I
Advertencias:
Los títulos nobiliarios (duquesa, Baronesa, reina) serán utilizados tanto para omegas femeninas como omegas masculinos –Esto no quiere decir que a mi como autora me guste que se les llame con apodos femeninos a los omegas masculinos (respeto a quién si le agrade, a mi en lo personal no me gusta por lo tanto en mis fanfics no suelto usar pronombres femeninos para omegas masculinos), pero creo firmemente que en mundo así serían llamados de forma femenina, es solo para la trama del fic y solo serán llamados así por el título nobilario, los pronombres "él" serán utilizados siempre– personajes originales para el bien de la trama.
Hyunjin tiene 21 años y Minho tiene 18. No quiero romantizar relaciones entre personas menores de edad con personas mayores pero suponiendo que estamos en una época donde mujeres de 18 eran casadas con hombres de 50 años no vi tan alarmante una diferencia de tres años. Además aunque parte de la relación si comienza con un Minho de 16 y un Hyunjin de 17/18 no pasa nada sexual o alarmante solo fueron chicos tontos y enamorados. Pero si eso te causa incomodidad te recomiendo dejar de leer.
Y por último, esto está basado en la serie Bridgerton, no habrán apariciones de los personajes de la serie más que algunas menciones a ellos o a las dos más importantes Lady Whistledown y la Reina. La línea temporal no es importante. Solo disfruten ajsjajsjs.
Cuando tenía seis años hubo una gran celebración en la que por obvias razones no iba a asistir pero por la tarde sus padres cambiaron de opinión y se los llevaron a él y a su hermano acompañando a Jeongin. Sinceramente no sabía como comportarse en un lugar lleno de personas que reían y bailaban aún no le enseñaban a bailar, tampoco es que fuera una actividad por la que estuviera emocionado por aprender.
Le gustaba más el esgrima o la equitación, tenía que conformarse hasta que cumpliera los doce años para que se las pudieran enseñar.
Olvidando lo aburrido que fue mirar como las personas daban vueltas en la pista de baile recuerda a la perfección como un hombre alto de cabellos rubios se presentó y los llevó hasta adentro de la casa dónde conoció a uno de los amigos de su hermano; Hyunjin, el niño que fue amable y ciertamente un grandioso jugador. Pasaron una noche divertida encerrados en esa habitación, cinco niños que no tenían ni idea del drama que serían sus vidas cuando el momento de su presentación llegara.
Tenía siete y Hyunjin diez cuando aún jugaban como niños e intentaban fingir ser adultos, corrían por los patios verdes bajo el cálido sol al menos él no quería que esto cambiara.
Un día como cualquier otro Hyunjin hablo acerca de ser hombre y cuanto le aterraba crecer, aún era un niño tonto e ingenuo que no supo que decir para hacerlo sentir mejor. Recuerda haberle dicho que si tenía miedo podía tomarle la mano que eso funcionaría. Ese mismo año algo cambió en el olor de Hyunjin o eso fue lo que le dijo su madre.
Dos años después, Hyunjin se presentó como alfa y ya no pudieron verse más a menos que estuviera un sirviente con ellos, no lo entendió cuando meses después su propio aroma cambió. Y solo después de la última semana de octubre, se presentó como omega.
A partir de ahí, toda su educación fue enseñanzas de como volverse un buen esposo y en un futuro una madre –detestaba la sola idea de que le dijeran así– cariñosa y responsable. Recuerda que ya no pudo ver ni a Hyunjin ni a Yeji sin un chaperon o una doncella, pero el alfa de cabellos rubios se las ingenio para comenzar a mandar cartas.
Tenía doce cuando llegó la primera oficialmente.
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Para: Un extraordinario amigo.
De: Hyunjin.
Escuché de una fuente cercana que te presentaste como omega, es una pena que ya no podamos vernos tan seguido según mis padres sería un escándalo que nos vieran juntos y solos.
Lo cual sinceramente no logró entender, somos amigos ¿no? Nuestra condición no debería limitar nada, sobretodo porque adoraba nuestras tardes juntos.
Lamento no poder ir a visitarte, esta carta no solo tiene como objetivo desearte una buena semana si no también para despedirme. Me iré a un internado según dicen en Francia.
No te preocupes seguiré mandando cartas y no notas absurdas como las que enviaba antes.
Con cariño y fraternal afecto.
Hyunjin.
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Las cartas llegaban con una sorprendente regularidad cada dos semanas. Al inicio fue gracioso, Hyunjin tenía casi quince años cuando comenzó a mandarle esas cartas y ciertamente se sentía emocionado por recibirlas ya que en su fantasía le hacía sentir como alguien mayor.
Todas y cada una de ellas le hablaba de cosas divertidas, su madre al inicio pensó que tal vez esas cartas eran inapropiadas para un joven omega que ni siquiera había entrado al negocio conyugal; tuvo que mostrárselas para que la mujer se sintiera más tranquila. En ese momento no sabía que era lo que su madre buscaba para sentirse tan preocupada.
Hyunjin parloteaba todo el tiempo acerca de sus nuevas clases, le contó varios chismes de sus maestros y también le explicó lo malo que era para el esgrima pero lo excelente que era dibujando. En algún momento le mando un boceto de un gato que según él pertenecía a una amiga.
Fueron cartas totalmente mundanas hasta que cumplió dieciséis. Mismo año donde Hyunjin fue presentado a la sociedad como un codiciado soltero listo para contraer matrimonio con las y los jóvenes debutantes de ese año.
Todo hubiera estado bien si tan solo el tonto no hubiera prometido tomarlo como su esposo una vez que se presentará a la sociedad. Jamás imaginó que esa sola idea tonta y dicha por un niño estúpido le costará un escándalo a él y a su familia antes de siquiera estar frente a la reina.
La noche era tranquila, amena, incluso cálida. No era amante de los climas calurosos o cálidos, le encantaban más aquellos fríos cuando los árboles quedaban calvos y las calles se pintaban de blanco. Pero ahora podía confirmar que el clima era agradable, si no fuera porque en dos días su vida cambiaría para siempre.
La temporada estaba por comenzar, lo que se traduce a que la servidumbre y su familia estaban alborotadas como un panal de abejas; sirvientes corriendo al entrar en cada habitación, flores entrando a montones, vestidos y trajes llegando a la recepción cada cinco minutos. Su madre ahora mismo estaba torturando su espléndida noche con collares de perlas y rubíes. Su doncella Sana estaba parada a su lado con una enorme sonrisa, como si ella fuera quien tuviera la joyería encima.
No era de extrañar, su doncella parecía vivir las cosas a través de él. Si no fuera de un estatus social bajo estaba seguro que ella podría ser una mujer de clase alta con lo mucho que se comporta así.
