se sube un pantalón negro--. Además, con el cuerpo que tienes, estoy segura que toda la ropa que tiene Heather ahí adentro te quedará --comentó con cierta obviedad ante la tardanza de la chica.

--¿Tú crees? --contestó Alexa con cierta ironía mientras se coloca la chamarra de cuero que llevaba en su mochila todos los días.

--Obviamente --respondió la contraria.

--Anne --la llamó saliendo del armario mientras guarda su ropa dentro de la mochila--, era sarcasmo --aclaró mientras todas la miran con cierta impresión al ver que llevaba un top negro ajustado junto a un pantalón de mezclilla del mismo color con rasgaduras en las rodillas, usando las botas de la escuela y portando la chamarra de cuero negra--. Yo no acostumbro a vestir así --informó señalando su vestimenta--, no me siento muy cómoda que digamos.

Ella dejó su mochila de lado mientras todas la miran con sorpresa al ver el abdomen marcado que posee, pero que no es nada exagerado.

--Pues créeme que te ves muy bien con esa ropa --comentó Anne estando boquiabierta junto al grupo de chicas que la rodean y permaneces sentadas en la cama, incluyendo a Vanessa--. ¿Cómo conseguiste tener un abdomen así? --cuestionó acercando a ella para poder presenciarlo mejor y tocarlo para saber si era verdad o no, sintiendo la firmeza de este mismo.

--Haciendo ejercicio --aclaró reconociendo las palabras que su primo le había dicho hace tan solo unas horas: "Todos ellos son unos inútiles ingenuos".

--Cuenta --dijo Ana interesada, igual que sus amigas mientras Vanessa sólo observa con cierta preocupación la respuesta de su prima.

--¿Qué les cuento? --cuestionó fingiendo estar confundida por sus palabras.

Gracias a su escasa convivencia con mujeres, había ciertas cosas que ella no entendía o que no le interesaban por ser tan irracionales, entonces sus capacidades para poder socializar con ellas eran casi nulas.

--¿Cómo que, qué nos cuentas? Dinos tu rutina de ejercicio --exclamó Maxine mirando aún impresionada cómo es que tenía tan firme el abdomen y bien cuidado.

--Siendo honesta, si se las cuento no van a querer hacerla --informó viendo sus caras ofendidas--. Bueno, al principio sí, pero cuando vean el tiempo y la dedicación que implica aún estando cansadas, lo van a dejar atrás --opinó sabiendo que, en realidad, también requería de años entrenando.

--Por eso tienes que decirnos, para ver si podemos aguantar o no --insistió Anne tratando de obligarla a que lo haga.

--¿Por qué debo hacerlo? --interrogó aún estando confundida y un poco molesta.

Alexa estaba acostumbrada a que si su equipo le preguntaba algo y ella se negaba a decirles, no seguían insistiendo porque sabían que nunca cedía. A menos de que le dieran un verdadero argumento válido para que les contara lo que ocultaba, pero ellas no le daban ningún argumento de verdadero peso para que les cuente su rutina de ejercicio diaria, lo que la molestaba bastante. Básicamente la querían obligar a hacer algo que ella no quería.

--Es una regla de chicas, ¿lo olvidas? --le recordó Saraha haciendo que ella mire hacia otro lado de la habitación en estado de shock--. Contar tu rutina a todas las chicas o a tus amigas --ante su reacción, todas se quedaron confundidas--. ¿Olvidaste esa regla tan importante? --dudó sin poder creerlo mientras ella coloca un mechón de cabello detrás de oreja teniendo una expresión apenada.

--No quiero ofenderlas, chicas, pero --interrumpió Vanessa haciendo que todas la miren menos Alexa--... creo que no la olvidó, simplemente...

--No me la sabía --completó Alexa con un tono de voz bajo mientras espera que ninguna se burle.

Esto dejó sorprendidas a todas, a excepción de Vanessa, pues no sabían la situación real de la Cranger.

--¿Por qué no? --preguntó Heather con un tono suave en su voz.

--Es que, no aspiro mucho a las cosas de chicas --explicó ella con nerviosismo mientras trata de no salirse de su papel--. O a esas en particular.

Pero eso no pareció ser suficiente para ellas. Lo que hizo que soltara un suspiro mientra deja colgar sus brazos con pesadez ante lo que les tiene que decir para evitar seguir viendo esos rostros.

--¿No han visto con quiénes me junto? --exclamó empezando a caminar por la habitación mientras les explica--. Desde que mis padres murieron, me he juntado con puros hombres --no era mentira--, no aspiro ni estoy acostumbrada a esas cosas --y no quería, sabía lo irracionales y sentimentales que eran. Todo lo contrario a ella, su equipo y la clase de personas a las que pertenecen.

Maxine le dio la razón al darse cuenta de lo tan emocionales que habían sido y olvidando el hecho de que habían estado hablando Na Shida hace tan solo unos pocos días.

