014.
He despertado agitada, pudiendo notar que me encontraba en la enfermería de la escuela y al recordar lo que me había sucedido he maldecido a Peter Pettigrew.
Cuando nos encontrábamos en ese lugar, Peter había sacado consigo un cuaderno negro, el cual no tardé en reconocer que se trataba el de la chica Evans.
Y como por impulso, y sin importarme mi pierna lastimada me había lanzado contra él, intentando quitarle aquel cuaderno de sus manos. Sin embargo, cuando lo he sostenido él había comenzado a forcejar a tal punto en que me ha empujado con brusquedad, haciendo que chocara contra uno de los muebles del lugar. Y lo último que pude oír fue la voz de Ron aterrado y la voz del profesor Lupin enfurecido.
—Me alegro de que estés despierta. —dijo Ron, quien se encontraba a mi lado sonriéndome. —Por un momento he creído que te perdía.
—Por favor. Yo no desaparezco tan rápido. —dije con un tono burlesco al momento en que me incorporaba levemente. —¿Qué fue lo que sucedió después de que me he desmayado?
Ron había comenzado a explicarme brevemente lo que había sucedido.
—Sirius había sido atrapado. —me dijo. —Y Harry estaba devastado.
—¿Estaba?
—Bueno...es difícil de explicar, ya que, ni yo mismo lo he entendido del todo. —me dijo un tanto confundido. —Harry y Hermione de alguna forma han logrado salvar a Sirius. Supongo que luego me contarán más sobre ello.
—Ya veo. —murmuré. —Ron... ¿Qué ha sucedido con el cuaderno? Ese que Peter traía consigo.
—Oh. Ese cuaderno se lo ha llevado el profesor Snape. —respondió y el oír aquello he soltado un suspiro. —No entiendo porque te has comportado así por aquel cuaderno. ¿Qué contenía?
—Eso quiero saber... —mentí, ya que sabía perfectamente que aquello era un diario.
—Pero para que te pongas así debe de tener algo que...
—Ya basta, Ron. —le interrumpí al momento en que cerraba mis ojos. —¿Podrías dejarme sola? Quiero descansar.
—Bien. Iré con Hermione y Harry para saber más detalles de lo que ha sucedido...
Por el tono de voz de Ron, sabía que se encontraba molesto. Molesto porque no he querido contarle lo que contenía aquel cuaderno.
He oído como Ron se iba, pero en ningún momento he vuelto a abrir mis ojos y así me mantuve por unos minutos, hasta que he logrado oír como alguien se me acercaba.
—Ronnie. Te he dicho que...
He callado mis palabras al momento en que he abierto mis ojos y he visto a la persona que se encontraba a mi lado.
—No me confundas con tu patético hermano, Weasley.
—¿Qué haces aquí, Malfoy?
—He oído que te has lastimado por perseguir a un asesino. —decía, con aquella sonrisa arrogante en su rostro. —He venido para burlarme de ti.
—Bueno. Te escucho.
Esperé a oír las burlas del chico para así contraatacar, pero para mi sorpresa él no ha mencionado nada y simplemente se mantuvo ahí mirándome fijamente, donde me ha dejado ver sus ojos grisáceos un tanto preocupados.
—¿En serio creíste que podrías vencer a un asesino? Por favor, comadreja, no tienes el poder suficiente. —mencionó, volviendo a su mirada arrogante de siempre.
—Quizá ahora no tenga el poder suficiente, pero más adelante lo tendrá. —oímos la voz del Profesor Lupin, quien había ingresado a la enfermería y Draco al verlo ha comenzado a alejarse.
—Espero no verte el próximo año, Weasley.
Y con esas últimas palabras dichas el muchacho ha comenzado a abandonar la enfermería, dejándome a solas con el profesor Lupin.
—Ese chico cada vez me sorprende más. —mencionó al momento en que se acercaba. —¿Cómo te encuentras?
—Cansada, pero bien. Madam Pomfrey ha hecho un gran trabajo curando mi pierna.
—Puedo notarlo. —me dijo, formando una sonrisa. —Bien. Yo he venido a despedirme.
—¿Despedirse? ¿Acaso ha sido despedido?
—No. Yo me he retirado por mi voluntad.
—¿Qué? ¿Por qué? —pregunté sorprendida por su confesión. —Usted es uno de los mejores profesores de DCAO que he llegado a tener.
—Agradezco tus palabras. —me decía, sin quitar aquella sonrisa de su rostro. —Lamentablemente alguien ha mencionado algo sobre mi condición, ya sabes...lo de hombre lobo...por lo que no quiero que se arme un escándalo entre los padres y que le dé problemas a Dumbledore.
—Entiendo. —le dije, al momento en que recordaba algunas cosas que habían sucedido. —Dígame, profesor Lupin... ¿Por qué usted y el profesor Snape han reaccionado de esa forma?
—¿Cómo?