—¿Qué te parece Sana?— preguntó su madre mirándolo en el espejo.
—Las perlas mi lady— le sonrió—. Definitivamente las perlas.
—Mi hermano las uso hace dos años— dijo aburrido—. No quiero ser su copia. Madre.
—Tienes razón— su madre bajó los brazos, pusó un dedo en su mentón pensando—. Oh, señora Anderson— agitó la mano, está camino con rapidez—. Traiga las esmeraldas...— pero luego bajó nuevamente los brazos y lo miró con un semblante pensativo.
—¿Los zafiros también, mi señora?— preguntó la mujer con voz amable.
—Exacto— exclamó con deleite.
Rodó los ojos:—¿Ya terminamos?— le alzó una ceja—. Tengo mucho que leer.
—Minho, deberías estar emocionado por estos grandiosos días— la mujer de cabellos chocolate suspiró—. Encontrarás el amor.
—¿O una cárcel?— preguntó con un tono sarcástico haciendo que su respetable madre diera un bufido—. Escucha sé que mi hermano lo hizo perfecto hace dos años— se giró para mirarla—. Pero no soy él...— su madre le tocó su mejilla con cariño—. Solo no quiero que te decepciones si no termino siendo el diamante.
—Nada que hagas lo haría— los ojos de su madre brillaron—. Y por supuesto que no me importa, solo quiero que encuentres a alguien— hubo un silencio—. Alguien que en verdad te merezca.
Leyó entre líneas lo que se supone que quería decir y dolió un poco. Para su suerte ese pequeño problema debía estar en estos momentos en alguna playa misteriosa de América o gozando de las aguas salvajes de Asia. Donde quiera que esté que se quede ahí, no necesita distracciones para ejercer su responsabilidad.
Porque aunque estaba aterrado con la idea del matrimonio y de hijos, sabía que era su deber con su familia. Su hermano omega mayor había seguido las tradiciones como la Diosa mandaba, Jeongin aunque todavía no encontraba a su esposa muy pronto lo haría. Ahora le tocaba a él.
Y esto lo podía hacer si ese tonto Marqués Hwang no afectara sus pensamientos o emociones. Dio un suspiro mirándose en el espejo, vio cuando la señora Anderson entró con las joyas en las manos, le colocaron las esmeraldas en su cuello y le agradaron.
—Serán estas— sonrió a su madre que asintió encantada junto a una Sana alegre también.
Cuando las velas de la casa ya estaban apagadas, y tal vez eran como las dos de la mañana; no podía conciliar el sueño. Ya había dado vueltas en la cama, contado del uno al cien, incluso había empezado a leer. Pero no podía, de verdad que no podía dormir. Estaba aterrado por la incertidumbre de su futuro en los próximos días.
Para esto había sido criado y preparado pero simplemente no creía dar la talla. Hace dos años cuando su hermano se presentó había sido una joya exquisita, todo el mundo amaba a su diamante masculino. Él y Momo fueron por si mismos encantadores. Los pretendientes inundaban las casas, su hermano tuvo respetables alfas detrás de él hasta que Lord Bang llegó y se mostró más que digno por la mano de su hermano.
Pero hace dos años también sucedió un escándalo que casi opacaba el buen cortejo de Felix. Uno que en parte tuvo que ver con él.
Solo esperaba que la sociedad y la reina –sobre todo ella– hubieran olvidado todo.
A la mañana siguiente y estando en un estado bastante cansado no se permitió sentirse emocionado y feliz al ver llegar a su hermano en un hermoso carruaje. Su honorable hermano entró del brazo de su esposo que se veía encantado al ver a Jeongin.
Ambos alfas salieron de la casa a los jardines dejando a ambos omegas mirándose. No pasó mucho cuando la ansiedad lo superó e hizo que empezará a dar vueltas por la sala con libro en mano y mordiéndose las uñas, su hermano Felix lo veía con una expresión para nada impresionada.
—Hermano déjate esas uñas— habló con exasperación—. Las tienes que tener impecables.
—¿Para qué? Nadie las va a ver— se alzó de hombros sentándose en el sillón sin nada de gracia recibiendo una mueca disgustada de su hermano—. Usamos guantes.
—No es tan malo— comenzó el pecoso con voz suave—. Además miráte, eres adorable y sumamente guapo. No cabe duda que serás un diamante ejemplar.
—No quiero ser un diamante— hizo un puchero—. No quiero casarme.
—Tu matrimonio no es el fin del mundo Minho— el pelinegro se levantó y tomo sus manos con gentileza—. Encontrarás un buen alfa, que te cuide, te ame— paso sus dedos por su mejilla—. Cómo Chris y yo.
—Tal vez— fingió una sonrisa esperando que su hermano le creyera.
—Habrán maravillosos prospectos— soltó sus manos y regreso a su lugar—. Estoy seguro, que encontrarás a alguien maravilloso para ti— le sonrió con picardía—. A menos que estés esperando a alguien.
De inmediato su cuerpo se tenso, miro a su hermano escadalizado y a punto de huir de la habitación:—Por supuesto que no, además no creo que Lord Hwang regrese para esta temporada, hace un año no vino.
—Hace un año tú no te presentabas— canturreo divertido.
—Es un amigo, después de todo lo que pasó años atrás— suspiró—. No me sorprendería que llegue casado.
—O listo para encontrar su marquesa— le guiño un ojo.
—Qué haga lo que quiera. No me interesa.
Y como un mal augurio se comenzaron a escuchar risas en el pasillo, reconoció de inmediato la última de las tres. Ambos hermanos abrieron los ojos sorprendidos, levantándose para cuando los tres hombres entraban a la sala. Jeongin, su hermano tenía una sonrisa enorme mientras que Lord Christopher también se veía encantado con la visita.
Hwang Hyunjin.
Ya se había tardado. Dos años de hecho.
—¡Hyunjin!— y su hermano como siempre corrió para abrazar al rubio que correspondió al abrazo con cariño—. ¿Cuándo? ¿Y por qué no dijiste nada?— miro a su esposo que le dio una sonrisa divertida—. ¡Tú, sabías!
—Era una sorpresa— comenzó, Minho se acercó un poco solo para no parecer grosero—. También no quería rumores de mi posible regreso, evitarme la molestia de caminar por las calles con las madres pisando mis talones.
—Me parece perfecto— Felix sonrió dándole palmaditas amistosas en su hombro.
—Me estaba contando de sus exquisitos viajes— interrumpió Jeongin con una sonrisa—. Tal vez Minho quiera escuchar más de ellos.
