Capítulo 11.

Dedicado a la lectora que ha estado tan adentro de Long Way Down como yo. Este capítulo va para ti, espero que lo disfrutes mucho.
Beatles111 .

Capítulo once
"Goodbye Liverpool, hello Hamburg"

Viaje a Hamburgo.


Cassie se levantó por los brinquitos en la cama por parte de John.

—¿Qué pasa Johnny?— dijo ella adormilada.

—¡Hoy nos vamos a Hamburgo!— dijo John emocionado.

—Mmh, es muy temprano, duérmete.— dijo Cassie tratando de callarlo y que se fuera de una vez.

—¿Me acompañas a desayunar?— dijo John como niño chiquito suplicando y Cassie rodó los ojos añadiendo un "si".

Los dos bajaron, como siempre Mimi estaba en el medio y Cassie junto con John estaban en el lado izquierdo de la mesa.

—¿Cuándo te vas, Winston?— dijo Mimi.

Mimi no estaba de acuerdo con la idea de que John se fuera, era una tontería que se le subió a la cabeza y hasta ahí iba a llegar. Quería que su sobrino amado fuera exitoso en la vida, un buen profesor, un aclamado abogado, no una estrella de rock o lo que él dijera.

—En la tarde.— respondió John.

—¿Ya lo tienes todo arreglado?— dijo Mimi.

—Si Mimi, y si a tus otras preguntas.— dijo rodando los ojos.

—Mimi, yo lavo los platos hoy.— dijo Cassie recogiendo los platos de la mesa.

—Bueno cielo. John, al menos vístete bien para ir al muelle.— dijo mirándolo con desagrado.

—¡Ya deja de hablar!¡Deja de hablar si lo único que haces es tirar mierda!— le gritó John a Mimi.

—Es que eso es, ¡Mierda! Todo lo que haces es mierda, ese viaje tonto no hará que logres nada en la vida.

—¡Seré una estrella de rock con mi banda!— gritó John.

—Y yo seré la reina de Inglaterra, es casi imposible ¡Baja de esa nube!— gritó Mimi de nuevo.

—¡No!¡Cuándo sea famoso vas a ver cómo te vas a sentir mujer!— dijo John dándole la espalda.

—¡Maldigo el día en el que esa maldita guitarra entró por la puta puerta!— gritó y se escuchó un portazo de parte de John.

Mimi iba a entrar a su cuarto cuando la voz de Cassie la interrumpió.

—Estará bien Mimi.— dijo Cassie sin quitar la vista del lavabo.

—¿Cómo sabré eso yo, Cassie?– dijo esta con un tono melancólico.

—Es tu sobrino, confía en el. El va a ser exitoso, no debiste hacerlo sentir así, ni el a ti, deben tratarse con amor.— dijo Cassie volteando a ver a Mimi que tenía los ojos llenos de lágrimas.

—Oh Mimi, ven.— dijo Cassie quitándose los guantes y abrazando a su tía.

—No sé que hacer, al final nunca seré como Julia con él.— dijo entre llantos la mujer.

—Mimi, tú eres espléndida, John te ama, sólo por favor, solucionen esto.— dijo besando la frente de Mimi. —Voy arriba tía.— dijo subiendo las escaleras.

Ahora se dirigía al cuarto de John, el cual tenía el cerrojo puesto. Al John escuchar que forzaban la puerta el mismo fue a abrirla.

Se topó a Cassie en frente y la miró con un gesto de tristeza, Cassie rápidamente corrió a darle un largo abrazo.

—Tal vez si ha sido una mierda todo.— dijo John sin soltar a Cassie.

—Hey, no digas eso. Tú eres único, distinto, inteligente y brillante y lo sabes, aunque la gente de porquería no note lo mucho que vales tú sigue así.—

—Gracias Cassie.— dijo separándose de ella.

—Bueno, tienes que arreglar tus maletas, mejor te dejo a solas ¿Vale?— dijo Cassie con una sonrisa.

—Vale.— dijo John y Cassie salió de su cuarto.

Cassie tenía ganas de caminar, pensar de todo lo que le ha pasado ya que en todo este tiempo no lo ha logrado hacer plenamente.

Se cambió de ropa para salir a la calle con una blusa floreada y unos shorts rosados junto con sus sandalias más cómodas y salió a la calle sin pedir permiso.

Mimi era más flexible con Cassie ya que normalmente ella solía ser obediente, sin embargo John no mucho.

