Capitulo 7

En cuanto tuvo la oportunidad, Mirabel fue a la torre de Bruno, cuándo recibió el permiso de poder entrar lo hizo, se encontró a Hernando el cual esperaba su visita.

- Buenas noches, Mira ¿Cómo te va?

- B-Bien

-¿Sucede algo? Parece que estás...

- ¿Es cierto que solías estar con mujeres... De ese tipo?

Rió - ¿Te lo dijo Isabella o Julieta?

- ¿Entonces es cierto?

- Mirabel...

- ¿Y piensas que yo soy como ellas que con una simple mirada con eso basta para caer a tus redes?

- Yo no pienso eso de ti, eso era en mi juventud y admito que estoy sumamente arrepentido de aquello. Ahora le agradezco a la vida en ponerte en mi camino, tu eres la única mujer en mi corazón, te lo juro - ¿No me crees? - Acunó su rostro en su mano - Nunca dudes de lo mucho que te quiero, Mirabel

- Lo siento... No debo dudar de tí, puedo notar la sinceridad en tus palabras y en tu mirada

- No te preocupes, cualquiera hubiera dudado

- ¿Y mi abuela sospecho alguna vez que tú...

- Solo ignoró todo lo que decían los demás, creyó que eran simples rumores, tu madre siempre creyó en mí y me apoyó, agradezco ella ha sido la única amiga verdadera que he tenido

- ¿Y nunca te atreviste a contarle sobre ti? Ella es muy comprensiva

- Lo llegué a considerar muchas cosas, pero pensé que no me iba a creer. En fin, quisiera dejar ese tema de lado si te parece

- Está bien, hagamos otra cosa  Qué te gusta...

Y antes de terminar la frase él la besó para después hacerla sentarse encima suyo. La de lentes tomó el control, comenzó a besarle el cuello, desabotonar su camisa y pasar sus labios también por su torso, bajando poco a poco, cuando estaba por ir más abajo fue detenida.

- No... Espera

- Quiero que disfrutes, por favor, déjame hacerlo

Asintió y le acarició los labios con el pulgar - Ok, déjame ver lo que esta linda boquita es capaz

Ella desabrochó el pantalón y sin esperar a más comenzó a tocarlo directamente, este gimió y echó la cabeza hacia atrás, pero cuando sintió como la chica ingresó su miembro en su boca emitió un gemido ronco.

- ¡Si... Así, se siente jodidamente bien! - Tomó su cabello para evitar que le estorbara. Movió la cadera para profundizar sus movimientos, el sonido que provocaba su cavidad bucal cuando le daba atención lo exitaba más - ¡Eres muy buena, cariño, sigue, sigue!

Poco después llegó al climax, su semilla fue tragada lentamente, de inmediato atacó sus labios de nuevo, con su permiso le quitó la blusa y probó sus pechos, mordisqueando un poco sus pezones, mientras la tocaba encima de su ropa interior.

- Estás tan mojada ¿Es por mi?

- Ahh... Si

- Me encanta que estes así solo para mi

El contacto directo con su feminidad llegó, aumentó el ritmo haciéndola llegar a su culminación minutos después. Sus respiraciones estaban alteradas, sus miradas se cruzaron y ahí Mirabel se dió cuenta de algo... Se había enamorado profundamente de Hernando.

«¿Pero y de Bruno? Son la misma persona ¿Por qué solo amas a uno? Eso no está bien«

El pelinegro la recostó en la cama, dispuesto a quitarle la ropa cuando la chica se separó de inmediato, acomodó sus ropas dispuesta a irse cuando el hombre la tomó de la muñeca luego de vestirse también.

- ¿Hice algo que no debía? Si es así, perdóname

- No, no hiciste nada, es que yo... Perdón, pero debo irme

La soltó de su agarre - Ok, te veré después

- S-Si... Adiós - Y salió con rapidez

Hernando se frotó el rostro en frustración.

«Idiota, sinó te controlas la próxima vez la vas a perder ¿Quieres eso? Obvio no, tarado«

Tenía que disculparse y se le había ocurrido algo que le encantaría.

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Les aviso que es muy probable que no actualice está semana tan seguido ya que me iré a la playa, así que quiero por lo menos en ese tiempo actualizar 1 capítulo o 2.

En fin, gracias por leer, hasta pronto :3

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