𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟎𝟏
❏ 𝑩𝒊𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒅𝒐𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒖𝒆𝒍𝒂 𝑨𝒕𝒊𝒔𝒃𝒂𝒓, 𝒖𝒏 𝒊𝒏𝒔𝒕𝒊𝒕𝒖𝒕𝒐 𝒑𝒐𝒄𝒐 𝒖𝒔𝒖𝒂𝒍
Esta Alexa cocinando con el uniforme ya puesto. Los chicos bajaron y, como saludo, le dieron un beso en la mejilla o en la frente, pero sus hermanos, Omar y Dylan, la abrazaron con una sonrisa en sus rostros y le dieron un beso en la mejilla. Solo falta su novio, Dylan tambien, quien bajo no mucho tiempo después que los demás y fue directo con Alexa junto a una corbata sin atar.
-¿Me ayudas con la corbata? -le pidió a lo que ella asintió para limpiarse las manos y proceder a atarla, acomodando ligeramente el resto de su uniforme.
-No se porqué todavía no te la arreglas tu -indago con algo de gracia mientras lo mira directo a los ojos.
-Es que me gusta que lo hagas tu -contestó de la misma manera-. Comme vous avoir près (Igual que tenerte cerca) -expreso en francés para tomarla de la cintura y acercarla con la intensión de besarla, un beso dulce y tierno.
-Tu ferais mieux d'aller t'asseoir parce que tu sais à quel point tes beaux-frères sont jaloux (Mejor vete a sentar porque ya sabes cómo se ponen de celosos tus cuñados) -pidió algo divertida.
-Si c'est vrai, ils deviennent très jaloux (Si, es sierto, se ponen muy celosos) -afirmó para darle un último beso y colocarse a un lado de su cuñado más pequeño.
Ella solo siguió cocinando hasta que estuvo listo el desayuno, por lo que pidió ayuda para servir los platos, pero se le fue negada. Sin embargo, ellos le negaron la ayuda porque tenían un plan para consentirla.
-Chicos, ya está el desayuno, ¿me ayudan a servir? -pidió.
-No, no te ayudamos porque nosotros lo vamos a servir mientras tú te sientas -expuso Henry acercándose a la estufa, pero tomándola de la cintura y alejándola al mismo tiempo.
-Si, и мы приготовим то, что вам нравится (y te preparamos algo que te gusta) -murmuró Omar tratando de no ser oido por su hermana menor.
Hardin, al ver que no se mueve, la cargo en su hombro para caminar hacia el comedor y dejarla sentada en una silla dejándola confundida. Ellos nunca hacían ese tipo de cosas o era muy rara la vez que sucedía, pero decidió no replicarles nada, solo saco su teléfono para distraerse un poco, en lo que ellos terminan de preparar todo para poder comer.
A los pocos minutos, se acercaron todos para sentarse mientras su hermano mayor le dejo el plato frente a ella mientras su hermano menor le dejo un licuado de fresa con un corazón de canela sobre la espuma. Eso le provocó una sonrisa y procedió a sacudirle un poco el cabello rubio a su hermano para dejarle un beso en el mismo lugar, para poder comer agusto. A pesar de que a ella no le gustaba ese tipo de cosas, a los chicos si les gusta consentirla, mimarla, cuidarla y protegerla debido a que, no solo por ser la única chica, le tienen mucho cariño y saben que se lo merece.
Todos comieron en paz mientras trazaban un plan con ayuda de unos hologramas que se proyectan de la mesa. Hasta que Alexa vio la hora en su reloj, asustandola.
-Chicos, las clases empiezan en veinte minutos -anuncio alarmada para comer rápidamente lo que les queda en los platos y en los vasos, apagando el holograma y apresurandose a terminar de arreglarse. Todos se apresuraron para ir a sus habitaciones con la intención de lavarse los dientes y tomar sus mochilas.
Una vez listos, se dirigieron a la camioneta que los esperaba en el garage para llevarlos a la escuela. Se dirigieron a esta con gran velocidad, literalmente. A los pocos minutos, ya se encuentran entre las calles en camino a la escuela.
-Para muestra desgracia, tenemos que ir con el director de la escuela para que nos dé nuestros horarios, números de casillero y nos enseñe la escuela -informo a todo el equipo con un notable mal humor debido a dicha petición ya mencionada-. Cosa que creo innecesaria -añadió por lo que el resto estuvo de acuerdo con ella.
