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Las cosas se estaban poniendo un poco tensas dentro del restaurante, y aunque Yoongi rogaba a todos los cielos que los cuatro chicos presentes no se terminaran sacando los ojos en el proceso, ansiaba que cuando comenzarán, todos ellos dejarían de lado sus tontas discusiones para poder ayudarles, y eso es lo que esperaba, pero por el momento, necesitaba que los otros dos chicos que faltaban por presentarse, lo hicieran.

Mientras Yoongi temía por su propia vida dentro del restaurante, Seokjin seguía caminando en dirección al dichoso lugar en donde Yoongi lo había citado, pero no había dejado de leer la carta que el chico de tes pálida le había enviado, y es que estaba algo intrigado, después de todo, a lo largo de su vida, lo único que ha recibido es el interés de los demás, nada de amor, y no entendía porque Yoongi quería de su ayuda cuando ni siquiera sabe nada acerca del amor, pero ya tendría tiempo para hablar con él.

Dejo de leer la carta, la doblo un par de veces antes de disponerse a guardarla en su bolsillo de su pantalón, pero antes de que pudiera levantar la mirada para observar la entrada del restaurante, choco con alguien, fue un ligero empujón, pero fue el suficiente para que Seokjin frunciera el ceño, y entonces levanto la mirada.

—¿Puedes fijarte en donde caminas? —¡vaya! De todas las personas con las que Kim Seokjin pudo haber chocado, ¿por qué tenía que ser Hoseok específicamente? No lo entendía, y, además, ¿por qué estaba en el restaurante?

Seokjin parpadeo un par de veces al verlo.

—¿Qué? —pregunto Hoseok, no le gustaba que las personas distraídas chocaran con él, era algo molesto—. Deberías aprender a disculparte después de tus malas acciones.

—¿Qué? —Seokjin negó con la cabeza, su mirada fue a dar a las manos de Hoseok, percatándose de que, en su mano derecha, traía un papel totalmente arrugado entre sus dedos—. Él lo invito...

Hoseok alcanzó a escuchar aquel susurro, y no dudo en mirar hacia su mano, percatándose de que todavía no había tirado aquella carta, y es que sentía que podía perderse si acaso no tenía la carta consigo, a pesar de que el restaurante estaba cerca de la escuela, Hoseok casi siempre terminaba por ir al camino equivocado por cuestiones de distracción.

—¿Yoongi te invito? —pregunto Seokjin con tono duro.

—¿Por qué te importaría? —Seokjin rodo los ojos, tal y como lo sospechaba, Hoseok seguía siendo un maldito malhablado, no necesitaba decir groserías para saber que ese chico es un maldito idiota.

Seokjin le tenía un pequeño desprecio al chico debido a un pequeño incidente en el pasado, cuando Seokjin no revelaba que se trataba del hijo de alguien importante y que era prácticamente dueño de una herencia llena de riquezas, Seokjin había tenido un pequeño enamoramiento por una chica de su clase, eso fue en el primer año en la preparatoria, y él quería acercarse, en verdad lo quería, y para él, llevar las cosas de forma lenta se trataba de la forma correcta. Seokjin no solamente le dedicaba canciones, no, le regalaba dulces, chocolates, flores en el día de los enamorados o en su cumpleaños, o simplemente para enviarle alguna nota pequeña diciéndole lo maravillosa que era, el problema es que a pesar de todo eso, y que Seokjin siempre le hubiera dejado en claro lo que sentía por ella, alguien más se interpuso, Jung Hoseok.

Hoseok no se trataba de un chico que quisiera llevar las cosas con calma, era demasiado irreverente, y eso molestaba a Seokjin, pero lo peor era que aquellos coqueteos llenos de insinuaciones habían logrado hacer caer a aquella chica por la cuál Seokjin sentía un pequeño enamoramiento, poco a poco, Seokjin se percato de que ella le gustaba más que Hoseok fuera por ella a las clases para hablar, la veía sonreír cada que él le hacía un comentario levemente vulgar, la hacía reír, y cuando menos lo espero, Hoseok había hecho su cometido, acostarse con ella, por supuesto el playboy jamás le volvió a hablar a ella, y Seokjin fue testigo de las muchas veces en las que ella lloraba con sus amigas debido a lo que paso.

Por eso lo detesta con ganas.

Decidido, Seokjin lo terminaría ignorando, no tenía que perder más tiempo y menos con ese chico, de inmediato y dejando de lado su conversación con Hoseok, entro al restaurante, para después ser seguido por Hoseok quien con la mirada buscaba entre todas las mesas ocupadas al lindo chico de ojos gatunos que le había dado esa deliciosa comida, pero Seokjin fue quien logró verlo primero, de inmediato sonrió y elevo su mano sacudiéndola un poco para que Yoongi lo mirase.

—¡Yoongi! —dijo Seokjin, haciendo que Hoseok mirase detrás, observando que efectivamente allí se encontraba Yoongi y con otros tipos a los cuales ni siquiera conocía, no del todo.

El de tes pálida al ver a Seokjin y Hoseok pudo sentirse un poco más aliviado, al menos parecía que esos dos no serían como los otros cuatro que estaban ahora mismo con él.

—Que bueno que han venido —dijo Yoongi mientras miraba a Seokjin acercarse y Hoseok detrás de él.

—Jamás dejaría plantado a un chico tan hermoso como tú —Hoseok le regalo un guiño a Yoongi, pero Seokjin apretó los dientes con fuerza.

¿En verdad se iba a poner a coquetear?

¿Acaso pensaba hacer lo mismo con Yoongi?

Seokjin definitivamente no permitiría que esta vez Hoseok pusiera sus manos encima de alguien más.

—Guárdate tus pésimos halagos para alguien que en verdad les interese —dijo Seokjin mientras se acercaba a una silla para tomar asiento—, aunque dudo mucho que a alguien le gusten.

Hoseok soltó una suave risa en un resoplido, relamió sus labios y dirigió su mirada hacia Seokjin.

—¿Disculpa? —Hoseok no era mucho de enojarse, pero al parecer a ese chico que ni siquiera conocía del todo, estaba molesto con él—. Por si no lo notaste, no te hablaba a ti.

—Y por si también no lo notaste, Yoongi no quiere escuchar comentarios estúpidos como los tuyos.

El de tes pálida parpadeo un par de veces, ¿acaso ninguno de estos chicos se llevaba bien? Esto sería mucho más complicado de lo que imagino, pero debía de tratar de que todos llevarán todo por la paz, cero peleas, eso es lo que quiere Yoongi, una conversación en la que todos pudieran estar tranquilos y llevarse bien, aunque...

Miro a los chicos que ahora estaban sentados, todos mirándose, Jungkook miraba de mala gana a Jimin quien no se inmutaba en apartar la mirada de Jungkook, Taehyung por más que quería ignorar la mirada de Namjoon, no podía, ese chico lo estaba viendo como si fuera el adefesio más espantoso de todo el planeta, mientras que Hoseok y Seokjin no podían evitar desafiarse con la mirada, la tensión estaba totalmente impuesta sobre la mesa, inclusive Yoongi se sentía pequeño en ese lugar.

Esto sería mucho más complicado de lo que creyó.

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