Isabella de inmediato se escandalizó ante esas palabras - ¿Qué? Entonces si es así no vas a acercarte a él

- Pero...

- Si te llega a hacer algo te juro que soy capaz de colgarlo de lo más alto de la torre

- Pero él no tiene la culpa

- Humm... Tal vez sea que Bruno sienta eso mismo y su otra personalidad no tenga problema con admitirlo - Musitó Dolores - Si supieran todo lo que dijo de ella...

Mirabel la interrumpió - No me ayudes prima - Dirigió su mirada a su hermana mayor - Tranquila, todo estará bien, te prometo tener cuidado

- Más te vale, como dije si te hace algo...

- Y no lo hará

Luisa optó por hablar - No creo que sea necesario llegar a esos extremos de que se aleje de él, a final de cuentas Mirabel fue la que animó al tío a volver con la familia. Solo tendremos que vigilarlo y todo estará bien

La joven suspiró - Está bien, haremos lo que dijo Luisa, y si se trata de que es su otra personalidad puede que no se aparezca tan seguido... Eso espero

Después de esa charla, bajaron a cenar, en cuanto tomaron asiendo llegó Bruno y estaba dispuesto a sentarse a un lado de Mirabel cuando Isabella se apresuró a cambiarse de asiento.

- Lo siento, tío, pero está vez me gustaría sentarme a un lado de mi hermanita

- Eh... Si, ok - Y sin más se sentó en otro lado

La adolescente miraba al hombre en todo momento, tratando de entender como es que su otro "yo" tenía ese interés tan... Extremo. Nunca se había imaginado que esto pasaría, las personalidades múltiples era un tema que hasta hace poco fue visto desde otro punto que no fuese relacionado con algo "satánico" es más, aún ni siquiera sabían como surgía, lo poco que ella sabía fue proporcionado por su padre y los libros que este traía fuera de Encanto, así que aún tenía demasiadas dudas y a pesar de la advertencia de Isa, la chica estaba dispuesta a enfrentarse a él.

Más tarde, al entrar a su alcoba y cerrar la puerta logró ver entre las penumbras a una silueta, ni siquiera le dió el tiempo suficiente para huir cuando este la sostuvo de la cintura y la acorraló entre su cuerpo y la pared.

La femina trató de soltarse de su agarre, pero le fue inútil pues él era demasiado fuerte, su mirada verduzca chocó con la marrón suya, una extraña corriente recorrió su anatomía.

- Dolores y tú deben aprender a no entrar a la habitación de alguien sin su permiso - Su voz ronca y a la vez hipnotizante - Eso es de mala educación

- Mira quién lo dice, tu también entraste a la habitación de alguien sin permiso

- Touche, linda. Pero en fin, no vengo a eso sinó... A verte - Acarició su mejilla y jugó con un mechón del cabello de una Mirabel para nada asustada - Tu sabes... A charlar un poco

- Dime tu nombre - Dijo firme - Necesito saber como llamarte ya que no lo considero correcto decirte Bruno si no lo eres

- Cierto. Me llamo Hernando, - Besó el dorso de su mano - Un placer, preciosa

- ¿Desde cuándo apareciste? ¿Bruno sabe que existes? ¿Tus hermanas o tú madre?

- Wow, muchas preguntas, con gusto te las respondería ahora, pero antes quisiera que habláramos de la que escuchaste hace rato

Tragó saliva - S-Si... No entiendo porque tú...

- Es obvio, eres muy hermosa, te estás desarrollando muy bien, dando pasó a una bella mujer, de la cual honestamente admiro. Eres el claro ejemplo de qué las apariencias engañan, te ves tan dulce e inocente, pero eres determinada, valiente audaz y sobre todo para nada inocente

- No se de que hablas con eso último

- No finjas, sé que no debería, pero estos días he estado viendo cómo en esta misma habitación te enfocas en buscar darte placer

El color rojo se apoderó de sus mejillas - Amm... Se supone que es un momento privado

- No te sientas avergonzada, todo el mundo tiene esa necesidad sobre todo a tu edad, yo también la tengo a pesar de tener 50 años

- ¿Y qué quieres justo ahora, acaso...

- No, no haría nada que tú no quisieras

- ¿D-De verdad?

Levantó la mano en juramento - Tienes mi palabra, solo quería que supieras que cuando te sientas lista para hacer algo más que charlar conmigo solo avísame y con gusto te atenderé

- No podemos, Bruno es mi tío y 35 años mayor

- Será distinto porque será conmigo

- Gracias por tu propuesta, pero no es correcto, sea como sea

- Ok, sin presiones, solo me gusta ser honesto y directo

- Demasiado honesto y directo de hecho. Ok, deberías irte sino quieres que esto se preste a malos entendidos

- De acuerdo, te veré luego - Le plantó un beso en la comisura de los labios - Adiós, Mirabel

- ¡Hernando!

Este reía mientras salía de ahi.

Mirabel tocó sus labios y procesó lo que el pelinegro había dicho.

¿De verdad aceptaría su propuesta? Pensó en eso toda la noche.

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Desconozco si para los años 50 se sabía acerca de las personalidades múltiples, aún me falta investigar eso, pero sea cierto o no lo que puse solo es por este fic y si llego a equivocarme o falta más información la modificaré.

Bueno, espero les guste lo que tengo planeado para esta historia y déjenme decirles que desearán estar en el lugar de Mirabel uwu jajaja

Hasta la próxima <3