Cuando llegaron al instituto, el Dylan más grande estacionó la camioneta en la que iban y todos bajaron para sacar sus mochilas de la cajuela y proceder a dirigirse a la dirección, deteniéndose primero con la secretaria.
-Buenos días, venimos a ver al director, somos los de nuevo ingreso -contó la chica dirigiéndose a la mujer sentada frente al escritorio, esta se puede apreciar algo agitada, nerviosa, temblorosa y ligeramente distraída.
Esta es de anteojos rectangulares, ojos azules, tez blanca y cabello oscuro como la noche.
-Por supuesto, los está esperando -comunico mostrando una sonrisa amable después de buscar la información necesaria para dejarlos entrar a la oficina.
-Gracias -pronunció Alexa con un estado de confusión mientras de adentra a la dirección con el grupo-guión-equipo siguiéndola-. Buenos días, director -saludo al entrar observándolo limpiar su escritorio de algo blanco y levantando del piso unos documentos de importancia junto a otros objetos cuyo lugar es la mesa de madera de roble.
-Buenos días, bienvenidos a todos -los saludo una vez que se percató de sus presencias en la habitación. Uno a uno, fue estrechando sus manos con amabilidad, pero todos sintiendo el claro sudor en sus manos y frente, aclarandoles mejor lo que había pasado con anterioridad entre él y la secretaria.
-Los gorros, gorras y capuchas no están permitidas en este instituto -informo una vez que saludo a Alexa y noto el gorro de lana negro que se encuentra descansando en su cabeza.
Omar, al oír dicha instrucción, le arrebato de la cabeza haciendo que ella se pinte de negro sus raíces con sus poderes y no deje ningún rastro de su antiguo color de cabello, rojo intenso.
-Lo siento, mi culpa -interrumpió teniendo el gorro entre sus manos y jugando con el-. No pude terminar de leer el reglamento de la escuela, no hubo tiempo.
-Y ¿por qué no lo leyeron sus padres?
Esa pregunta. Nunca lo habían pensado.
Todos sintieron pánico al escucharlo. Al mismo tiempo que no lo habían pensado, tampoco crían que preguntarían tan temprano. Alexa, que es la líder, tampoco había pensado en una respuesta a esa incógnita pues siempre se encontraba ocupada en cualquier sentido.
Nadie demostraba el pánico que sienten, pero, al final, el pequeño Dylan tuvo una buena idea.
Una idea sencilla y algo obvia.
-No vivimos con ellos -expuso rápidamente haciendo que el más grande del equipo le sonría al hombre frente a ellos-, pero tampoco es muy dificil, sobretodo porque somos varios y dónde vivimos no es muy grande, lo que reduce los gastos- explico con sencillez dejándolos satisfechos a todos y con el director creyendoles dicha mentira.
-Muy bien... -artículo sin saber qué decirles-. Les daré un pequeño recorrido por la escuela -indico para salir de la oficina notando la mirada pervertida que se dedican la secretaria y el señor Peters.
En el transcurso del recorrido, Alexa va como siempre: seria y sin mucha habla, solo para lo necesario. Luego de este, el director dejo a todos en su salón y edificio correspondiente para tomar sus clases. Los fue mandando con forme a las edades de todos, al igual que sus horarios de clases.
-Buenos días, jóvenes -saludo el director al gran grupo de alumnos, recibiendo una respuesta con un tono aburrido en la voces-. James, ellos son los nuevos alumnos -indicó en dirección al maestro de Matemática y cálculo-, te los encargo, ¿de acuerdo? -pidió ya estando en la entrada y salir de la habitación.
El hombre era castaño con tez blanca, facciones agradables, alto y de ojos cafés que parecen negros, aparentemente, no muy grande de edad.
-Seguro -pronunció al aire, pues ya había salido del salón de clases-. Muy bien, jóvenes, vamos a conocer a sus nuevos compañeros -contó para mirar al trío y pedirles el que se presenten, esa idea no les agrado, pero lo hicieron de mala manera.
-Mi nombre es Harry Bergström, aprendí artes marciales mixtas y tengo 18 años -empezó Henry.
