CHAPTER ONE
— Aʊ ɾɘvøɩɾ ÞɑÞɑ —
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Caótico.
Esa es la palabra que definía la situación actual.
Los hermanos Hargravees quedaron atónitos, con los ojos abiertos de la impresión sin poder creerlo que veían; en el suelo del patio trasero de su hogar se encontraba el quinto de los hermanos, aquel que lo habían considerado desaparecido o muerto.
Ahora con su apariencia de infante como la última vez que los vieron, esto los dejaba con varias preguntas.
-mierda-exclamo el menor notando su apariencia con disgusto.
Sin dejar que alguien mencionara alguna palabra se adentró a su hogar con rapidez dejando a sus hermanos con la estupefacción del momento, segundos después siguieron a su hermano que se dirigía al comedor, todos esperando que les resolviera sus dudas.
Cada uno se sentó en algún asiento cerca del infante sin apartar sus vistas de este, el cual se concentraba en la preparación de su sándwich; un breve silencio se instaló en el comedor, todos a la expectativa de que Cinco rompiera aquella tensión con su habla.
- ¿Qué fecha es?
-24
- ¿De?
- marzo...
Todos los presentes aún seguían preguntándose en sus mentes ¿Qué estaba pasando?, aunque claro no se quedarían con la duda así comenzando un largo interrogatorio hacia su hermano queriendo saber el curioso regreso de su hermano.
-Vaya...- interrumpe una voz- este lugar no ha cambiado, ustedes tampoco han cambiado nada, sobre todo tu Cinco- todos giraron en dirección a la voz de la última de los hermanos Hargravees- ¿Qué? ¿acaso vieron un fantasma? -pregunto la joven que se encontraba sentado en uno de los sillones.
- ¿Michelle? ¿Eres tú? - pregunto la morena con sorpresa.
- No Alison, soy papá- bufo.
- ¿Hace cuánto que llegaste Ocho? - menciono Diego.
- Hace más de media hora creo- respondió mirando sus recién cortadas y arregladas uñas.
- ¿C-cómo? - menciono la más baja de ellos- pero ni siquiera te vi entrar.
-Usaste tu poder en nosotros- replico Luther- ¿escuchaste todas nuestras conversaciones? Si es así porque no te uniste con nosotros.
- ¿Por qué cinco es un niño puerto de 13? - evadió la pregunta de Luther, miraba a su hermano ¨menor¨ con suma curiosidad- Por dios no envejeciste para nada- exclamo con un toque divertido.
-Si estuviste aquí todo el tiempo debiste escuchar la explicación- respondió cinco fijando su atención a su sándwich.
- Por si no mal recuerdes, soy muy mala para las ciencias- dijo levantándose del cómodo sillón, acercándose hacia la mesa para agarrar la bolsa de malvaviscos llevándose unos cuantos a su boca.
- Eso significa que eres una inútil como Dos- dijo con desdén. Diego al escuchar la ofensa se contuvo de golpearlo contra el piso.
-45 años y no has dejado de ser el mismo gruñón- dijo con burla causando un leve bufido de molestia de parte de su hermano- Bueno de toda formas no me esperaba algo más de ti- hace una leve pausa y mira Klaus con severidad- Mi querido Klaus- dice con falsa dulzura y este al escucharla baja la mirada cohibido- serias tan amable de avisarme cuando vayan a despedirse de papá- su mirada sobre él era tan severa que Klaus sentía como el efecto de las drogas se esfumaba con rapidez- Buenos hasta entonces yo me retiro.
Los hermanos miraron como su hermana se dirigía hacia la salida del comedor sin mirar a ninguno.
-Yo también me retiro- dijo cinco.
-Enserio es todo lo que tienen que decir- exclama Allison.
-No hay nada más que decir Alison, ¿Quieres que te un abrazo y te diga que te extrañe? - hablo en voz alta la octava Hargravees desde afuera del salón, después de eso el silencio abundo dejando a todos desconcertados.
-Bueno eso fue interesante- dijo Luther
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Michelle subía a las escaleras que crujían con cada paso que daba, ella miraba con detenimiento su hogar de la niñez sentía como la sensación de nostalgia se apoderaba de ella.
Al llegar a las habitaciones, los recuerdos de ella con sus hermanos corriendo por los pasillos apareció por su mente como si fuera una cinta de una película vieja, apareció una pequeña casi inexistente sonrisa en su rostro; abrió la puerta de su antigua habitación, suspiro cansada al ver que su alcoba se encontraba igual que la última vez- minimista- pensó la joven al ver que su cuarto solo constaba con lo necesario: una cama mediana de sabanas negras, un gran ropero de madera color caoba, un escritorio con algunos libros encima y un pequeño sillón.