—¿Yo?— preguntó totalmente desconcertado—. No, yo no puedo— negó alejándose y evitando por completo la mirada intensa del alfa—. Me encantaría por supuesto, pero, tengo que visitar a Seungmin y aún tengo que escoger la ropa para mañana— dio su mejor actuación para fingir un suspiro cansado—. Será en otro momento, Lord Hwang— ambas miradas chocaron enviando pinchazos dolorosos a su pecho—. Me alegro de que esté aquí.
Sin esperar un comentario de ninguno de los presentes salió de la habitacion y de la casa junto a su doncella qué lo seguía con una sonrisa tensa en el rostro. Cruzaron la calle y unas cuantas casas hasta llegar a la residencia de los Kim. El mayordomo abrió la puerta dejándolo entrar, corrió a la habitación de su mejor amigo para comenzar a quejarse.
El beta al verlo sonrió:—Min, ¿qué haces aquí?
—Hyunjin esta aquí— dijo cerrando la puerta dejando a ambas doncellas fuera de la habitación.
—¿Qué?
—Lord Hwang, esta aquí— repitió—. ¿Por qué esta aquí?
—Es obvio que vino por la temporada— Seungmin se sentó en su cama con una expresión pensativa. De los dos, él era el razonal a diferencia de su propio temperamento explosivo y emocional.
—Pero Lady Jackson... Ya no vive aquí— susurró divagando por completo al recordar a la omega de rostro delgado y reluciente cabello color rojo—. ¿O estará aquí? Hace un año no vino.
—Después del escándalo que se armó a su nombre hace dos años dudo que su familia y ella pisen este lugar— dijo con un poco de cizaña en su tono—. Y por su bien espero que no lo hagan.
—Alguien no está siendo lógico ni objetivo— canturreo divertido, esperando aligerar su propio sentir.
—Perdóname pero no es de señoritas hablar mal de un omega que ni siquiera se presentaba aún— dijo molesto cruzando los brazos—. ¿Te habló?
—Si, pero tan pronto piso la habitación salí corriendo del lugar— se avergonzó pero sinceramente no esperaba ver a Hyunjin, hace un año lo espero y no volvió. Este año había esperado qué el hombre no pisara estas tierras.
—Haces bien— Seungmin retiro esa mirada molesta—. Piensa que tendrás más pretendientes mañana— le dio una sonrisa.
—Si es que ya olvidaron el escándalo— dijo entre dientes.
—Aún cuando todavía no se borre de sus pequeñas y chismosas mentes, quien fue humillado fuiste tú, tu honor estuvo pendiente de un hilo— le señaló—. Él afectado fuiste tú, y querido la gente te tomará como una pobre víctima.
—Es peor— se tapó el rostro con ambas manos.
—Úsalo a tu favor— resoplo su amigo—. No soy yo para decirlo, pero tal vez oí de la mismísima Baronesa qué su hijo estaba realmente curioso en tu persona.
—¿En mi?— hizo una mueca—. ¿Y yo por qué? Ni siquiera he hablado con él.
—Parece que robaste toda su atención cuando le hiciste ojos de cierva a un comerciante— se burló.
—No hago ojos de cierva— se defendió un poco irritado.
—Son tu encanto— se burlo nuevamente—. Pero mira, alguien quiere convertirte en su Baronesa.
—Una grandiosa noticia— dijo dando un suspiro cansado.
—Oh vamos Min— el chico se acercó y lo abrazo por los hombros—. Mañana estarás bien además me tendrás a mi como tu beta de compañía, ya veras te conseguiré el mejor prospecto.
—No lo dudo— le sonrió—. Pero ya sabes, no es mi sueño casarme. Quiero aprender más, viajar, aprender esgrima— dio una risita—. Es una pena que una vez me case todo eso se irá a la basura.
—O tu esposo o esposa te concedan esos caprichos— le sonrió esperando sonar positivo—. Solo haz esos maravilloso ojos de cierva.
Rodó los ojos divertido alejándose del abrazo:—Como sea, ¿podemos hablar de otra cosa? Cuéntame que chismes tienes el día de hoy.
Los ojos de Seungmin brillaron, se acomodo en la cama para comenzar a hablar de los miles de chismes que tenia recolectados.
—Si supiera quién es Lady Whistledown definitivamente le cobraría por todos estos buenos rumores— dijo comiendo una galleta—. ¿No crees?
—Sería divertido— le contestó sonriendo, el cielo ya era de un color azul oscuro, dio un suspiro irritado—. Me tengo que ir Seung mi madre no ha terminado de torturarme.
—A veces tengo tanta suerte de que sea un beta— sonrió encantando—. Pero mi madre se está tomando muy enserio mi papel de Beta Oficial del hijo menor de los Lee.
—Créeme que es divertido— tomo sus manos y le sonrió—. Gracias, eres mi mejor amigo y bueno...
—Lo sé, lo sé— agitó su mano—. Soy el mejor.
—Claro que sí— se burlo rodando los ojos—. Nos vemos mañana.
—Duerme Minho, no puedo presentarte con tantas ojeras— le recrimino haciendo que soltara una risita divertida.
Salió de la habitación con Sana pisándole los talones:—Disculpe que sea un poco metiche, pero, ¿Qué va a hacer con la llegada del marqués?
—¿Nada?— la miró de soslayo—. ¿Por qué lo preguntas?
—Escuche rumores— dijo con voz susurrada, se acercó más a la beta qué comenzó a hablar—. Dicen que llegó con un omega.
—¿Un omega?— le miro sorprendido—. Pero no traía ninguna sortija de matrimonio.
—Si me permite— la chica le sonrió—. Debería tomar ese rumor con pinzas, aunque ha llegado con un omega no sabemos la verdadera naturaleza de su relación.
—Entonces, ¿por qué me lo dijiste?— le alzó una ceja.
—Para que este preparado para cualquier noticia— le sonrió—. Ese es mi deber mi señor.
—Tu siempre dándole la vuelta a las cosas— dijo divertido siguiendo con su camino.
Justo cuando iba a entrar, la puerta se abrió dejando ver a Hyunjin. Ambos se quedaron en silencio mirándose:—Lord Hwang— saludó con tensión.
—Minho— el hombre le dio una sonrisa—. Lo siento, te estropeó la entrada a tu casa— dijo con cierta timidez.
—No se preocupe— subió las escaleras y se quedó en la puerta esperando que Hyunjin hablara—. Supongo que esta cansado...
—No hagas eso— paró sus palabras y lo vio con una ceja alzada—. Hablarme como si no fuéramos amigos.
—No creo que sea correcto, Hyunjin— dijo incómodo.
—¿Por qué no?— le alzó una ceja—. Somos amigos desde que éramos niños, nadie debería hablar calumnias de ello.
—Esta bien— dijo irritado—. Supongo que estas cansado... Por el viaje.
—Tienes razón— le sonrió—. Te deseo lo mejor mañana.