—En la casa de los gritos. ¿Por qué han reaccionado alterados cuando me han visto? —volví a preguntar, notando como la expresión del profesor cambiaba ligeramente. —Comprendería que estuvieran preocupados por un alumno, bueno, al menos usted... pero, la forma en la que han reaccionado conmigo y no con Harry, Ron o Hermione... fue un tanto extraña.
—Eres una chica bastante inteligente. —me decía mientras me miraba con amabilidad. —Pero...eso es algo que no te puedo revelar.
—¿Por qué?
—Tampoco puedo revelarte eso.
He refunfuñado ante sus palabras y él al notarlo ha reído.
—Bien. Como sea, igual algún día me enteraré de todo.
—Es posible. —mencionó, sin dejar de sonreírme. —Ya es momento que me vaya. Por favor, no te involucres en problemas que te puedan costar la vida.
No dije nada, simplemente lo he mirado de manera neutra para luego ver cómo se iba alejando.
✧✧✧
Cuando a la mañana siguiente el expreso de Hogwarts salió de la estación, Hermione nos ha dado una sorprendente noticia.
—Esta mañana, antes del desayuno, he ido a ver a la profesora McGonagall. He decidido dejar los Estudios Muggles.
—Pero si aprobaste el examen con el 320 por ciento de eficacia.
—Lo sé. —suspiró Hermione. —Pero no puedo soportar otro año como este. He devuelto el giratiempo. Sin los Estudios Muggles y sin Adivinación, volveré a tener un horario normal.
—Ah. Yo hubiera hecho demasiadas cosas con ese giratiempo. —mencioné mientras me encontraba mirando por la ventana. —Yo no lo hubiera devuelto, Hermione.
—El giratiempo me estaba volviendo loca.
—Todavía no puedo creer que no nos dijeras nada. —dijo Ron resentido. —Se supone que somos tus amigos.
—Prometí que no se lo contaría a nadie. —dijo gravemente. —¿Te sucede algo, Harry?
—Estoy bien. —repuso Harry de inmediato. —Solo pensaba en las vacaciones.
—Yo también he estado pensando en ellas. —dijo Ron. —Harry, tienes que venir a pasar unos días con nosotros.
—Hay una persona que se alegrará demasiado si vienes. —mencioné mientras recordaba el rostro de mi hermana Ginny. —Podemos comentarlo con nuestros padres y te llamamos. Con Ron ya sabemos utilizar el felétono.
—El teléfono, ____. —me corrigió Hermione.
—Si. Lo que dijo Hermione. —respondí mientras miraba a Harry, quien me ha sonreído con un toque de dulzura.
—Cierto. Este verano son los Mundiales de quidditch. —mencionó Ron. —Ven y quédate con nosotros. Iremos a verlos.
—Normalmente nuestro padre consigue entradas en el trabajo. —dije al momento en que volvía mi mirada hacia la ventana, donde he logrado ver a una pequeña lechuza. —¿Qué hace una lechuza aquí?
Aquella lechuza traía consigo una carta y un pequeño regalo, el cual se veía que le costaba llevarlo consigo. Rápidamente he bajado la ventanilla y he alargado un poco mi brazo para así sostenerla, y así ingresarla al vagón con mucho cuidado.
—¿Qué es...?
—Es para ti, Harry. —mencioné al momento en que le extendía la carta que trajo consigo aquella lechuza.
Harry tomó la carta de mis manos y al abrirla ha soltado un grito de emoción, ya que aquella carta era de parte de su padrino Sirius Black.
Harry comenzó a leer en voz alta lo que decía aquella carta, donde explicaba que él se encontraba escondido, pero que no pensaba mencionar en donde por si aquella carta llegaba a terminar en malas manos.
Luego nos ha dicho que su padrino le ha entregado un permiso para visitar Hogsmeade los fines de semana.
—Esto le bastará a Dumbledore. —dijo él muy contento para luego continuar leyendo.
He pensado que a tu amigo Ron tal vez le guste esta lechuza, ya que por mu culpa se ha quedado sin rata.
Y también hay un pequeño regalo para ____, como disculpa por involucrarla en todo esto y hacer que se hiera. Espero que me perdone, ya que, Lunático no dejará de mencionármelo por el resto de mi vida.
Tanto Ron como yo nos hemos sorprendido al oír que Sirius nos ha dado unos regalos y yo al abrir el mío he podido apreciar un pequeño collar con un símbolo bastante extraño en ella, pero aun así me ha gustado.
—¿Será una lechuza de verdad? —preguntó Ron, un tanto atemorizado por el suceso con Peter Pettigrew.
Sinceramente este año ha sido el más loco que he tenido se podría decir, pero también él más confuso, ya que, había cosas que me intrigaban y una de ellas era el cuaderno de la chica Evans.
Me pregunto qué sucederá en mi siguiente año, el cual imaginaba que no sería para nada normal si seguía involucrándome con estos tres chicos de Gryffindor.
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