Looking for Happiness
Ese día Yoongi volvía tarde de la tienda de música en la que trabajaba, ya que los sábados siempre eran los días más ajetreados y dejaban la tienda abierta hasta las 10 de la noche. Estaba agotado por la larga jornada y no podía esperar para llegar a su piso, ver a su mejor amigo, Jungkook y que el estrés acumulado del día se fuera de una vez.
Y es que a sus 16 años, Min Yoongi se había decantado por dejar los estudios y empezar a trabajar lo antes posible para poder irse de la estricta casa de sus padres a los 18. Él quería trabajar de la música, sus padres querían que fuera abogado. Así que después de un tiempo en distintos trabajos a medio tiempo, pudo reunir el dinero necesario y comprar un piso con un precio razonable. Pero, aunque había conseguido su objetivo, había veces en las que escaseaba el dinero y tenía que pasar un tiempo sin comer apropiadamente.
No fue hasta que empezó a tener problemas financieros más graves que se decidió por alquilar la habitación vacía de su piso. Así fue como unos años más tarde conoció a Jeon Jungkook, un joven estudiante universitario recién llegado a Seúl que necesitaba alojamiento de bajo coste. Aunque al principio los padres del chico insistieron en que buscara otro lugar, Jungkook acabó por convencerlos alegando que era la solución más barata. Yoongi nunca fue del agrado de los padres de Jungkook — tampoco es que le importara demasiado la opinión de dos personas ajenas hacia su persona— pero terminó por hacer buenas migas con el joven. Ahora Yoongi tenía 23 años, una amistad de 2 años con Jungkook y el sueño de convertirse en músico.
— Ya estoy en casa.— anunció Yoongi mientras cerraba la puerta con un suspiro. El silencio de la casa lo recibió y miró a su alrededor.— ¿Jungkook?— Lo llamó, extrañado al no escuchar movimiento en el piso.
— Estoy aquí.— dijo una voz desde una de las habitaciones. Yoongi se apresuró a ir a ver a su mejor amigo. Este se encontraba sentado en su escritorio, con el ordenador y varios libros delante. Jungkook lo miró con una sonrisa suave y Yoongi deparó enseguida en la expresión cansada que portaba el joven. Frunció un poco el ceño.
— ¿Cuánto tiempo llevas sentado frente al ordenador?— Preguntó y Jungkook bajó la cabeza hacia el desorden en su escritorio.— No es bueno estar tantas horas en la misma posición. ¿Has almorzado siquiera?
— Sí. He ido después de clase con Jimin a almorzar.— Yoongi asintió y se apoyó en el marco de la puerta con los brazos cruzados. Siempre se preocupaba por el bienestar del menor y le inquietaba que priorizara el estudio por sobre lo demás.
— ¿Y llevas ahí sentado desde entonces?— Jungkook apartó la mirada y asintió levemente.— Mira, por más tiempo que pases sentado estudiando no vas a aprender más. No se trata de la cantidad, se trata de la calidad de estudio.— dijo, enunciando las palabras que su padre alguna vez le dirigió a él.
— Pero... es que si no, luego se me amontonan las cosas.— Se excusó. Yoongi soltó otro suspiro. Podía entender que la universidad era difícil, pero sabía de sobra que Jungkook no era precisamente torpe cuando de estudiar se trataba y había comprobado ya en varias ocasiones que al chico se le daba bien todo lo que hacía. No creía que el menor debiera preocuparse en exceso por el estudio.
— Estoy seguro de que has adelantado bastante trabajo con las horas que llevas aquí. Lo que estás haciendo ahora es estresarte más que estudiar.— le insistió.
— Pero...
— Ni peros ni peras.— El mayor se agachó a ver la agenda en la que Jungkook se planificaba y fue pasando las hojas frente a él.— Tienes todo el trabajo de hoy hecho y tienes mucho plazo para entregar las actividades. No te digo que dejes de estudiar, pero tienes que moderar el tiempo.— Si había algo en lo que Yoongi era bueno era en actuar de hermano mayor responsable para Jungkook. Sentía la necesidad de cuidarlo, más allá de porque fueran compañeros de piso, porque era su mejor amigo y no quería verlo tan abrumado.