—Yo ti también— dijo bastante apresurado—. Bueno, si, ya sabes ¿estas buscando pareja? A eso me refiero.
El rubio soltó una risita divertida:—Pues si— y su corazón palpito demasiado rápido que esperaba que el alfa no lo escuchara—. Creo que es momento de buscar una pareja.
—Ya veo— fingió una sonrisa—. Pues espero que logres encontrar a alguien... Para ti.
—Lo mismo para ti— le dio una pequeña sonrisa—. Descansa Minho.
Ambos se vieron una última vez hasta que Sana dio un estornudo bastante falso pero super necesario, se dieron una sonrisa incómoda para cuando cerró la puerta pudo respirar:—Gracias Sana— dijo tratando de recomponer su acelerado corazón y los estúpidos pensamientos de su lobo.
—Por supuesto— la joven hizó una reverencia—. Supongo que su madre lo está esperando.
Dio ahora un resoplido cansado, comenzando a subir las escaleras una vez en el cuarto miro a su madre junto a su hermano platicando alegremente hasta que lo vieron.
—¡Minho!— gritó su madre con los brazos abiertos—. Estaba a punto de hacer que Jeongin fuera a buscarte.
—Aquí estoy madre— le dio una sonrisa falsa caminando al espejo—. Listo para que me tortures.
—Ves— su madre lo señaló con un puchero, Félix dio una sonrisa divertida—. A esto es a lo que me refiero, no le emociona nada de esto. No es como tú Lix.
—Porque no soy Lix— dijo rodando los ojos mirando los corset qué estaba sobre la cama—. ¿En serio?
—Tu cintura se vera increíble— dijo Felix levantándose para escoger uno de ellos que era blanco con bonitos encajes en dorado—. Además no puedes despreciar un regalo de tu Baronesa.
—Gracias— le dio una sonrisa que no llegaba hasta arriba—. Pero no me quiero desmayar como la pobre chica de hace dos años— dijo sacando una risita tras el recuerdo.
—Tenemos la fortuna de que los corset para nosotros lastimen la cintura no el pecho— dijo Felix con una sonrisa pero su voz estuvo llena de ironía—. Una vez que te cases puedes utilizar unos menos... Apretados.
—Suena maravilloso hermano— fingió alegría—. Si el último de mis problemas fuera usar estos ridículos corset entonces definitivamente estaría muy feliz de casarme mañana.
—Ya hablamos de esto Minho...
—Lo sé mamá, encontrar a alguien con un buen puesto en la sociedad, que sea divertido pero no estúpido, que sea gentil pero no demasiado, que sea visionario pero con ideas claras— Felix y su madres se miraron.
—En realidad es solo con alguien que sientas química— dijo Felix con una sonrisa—. Claro que todo lo que dijiste es importante, pero no fue por ello que escogí a Chris.
—No todos podemos encontrar el 'amor' tan fácilmente— tomo un corset con tonos oscuros y bordados en blanco.
—Hyunjin... Va a buscar pareja esta temporada— dijo después de unos segundos de silencio.
—¿El marqués?— su madre se cruzó de brazos—. Después de lo de hace dos años...
—Mamá no fue del todo su culpa— se alzó de brazos—. Además Lord Hwang es... Increíble, ¿no, nos dices siempre que tu esposo o esposa debe ser tu mejor amigo?
—Si pero esto es diferente Felix— su madre negó con la cabeza—. ¿Minho qué opinas de esto?
—¿De qué?— dijo siendo ayudado para ponerse el corset—. ¿De Hyunjin?— su desliz al llamarlo por su nombre hizo que su hermano le alzara una ceja, maldito ya lo estaba analizando—. Lord Hwang es gentil— se corrigió mirándose en el espejo—. Debe buscar alguien que le guste soñar despierto y le encanten todas esas cosas fantasiosas. No soy el indicado.
—O necesita alguien con los pies en la tierra, sarcástico y que no sueñe tanto despierto— dijo su hermano con un tono de voz sabiondo—. Sigue siendo un prospecto, Minho.
—Uno que no creo que me quiera cortejar— le pusieron un gran abrigo encima que tenia una cola preciosa—. Seungmin dijo que el conde de Chambord tiene los ojos puestos en mi.
—¿El conde?— su madre sonrió—. Eso es maravilloso Minho, tendré muy pronto dos condesas.
—Es bueno, hermano— Felix no se veía muy complacido por ello, aún así intentó darle una sonrisa pero Felix no se caracteriza por ser bueno en ocultar sus emociones por lo que su pequeña mueca salió bastante falsa—. Te ves bien.
—Gracias— se miró en el espejo—. ¿Puedo irme a dormir?
Ambos le asintieron con la cabeza, salió de la habitación para ir a dormir. Cuando estuvo por fin en la privacidad de su cuarto respiro con dificultad, su lobo estaba disgustado con la idea de pertenecer a ese conde, por el contrario le gustaba más la idea de un alfa alto y de cabellos rubios que soñaba despierto.
Tontos y estúpidos sentimientos, si tenía que casarse usaría la cabeza no el corazón. No era tan sentimental como sus dos hermanos, de hecho de los tres era más maduro. Necesitaba una persona así, no...
Suspiró acostándose en la cama. Cerró los ojos esperando dormir.
Cada familia y debutantes ya estaban pasando, su hermano le sonreía con tranquilidad mientras que él ya se estaba casi desmayándose. Esperaba, de verdad esperaba no llamar la atención de la reina.
Ayúdame Lunaris, le imploro a su Diosa esperando su misericordia; lo único que quería era pasar su temporada de forma tranquila, sin nada de esas cosas estúpidas que sabía que Lady Whistledown diría una vez este en boca de esa mujer.
—El Joven Lee Minho y la respetada viuda, vizcondesa Lee Olivia.
La reina estaba frente a él, sentada con una mirada llena de aburrimiento, sin embargo al escuchar su nombre alzó una ceja. No puede ser lo recordaba, camino con una sonrisa que según su hermano Jeongin parecía más la de un asesino a que la de un joven y respetado omega.
Frente a ella, dio una reverencia bajando los ojos esperando ver una mueca llena de aburrimiento sin embargo a alzarla vio una sonrisa, la reina se levantó, con una mano gentil alzó su mentón y beso su frente:—Estos dos años dieron sus frutos Joven Lee.
Su madre por detrás sonrió emocionada, mientras tanto él intentaba respirar la última tranquilidad que le quedaba. Después de este precario momento está temporada seguirá igual de movida qué la de su hermano.
Poco después la reina le dio su lado bueno a la siguiente diamante, una radiante chica de cabellos rubios y ojos azules.
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"Tal parece que nuestra Reina pudo escoger a sus dos diamantes de esta temporada.
Nuestra primer joya es una exquisita jovencita de cabellos rubios, personalidad tranquila y según dicen una inteligencia digna de una joven de su clase.
