Capítulo 9, parte 2.
Capítulo nueve
"She wants revenge #2"
Canción: The A Team - Ed Sheeran. (Recuerden reproducirla cuando se les indique.)
PAUL'S POV.
—¡Cara de bebé, ya despierta!— gritó John saltando en mi cama.
—Joder Johnny, cállate.— dije mientras ponía la almohada en mi cabeza.
—Son las diez de la mañana y tengo hambre.— dijo John quitando la almohada de mi rostro.
Bufé y me paré, George ya estaba despierto al igual que Mike.
—Chicos no creo que haya comida...— dije algo apenado.
—Descuida Macca, podemos pedir algo.— dijo John.
Cuándo íbamos a bajar notamos que la puerta de las chicas estaba sin seguro, a lo cuál sentimos las ganas de abrir la puerta. Al hacerlo el cuarto estaba vacío, por lo cual bajamos.
Abrí el refrigerador para ir por un vaso de leche. Me llevé una sorpresa al ver el refrigerador lleno. Había de todo, ensaladas, frutas, dulces, cereales, pan, condimentos, era un refrigerador como cualquier otro, pero por fin estaba lleno. Vi una pequeña nota pegada en una cara de la leche.
"Paul, te dije que necesitabas este refrigerador con comida de nuevo. Quise adelantarme un poco.
Con amor,
Cassie."
Sonreí. Quería ir a abrazarla, pero no sabía dónde estaba. ¡Cassie!Era tan linda.
—Creo que ya no tendremos que pedir comida.— dije y Mike observó el refrigerador impactado y abrazó a Paul.
—Paul, jamás pensé que harías algo así hermano.— dijo Mike.
—Es que yo no he sido.— dije con la sonrisa en los labios.
—¿Y entonces?— preguntó.
—Ha sido Cassie.— dije y John volteó rápidamente.
—¿Cassie qué?
—Cassie compró todo esto.
—Wow.— dijo George.
—Lo sé, mi chica es un ángel.— dije con aires de grandeza y John me miró mal.
—Querrás decir, mi hermanita es un ángel.— dijo a la defensiva.
—Claro. Anden, vamos a comer algo.— dije y todos agarraron ingredientes para preparar su desayuno.
Terminamos de comer y fuimos a The Casbah Coffee Club ya que el hijo de Mona; Pete nos iba a dar su veredicto.
Cuando llegamos fuimos directo a la barra para buscar a Mona.
—Buen día chicos, ¿Vienen por mi hijo?— preguntó con una sonrisa.
—Si, le hicimos una pequeña pregunta.— dijo John.
—Oh, Pete me contó todo. Gracias por la idea incluir a Pete en su banda, está muy emocionado.
—Oh de nada, quién no lo estaría. ¿Dónde se encuentra él?— dijo John y Mona señaló una mesa hasta el fondo.
Fuimos hacia él, me sorprendí al ver el tipo de muchacho que era. Traía un libro en sus manos y un late americano, a lo que hice una mueca de disgusto, nunca me gusto ese tipo de café.
Nos sentamos en la mesa y alejó la vista de su libro para dedicarnos una mirada. Dios, era idéntico a su madre.
—Pete, soy John Lennon ¿Qué tal?— preguntó mi amigo haciéndose el despreocupado, yo sabía que en realidad estaba muy nervioso.
—Si, si te recuerdo. Supongo que bien.— dijo él, se veía un poco tímido.
—Bueno, ellos son Paul McCartney y George Harrison, nuestro otro compañero Stuart no pudo venir.— dijo John.
—Mucho gusto, chicos.
—¿Ya pensaste en la oferta que te dimos?— dijo John.
—Si, lo he hecho. Se me hizo muy difícil decidir, tengo una beca en la escuela de arte. Pero quiero ser parte de esto, estoy seguro de que nos irá bien.
—Qué bueno que hayas tomado esa decisión, nos vamos en cuatro días.— dijo John.
—Si, estamos agradecido de que te hayas animado.— dije por primera vez, John estaba siendo muy frío.
Este sonrió agradecido.
—¿Quieres ir a mi casa con los chicos? También están unas amigas nuestras.— dije.
—Si, muchas gracias.
Llegamos a la casa con Pete, cuando abrimos se escuchaban las risas de ellas, eran muy risueñas.