— Es fácil decirlo...— murmuró Jungkook quitándole la agenda a Yoongi de las manos. Este rodó los ojos.
— Los estudiantes os estresáis mucho con estas cosas, lo entiendo, pero lo empeoras si haces esto.— Dijo intentando no sonar a reproche. Jungkook se quedó callado con la cabeza gacha y Yoongi suspiró.— Tienes que despejarte y alejarte un rato de este escritorio. Tal vez salir te haga bien.— Jungkook lo miró con los ojos muy abiertos.— ¿Qué pasa?
— ¡No puedo alejarme así como así! ¿Y si el profesor me manda las guías? ¿Y si me mandan otra tarea que hacer?
— Estás diciendo tonterías. Es sábado noche y no voy a permitir que te hagas una montaña de un granito de arena. Vamos, saldremos a dar una vuelta y mañana estarás más relajado, ya verás.— Jungkook soltó un bufido.— ¿Alguna vez me equivoco con estas cosas?— vio al contrario negar.— Eso había pensado.
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Dicho y hecho, ambos jóvenes salieron a las abarrotadas calles de Seúl de un sábado por la noche. Aunque Yoongi estaba cansado, pensó que salir también le haría bien para poder despertar de mejor humor al día siguiente. Se decidieron por ir a alguna discoteca cercana y pasar el rato ahí. Se quedaron apoyados en una de las mesas altas del lugar y Jungkook miró con nerviosismo a su alrededor. No estaba muy acostumbrado a este tipo de salidas y tenía incluso miedo de que algo malo pasara. Al ver esto, Yoongi quiso que se relajara de una vez.
— No pongas esa cara, es un establecimiento legal y no nos van a vender drogas.— Bromeó y dio un sorbo a su bebida. Consiguió sacarle una sonrisa a Jungkook, quien analizaba su entorno con atención, sin mirar al mayor.
— No sé... Es solo que hace tiempo que no salgo y se me hace raro.
— No debería ser así. Somos jóvenes, ahora es el tiempo de vivir la vida plenamente.— Dijo animado. Jungkook lo miró.
— La universidad no piensa eso.— Se quejó Jungkook y Yoongi soltó una carcajada ante el tono de voz del contrario.
— Bueno, pero es nuestro deber luchar contra eso, ¿no?— El menor lo miró sin entender.— me refiero a que somos nosotros, los jóvenes, los que tenemos que plantarnos delante del sistema y decirle "¿Y qué? Soy joven y no me voy a perder mi vida porque vosotros me causéis preocupaciones tontas".— dijo enfatizando la palabra "tontas".
— Eres un antisistema, Hyung.— ambos sonrieron.— Pero la universidad no es lo único, ¿no? Apuesto a que tú también tienes tus "preocupaciones tontas". — Hizo comillas con los dedos.
— Bueno, el alquiler del piso y la comida no son temas tontos, ¿no crees?—lo miró con cierta diversión y Jungkook le devolvió una mirada de obviedad.
— Ahí tienes razón, pero no te estoy preguntando eso.
— Ya, ya. Bueno, tal vez me preocupa demasiado que el estúpido encargado de la tienda haga que me despidan.— Soltó una risita, intentando sonar despreocupado, y Jungkook lo miró extrañado.— Pero, ¿qué mas da? Siempre hay más trabajos por ahí. Lo más importante de todo — miró a Jungkook y alzó un dedo para señalar que le prestara atención— es trabajar en algo que te guste. Algo que te motive. Si no es así, entonces no trabajes ahí. La felicidad es mucho más importante que el dinero.
Jungkook se quedó dándole vueltas a las palabras de Yoongi. Trabajar en algo que le gustara. ¿De verdad estaba haciendo lo que a él le gustaba? ¿Lo que le hacía feliz? Yoongi sonrió al verlo y le revolvió el pelo. Quería que Jungkook aprendiera a tener una visión de la vida distinta a la que tenía la mayor parte de la sociedad. Quería que aprendiera, que madurara y que así pudiera disfrutar mejor de la vida y ser realmente feliz.