Sin duda alguna Lady Neville es una hermosa debutante esta temporada. Caballeros y Damas no veo el por qué no deberían hacer fila para tan siquiera obtener un baile con la preciosa joven.
Por otro lado, esta autora esta de verdad sorprendida con la segunda elección de nuestra reina. Después del escándalo de hace dos años creí ingenuamente qué este chico pasaría desapercibido ante la estricta mirada de nuestra Reina.
Me temó que me he equivocado, pero, no retiro ninguna palabra antes dicha. No hasta que yo misma vea el misterioso potencial que la reina vio en Lee Minho.
Si es que hay uno en verdad."
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Su hermano gritaba de emoción a su lado con su brazo enganchado al suyo mientras que Jeongin caminaba a su lado con una sonrisa divertida en los labios:—Bueno, tendré que volver a hacer de hermano mayor protector— suspiró con fingido cansancio—. Creí que me salvaría este año.
Felix le dio un golpe cariñoso y un regaño poco serio:—Era obvio que nuestro hermanito conseguiría el visto bueno de la reina— lo abrazo sin dejar de caminar.
—Estoy muy feliz— dijo sin ganas recibiendo ambas miradas de sus hermanos—. Necesito un cigarro.
—¿¡Un qué!?— ahora si Felix le dio un golpe verdadero—. Jeongin que le has estado enseñando en mi ausencia.
—Un cigarro no daña a nadie— se defendió el alfa—. Además Minho puede ser muy convincente.
Los tres pararon en la entrada del gran salón, dio tres respiraciones lentas poniendo toda su atención en el arco de flores que estaba encima suyo:—¿Leyeron lo que Lady Whistledown escribió de mi?— preguntó antes de poder entrar a la sala.
—Esa mujer no sabe de que habla Minho— dijo Felix con dureza—. Eres mucho más que ese tonto escándalo del que fuiste víctima.
—Eso es— Jeongin le dio un ligero apretón cariñoso—. Entra ahí y demuestra que eres mejor que eso.
Dando un último respiro entró a la sala, de repente sintió demasiados ojos encima ignorando por completo las miradas decidió ponerle su total atención a Seungmin qué venía con una sonrisa:—Tengo que decir que ser nombrado como diamante te ha dado muchos posibles prospectos.
—Ni lo digas— suspiró cansado.
—Disfruta de la noche hermano— Felix lo soltó y le dio una sonrisa para que se uniera a la búsqueda del mejor alfa junto a Seungmin.
La noche comenzó tranquila, decidió permanecer cerca de los pasteles mirando los bailes con aburrimiento Seungmin a su lado criticaba los vestidos y trajes de los omegas debutantes con ligera diversión, no fue hasta que por la entrada Hyunjin entró acompañado de un omega de tes morena.
Varias madres se acercaron de inmediato, apartó la mirada al darse cuenta de que un alfa de cabellos castaños estaba frente a ellos:—Joven Lee— saludo el hombre con una sonrisa—. ¿Se está divirtiendo?
Y fue así comenzó una horrible conversación, totalmente banal y sin sentido comenzó:—¿Y en su tiempo libre que hace?— preguntó llevándose la copa a los labios.
—Toco el pianoforte— dijo sin mucho entusiasmo—. Leo y tejo.
—Cosas maravillosas— sonrió—. Sabe lo que espero de mi pareja es tranquilidad, ¿le gustan estos bailes?
—Son entretenidos, mi lord— respondió llevándose una galleta a la boca.
—Una pena, a mi en lo persona me parecen aburridos una vez que me case no asistiremos a estos bailes.
—Ya veo.
—¿Es unido a su familia?
—Mucho, mis hermanos y yo nos llevamos bien.
—Eso es maravilloso, crecí como hijo único me encantaría que mis hijos estuvieran cerca de sus primos.
—Suena maravilloso. Supongo que dos hijos serían suficientes— miró a Hyunjin bailar con el misterioso omega, nunca lo había visto aquí.
—¿Dos? Espero seis o siete— le sonrió con estusiasmo.
Abrió los ojos sorprendido y un poco aterrado:—Un gran número— contestó tragando saliva, a unos pocos centímetros el rostro de Seungmin se puso pálido.
—Claro que mi esposo debe ser callado, odio los parlanchines— dio un suspiro—. Y usted parece un hombre callado, me gusta eso. Nada de amigos por supuesto y cada mes podrá ver a su familia.
—Bien podría escoger a cualquier otro omega en esta sala— dijo frunciendo el ceño—. Perdoné mi lord, pero no soy una persona callada, también tengo amigos y aunque mi familia es un dolor de cabeza no estaría bien que solo los viera una vez al mes— Seungmin a su lado asintió orgulloso—. Si me disculpa.
—Joven Lee— el hombre lo vio con enojo—. Aunque la reina lo haya tomado como un diamante no olvide que la gente tiene memoria— tomó otra copa de vino—. Muchos alfas no querrían a un omega que ya estuvo en un escándalo.
—Gracias por su preocupación mi lord— dijo con los puños cerrados—. Pero no la necesito.
Seungmin engancho su brazo de inmediato llevándolo al otro lado del salón:—Dios mio, ¿escuchaste? Lo único que quería era un arreglo bonito— dio un resoplido frustrado—. Estoy seguro que al menos la mitad son como él.
—Eso es porque el tipo ni siquiera estaba en mis opciones— susurró—. Tiene deudas y tu hermano lo vio salir de varios burdeles.
—Oh— hizo un mueca de asco—. Entonces, ¿quiénes son tus opciones?
Su beta sacó una larga hoja de su bolsillo y comenzó a hablar sin embargo su mirada calló en Hyunjin que reía junto a ese omega:—Seung, ¿quién es él?— señaló al chico con genuino interés.
—Han Jisung, llegó con Lord Hwang— dijo mirándolos ahora también—. ¿Por qué?
—Curiosidad— cerro el abanico que llevaba—. Me dijo que estaba buscando pareja esta temporada.
—No creo que sea ese tal Han, Minho.
—Pero si lady Neville, mira— señaló a la joven que se acercaba junto a su beta y su madre.
—Bueno la chica es preciosa— le sonrió y volvió a mirar la lista—. Como te decía.
Rodo los ojos, era perfecto que ahora estuviera aquí bajo la luz oscura, fue bueno que el estúpido alfa no lo sacara a bailar. De repente frente a ambos el conde de Chambord estaba luciendo una sonrisa segura:—Joven Lee— saludo—. Estuve buscándolo toda la noche.
—Perdoné mi lord— le dio una sonrisa—. Necesitaba un descanso de la luz blanca.