Fue a un parque que estaba a tres calles de la casa Smith y se sentó en la banca.

Le gustaba mucho ese parque, era muy alegre y Liverpool estaba milagrosamente soleado.

Se sentó en una banca y empezó a escribir en su libreta de pensamientos que había llevado consigo.


" 21/08/60

Querida libreta,

Si, igual a mí se me hace algo raro escribir esa fecha, pero es tan lindo vivir aquí.

No me quiero ir de los sesentas, de Liverpool, no quiero dejar a todos los que me rodean, a los que he amado con fuerza. Mi Johnny, tía Mimi, Cyn, George, Stu, Lili, Marie, Paul.

Amo a Paul, aunque lo nuestro es tan confuso, a pesar del daño que me puede llegar a causar. Y hoy se va, todos mis chicos favoritos se van y no sabré qué hacer.

Me cuestiono como estamos Paul y yo. Oh por dios, ayer fue tan lindo, pude besar sus labios, al pensarlo siento cosas raras en mi estómago, también lloré y lo perdoné por lo que había pasado. No lo quiero perder, no quiero.

Necesito decirles mi secreto, pero todavía no estoy completamente segura. Necesito a alguien que sepa de esto, que me diga que mi familia biológica está bien. También me preocupo por ellos, papá, los chicos.

Debo dejar de escribir, tengo que ir a casa y alistarme para despedir a John.

Con cariño,

Cassie Sparkler."


Cerró el cuaderno y observó fijamente el entorno que le rodeaba hasta que se encontró a George, también entrando al parque, pero este se veía triste, así que decidió acercarse a él.

—Hola George.— dijo Cassie sonriendo.

—Hola, Cassie.— dijo él con la cabeza abajo.

—¿Te pasa algo?— dijo con un gesto de preocupación y George negó falsamente.

—No tengas pena o miedo, cuenta conmigo.—

—Es Marie J., se fue de Liverpool.— dijo con la voz entrecortada.

—¿Qué?— Casssie se quedo sorprendida por lo que había declarado George.

—Encontré una carta la cuál decía que la habían admitido en la Universidad de música en Gales y que no le dijo a nadie, pero ni siquiera me dijo que me quería o algo parecido y me duele, porque la quería mucho Cassie...— dijo George y Cassie le dio un suave abrazo, preocupada también por su amiga.

—No es algo inusual de Marie, siempre toma decisiones inesperadas. Es mi amiga, pero si se fue sin despedirse fue por algo, y debemos dejarla ir.— dijo Cassie y George besó su mejilla.

—Perdóname Cassie...— dijo él.

—No tienes porque Georgie, eres un chico muy especial.— dijo ella y con una sonrisa le dio un suave beso en la mejilla.

—Tengo que ir a casa, John ya debe estar listo. Te veo allá.— dijo y se despidió de George.





—¿Estás listo?— le preguntó Cassie a John a través de la puerta, John abrió y la miró con una sonrisa.

—Más que nunca, Cassie.— dijo y bajaron juntos.

Mimi se encontraba tejiendo alguna prenda de ropa en el sillón de la sala.

Cuando vio a John rápidamente se acercó a él.

—John, discúlpame por todo lo que te dije. En serio, yo sólo quiero lo mejor para ti, y espero que lo sepas.— dijo Mimi y John sólo la abrazó fuertemente.

—Yo igual estuve mal Mimi, yo igual.— dijo él sin dejar de abrazarla.

—Ya te tienes que ir.— dijo separándose con la cabeza abajo.

—Te amo.— dijo John dándole un beso a Mimi en la mejilla.— Volveré pronto, te escribiré.— dijo John y le dio un abrazo más.

—Cassie, vamos.— dijo John y Cassie salió junto con él no sin antes despedirse de Mimi.

Llegaron al muelle donde ya se encontraban Paul, George, Stu y Pete, habían un par de personas desconocidas para Cassie, también estaba Allan. Sus amigas no estaban, tal vez prefirieron irse sin causar tanto remordimiento, pero Cassie era como una parte de ellos.

Todos conversaban tranquilos, sobre cómo sería Hamburgo, sus oportunidades de triunfar, estaban tan tiernos y ansiosos, Cassie no podía dejar de sonreír.

—¡Muchachos, es hora de partir!— gritó Allan.

La sonrisa de Cassie se desvaneció, se van a ir, y no los verá en mucho tiempo, los iba a extrañar tanto.

Se pararon con sus maletas, y ya que Cassie era la única conocida de ellos ahí, todos se despidieron.