-Mi nombre es Newt Carter, aprendí box al igual que distintos idiomas y también tengo 18 -continuo el Dylan más grande.
-Mi nombre es Alexandra Bergström, aprendí karate, gimnasia, defensa personal y distintos idiomas, e igual tengo 18 -finalizó Alexa sintiendo una mirada pesada a su derecha, incomodándola.
James les indico dónde sentarse, lo que me dio una buena vista de la retaguardia de la pelinegra, provocándole más incomodidad a ella por dicha mirada, la cual era perversa y con claras malas intenciones.
Dylan y Henry se dieron cuenta de eso inmediatamente, lo que los molesto demasiado.
En cambio, Alexa deseo que solo pasará en esa ocasión, pero ella no tenía idea de lo que ocurría. Ella sintió algo, además de incomodidad; sintió una furia tan inmensa que provocó el que casi saquen fuego sus ojos y manos, hablando de forma literal.
Los tres fueron a sentarse con la mirada del salón entero sobre ellos hasta el momento en que se sentaron, por lo que algunos no apartaron la mirada mientras que otros solo seguían con su trabajo asignado para la clase.
[...]
Es la hora del receso en toda la escuela Atisbar, por lo que todos se encuentran en el comedor platicando mientras esperan su comida. O, mejor dicho, escuchando las quejas de Alexa respecto a dicho edificio.
-Jag hatar skolan (Odio la escuela) -exclamó en sueco tratando de apasiguar un poco su ira contenida-. Vart jag än går tittar de på mig på det värsta sätt som finns och de gör mig galen;och det är att de inte ens gör det på ett sätt som inte stör dem och säger: "Hej, den där tjejen är snygg", NEJ, de gör det för att nästan vilja klä av mig framför dem, även matte- och räkneläraren (A donde sea que valla me miran de la peor manera que existe y me están sacando de mis casillas; y es que ni siquiera lo hacen de una forma que no incomode y digan: "Oye, esa chica está guapa", NO, lo hacen queriendo casi desnudarme frente a ellos, incluso el maestro de Matemática y cálculo) -anuncio dejándolos a todos sorprendidos y molestos, exceptuando a Poor -que es como realmente le dicen- y a Henry.
-Un café negro sin leche, por favor -pidió al del comedor después de sentir unas miradas confundidas y sorprendidas por tales palabras de las que desconocen su significado, por lo que la atendieron con gusto al pensar con temor de lo que pudiera pasar con ellos en algún momento, el cual esperan que nunca llegue.
-Tja, samma sak hände mig också, även om det inte är lika allvarligt som ditt (Bueno, a mi también me pasa lo mismo, aún que no es tan grave como lo tuyo) -pronunció su hermano suave, metódica y lentamente para no hacerla enojar más de lo que ya está mientras la mira beber de su café que tanto le ha encantado desde que lo probó, aún que eso me trajo unos recuerdos de los tiempos en que estaban en los laboratorios de Boglōv, dandole una idea-. Jag tror att det blir en ledig tjänst och en lärare mindre (Creo que va a haber un puesto abierto y un maestro menos) -sugirió de forma malvada y perversa, se nota en su mirada, en su rostro y en su tono de voz.
-NEJ, du kommer inte att döda någon, Omar (NO, no vas a matar a nadie, Omar) -lo reprimió al entender a qué se refiere, molestándola, pues les ha costado mucho trabajo a todos el dejar de matar a cualquier persona que trate mal a su líder.
-Vi stöder Omars idé (Nosotros apoyamos la idea de Omar) -anunciaron los cinco chicos restantes estando detrás de dicho varón y a su lado, pero lo que dijeron solo la hizo enojar más.
-Nej, och jag frågar inte, det är en order (Que no, y no estoy preguntando, es una orden) -demandó de forma directa y sería- Och så länge jag lever och är ledaren, kommer de att lyda mig vare sig de vill eller inte (y mientras yo esté viva y siga siendo la líder me obedecerán, les guste o no) -sentenció enojada, provocando gruñidos y pucheros por parte de los seis hombres frente a ella, pero se resignaron ante sus palabras, pues le tienen terror a su potencial.
No está enojada, está furiosa y, aún así, no muestra sus poderes; demostrando lo poderosa que es.
Aún que, todos juntos, son aún más poderosos.