—Una pena, se ve espléndido bajo ella si me permite decirlo— una sonrisa genuina salió de sus labios—. Tanto que no debería esconderse, ¿me concede su primer baile?
Miro por un segundo a Seungmin que le asintió efusivamente y le señaló a los ojos. Tuvo que reprimir la idea de rodar los ojos:—Por supuesto mi lord— el hombre le tomó su mano con gentileza y lo llevó a la pista de baile.
Miró que una de las parejas era también Hyunjin y esa chica, decidió ignorarlos tanto a la pareja como a su estúpido lobo que aullaba con tristeza. Puso su total atención en el hombre que lo sostenía con gentileza y le sonreía:—Dígame mi lord, ¿campo o ciudad?
—Dado mis deberes la ciudad es mucho más práctil— le hizo girar—. Sin embargo, no dudo que en algún momento pueda retirarme a una de mis propiedades en el campo.
La respuesta le agrado por lo que le sonrió:—Dígame, ¿hay algo que le gustaría aprender?— la pregunta le tomó por sorpresa pero se sintió encantado con ella.
—Hay muchos temas que me encantaría aprender— le sonrió—. Desde otro idioma hasta cocinar.
—¿Cocinar?— el tono de voz no era burlón si no curioso.
—Me encantaría aprender, sin embargo mi familia no deja que me acerque a la cocina— le dio una sonrisa emocionada—. Esgrima también es un tema recurrente en mi mente.
Cerro los ojos sintiendo el arrepentimiento de haber dicho eso, sin embargo el hombre se veía entre sorprendido y encantado:—Sé que esta prohibido para los omegas, pero bien podría enseñarle y que sea un secreto de ambos.
Le sonrió genuino, sin embargo su mente se lleno de imágenes de él y Hyunjin practicando a escondidas esgrima. Por un segundo busco al alfa qué le sonreía a la omega que llevaba las mejillas rojas.
Regresó su atención al buen hombre que lo sostenía:—Sería fantástico mi lord.
El baile terminó y ambos se despidieron, un dolor de cabeza bastante fuerte comenzó y a pesar de que el baile había sido sumamente encantador había algo que le molestaba.
—Voy a afuera— le dijo a Seungmin—. Necesito aire.
—Iré por una copa de agua— dijo el beta con preocupación.
Miró los jardines de la gran casa y sintió el aire frío chocar en su rostro. Las dudas comenzaron a surcar su mente, si mañana el conde iba entonces un cortejo serio comenzaría.
—¿Vienes a refrescarte?— preguntó una voz muy conocida, volteo para mirarlo con una muy leve sonrisa.
—Así es, mi lord— cerró los ojos ante la equivocación—. Hyunjin— se corrigió.
—Fue un baile maravilloso allá atrás— escucho los pasos bajo la grava para luego tenerlo a su lado—. ¿No crees?
—Lo fue— lo miró con los nervios saliendo por cada poro de su piel—. Ella es preciosa.
—Y él parece ser encantador para hacerte sonreír como lo hiciste— le regaló una leve sonrisa.
—Ciertamente dio una charla interesante— le asintió.
—¿Pero..?— el rubio le alzó una ceja esperando a que siguiera.
—No lo sé— se alzó de hombros—. ¿Por qué estoy hablando de esto contigo?
—¿No somos amigos?
—Si pero... Se supone que un omega y un alfa no deberían ser amigos. Ni mucho menos hablar de estos temas.
—¿Por qué no?— se metió las manos en los bolsillos de su abrigo y lo miró con intensidad.
—No lo sé— dejó de mirarlo para concentrar su atención en la fuente que estaba enfrente de ellos.
—Sabes, ¿podríamos ayudarnos?— eso captó su atención por lo que le miro—. Cortejare a Lady Neville y es obvio que ese conde tiene su total atención en ti— le dio una sonrisa pícara y señaló a los balcones de arriba.
Echó una mirada furtiva y en efecto el conde los miraba por eso Hyunjin no se había acercado tanto:—¿Por qué necesitaría tu ayuda, mi lord?
Una emoción diferente se asomó en los ojos claros del alfa pero tan rápido como apareció se esfumo:—A veces eres complicado y no digo que sea malo— le alzó una ceja y cruzó los brazos—. Me encanta, pero necesitas que ese hombre no se te vaya de las manos.
—Hay más alfas en este lugar.
—Si pero seamos sinceros Minho, ninguno te merece— eso abrió algo en su pecho, su lobo se asomo interesado en lo que sea que el alfa diría a continuación—. Hay muchos aquí que solo buscan tu fortuna, alfas que no buscan una pareja si no un adorno bonito que pueda dar hijos— dijo con desprecio en su voz—. Y tu eres tan único que no mereces eso.
—Bueno hablaste igual que Jeongin— dijo de repente nervioso.
—Por algo somos mejores amigos— se cruzó de brazos—. A demás necesito consejos para la dulce dama.
—¿Mi consejo?— soltó una risita—. De los dos tu eres el romántico.
—Solo cuando me apetece— ambos se miraron, Hyunjin iba a decir otra cosa pero le interrumpió.
—¿No te gusta?— indagó jugando con sus manos.
—Si, por supuesto— y si su lobo pudiera hacer acciones más humanas ahora mismo rodaria los ojos—. Ella es dulce, inteligente, le encanta el arte y sueña despierta.
—Pero...— tal como el alfa lo hizo alzó una ceja.
—Bueno es nuestro primer baile— sonaba resignado—. Necesito conocerla mejor.
—Mi lord es raro encontrar alfas sensibles como tú, ella y cualquier otro omega serían afortunados de que te intereses en ellos— se acercó y le dio unas palmaditas en su brazo amistosas pero no cariñosas lo último que quería era un escándalo con el mismo alfa del escándalo pasado—. Pero odiaría qué estuvieras con alguien que no amas, piénsalo bien y lucha por eso.
Por la entrada Felix llegó y los vio, les dio una enorme sonrisa:—Aquí están— llevaba una copa de vino blanco en su mano—. Los estaba buscando.
—¿A los dos?— Hyunjin se acercó con esa sonrisa amable qué siempre lleva.
—A los dos— se engancho a su brazo—. Vamos, nos tienes que presentar a ese muchacho Hyunnie.
Era verdad el omega misterioso, una vez que llegaron al joven que iba a acompañado de su beta sintió muchos ojos sobre ellos decidió ignorarlos por completo.
—Han Jisung— sonrió con bastante energía—. Es un gusto conocerlos a todos, mi primo habla bastante de ustedes.
—¿Primo?— soltó sin pensar—. No sabía que tenías un primo en el extranjero— Miró a Hyunjin que sonrió divertido—. Una disculpa soy Lee Minho.
—Lee Minho— el chico parecía saborear su nombre, luego le dio una mirada a Hyunjin y mostró una sonrisa—. Eres famoso, cierta persona no paraba de hablar de ti.
