« La Mansión Malfoy »

Advertencia: Leve contenido erótico. 

Draco ha abrazado fuertemente a su amada en el momento en que cerró la puerta de su habitación con un conjuro.

Hace varios meses que había estado deseando verla, abrazarla y besarla. Pero las circunstancias en las que se encontraban se lo impidieron.

—Te he extrañado tanto —musitó ella haciendo que Draco volviera a sentir aquella felicidad que tanto le hacía falta.

Draco se separó un momento, la miró detalladamente pudiendo notar que tenía algunas heridas que hicieron que su cuerpo comenzara a calentarse de la rabia. ¿Quién se había atrevido a dañarla?

—¿Quién...?

Pero antes de que pudiera formularle la pregunta, sus labios habían sido sellados por un beso; un beso que ambos habían estado deseando desde el momento en que se han visto.

Ambos comenzaron a besarse, demostrándose cuanta falta se habían hecho. Draco acariciaba suavemente su espalda haciendo que ____ se estremeciera ante su contacto cálido. Comenzaron a retroceder hasta llegar a la cama del chico, y entonces ahí se han mirado mutuamente como a la espera de que alguno se negara, pero ninguno de los dos dijo algo.

Sin pensarlo demasiado han comenzado a despojarse de sus ropas poco a poco hasta quedar completamente desnudos. Draco comienza una secuencia de besos desde su rostro hasta el abdomen de la muchacha, la cual suspiraba ante su contacto.

Acaricia suavemente sus muslos para luego atraerla hacia él haciendo que su intimidad chocara contra la de él y que soltaran un suspiro de placer.

—Hazlo —dijo entre suspiros mientras acercaba sus manos al rostro del muchacho. Quien la miraba deseoso—. Déjame sentirte.

Sin ninguna objeción él se introdujo en ella haciendo que ella soltara un suspiro de placer. Comenzó a moverse lentamente mientras acercaba su rostro al de ella para así silenciar los gemidos que ambos soltaban con cada embestida. Draco sintió un dolor al sentir como las uñas de su novia se clavaban en su espalda, pero, aunque le doliera no se detuvo, ya que él quería seguir sintiéndola hasta el último momento.

Ambos querían demostrarse todo ese amor que les había hecho falta en esos meses.

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Draco acarició suavemente el rostro de su novia, la cual dormía plácidamente luego de aquel reencuentro que tuvieron.

—Eres la única que me da esa felicidad —musitó—. No desaparezcas...

El corazón de Draco se apretujó al tan solo pensar en ella desapareciendo para siempre. Él no quería perderla por ninguna circunstancia y es por eso que la protegería sin importar lo que a él le sucediera.

—Te mantendré a salvo...

Acarició nuevamente su rostro para luego levantarse silenciosamente para no despertarla. Comenzó a buscar su ropa y una vez puesta ha vuelto a mirar a su novia, la cual realizaba un gesto incómodo al no sentirlo a su lado. Draco soltó un suspiro, quitó el conjuro que había en su puerta y salió de la habitación para buscar a su madre.

Para mantenerla a salvo, debería de primero encargarse de que su padre no supiera que ella se encontraba en la mansión y es por eso que le pediría a su madre ayuda, ya que solamente podría confiar en ella en momentos como este.

Draco protegería a su amada todo lo que pudiera mientras se encontrara en la mansión. No obstante, él no tenía ni idea de que en unas semanas su padre se enteraría de la existencia de la muchacha en la mansión y haría todo lo posible por entregarla a Voldemort.