Camino hacia una de las paredes gris opaco-Hola Paul, tanto tiempo sin verte- murmuro mirando uno de los pocos posters que tenía de los ¨Beatles¨ ya que ella tenía el pensamiento de que llenar las paredes con muchos posters o adornos como lo era la habitación de su hermana Alison, lo consideraba sórdido como absurdo-me pregunto si...- se alejó de la pared para examinar su ropero, comenzó a buscar algo entre los cajones sin dejar desordenado el contenido de estas- Bingo!
Saco una cajetilla de cigarrillos, miro el paquete con una mueca de disgusto al saber que eran de sabor manzana, pero de todas formas los guardo en su saco gris. Un pequeño recuerdo apareció de ella misma de joven ocultando su vicio de los ojos de su padre evitando que le diera algún severo castigo.
Poco después decidió irse de su habitación, para vagar por los ya abandonados pasillos hasta llegar al estudio de su difunto padre; admirando lo solitaria y pulcra habitación.
"Si había algo que compartían Sir. Reginald y Michelle era el gusto por la limpieza, les encantada que todo estuviera en su respectivo lugar e impecable"
Sonrió al recordar este pequeño dato.
Saco del bolsillo de su saco la cajetilla llevándose un cigarro a la boca mientras que con su mano disponible busco en su otro bolsillo el encendedor, al momento que aspiro el humo del cigarrillo se quejó del sabor- ¿Por qué demonios compraba este tipo de cigarros? - pensó enojada.
El humo se expandía por toda la habitación dejando el aroma manzana, Michelle fijo su mirada en los viejos libros de la repisa y en algunos papeles que se encontraban encima del escritorio, sentía cierta paz al estar ahí fumando en aquel cuarto sin que alguien la regañara.
- ¿Qué haces aquí?, sabes muy bien que a papá no le gustaba el cigarrillo-pregunto enojado el mayor de los hermanos, arruinando el pequeño momento de tranquilidad.
- Luther no exageres, no puedo estar molestando a alguien que ya no se encuentra vivo-le respondió frívola- ¿Aun sigues pensando que alguien de nosotros mato a nuestro querido padre? - le pregunto tirando su cigarro al suelo para apagarlo.
- Ya dije que eso no era lo que me refería - dijo exasperado por la actitud de su hermana- Pero no, aun no me creo que el haya muerto por que si.
- Bueno te deseo suerte con resolver el enigma inexistente- le respondió restándole las palabras de su hermano y su obsesión de la supuesta escena del crimen- ahora si me disculpas, tengo que ir a matar a alguno de nuestros hermanos- bromeo, pero esto no le causo gracia a su hermano mayor.
- No me molestes Michelle- esta lo ignoro, mientras se alejaba de la habitación aun con la satisfacción de haber exasperado a Luther, se dirigió al salón principal en silencio viendo a número 7 y 5 conversando tranquilamente, pasando de lado de ellos hasta llegar a los sillones dejando caer todo su peso en este, hasta que ambos hermanos vieron a la joven con curiosidad- perdón sigan con su conversación- dijo sacando otro cigarro y el encendedor de su saco.
- Volviste a fumar- dijo Vanya con un poco de desagrado.
-no veo que tenga algo de malo, es decir yo soy la que se está dañando a sí misma no tu - le respondió mirándola con dureza- apropósito, leí tu libro- dijo mientras dejaba salir el humo del cigarro- tengo una copia en casa, cuando tengas tiempo deseo que me lo firmes – sus ojos mostraron su inconformidad y molestia- sabes creo me sentí halagada al ver que te acordaste de mí, por lo menos fue entretenido leer tu libro- la otra solo se removió de su lugar incomoda.
- ¿Estas enojada conmigo? - pregunto con tristeza.
- No lo voy a negar Vanya, estoy molesta. No más bien disgustada y saber que harías un libro de nosotros ¿Quién lo iba decir? - dijo esto último con sarcasmo- pero estoy sorprendida por tu excelente caligrafía.
- Puedo preguntarte ¿Cuándo saliste de rehabilitación? – intento cambiar la conversación, causando una leve sorpresa en el ¨menor¨ sin demostrarlo- ¿Cómo vas con los medicamentos? - se escuchó la preocupación en su voz.
- ¿Estabas en rehabilitación? - cuestiono Cinco mirando con seriedad a Michelle, pero esta solo le dio una pequeña mirada a este y volvió a mirar a su hermana.
- ¿Detecto preocupación Vanya? -pregunto sarcástica ignorando la pregunta del chico – Vaya 6 años sin ninguna señal de vida de tu parte y ahora te preocupas por mí, eso es bastante conmovedor- Vanya solo bajo la mirada- pero respondiendo a tus preguntas, como veras estoy en perfecto estado y hace dos días me dejaron ir de ese inmundo lugar- dio unos leves aplausos para sí misma.
-Oye Michelle- se escuchó una voz cantarina -ya es hora- dijo Klaus mostrando dos paraguas en ambas manos, la mencionada solo se levantó dejando a ambos hermanos para alejarse con Klaus arrebatándole un paraguas mientras se alejaban hacia el patio.