—Cosas buenas, espero— dijo nervioso miro de reojo a Hyunjin qué parecía igual que él, bueno era lo justo.
—Ni te lo imaginas...
—Mi primo— Hyunjin carraspeo e hizo que la atención fuera a él—. Busca matrimonio aquí, estaré realmente agradecido qué me ayuden a buscar un buen alfa.
—No te preocupes Hyunnie— Felix le sonrió ahora del brazo de su esposo.
—Buscaremos al mejor prospecto— Christopher habló con una sonrisa seria.
—Agradezco su ayuda— el joven hizo una reverencia—. Espero que podamos ser buenos amigos, Minho.
—Lo mismo digo.
Las personas comenzaron a desplazarse por la habitación, después de un tiempo se quedó de nuevo con Seungmin riendo de las babosadas qué este decía. Jeongin había desaparecido de repente y no se veía por ninguna parte, momentos después lo vio salir a paso apresurado por en medio de la pista de baile por la que Hyunjin y su encantador primo pasaban, se tapó la boca con una mano cuando vio que Jisung y su hermano chocaron y la copa qué llevaba Jisung salió volando al prístino traje de Jeongin.
—Bueno ya quiero leer lo que lady Whistledown tiene que decir de esto— dijo en voz alta divertida al ver como Jisung ayudaba a limpiar el abrigo negro con una servilleta, Hyunjin detrás de ellos intentaba con todas sus fuerzas no reírse.
Sonrió al verlo y luego esa misma y estúpida sonrisa se fue desvaneciendo. Busco con la mirada a lady Neville encontrándola con una expresión divertida qué escondía detrás de su abanico, ella era perfecta para Hyunjin.
Fin. No tenía que pensar en otra cosa. Era perfecta para él.
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"Si bien la noche de ayer fue una gloriosa, con una decoración preciosa para dar inicio a esta temporada pasaron tantas cosas que ni siquiera sé por dónde comenzar.
Parece ser que nuestra estrella de la noche Lady Neville captó la atención del Marqués Hwang, yo podría aconsejarle a la joven chica que tuviera cuidado si bien el marqués es un excelente partido yo tendría mis reservas. Al menos por ahora o al menos de saber que ya gané la batalla.
Porque claro que se ha abierto una batalla y estoy muy segura que nuestra flor no es –aún– la ganadora.
Y no es por nada pero esta autora nunca se equivoca.
Por otro lado, el Conde de Chambord parece estar interesado en una rosa con espinas. Pero no fue el único que tuvo ese interés, el pobre Lord Lemony salió herido después de querer tomar a esa rosa. Jóvenes omegas tengan este rechazo presente, si un omega como Lee Minho lo rechazó por algo será.
El joven Lee cada vez me sorprende más, anoche que lo vi bailar con el Conde no pude decidirme si hacían una muy bonita pareja o... Esta autora promete darles mi opinión después de otro baile.
Para terminar con tal maravillosa noche...
—"Mis lord tengan mucho cuidado al caminar, pueden golpear a los pobres y frágiles omegas— leyó en voz alta con un tono divertido—. O podrán encontrar una flor a punto de dar raíces, gracias Lord Lee por presentarnos a esta flor de nombre Han Jisung"
—Deja de leer eso— su hermano se tapó el rostro con disgusto—. ¿No te caía mal Lady Whistledown?
—Si, pero no me podía perder este gracioso comentario— dijo sentándose en la silla viendo a su hermano rodar los ojos—. Al menos hiciste que los alfas se interesaran en él.
—¿No veo por qué?— dio un suspiro—. Pobre tal vez deba disculparme.
—Tal vez— le sonrió llevándose una galleta a la boca.
La puerta de la habitación se abrió y uno de sus sirvientes entró:—Hay un paquete para el joven Lee— ambos hermanos se miraron.
—Adelante tráiganlo— dijo Jeongin levantándose mientras se arreglaba el saco.
Otro sirviente trajo una caja de tamaño medio, era de madera y lucía bastante linda, en una las caras tenía pintado un gato negro paso sus manos por la pintura sintiendo algo de emoción. Al abrir la caja habían libros sobre esgrima, unos más sobre flores y varios libros científicos qué hablaban de gatos y recetas... De comida.
—Vaya— su hermano asintió con aprobación—. ¿Quién fue el buen alfa, Jason?— miró al sirviente que con en rostro serio de siempre habló.
—Es anónimo señor— dijo el hombre—. Solo tenía esta nota.
Minho la agarro de inmediato y la leyó:
"Para una hermosa rosa con espinas."
—¿Se te ocurre alguien?— preguntó Jeongin cerrando la caja.
—No...— ayer al único que le habló de sus gustos fue al conde pero no creía que el hombre pudiera tener todo esto en cuestión de horas, además si venía hoy ¿cuál sería la necesidad de enviarle un regalo anónimo?
—El Conde de Chambord ha llegado— anunció otro sirviente.
—Sana llévate la caja a mi habitación— le dijo con una sonrisa, de repente su madre entró a la habitación con una sonrisa—. Dejen pasar al conde.
Los sirvientes siguieron sus órdenes con rapidez, el hombre entró con una sonrisa en sus labios y con un hermoso ramo de tulipanes. Sonrió esperando que su mueca se viera encantada y no rígida como se sentía, el hombre caminó frente a él.
—Estaba emocionado por verte— dijo encantado—. ¿Cómo estuvo tu noche?
—Tranquila— mintió, en realidad no pudo dormir—. ¿Quiere galletas?— le alzó una ceja caminando a la mesa donde estaban los postres su hermanos estaban en la habitación al fondo fingiendo leer.
El hombre se acercó a la mesa tomando una y la conversación comenzó. El conde era realmente un hombre interesante, guapo y un caballero. Quería solo cuatro hijos lo cual era mejor que tener seis, le gustaba el campo pero prefería la ciudad y la familia era lo más importante para él.
Era alguien que sinceramente podía darle una vida tranquila. Una vida que podría gustarle con el tiempo.
—Entonces, ¿nos veremos en el parque?— el hombre preguntó con esperanza.
—Lo veré ahí, mi Lord— el hombre salió con una sonrisa cariñosa y por fin pudo dar un suspiro que no sabía estaba reteniendo.
—Fue encantador— dijo su madre con pasos veloces.
—Pues yo no lo veo muy convecido— dijo Jeongin señalándolo.
—Cállate Jeongin— su madre regañó—. El inicio de un amor no siempre tiene seguridad.
—Madre...— Felix se levantó, pero ni siquiera lo vio, ni escuchó. Su mente estaba plagada de la conversación y aunque toda ella había sido exquisita no terminaba por convencerle.
