𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟏𝟎

❏ 𝑰𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒎𝒂́𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒎𝒐𝒔

Hora de salida y Alexa se dirigía al estacionamiento mientras miraba la pantalla de su celular con confusión, le parecía muy curioso lo que aparecía en él. Aunque también llevaba un poco de prisa debido a que debían empezar a llevar a cabo su plan lo antes posible o será demasiado tarde para que las probabilidades de éxito sean altas, reduciéndose a un 0.3% de probabilidades de éxito. Así que debían iniciar ese mismo día en cuanto llegaran a su casa para que no ocurra ninguna desgracia.

Aunque ella no contaba con lo sucedido con su novio.

--Hola, Alex --la saludaron el grupo de chicas haciendo que ella voltee a verlas con sorpresa. Aunque acababa de salir del mismo salón que ellas.

--Hola, chicas --correspondió con una sonrisa, pero no era suficiente.

--¿A dónde vas? --le preguntó Anne con curiosidad por el paso que había adquirido y su distracción.

--Con mis amigos, es que quiero hablar con ellos, pero conociéndolos va a ir para largo --respondió ella sacando una pequeña risa con las últimas palabras que había dicho.

--¿Podemos ir? --habló Vanessa haciendo que Alexa se moleste de inmediato, sobretodo por su presencia puesto que tenía un poco de miedo de que algo más pudiera llegar a ser.

--No, es algo privado --contestó con frialdad haciendo que la misma la mire con reto, pero el brillo rojo en sus ojos la hizo retroceder con temor, sacándole una sonrisa a la rubia-castaña.

--Pero tenemos que ir a la casa de Sarah por el proyecto, ¿lo olvidas? --habló Maxine haciendo que ella la mire con una sorpresa autentica.

Definitivamente lo había olvidado.

Cuando se trataba de una misión importante su prioridad es la misión, pero de ahí en fuera todo pasa a ser segundo plano o simplemente lo olvida porque realmente sabe que no es algo útil y ya lo había estudiado antes.

--Sí, va a ser rápido --asintió para seguir con su camino y aumentando la velocidad haciendo que casi corra. Aunque lo hizo cuando dobló un pasillo a la izquierda, sólo que sin usar sus poderes para no levantar ninguna clase de sospecha a los demás alumnos que restaban en aquellos edificios donde tomaban sus clases.

--¡Chicos! --exclamó ella una vez que estuvo cerca de ellos para poder hablar--, necesito decirles algo importante --dijo un poco más relajada, pero notando en todos una mirada y expresión preocupada por ella ya que nunca pensaron que pasaría algo así--. ¿Qué ocurre? --interrogó confundida--. ¿Dónde está Newt? --cuestionó al notar su ausencia y sacando a la luz su preocupación y una pequeña parte de su pánico.

--Hubo un problema con él --respondió su hermano poco después de que el grupo de chicos lo empujara para quedar cerca de ella.

Nadie quería darle la mala noticia, nadie era lo suficientemente fuerte como para verla desmoronarse por sus propias palabras y que no pudieran hacer nada útil por ella con tal de animarla porque estas malas noticias, dependiendo de lo que pudiera ser, no las olvidaría y nada podría ser su consuelo.

--¿Qué ocurre con Newt? --preguntó la chica poco después de que su hermano dejara de hablar y encontrara un momento justo para que pudiera expresarse.

--Te lo voy a decir, pero no quiero que te asustes, enojes, frustres y culpes, ¿de acuerdo? --condicionó para poder decírselo sin que se sienta tan culpable, aunque eso era lo que no querían en ella.

--¿Me lo dices como mi hermano o como el que está al mando ahora? --preguntó con cierta diversión y reto en sus ojos, pero seriedad en su voz.

--Como tu hermano mayor --dijo con una firmeza sorprendente en sus palabras, haciendo que su rostro se suavice para saber lo que estaba a punto de decirle

--¿Qué pasó?

Su pregunta quedó volando debido a que Omar sabía que era demasiado publico como para decírselo a los cuatro vientos, así que se acercaron al árbol que les proporcionaba la sombra en donde se estacionaban y entonces habló.

Nadie podía escucharlos, no todos sabían con exactitud lo que pasaba, así que debían ser discretos. Aunque era imposible serlo por la reacción que tuvo Alexa... estalló en llanto al enterarse de que su novio había sufrido de una serie de accidentes que más parecieron una emboscada.

Era claro que le dolía, pero les dolía a los demás el hecho de que ella sufra tanto por su equipo. Y el pequeño Dylan lo podía comprobar ya que podía ver y sentir las emociones y sentimientos de las otras personas. Así que, la reacción de su hermana le rompió el corazón porque todos sabían que ella realmente ama a Poor. Pero no sólo eso, sino que también le vino un recuerdo a la mente.

Un recuerdo de varios años atrás.

Estaban volviendo de una misión en la India, una que los obligó a llevar puesta ropa de gala. Todos se veían relativamente felices porque la misión había salido bien y no habían tenido ningún testigo más que el hombre que se encontraba en su habitación recostado sobre la cama con un agujero en la parte trasera de la cabeza. Iban a tardar bastante en hallar el cuerpo, sobretodo con tanta gente rondando el salón donde se había llevado a cabo toda la operación.