En ese momento pasaron múltiples chicas a sus lados, empujando a Alex, pero saludando a todos los chicos en ese pequeño grupo.
-Hola, chicos -los saludaron de forma coqueta siguiendo su camino.
-Hola, William -saludo al pequeño Dylan dándole la mano para dejarle un papel doblado junto a un beso en la mejilla, haciendo que la sangre que le corre por las venas a Alexa le hiervan de ira.-; llámame. -le pidió marchándose de su lado.
-Dödar du henne för mig? (¿La matas por mi?) -le pregunto a su hermana con inocencia y miedo en su voz, por lo que ella le dio una respuesta positiva casi al instante.
Bueno, aún que no es muy positiva para la chica.
Después de ese acontecimiento, todos prefirieron sentarse a comer, principalmente, para calmar a la de cabello ahora negro. Todo estuvo en silencio hasta que Dylan hablo.
-De ser på oss som om vi vore världens sjunde underverk (Nos miran como si fuéramos la séptima maravilla del mundo) -artículo con molestia al notar las miradas de todas las chicas y chicos a sus alrededores, sobretodo por sus mandíbulas apretadas por la ira que contenían los seis varones sentados, llamándoles la atención por su atractivo.
Si no fuera por ellos, los demás adolescentes hormonales tendrían paso directo con Alexa, pero en ese momento, ella agradeció estar rodeada de hombre fuertes, altos, musculoso y, sobretodo, intimidantes.
-jag skriker det? (¿Lo grito?) -le pregunto Alexa a su hermano mayor casi buscando aprobación de su parte, pero él solo negó con la cabeza aún teniendo comida en la boca-. ignorera dem (Ignórenlos) -ordeno para seguir comiendo mientras continúa su plática con su hermano para poder distraerse.
Claro, todo el tiempo hablando sueco y otros idiomas para que nadie sepa a lo que se refieren. Cosa que surtió efecto de forma positiva para el grupo de siete.
Todo estuvo tranquilo entre ellos, hasta que llego un chico de cabello negro con tez blanca, ojos verdes, delgado y alto.
-Hola -los saludo con timidez y nerviosismo.
-På nytt -pronunció Poor antes de dirigirse al chico que suponía se acerco solo por Alexa-. ¿Qué quieres?
-Solo quería conocerlos, pero veo que no han tenido un buen día -supuso notando las caras de fastidio de todos.
-Bueno, en ese tienes razón, no lo hemos tenido, ¿verdad, linda? -dijo Omar mientras observa a su hermano sentada frente a él, giñándole un ojo. Tal expresión le dio risa a ella, pues jamás lo había visto hasta ese grado de enojo en el que finja coquetear le o que es su novia. Por lo tanto, le siguió la corriente dándole la razón en lo que había dicho.
-Bueno, entonces, tal vez luego; adiós- finalizó para irse. Este fue con sus amigos que se encuentran en la entrada del comedor, pero sin estorbar ni bloquear el paso, aún que todos se encuentran riendo en forma de burla por lo que pasó pues lo pudieron ver y escuchar aún estando a una distancia algo alejada.
-¿Qué? ¿Te dio miedo?- cuestionó un chico de cabello ruloso y del mismo color que el primero
-No, tuvieron un mal día y no están de humor
-Bueno, al menos lo intentaste, Noah- comento otro de ellos muy parecido al nombrado
-Si, pero, ya en serio, ¿seguro que no te dio miedo por las caras que tenían en el salón?- indago el ruloso de nombre desconocido empezando a divagar "pensando" en las posibilidades del porqué se alejo de ellos.
-No, Liam, no fue por ninguna de esas razones- expuso empezando a molestarse por tales palabras
-Bueno, voy a hacer como que te creo
-Es la verdad- se defendió algo irritado por el comportamiento de sus amigos
-Es cien por ciento real- escucharon de dos personas mientras pasaban a su lado para ir a alguna otra parte de la escuela
-¿Cómo nos escucharon?- indago una de las tantas chicas pelirrojas del grupo después de notar quiénes eran los que hablaron
-No tengo idea- contestó Liam con su cerebro sobre pensando las posibilidades
-Mejor vamos a clase- propuso Noah al ver el estado de su amigo, por lo que todos estuvieron de acuerdo con él.