Cuando se escuchó que cerramos la puerta, segundos después se escuchó como bajaban las escaleras, eran Cass y Cynthia, sonreí embobado cuando ella me miró.
Miraron a Pete e hicieron un gesto confuso.
—Chicas, este es Pete. El baterista oficial de la banda.— dijo John y ellas se emocionaron.
—Un gusto Pete. Soy Cynthia Cowell.— dijo Cyn presentándose.
—El gusto es mío.— dijo Pete.
—Y yo me llamo Cassie Sparkler, encantada de conocerte.— dijo Cassie sonriendo ampliamente.
Eso era una de las miles de cosas que me encantaban de ella, siempre era amable.
—Yo estoy más encantado Cassie, digo gracias. Digo, eres muy bonita.— dijo Pete lo cual me enojo.
—Si, es muy bonita.— dije y le di un beso en los labios, a lo que él evadió la mirada.
Listo, había marcado territorio. Los hombres somos iguales que los perros en ese aspecto. Cass era mi chica, y nadie me la iba a quitar.
Todos estaban hablando y yo alejé a Cassie del lugar para llevarla a mi habitación.
—¿Qué pasó?— me preguntó con un gesto de preocupación, se veía tan hermosa.
Negué y me acerqué a abrazarla fuertemente.
—Cass, vi el refrigerador hoy.— dije apartándome de ella.
Ella sonrió tímida.
—¿Cómo es que me puedes volver loco con cada uno de tus gestos?— le pregunté mientras me acercaba a besarla pero me lo impidió.
—Paul...— dijo con la cabeza baja.
—¿Qué pasó?— le dije.
—No quiero besarte más.— cuando dijo eso, prácticamente me desmoroné.
—¿Por qué?
—Siento que... Siento que si te sigo besando, tan rápido te vas a cansar de mí. Y yo no quiero que te canses de mí y me dejes, yo quiero estar contigo.—dijo algo tímida.
Rápidamente posé mis labios en los suyos y los separé, los volví a posar y a separar unas cinco veces.
—No me canso de hacer esto, no se va la magia. Lo único que hace es que quiera besarte mucho más.
Ella sonrió y la volví a abrazar. Creo que nunca estaría más agradecido de tener a alguien como Cassie en mi vida.
Bajamos de nuevo con todos.
Estábamos comiendo tranquilamente cuando la puerta se abrió dejando a alguien pasar. Dorothy.
—Oh, hola. Qué lindo comen todos los amigos.— dijo haciendo un gesto falso de ternura.
—Dorothy, esta no es tú casa para que abras así.— dije y cuando me vio se echó a llorar con algo de rabia.
—¡Oí las risas! Y supe que estaba tu bola de mocosos. Ni siquiera fui invitada.
—Cálmate, Maléfica. No te invitamos porque eres un desastre, nadie te quiere aquí. Vete.— dijo John.
—¿¡Y quién demonios es Maléfica!?— gritó Dorothy.
—¿En serio? La de La Bella Durmiente, la bruja mala. Salió el año pasado, una de princesas.— todos miraron a John algo extrañados.— La vi con mis hermanas.— dijo salvándose.
—Yo invité a Dot.— dijo Mike y Dorothy sonrió.
—¿Por qué hiciste eso?— exclamé.
—Porque aún es mi amiga.— dijo Mike.
—Entonces por favor, lleva a esa chica arriba.— dije sin siquiera mirarlo.
—¿Qué dijiste? ¡Maldito idiota!— dijo y se acercó a punto de golpearme pero Cass volteó mi cabeza hacia ella y la abrazó rápidamente.
—Déjalo en paz.— dijo Cassie.
—Ay qué lindo, la novia preocupada.— rió mientras le salían lágrimas.
Cynthia también estaba llorando. No la culpo, eran buenas amigas y aunque Dorothy le haya dicho cuanta mierda al final le preocupaba. Así era Cynthia.
—Dorothy, vamos.— dijo Mike jalándola fuerte del brazo a lo cuál ella solo se fue entre llantos.
—¿Estás bien?— me susurró al oído.
Asentí y me separé de ella.
—Pero debo hablar con Dorothy.— dije y ella asintió.
Subí las escaleras y entré a mi cuarto, donde estaban Mike y Dorothy.
—Mike, ¿Nos puedes dejar a solas?— le dije a mi hermano que inmediatamente dejó la habitación.
—¿Qué quieres?— dijo secándose las lágrimas.