--Lamento lo de tus padres --se apenó Anne por lo pronunciado de la peli-pintada.

--Gracias --correspondió cuestinandose la razón del que haya mencionado tal hecho si habían quedado en que no vivían con ellos porque vivían en grupo.

La verdad es que se había sentido en confianza mientras contaba lo que le había pasado de una forma breve y omitiendo a Boglōv de esta. Haciéndola sonar menos trágica a como es realmente.

--Entonces, ¿nos cuentas tu rutina? --pidió Ana con pena.

--Sólo la que usas para el abdomen --aclaró Maxine.

--De acuerdo --asintió la misma aún permaneciendo de pie frente a todas--. Treinta minutos de plancha --listó esperando el suficiente tiempo para que puedan escribirlo en sus libretas--, ochenta abdominales, dos horas corriendo, otra media hora de elevación de piernas mientras permanezco elevada en una barra, veinte minutos de escalada de montaña, otra media hora de elevación de piernas normal y, la que se me hace más fácil, me cuelgo de cabeza en una barra mientras elevo sólo mi torso y doy golpes a los lados durante unos veinte minutos.

--Tu rutina es extensa --declaró Ana con impresión.

--Y complicada --agregó Heather.

--Lo sé --murmuró viendo que todas se le quedan viendo a la libreta--. Pero no es necesario que lo hagan, de hecho es aburrida desde el principio y muy cansada --las trató de consolar mientras se acerca a su mochila para sacar su cuaderno de la misma.

--¿Cada cuánto haces la rutina? --preguntó Anne.

--Durante la semana.

--¿Y cuál es tu dieta? --interrogó Ana recordando el entrenamiento semanal de porristas que tiene en la escuela.

--No hago dieta --informó suavemente mientras tiene su libro, libreta y laptop en brazos.

--¿Cómo que no haces dieta? --exclamó la misma recordando la dieta que la obligaban a tener para poder permanecer en el equipo--. Todo el mundo hace dieta.

--Ella no --aclaró Vanessa llamando la atención de todas mientras habla con una molestia palpable en el aire--. La conozco desde hace años, nunca ha necesitado hacer dieta, es delgada por genética --reconoció--. Sólo hace ejercicio por protección y para que su novio no la deje --expresó reflejando celos auténticos.

--Celosa --murmuró con una sonrisa sarcástica en su rostro.

--Entonces, ¿lo haces para verte bien o no? --dudó Ana aún recordando las reglas que les habían implementado desde el primer día que la habían aceptado dentro del grupo de las porristas.

--No --respondió sabiendo las verdaderas intenciones de su prima--. Todo el ejercicio que hago es por protección propia, ya lo había mencionado en la escuela cuando recién llegué --aclaró haciendo que todas recuerden poco a poco lo que pasó esos primero días--. Ya han ocurrido en varias ocasiones en las que entran a mi casa y me hacen cosas indebidas porque estoy sola, así que los chicos me enseñan tácticas de defensa personal --expuso.

--¿Y ha vuelto a pasar? --preguntó Sarah provocando que Vanessa la mire con preocupación y tristeza debido a que ella sabía su situación pasada, aunque no en su totalidad.

Pero, la verdad es que, Alexa no dejó pasar su expresión hacia ella, provocando que su entrecejo se hunda por un breve mili segundo.

--No --contestó--. Ahora ellos me llevan a donde van y mejoramos la seguridad de la casa para que no vuelva a pasar.

--Que bueno --sintió alivio Maxine.

--Sí --susurró tratando de recordar todas y cada una de las palabras que ella había mencionado hasta ese momento, no quería dejar ningún cabo suelto y ni una señal de su verdadero objetivo--. ¿Ya podemos empezar con el proyecto? --indagó recibiendo una respuesta positiva por parte de todas, pero recordando algo antes de sentarse y yendo al armario por un suéter negro holgado para mostrarselo a Heather--. ¿Me puedo llevar este, Heather? Es que me gustó --pidió teniendo una sonrisa en su rostro.

--Claro --aceptó ella haciendo que lo guarde en su mochila mientras una capa de plástico esterilizado lo envolví en silencio para poder guardar un poco del ADN que se resguardaba en la capucha de la exdueña.

Alexa y Vanessa sabían que parte de lo que dijo era verdad y la otra parte era mentira.

Como ya se sabe, sí la habían violado en el pasado, pero no estaban viviendo en una casa real ni tampoco era por las razones que ella mencionó. Su equipo sabía la verdadera razón, así que siempre la están cuidando y llevando a todos lados por el mismo objetivo mencionado. Aunque eso sólo provocó que ella no supiera las reglas de chicas que le habían mencionado.

Aunque tampoco eran muy importantes sabiendo el gran peligro que corren estando ahí presentes.

Estaba sentenciando a muerte a las chicas con su presencia y ella lo sabía, pero era un riesgo que necesitaban cometer.

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