—Hay más prospectos esperando, mis señores— dijo Jason con su habitual tono.
—Déjalos entrar y acabemos con esto— dijo sin ganas.
Toda la mañana fue evaluar a cada uno de estos alfas, habían algunos que eran interesantes como la alfa de nombre Joe misma que Seungmin le había recomendado. Pero su mente estaba en esta caja, ¿quién? Debe ser alguien que lo conozca bien para que sepa cada uno de sus gustos.
Pero no hay muchos alfas que lo sepan, ni siquiera tiene amigos alfa... Solo Hyunjin.
Y Hyunjin conocía cada uno de sus gustos. El hombre había memorizado incluso el sabor de té que más le gusta o las plumas que utiliza para escribir. Pero, era ridículo.
Hyunjin cortejaría a Lady Neville. Tenía que hacer que su lobo alejara todas esas falsas esperanzadas, aunque Hyunjin hubiera dicho que lo tomaría como esposo cuando lo dijo eran a penas niños, ni siquiera se habían presentado cuando al rubio se le ocurrió esa absurda idea. Ni siquiera sabían que era el matrimonio.
Pero sabía que su lobo no albergaba esas esperanzadas por esa absurda propuesta hecha por un niño, si no, porque hace dos años se lo prometió. Se miró al espejo, el traje con tonos pasteles le quedaba bien aunque sinceramente le gustaban más las prendas oscuras, terminó por arreglarse para salir acompañado de su familia y su beta de compañía.
El día era cálido, el aroma del aire fresco y los cálidos rayos de luz se sentían bien en su piel. No era un día caluroso, solamente agradable. Las nuevas flores brillaban con colores relucientes haciendo que los caminos se vieran como esos cuadros que Hyunjin pintaba o como esos libros que solía leer a escondidas:—Es una tarde agradable— dio un pequeño brinco al escuchar la voz de Hyunjin detrás de él.
—Se te esta haciendo una costumbre— reprochó sin dejar de mirar las flores.
—No es algo que no haya hecho antes— dijo con un tono de voz burlón—. ¿Recuerdas cómo te espante cuando fuiste por esos libros?
Sin resistirlo dio una risita:—Me sacaste un buen susto.
—Y recibí mi merecido— se acercó para colocarse a su lado con los brazos detrás de su espalda—. Aún tiemblo cada que veo esas servilletas.
Esta vez soltó una carcajada:—Debería traer conmigo esas servilletas— dijo ahora si pasando su mirada al hombre que llevaba una sonrisa cariñosa en el rostro.
—No creo que sea correcto— dijo con un tono cantarín—. Al menos no cerca de mi.
—Creo que sería maravilloso ver tu cara de susto— se alzó de hombros—. ¿No crees?
—Eres cruel Lee Minho— dijo con fingida sorpresa.
—Pero si no mal recuerdo dijiste que eso era lo que más te gustaba de mi.
—Con los demás no conmigo— se quejó como un niño pequeño.
—¿Por qué debería tener contigo un trato preferencial, mi Lord?— se burlo con ironía alzando una ceja.
—¿Por qué no deberías?— le devolvió el gesto y se acercó un poco más a su espacio lo suficiente para sentir la calidez de su cuerpo pero lo suficiente lejos para que no se viera escandalozo.
Lo miró con sorpresa, de repente todo era más caliente, ambas miradas chocaban y aunque quisiera evitar la mirada no podía. Sus ojos claros se sentían como imanes, sus aroma fuerte pero elegante jugaba en su nariz como si estuviera intentando tentarlo a algo más. Y esas emociones que juro mantener con llave salieron, su propio aroma se empujó un poco al alfa que abrió los ojos sorprendido.
—Minho...
—Joven Lee— ambos se alejaron de inmediato aunque realmente no estaban tan cerca, se volteo para mirar al conde que llevaba un sonrisa amable pero que veía con fuego a Hyunjin—. Perdón por la tardanza.
—No se preocupe— dijo alisando su traje aunque no tuviera ninguna arruga—. Conde, Lord Hwang.
—Un placer saludarlo— dijo el hombre con etiqueta.
—Lo mismo digo Lord Chambord— Hyunjin era por lo general un hombre al que le gustaba pasar desapercibido, por lo general nunca le gustó hacer uso de su estatus como alfa. Pero, ahora se veía imponente la propia estatura se vio ahora bastante evidente.
—Parece ser que la señorita Neville lo estaba buscando— le sonrió—. No creo que sea de caballeros hacerla esperar.
—Por supuesto— le dio una última mirada—. Nos vemos Min... Joven Lee.
El cambio lo hizo pasar saliva algo decepcionado y con las emociones aún a flor de piel:—¿Amigos de infancia, no?
—Así es— asintió—. En realidad es más amigo de mis hermanos— mintió colocándose alado del conde.
—Me alegra saber que tenga amigos— eso lo hizo verlo con curiosidad—. A veces necesitamos ayuda y en ocasiones he aprendido que la de nuestra pareja no es suficiente.
—Eso es muy... — no encontró la palabra con como describirlo, mientras caminaban.
—¿Raro?— le dio una sonrisa—. Mis padres tenían una horrible relación, no quiero que mi pareja viva un infierno a mi lado.
Hubo un silencio no incómodo pero si reflexivo:—Mi lord, ¿qué piensa del amor?
—Creo que es maravilloso— le sonrió con nostalgia—. Pero creo que pocas personas en nuestra sociedad tienen la fortuna de vivirlo.
—¿Le gustaría vivirlo?— le alzó una ceja.
—Con el tiempo— ambos se miraron—. Sé que es muy rápido, pero si de verdad esto va en serio entonces tiene que saber que con o sin amor yo le daré lo que se merece— luego ambos se pararon y él lo miró con una mueca seria—. Pero no estoy totalmente seguro de poderle dar un vida con amor si eso es lo que busca.
—Con el tiempo— susurró a lo que el hombre sonrió.
Dio una mirada de soslayo viendo a Hyunjin con la omega, por un lado tenía una vida segura no con amor pero si con lógica, un hombre que lo respetaría y por otro lado no tenía nada seguro. Si Hyunjin quisiera su mano... Ya hubiera hecho algo.
Todavía habían muchas cosas de las que hablar. Pero viéndolo reír con esa mujer y él estando del brazo de otro hombre la idea solo era un deseo fugaz.
Jelou 😇
Ya extrañaba escribir algo para el Hyunho. 😭 Y dio la casualidad de que estoy muy obsesionada con Bridgerton y dije ¿por qué no? JAJAJAJA
Si han visto la serie espero que la introducción de lady Whistledown no sea tan rara jajajaajjsajjs 😭.
Este fic será corto, tal vez unos tres capítulos máximo cinco.
Nos leemos la siguiente actu.
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