[...]
Hora de salida.
Alexa se encuentra recargada en la camioneta que usaron para llegar al instituto -una Jeep 4x4- mientras usa su teléfono junto a sus lentes oscuros puestos, pero, al mismo tiempo, está alerta de cuando lleguen sus compañeros de casa.
Su equipo.
Su familia.
-Hola, no sé si me recuerdes o reconozcas, pero soy el de la hora del receso -hablo un chico alto y delgado con un grupo de personas siguiéndolo.
-Sí, te recuerdo -asintió provocando una pequeña sonrisa en el rostro del chico Noah, por lo que ella le devolvió el gesto con amabilidad-. Por cierto, gracias por habernos dejado solos.
-No hay problema. Noah Smith -se presento estrechando le la mano.
-Mucho gusto, Alexandra...
-Bergström -la interrumpió completando su apellido, pero haciendo que lo mire confundida-, sí, lo sé, tenemos algunas clases juntos -anunció aclarando la confusión.
-Con razón te me hiciste tan familiar -articuló con cierta gracia y diversión en sus palabras.
-Dejame presentarte a unos amigos míos, ellos son Jacob, Liam, William, Alessandro, José, Anne, Ana, Vanessa, Sarah, Max y Heather -los presento a todos con ella estrechando les la mano a modo de saludo, siempre sonriendo cortézmente para mantener un perfil bajo.
-Voy a adivinar, tengo clase con todos ustedes -supuso y ellos asintieron dándole la razón-. Creo, no estoy segura y no quisiera equivocarme, creo que tengo clase de literatura, matemática y cálculo, química y... -alargo la letra al no estar muy segura de la última, bueno, fingiendo no estar segura porque su objetivo era cuidarlos a todos ellos de su secuestrador antiguo-. ¿ciencias sociales? -pregunto, de nuevo, fingiendo no recordar. Sin embargo, tal precisión sorprendió a todos asintiendo a su pregunta.
Para ella siempre fue necesario memorizar cosas importantes, de poca importancia o insignificantes en muchos casos. Sobretodo para acudir a dicha información en caso de emergencias de algún tipo, lo cual le ha resultado bastante bien hasta el momento, por lo que ha llevado a toda la gente que la rodea el guardar las opiniones respecto a eso.
-En realidad, nos dejaron un proyecto en literatura contigo -recordó Ana con cierto nerviosismo en su voz-. ¿Tienes tiempo para poder organizarnos y hacerlo juntas? -pregunto esperanzada de recibir una respuesta positiva.
-Justo ahora, no -contesto seca y directamente aún manteniendo sus anteojos sobre su nariz, tapando sus ojos tan hermosos e hipnotizantes pero, al mismo tiempo, amenazadores y aterradores que posee-. Pero después sí, es que hoy, en específico, estoy algo corta de tiempo -informo por lo que todos trataron de comprender-, aún que podemos organizarnos mañana durante el día, ¿qué opinan?
Les tomo un poco de tiempo a las chicas asignadas como su equipo el pensar la posibilidad y la pequeña propuesta que les tenía, pero al final todas aceptaron.
-Okay, si, ellas están de acuerdo, pero yo tengo curiosidad de la razón por la que estarás tan corta de tiempo hoy -irrumpió en la plática una chica cuyo cabello es negro ondulado que combina a la perfección con sus ojos azules como el océano y un cuerpo envidiable para muchas personas.
Para chicas, sobretodo.
-¿Por qué debería decírtelo? -indago Alexa cruzándose de brazos, pero con cierta indignación en su voz mientras su rostro cambia a uno más serio.
Más intimidante no se podía ver. O si, pero no podía mostrar sus poderes en la escuela teniendo cámaras grabando todos los ángulos existentes las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año.
Vanessa, te convertiste en lo que habías jurado destruir, pensó Alexa con incredulidad.
-Porque ellas se lo merecen, no somos nuevas, sabemos que lo vas a hacer sola y no dirás nada, maldita hija de... -iba a continuar, pues empezaba a molestarse, pero su amiga incondicional, Heather, se lo impidió pidiendo que se relaje sin tener efecto alguno en ella.
-Hazle caso a tu amiga, antes de que esto se ponga más feo -amenazo con el peor tono que puede existir.
