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ADVERTENCIA:

Este capítulo y el siguiente contienen escenas de suma tensión, escenas un poco desagradables y algo fuertes debido a que hay mención de sangre, mutilaciones y órganos fuera del cuerpo o cosas fuera de lo normal. Así que, si no es de tu agrado o no lo logras leer, te agradecería mucho si saltas hasta el próximo capítulo donde no tenga esta clase de anuncio.
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❒ 𝑳𝒂𝒅𝒐 𝑶𝒔𝒄𝒖𝒓𝒐

Dylan manejaba sin detenerse, pero tampoco tenía un destino en específico, sólo quería librarse de aquellos Mana runa para poder descansar esa noche. Aunque cuando vio por el retrovisor que aún lo estaban siguiendo a una velocidad sorprendente, supo de inmediato que esa noche no iba a ser para nada tranquila y que iba a necesitar un gran consuelo que casi nadie se lo puede proporcionar, incluso le es difícil a Alexa y a Omar porque su miedo era tan fuerte hacia los Mana runa que nada lograba calmarlo.

Lo único que vio indicándole que ya llegaba la salvación, eran los faros de las motos de su equipo acercarse a él. Eso le sacó una sonrisa, pero no le había prestado atención a que uno de ellos lo había alcanzado y ahora se encontraba a su lado, permitiendole estrellarse contra la puerta del lado del conductor. Esto provocó que Dylan moviera el volante hacia el lado contrario donde se encontraba el ser, pero este no desistía y le siguió provocando esto hasta que estuvo en la orilla del cañón del cerro donde se encontraban, colgando una de las llantas del auto.

--Dylan --escuchó por el celular, por lo que se estiró para alcanzarlo y ponerlo en una pequeña base en las pequeñas rejitas de la ventilación--. Dylan, empújalo contra el cerro --ordenó.

--Pero dijiste que no matara nada ni nadie para que no sea como tú --respondió él recordando las órdenes clave que le había inculcado desde la primera vez.

--Sé lo que dije, pero si no lo matas, entonces no podrás librarte de ellos --agregó esquivando una curva con agilidad mientras su hermano menor derrapa para evitar caer--. Hoy no importa si te conviertes en alguien como yo, sólo mátalo --ordenó, pero Dylan se negaba a hacerlo, por lo que tuvo que recurrir por otra opción--. Perdóname, Dyli --murmuró haciendo que él la escuche.

--¿Perdonar qué? --cuestionó sin obtener respuesta--. Alex, ¿perdonar qué?

Alexa no quería hacerlo porque sabía que habría problemas después, igual que con ellas, pero lo necesitaba si quería que su hermano sobreviviera. Aunque esto no fue pasado por alto por parte de Omar ya que al darse cuenta de lo que pasaba, se le puso a la par y empezó a cuestionar lo que estaba a punto de hacer.

--Alex, ¿qué estas haciendo? --interrogó--. No es posible que si quiera lo estés considerando --discutió.

--Sólo quiero que Dylan sobreviva --respondió ella--. No puedo darle más de mi sangre sin que se convierta en alguien como yo por completo --agregó escuchando la voz de ambos de sus hermanos, pero ella los ignoró por completo.

Si lo hacía, ya no habrá vuelta atrás y tendrán que ir al lugar donde todo se originó para que Dylan pueda recuperarse por completo de lo que ella estaba a punto de hacer.

--Azra, ich brauche dich, Soldat --lo llamó escuchando su voz del otro lado.

--Ich bin bereit, Ihren Befehlen zu gehorchen, Chef --respondió él.

« Estoy listo para obedecer sus órdenes, jefa »

--Alex, no lo hagas --gritó su hermano.

--Alex, piensa en lo que haces --replicó Hardin sabiendo los riesgos.

--Alex, por favor, no conviertas al niño en lo que nosotros somos --exigió Marcus.

--Töte sie --ordenó ignorando a todos.

« Mátalos »

--¡Alex! --la regañaron.

Pero ninguno pudo hacer algo para evitarlo porque actuó de inmediato y estrelló el costado del auto contra el mana runa hasta tenerlo contra el cerro, arrastrándolo por un buen tramo contra él hasta que, finalmente, explotó. Después, detuvo el carro para estrellar la parte trasera contra dos que restaban, pero sólo alcanzó a uno de ellos. Procedió a retroceder, pasando las cuatro llantas sobre el cadáver y, después, volvió a avanzar haciendo el mismo proceso y que el cuerpo entero quedara hecho pedazos, al final, explotando de igual forma.

Luego de eso, persiguió al mana runa por unos minutos hasta que lo alcanzó y, entonces, giro el auto para estrellarse contra el ser y matarlo con el golpe. Pero sólo provocó que volara por los aires y cayera sobre el pavimento de cabeza.

Dylan, o Azra, logró salir del auto sin demasiados problemas, sacando consigo una mochila donde contenía la computadora y otras pocas cosas que iban a necesitar Poor y Dylan para esa noche, aunque ahora eran inservibles por los mana runa que se presentaron sin invitación previa. En cuanto vio al tipo parado frente a él, de inmediato lo atacó, empezando a golpearlo con la fuerza suficiente como para matarlo, pero este no cedía.

El equipo se detuvo detrás de la pelea, viendo el auto volcado e incendiado mientras el par pelea a muerte. Sin embargo, para Alexa fue suficiente el ver la manera en que mató a los otros; fue una forma tan sangrienta y cruel que eso sólo le indicó el gran error que había cometido, pues Azra era igual que Thorne. Así que se bajó de su moto, se quitó el casco, sacó su arma y le apuntó a la cabeza del mana runa, matándolo instantáneamente.

