Advertencia: Leve contenido erótico.

------------------------------------

No había ido a cenar aquella noche debido a que no tenía ninguna pizca de hambre por todo lo que sucedió este día.

Luego de estar con Draco en la enfermería, tenía planeado ir directamente a mi sala común, pero al ver a Harry he comenzado a acercarme y él al verme no ha tardado en demostrarme una expresión de arrepentimiento.

—Lo lamento —habló una vez me tuvo frente a él—, nunca pensé que aquella maldición haría tal cosa...

—Nunca piensas, Harry —mencioné con un tono apático—. ¿De dónde has aprendido aquella maldición?

Harry me miró un momento dudoso para luego explicarme que aquel hechizo lo había sacado de un libro que se había encontrado. Le he pedido que me mostrara aquel libro, pero él simplemente me ha dicho que se le ha perdido.

Sinceramente no le creía, pero hice como si le creyera para luego percatarme de que consigo llevaba el mapa del merodeador-

—¿Estuviste espiándolo? —pregunté de manera apática—. ¿Acaso estuviste dudando si él fue llevado a la enfermería?

Harry me miró incómodo, pero luego me dijo:

—No he podido evitarlo...

—Sé que dudas de Draco y de Snape, pero... ¿de mí? —mencioné ocasionando que él apartara la mirada, lo cual simplemente me hacía ver su respuesta—. Me decepcionas.

—Debes entender que últimamente has estado demasiado unida a esos dos mortifa...

—Ni se te ocurra terminar esa frase —espeté, enfadada.

—¡Eso es lo que son! —exclamó—. Debes de comprenderlo de una vez.

—Está bien. Digamos que ellos son "Mortífagos" —le dije mirándolo fijamente con seriedad—. ¿En verdad crees que yo me uniría a ellos?

Harry no me respondió y aquello simplemente me hizo decepcionarme todavía más.

—¿Qué haces? —preguntó confundido al verme quitarle el mapa—. Regrésame eso.

—No lo haré —le dije al momento en que escondía el mapa entre mi ropa—. Me quedaré con esto solo para asegurarme de que no vuelvas a espiarnos.

—No puedes simplemente quitármelo.

—¡Oh! Pues mira ya lo hice.

Harry intentó tener de regreso el mapa, pero en ese momento apareció la profesora McGonagall, la cual le ha dicho a Harry que debían de hablar por lo que aproveché ese momento para alejarme.

✧✧✧

Una tarde Draco ha salido de la enfermería por lo que he ido a verlo a su habitación y sin tocar antes he ingresado pudiendo ver cómo se encontraba cambiando.

—¿Nunca te enseñaron a tocar antes de entrar? —preguntó con un tono socarrón.

Pero yo no le estaba prestando atención y él a percatarse de lo que me encontraba mirando se ha apresurado a ocultar su brazo izquierdo; sin embargo, ya había sido demasiado tarde.

—Eres uno de ellos...

Aquello ha salido de mi boca sin siquiera pensarlo y Draco al oírme me ha mirado como si estuviera a punto de quebrarse en ese mismo momento.

—Me tienes miedo, ¿no?

Sentía miedo, mucho miedo, pero no de él, sino por él; porque esto solo me decía que Draco se encontraba en un peligro constante y de tan solo pensar que algo llegara a sucederle me aterraba.

Draco me ha mirado con mucho dolor, lo cual ocasionó que mi corazón se apretujara por lo que no he dudado en abrazarlo para así tranquilizarlo e indicarle que no le tenía miedo y él ver mi reacción se tensó un momento, pero no había tardado en corresponder a mi abrazo.

Ambos nos hemos mantenido abrazados por unos minutos para luego mirarnos. Pasé mis manos por su cabello y lo acaricié suavemente, mientras que él tenía sus manos en mi cintura, donde me dedicaba suaves caricias.

De un momento a otro ambos nos estábamos besando con mucha intensidad y deseo mientras que íbamos retrocediendo hasta llegar a su cama, en donde él ha comenzado a quitarse parte de ropa y yo la mía. Los ojos de Draco comienzan a inspeccionarme detalladamente cuando me ve en ropa interior y por un momento he sentido el nerviosismo apoderarse de mí cuando he vuelto a ver aquella marca en su brazo izquierdo.

Draco me mira un tanto afligido, pero antes de que se alejara he acercado mis manos a su rostro para así atraerlo y comenzar a besar aquellos labios que tanto me encantan. Él me besa con mucha intensidad por unos minutos para luego comenzar a besar mi cuello en donde imaginaba que estaba dejando alguna que otra marca.

Le ayudé a deshacerse de mi prenda superior y al ver su expresión embobada me ha hecho soltar una pequeña risa. Él acercó su rostro a mis pechos donde ha comenzado a besarlos e incluso a lamerlos con algo de torpeza.

Ambos nos hemos quitado nuestras últimas prendas quedando completamente desnudos. Sus manos comienzan a recorrer mi cuerpo acercándome más a él donde he podido sentir su erección contra mi intimidad lo cual me hizo soltar un gemido de placer.

Él me mira un tanto inquieto como esperando mi aprobación a lo cual lo he besado apasionadamente para indicarle que me encontraba lista.

—Si te duele —comenzó a decirme con una voz ronca que hacía que todo mi cuerpo se estremeciera—, me dices y me detendré.

Simplemente asentí y entonces he sentido como él comenzaba a introducirse en mí donde he podido sentir un pequeño dolor; sin embargo, aquel dolor no duró para siempre y luego comencé a sentir una sensación de placer en cuanto él había comenzado a moverse.

Él comenzó a besarme para así silenciar aquellos gemidos que salían de nuestras bocas con cada embestida que estábamos compartiendo. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo y en cuanto ha dejado de besarme le he dejado unas cuantas marcas en su piel blanquecina, y por un momento he acariciado su brazo izquierdo donde se mantenía aquella marca.

Durante varios minutos estuvimos sumidos en el placer hasta que él ha terminado. Draco se recostó a mi lado mientras respiraba agitadamente para luego atraerme hacía él y abrazarme con fuerza, donde he apoyado mi cabeza en su pecho sintiendo varias emociones en mi interior.

✧✧✧

Desperté unas horas después, donde he podido ver como mi novio se encontraba ya vestido por lo que he comenzado a buscar mi ropa.

—¿Sucede algo? —pregunté al verlo tan apresurado.

Draco se mantuvo callado un momento, pero luego me ha mirado con una expresión de inquietud.

—Prométeme que te quedarás aquí —me dijo con un tono suplicante a lo cual le he mirado confundida—. Por favor. Solo mantente aquí hasta que Blaise venga a buscarte.

—¿Qué está sucediendo?

—Solo quédate aquí.

Draco salió disparado de la habitación, donde pude oírle conjurar un hechizo por lo que rápidamente comencé a vestirme y a buscar mi varita, pero al no encontrarla me he desesperado.

—¡Draco! —exclamé su nombre al momento en que me acercaba a la puerta—. ¡¿Qué demonios está sucediendo?! ¡¿Y dónde está mi varita?!

—Blaise te la regresará una vez venga a buscarte —le oí detrás de aquella puerta—. Esta es la única forma que encuentro de mantenerte a salvo, por favor perdóname.

Escuché sus pasos alejarse por lo que comencé a llamarle de manera desesperada, pero él no regresó y me sacó de este lugar.

Draco me ha dejado encerrada en este cuarto para que no interfiriera en lo que sea que estuviera a punto de hacer.