—Adiós, Cassie.— dijo Pete besando su mejilla y partiendo rápidamente.

—Cass, preciosa, la musa de aquí.— dijo Stu abrazándola de hombros.

—Basta, Stu.— dijo Cassie riendo.

—Te extrañaré, no me olvides.— dijo Stu abrazándola fuerte.

—No lo haré Stuey.— dijo ella y posteriormente Stu partió.

George se acercó a Cassie también y le dio un fuerte abrazo.

—Te extrañaremos mucho, gracias por lo de hoy. Cassie, eres bellísima por fuera y por dentro, recuérdalo.— dijo George susurrando en su oído.

—Gracias Georgie, te extrañaré mucho, eres fantástico.— dijo Cassie de vuelta.

—Me tengo que ir, rayos. Recuerda lo que te digo.— dijo George besando su mejilla y alejándose.

Sólo quedaban John y Paul en el muelle junto con Cassie.

—McCartney, di tus palabras rápido, ni te creas que serás el último en despedirte.— dijo John.

John y Paul no se habían reconciliado, John no podía pasar de alto lo que Paul había hecho. Si hubiera sido una chica cualquiera no hubiera hecho nada, hasta se hubiera reído. Pero Cassie es una hermana para él, es su pequeña de diecisiete años.

—John, le tengo que decir algo.— dijo Paul.

—¡Ella está enojada contigo, largo con los demás!— dijo John apuntando con el dedo.

—Johnny, despídete de mí primero, me tiene que decir algo.

—De verdad que no te entiendo.— dijo rodando los ojos.

Cassie lo abrazó fuertemente.

—Te voy a extrañar mucho, extrañaré que me consolas y duermas conmigo, o tus cumplidos bobos, te amo John, mándame mensajes, digo cartas, quiero saber todo, te amo, te amo.— dijo Cassie.

—Te extrañaré mucho, mucho. Te voy a escribir, no quiero nada de novios, cuida a Mimi y a Cyn, te amo más, hermanita.— dijo John y Cassie soltó una lágrima al oír sus palabras.

Cassie sonrió y se separó de John.

—Un minuto, McCartney.— dijo John yéndose no sin antes volver a despedirse de Cassie.

Paul y Cassie se miraron fijamente.

Cassie le sonrió tímida y en ese instante Paul fue hacia ella y la abrazó tan suave y lento.

—Cassie, no sé que haré sin ti, voy a extrañar todo lo que vivimos cada día, y los recuerdos vivirán en mis pensamientos. No quiero que esto acabe así.— dijo Paul.

—Tenemos que aceptarlo Paulie, te irás, serás famoso y exitoso, yo me quedaré aquí, yo nunca me olvidaré de esto. Aunque esto acabe así.— dijo Cassie.

—Te amo, ¿Lo sabes?— dijo Paul separándose unos centímetros de Cassie para dirigirle la mirada y apartarle algunos mechones de su cara.

—Creo que lo sé.— dijo Cassie asintiendo.

Paul se acercó de nuevo a ella y por una supuesta última vez beso sus labios, de la forma tierna que él sólo sabía hacer.

—Adiós Paul.— dijo Cassie llena de lágrimas en los ojos.

—Adiós, mi amor.— dijo Paul tomando sus manos.

Entonces se fue, se dio la vuelta y de alejó. Pudo ver cómo los chicos la saludaban desde lejos muy emocionados a lo que ella imitó pero sin la emoción tan presente.

Era normal, ellos estaban felices, empezarían a tocar todas las noches, aprenderían más de la música y después se harán los más famosos del Universo.

Cassie, estaba emocionada por lo que les estaba a punto de pasar, y ella igual pasaría al siguiente capítulo de la vida de The Beatles. Pero triste porque sus chicos se irían lejos, ya nada iba a ser lo mismo.

Pero, este no es el final.

Es sólo el principio.










💓

¡Qué tal chicas! Si, mucho tiempo sin actualizar. Perdónenme por la tardanza, la escuela me trae loca.

Me ha costado todo el curso que llevo escribir porque estoy recargada de trabajos, proyectos, exposiciones, exámenes, uf😭.

Este capítulo, como pudieron ver arriba, está dedicado a mi bella y fiel lectora, la que más vota y comenta, ¡Muchas gracias por tu apoyo!

Y sin más, si hay alguien ahí, espero que te guste el capítulo💞.


Peace, love and hippie hugs,

Dani✌🏻️💚.

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