Sin embargo, su camino por aquellos pasillos de aspecto metálico y similar a un laboratorio fue interrumpido por el hombre que los mando a aquella misión. Tez blanca, cabello negro y barba de unos pocos días también negra en su totalidad era lo que más lo caracterizaba. Playera simple color gris, pantalón negro de mezclilla y zapatos de vestir del mismo color junto a una bata blanca era lo que vestía. Era un científico, y ellos lo sabían a la perfección.

--Bien hecho, chicos --los felicitó haciendo que todos se detengan y que Dylan vuelva a su forma física original debido a que lo necesitaban como uno de su edad para realizar la tarea con éxito.

--Gracias --agradecieron simultáneamente.

--No hubo ni un solo testigo o herido más que el objetivo, me han sorprendido esta vez --agregó como un halago, pero para ellos no lo era--; cada día mejoran más --agregó haciendo que se le borre la pequeña sonrisa a Alexa, ella no quería mejorar y tampoco quería que el resto de su equipo lo hiciera también.

--Gracias --articularon de igual forma, pero la chica estaba un poco desanimada.

Ella supo que su hermano menor se dio cuenta porque le sostuvo la mano y le quitó ese desanimo para reemplazarlo por maldad, algo que le gustaba y la alegraba mucho porque siempre solía concentrarla al hombre frente a ella.

--Pero tengo algo que decirles --volvió a hablar haciendo que ella quite su maldad por preocupación.

--¿Qué ocurre? --preguntó Alexa de inmediato. Quería saber lo que pasó durante su ausencia en ese mismo segundo.

--¿Está todo bien? --preguntó Omar en cuanto ella terminó de hablar.

--¿Las chicas están bien? --interrogó Henry pensando en su hermana pequeña y lo que le pudo haber pasado.

--¡BOGLŌV, CONTESTA! --gritó Dylan a modo de exigencia por su silencio y la preocupación que retenía dentro de sí.

--No, las chicas no están bien --dijo ante las exigencias de todos y teniendo un pesar en su expresión.

--¿Dónde están? --interrogó Alexa con la voz gruesa debido a que trataba de ocultar sus ganas de llorar, aunque no podía hacerlo del todo gracias a que tenía lágrimas acumuladas en sus ojos.

--Vengan conmigo --pidió haciendo que todos lo sigan por aquellos pasillos metálicos. Los demás estaban preocupados, pero estaban más preparados para una emboscada que otra cosa; pero Alexa simplemente aguantaba las ganas de llorar por el miedo de encontrar a sus hermanas muertas, puesto que ella sabía de lo que él y los científicos secundarios ahí dentro eran capaces de hacer con tal de cumplir su objetivo.

Él los llevó a una zona que sólo Alexa conocía, pues ahí era donde la torturaban tratando de entrenar y porque siempre trataba de evitar que les hicieran daño a los demás. Aunque siempre funcionaba, parecía que ahora no.

El cuarto entero estaba destrozado: había grietas en las paredes, lamparas colgaban del techo al igual que cables a los cuales no les habían podido cortar la electricidad, trozos de concreto se encontraban expuestos en el techo y colgando gracias a las varillas. Pero en el centro de todo el desastre pudieron notar dos cuerpos atados a sillas de metal que estaban pegadas al concreto del suelo y sus cabezas estaban agachadas haciendo que su cabello les cubra su rostro.

Pero, a pesar de todo, Alexa pudo identificar de inmediato a los cuerpos frente a ellos. El cabello de una de ellas era negro con unas leves ondulaciones en él, similar al cabello de Henry Bayler; y el cabello de la otra era castaño con ondulaciones más pronunciadas, igual al de Omar Cranger.

El cuarteto se acercó, pero los varones no tuvieron el valor suficiente para tocarlas y asegurarse de que fueran ellas. En cambio, Alexa se acercó a la castaña, se hinco frente a ella, tomó su rostro entre sus manos y le habló para asegurarse de que no era lo que ella pensaba.

--¿Novalee? --no obtuvo ninguna respuesta, así que con el rostro encogido y las lágrimas a nada de escurrir por sus mejillas, le quitó el cabello del rostro observándola con los ojos cerrados, los labios entre-abiertos y la piel totalmente blanca. Estaba muerta y ellos no habían estado ahí para evitarlo. Aunque se le hacía extraña la forma en que se encontraban los cuerpos y el color que estos tenían.

Después se acercó a la otra chica, haciendo el mismo proceso.

--Por favor dime que tú sí estás viva --le pidió a la chica a su lado.

No lo estaba.

Nadia Bayler había muerto y su hermano ni siquiera pudo despedirse de ella.

Alexa se sintió decepcionada de ella misma de inmediato, sobretodo al pensar que no pudo protegerlas lo suficiente como para evitar que hubieran muerto. Así que las abrazó llorando con intensidad y con sus hermanos haciendo lo mismo. Todos lloraban en las rodillas de las chicas.

Ya no había nada que pudieran hacer y eso los carcomía de una forma que nadie podía imaginar.

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