— En resumen, la sociedad actual es una mierda y hay que provocar una revolución, ¿verdad, Jungkookie?— El nombrado lo miró sonriendo un poco, sin dejar de pensar en lo anteriormente dicho. Yoongi le devolvió la sonrisa— Vamos a dar un paseo, necesito algo de aire fresco.
*******
Habían salido de la discoteca y en ese momento se encontraban paseando por un parque. Ambos jóvenes estaban en silencio, aunque era un silencio más bien cómodo. Jungkook miraba al suelo pensativo mientras que Yoongi miraba al frente, debatiéndose si decir algo más o no.
— Hyung.— Dijo de repente y el mayor lo miró con atención.— ¿Cómo sabes qué es lo que quieres?— Alzó una ceja y Jungkook lo miró con expresión dubitativa.— ¿Cómo sabes que el camino que has escogido es el que quieres de verdad? ¿Y si no es el camino que te da la felicidad?
— Esas son preguntas muy buenas, hum... — miró al cielo pensativo.— Tal vez... Lo sabes cuando estás dispuesto a seguir adelante con eso, pase lo que pase, sin rendirse a medio camino, y te hace feliz a largo plazo — enfatizó esto último y volvió a mirar a Jungkook— Si descubres que no es lo que te da felicidad, tienes que seguir buscando hasta encontrar lo que de te la dé. Eso es lo que yo pienso. Hay gente que lo ve de otra manera.
— Oh... — el menor miró al suelo.
— Persigue un sueño, aunque sea peligroso.— Dijo pensando en voz alta.— No te frustres, no entres en pánico. Cuando estés al límite solo grítale al mundo que no te importa nada.— Sonrió con cierta nostalgia y bajó la mirada.— Corre, grita, ríe. Somos jóvenes al fin y al cabo.— se giró a mirar a Jungkook y se encontró con la mirada confundida del menor.— Menuda vida la nuestra, ¿no crees?— Jungkook ladeó la cabeza sin entender. Yoongi ensanchó la sonrisa y empezó a correr de la nada.
— ¿Qué haces, Hyung? ¡Has bebido demasiado!— Exclamó Jungkook y escuchó a Yoongi reír. El mayor fue hacia él y lo tomó de la muñeca para que corriera con él.— Parecemos tontos, Hyung.— dijo entre risas. Yoongi solo corrió junto a él, siendo la risa de Jungkook una magia que alivianaba su corazón. Cómo deseaba que ese chico fuera feliz...
— ¿Qué mas da?— dijo y dejaron de correr una vez fuera del parque. Yoongi cogió a Jungkook por los hombros.— Recuerda, somos jóvenes y la vida es muy larga, así que no te preocupes tanto por esas cosas que no tienen importancia.— Le habló sonriente y lo soltó para empezar a caminar hacia atrás.— No pierdas el tiempo, vive la vida, y sé feliz. Esa es la lección de hoy — rió y siguió caminando hacia atrás. Jungkook se le quedó mirando, sonriendo también. A Yoongi le encantaba verlo sonreír así.— ¿Qué más da la universidad? ¿Qué más da el trabajo? Montemos una revolución juntos, Jungkookie.— dijo dejando de caminar, sin mirar dónde estaba parado.
El nombrado sonrió feliz y asintió. Yoongi también sonrió. Pero toda felicidad se pausó con el sonido de un claxon y el de un coche intentando derrapar, seguido de un fuerte estruendo y un desgarrador lamento.
Total de palabras: 1866
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Bueno, pues este es el OneShot de la segunda fase del concurso de Love Yourself de
Me hizo mucha ilusión haber pasado de fase, porque es el primer concurso en el que participo y no creí estar a la altura. Pero me alegro de tan solo estar participando y tener la oportunidad de mejorar.
Puede que este One Shot no tenga una temática tan romántica como el anterior, pero en este caso me he enfocado más en transmitir un buen mensaje y que concordara con la canción correspondiente.
Bueno, si has llegado hasta aquí, espero que te haya gustado el One Shot uwu
Lucy~
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