--¡Ya lo tenía! --exclamó Azra con molestia mientras gotas de sangre escurren de su rostro, gotas que cayeron sobre él al momento en que la bala impactó contra su cráneo.

--Tenías --repitió Alexa guardando su arma y acercándose a él--. Con dos es suficiente, no puedo dejar que Dylan se corrompa más --agregó ella viéndolo levantarse.

--De los dos, el único que se corrompe soy yo --discutió dándole la espalda para caminar en dirección del auto y tomar la mochila--. Ni siquiera dejé que presenciara un sólo segundo de lo que pasó --agregó regresando al frente de ella.

Algo que siempre la sorprendía, y que tomó desprevenidos al resto del equipo, fue la altura que adquiere Dylan cuando Azra se manifiesta, pues llega a alcanzar los 1.90 cm de alto. Mucho más alto que Alexa y definitivamente más musculoso de lo acostumbrado.

--Eso no quiere decir que Dylan no sepa lo que haces, Azra --argumentó levantando el rostro para mirarlo a los ojos, mientras él la agacha para no hacerla sentir menos, aunque eso no pasaba nunca--. Ni siquiera el cómo lo haces.

--Entonces ¿por qué lo reprimes tanto? --cuestionó al ver las decisiones que ha tomado al rededor de la vida de Dylan para con él.

--Para que no se convierta en mí --respondió retadora.

--Ya lo es, ¿no te das cuenta? --replicó--. En cuanto la primera gota de tu sangre entró a su cuerpo él se convirtió en tí --objetó, pero eso no hizo que suavizara su rostro ni que bajara la mirada un sólo segundo--. Si lo sigues reprimiendo, habrá un momento en que él explotará y no será contra Boglōv o su ejército, sino contra ustedes, y no podrán detenerlo hasta acabar contigo --debatió, pero sólo le sacó una sonrisa socarrona, dejándolo totalmente confundido.

--¿Crees que no lo sé? --opuso--. ¿Crees que no he pensado en todas las posibilidades que tiene Dylan desde el momento en que Boglōv le metió mi sangre? --siguió dando pasos lentos, provocando que él retroceda con miedo--. Todo lo que hago siempre es planeado, Azra, y siempre sale bien, lo aceptes o no --reveló deteniéndose y sin dejar de verlo-- Cada cosa se va revelando a su debido tiempo, igual que con una planta --ilustró haciendo que frunza las cejas confundido--. Se necesita paciencia para que una planta crezca, ¿cierto? Bueno, para revelar la verdad y liberar a las bestias es lo mismo, se necesita tiempo para que la persona se adapte al cambio --argumentó--; por eso lo reprimo tanto, porque aún no está listo.

El equipo no la había podido escuchar a pesar de que intentaron de todo, pero sí sabían que no era nada bueno porque Alexa siempre se acercaba a las personas de esa forma para poder intimidarlas y amenazarlas. Estaban alerta porque la que se considera dueña de esa expresión, tiene por nombre Thorne y sus ojos se ponen de color rojo al manifestarse.

--A la próxima será mejor que consideres tus cálculos, Azra --agregó acercando su rostro al de su hermano y dejando notar con la luz del fuego el color de sus ojos: rojo--, o si no te mataré yo misma, ¿te quedó claro?

--Ja, gnädige Frau --respondió él, rendido ante las palabras y acciones de su hermana.

--Bien, ahora vamos por el mana runa que está con Poor --ordenó cambiando el color de sus ojos, suavizando un poco sus facciones y poniendo su voz al tono que siempre suele usar cuando habla con su equipo.

--¿Todo bien? --preguntó Omar al verla acercarse a la moto de la que es dueña y tomar su caso, para dárselo a Azra.

--Sí, sólo tuvimos un pequeño desacuerdo --respondió como si nada pasara y subiendo a la moto detrás de Dylan.

Ella pasó sus brazos por la cintura de su hermano y este encendió la moto para derrapar dando la vuelta, dirigiéndose a la casa del director. Aunque ninguno de ellos estaba de acuerdo con lo que habían hecho o dicho, sobretodo con lo que hizo Alexa. Por lo que todos se colocaron sus cascos y los siguieron en las motos sin pensar que lo que pasó va a tener otros cambios más en el equipo.

Pero no era nada relacionado con el miedo de Dylan hacia los mana runa, sino a aquella vez donde los conocieron.

El día en que nació Azra.

--¿Estás listo, Dylan? --preguntó Alexa en una habitación totalmente vacía y muy amplia.

--Listo --respondió el pequeño estirándose un poco.

--Bien, dispara --indicó colocando un escudo frente a ella y sintiendo el disparo, igual al de ella pero de un color distinto: verde.

--Bien hecho, chicos --informó Boglōv desde una pequeña cabina en un lugar posterior a donde se encontraban los hermanos, pero indicando que Dylan se detenga de disparar--. Muy bien, Dylan, has alcanzado el potencial de Alex.

Después de esto nada fue igual para el equipo, mucho menos para Omar. Y eso lo recordaba cada vez que los veía juntos estando en la misma posición mental y de poder.

¿Que Dylan tiene un lado oscuro igual de loco que el de Alex? Okey, eso sí no me lo esperaba.

¿Qué les parece su lado loco?

Y tal parece Alex siempre ha tenido bien calculado todo lo que hace, según ella y sus palabras, pero ya veremos después. Si quieren armen teorías, los leo.

Besitos, besitos, su escritora...

D.L.