En el pasado, este tono de voz provocaba terror en las personas y las incitaba a salir huyendo o podría matar a cualquier persona frente a ella. Incluso, algunos preferían matarse a sí mismos que esperar a que ella lo hiciera. Y lo hacían. Siempre que se escuchaba ese tono de voz, se escuchaban múltiples balazos de personas que se suicidaban.
En ese momento, una persona coloco una mano en el hombro de Alexa, pero ella reaccionó rápido y se colocó en posición de combate, lista para golpear a cualquier persona que la haya tocado y hecho enojar. Sin embargo, esa persona había sido su mejor amigo, por lo que al notar la posición le tomo el brazo haciendo que detenga el golpe ya listo de ser lanzado hacia su rostro.
Seguía furiosa.
-Baja el puño -pidió calmado mientras me sostiene el brazo con una increíble fuerza aplicada, provocando que ella haga lo solicitado-. Ahora, entra al auto -ordeno haciendo que de un tirón ella se suelte y camine hacia la puerta del vehículo bajo la mirada de todos los presentes.
En cuanto cerró la puerta, el chico empezó a hablar tratando de evitar el hecho de que estaba a punto de matarlos. Eso lo sabía Vanessa perfectamente.
-Es algo problemática -excuso al verlos a todos asustados, pero ninguno sabía la razón del por qué lo estaban-. Hablara con ustedes mañana -pronuncio para empezar a caminar hacia la camioneta con otros cinco chicos siguiéndolos, pero inconscientes de lo que ocurre dentro de esta.
No mucho tiempo después de que Alexa cerrará la puerta empezó a escuchar una voz que conocía a la perfección. Una voz proveniente de su cabeza y que la ha estado torturado desde que sus hermanas menores murieron.
-Mátalos -susurró aquella voz-. Mátalos -repitió-, las dos sabemos que quieres hacerlo, solo tienes que tomar un cuchillo y salir de esta cafetera. Hazlo -declaro tratando de convencerla, pero no funcionó. Alexa se negó.
-¿Por qué te resistes? -bregó al sentir la resistencia-. Tarde o temprano terminarás asesinándolos porque eso es lo que eres, eres una asesina -la condenó provocándole lágrimas al saber que es verdad.
-Hazlo -exigió-. Hazlo -repitió de la misma manera-. ¡HAZLO! -desgañitó exigiendo asesinar. Exigiendo venganza.
Exigiendo sangre.
En cuanto los otros seis entraron y cerraron las puertas notaron el estado de la chica. Sus manos temblorosas apretaban puños cubiertos de sangre por enterrar sus uñas en las palmas, mientras sus mejillas están llenas de lágrimas que no dejan de correr, sus temblorosos labios entreabiertos bañados en lágrimas saladas y sangre proveniente de sus manos.
Todos saben lo que significa, por lo que colocaron el seguro en todas las puertas para que no escape.
-¿Thorne? -la llamo con delicadeza mientras detrás de ellos dos, se preparan.
El llamado provocó que lo voltear a ver, dejando notar que sus hermosos ojos esmeralda ya no son verdes, sino rojos como la escarlata. Rojos como la sangre.
-No digas su nombre -pidió para regresar su vista a la nada, pasando su pulgar por su lengua para calmar las ansias de sangre, pero no era suficiente.
Ante tal desagradable acto, ellos le colocaron un pañuelo con un poderoso sedante. Ella trato de quitar esas manos de su rostro, pero le fue imposible porque la amarraron de las manos y piernas, así que empezó a forcejear y gritar con el objetivo de soltarse. Al final, el sedante hizo efecto en ella y callo rendida.
Todos las conocían y se sabían todos sus trucos, por lo que, para asegurarse de que no esté actuando, le inyectaron otro sedante igual o más fuerte que el anterior. A los segundos, la soltaron dejando que recargue su cabeza en la ventana.
-Listo, se quedó dormida -anuncio Marcus al soltar su cabeza con delicadeza y suavidad.
Hardin, con miedo corriendo por su cuerpo, tomo cinta y la coloco en la boca de la chica. Posteriormente, colocándole el cinturón de seguridad, listos para volver a casa.
Este comportamiento por parte de Alexa era común, así que siempre estaban preparador para cualquier cosa. En cualquier lugar. Y a cualquier hora.
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