-Te lo dije- dijo Vanya rompiendo el silencio- me odian.
- Como ya dije, pudo ser peor....
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Ambos hermanos salieron en silencio, sintiendo como la lluvia los mojaba a ambos y cada uno abrió su paraguas evitando que se empaparan más.
Michelle dejo a su hermano atrás para avanzar hacia la estatua de su ya fallecido hermano y mejor amigo, esta miraba con tristeza la estatua pensando en la última vez que lo vio vivo.
-Hola Ben- toco suavemente el piel de la escultura afligida, una mano interrumpió su pequeño momento con la estatua de su hermano.
-Vamos, es hora de decir adiós al viejo- menciono Diego, esta solo asintió alejándose de la estatua acomodándose del lado derecho de Klaus mirando hacia el cielo gris mientras escuchaba la conversación peculiar que tenían con su madre dicha conversación fue cortada cuando Pogo dio la señal, observo como su hermano esparcía las cenizas de su padre al suelo. Todos vieron con decepción y ella se rio con disimulo por el acontecimiento ¨dramático¨
-Hubiera estado mejor con el viento- reconoció el mayor, después de un leve silencio Pogo pregunto.
- ¿Alguien le gustaría decir algunas palabras? - Michelle levanto su mano llamando la atención de los presentes-adelante- este hizo una seña para que se acercara.
- Non metuit mortem qui scit contemnere vitam*. -pronuncio secamente, después de que terminar de hablar se dirigió de nuevo a su lugar, volvió a sacar uno de sus cigarros ofreciéndole uno su hermano Klaus que aceptó gustoso el gesto.
- Bien- Pogo soltó un leve suspiro, empezó a decir unas palabras bastante agradables hacia aquel que llamo su amigo y amo, pero eso no fue suficiente para hacer que todos se conmovieran ya que este fue interrumpido.
- Él era un monstruo- soltó Diego, una risa se escuchó de parte de Klaus y un suspiro de parte de la castaña- La peor persona y un pésimo padre, el mundo está mejor sin el- Michelle murmuro en voz baja ¨aquí vamos de nuevo¨
- Diego- regaño la morena.
- Mi nombre es Dos- dijo enojado- y sabes ¿Por qué?, porque nuestro padre no se tomó la molestia de darnos nombres reales- todos lo miraron con seriedad - Mamá tuvo que hacerlo- después de eso Michelle no escucho el resto de la conversación ella ya sabía el resultado de aquella disputa, no quiso terminar su cigarrillo así que termino por tirarlo al suelo con aburrimiento y decidió volver a mirar al cielo con soslayo, pero luego escucho- Sabes tú deberías ser la persona que debería apoyarme en esto número Uno.
Michelle miro la escena con fastidio les dio una leve mirada a Klaus y a Cinco, empezó la disputa entre número Uno y Dos haciendo que todos se alejaran de la pelea inevitable de estos, Pogo intentó sin éxito alguno de detener la pelea; la pelea se volvía cada vez más intensa haciendo que Pogo se fuera del lugar molesto.
- ¿Quién crees que gane? Yo voy por Luther- le dijo Klaus a su hermana mientras exclamaba que pelearán.
-Luego me comentas quien fue el ganador al mejor idiota- menciona para alejarse del lugar no sin antes mirar por última vez la estatua de su hermano y susurro- adiós Ben - ella sabía que esa estatua no quedaría intacta de la pelea absurda de sus hermanos y se adentró a la casa; al adentrarse volvió a su antigua habitación y saco una mochila vieja de su ropero, comenzó a agarrar de los últimos cajones de abajo sus discos (algunos originales) y casetes de los The Beatles entre otras bandas junto con el walkman que tenía, pero se detuvo en seco al escuchar un estruendo que provenía de afuera ¨lo sabía, sabía que no sobreviviría... pobre Ben¨ pensó; cuando salió de su habitación bajo de las escaleras con algo de rapidez, vio como sus hermanos se adentraban hacia la casa, ella no tenía intenciones de querer conversar con alguno así que se acercó hacia la salida aunque ella quería despedirse de su madre y de Pogo pero se abstuvo ya que no quería pasar más tiempo en ese lugar, hay mejores cosas que hacer que decir adiós.
Cuando llego a la puerta principal fue detenida por una voz:
- ¿Te vas? – le pregunto Cinco con duda, esta se giró a verlo y esta solo asiente- ¿te gustaría acompañarme por un café? – Michelle lo pensó mientras se acomodaba mejor la mochila en su espalda.
- ¿Griddy's doughnuts?
-Si
- No veo por qué no- respondió mientras se agachaba a la altura del infante- acepto tu propuesta, pero tú pagas.
-Como la dama desee- dijo mostrando una leve sonrisa.
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