—Doty, sé que estás molesta conmigo, entiendo. Pero no por eso debes de hacer las cosas que haces. Todos ellos, en un tiempo también fueron tus amigos. La forma en que los tratas no está bien. Cassie, es una chica maravillosa Dorothy, se pudieron llevar excelente porque ella siempre acepta a los demás, lo único que haces es darle amenazas bobas. A mí me gusta ella y mucho, adoro cada pequeña parte de su ser, y tienes que respetar eso. Ella no te ha hecho nada, solo he sido yo.— dije cuidando mis palabras.
—Es que Paul, tú no entiendes. Desde que me hablaste en el bar me enamoré de ti. Me hiciste sentir cosas que nadie hizo. Y me duele que me dejes así y te vayas con otra. Te amo James Paul.— dijo Dorothy mientras las lágrimas le volvían a salir.
—Lo sé, pero esto no es culpa de nadie más que mía, yo no te dejé por nadie más, lo hice por mi cuenta. Y lo lamento mucho, fui un completo idiota contigo.
Y sin ningún aviso me agarró y me besó rápidamente, yo no podía hacer nada, no podía.
--Empezar a escuchar aquí.--
CASSIE'S POV.
Paul se había ido a hablar con Dorothy, era lo que debía hacer puesto de que de esa forma tal vez arreglarían sus asuntos privados.
Paul se estaba tardando demasiado, quizá se olvidó de bajar y contarme lo sucedido.
Subí a su cuarto y abrí la puerta. Paul me había dicho que no era necesario tocar para mi.
Cuándo abrí la puerta, quedé paralizada.
Dorothy estaba besando a Paul, el ni siquiera hacía un movimiento para alejarla, no lo podía creer.
Instantáneamente una lágrima se deslizó por mi mejilla, y luego otra y otra. Por accidente sollocé y se percataron de que estaba ahí.
—Cass...
—Disculpen.— dije y me fui de ahí corriendo.
Salí rápidamente de la casa y vi cómo alguien iba atrás de mi, pero ya no me importaba.
Por más lejos que estuviera la casa, corrí con todo lo que tenía mientras en mi mente se hacía presente Paul.
Llegué a casa corriendo y subí a mi cuarto, me tiré en la cama y empecé a llorar. Sentí un vacío y un gran nudo en la garganta, no podía explicar la manera en la que me sentía, me estaba consumiendo todo el sentimiento de tristeza.
Pero, ¿Porque eres así, Cassie? ¿Porque siempre tiendes a esperar más de las personas, y terminas rompiéndote?
«Se fuerte, se fuerte. No llores por estas cosas, al final siempre lo superamos.»
Pero ese pensamiento de consuelo no servía ahora. No esta vez, por más que tratara de borrar todo, era distinto.
Paul, Paul, Paul.
¿Cassie, que sientes por él?
El momento fue preciso, llegó en el momento que menos lo buscaba pero más lo necesitaba. Ví en sus ojos algo que jamás había visto. Sentí algo diferente con él. Podría apostar que la felicidad realmente la sentí con él.
Y siempre lo supe, desde que estaba en el 2016. Siempre lo sentí hasta la piel, Paul y yo pudimos haber sido algo y así fue. Tal vez, nuestro amor era real. Y uno nunca se imagina lo cerca que puedes estar de eso. Así como yo apostaba que nos hubiéramos gustado.
No dejes que estos sentimientos se apoderen de ti, tú eres fuerte Cassie. No puedes dejar que en unos minutos un chico rompa tú corazón en pedazos.
—Cassie, ¿Estás bien?— dijo John entrando a mi habitación, pero no respondí nada, no quería que me oyera.
—Lo siento, no debí haber preguntado eso.— dijo y se sentó en la cama.—Ven acá.— dijo y me senté para verlo unos segundos.
—Vamos.— dijo y extendió sus brazos.
Sin pensarlo me acerqué a él y me estrechó en sus brazos, yo no me pude contener y lloré encima de él.
—Ya, está bien, está bien. Sea lo que sea porque lloras.— dijo aún en el abrazo.
Y por más rota que estaba, Paul era un ángel lleno de demonios. Pero ese era el Paul que quería, desde que era pequeña, y al final siempre he estado enamorada de él. Y el sentimiento de tristeza que me invade, nunca iba a superar mi amor por Paul.
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