001.
De camino al andén que se suponía que nos llevaría a Hogwarts he podido presenciar levemente como un chico de cabellos negros, ojos color verde y gruesas gafas comenzaba a seguirnos un tanto nervioso a mi familia y a mí.
—¿Cuál es el número del andén? —preguntó mi madre ocasionando que dejara de ver a aquel chico, el cual se había detenido detrás de nosotros.
—¡Nueve y tres cuartos! —exclamó mi pequeña hermana bastante emocionada. —Mamá... ¿Puedo ir...?
—No tienes la edad suficiente, Ginny. —le interrumpió ocasionando que mi pequeña hermana se decepcionara un poco. —Muy bien, Percy, tú iras primero.
Percy ha cruzado aquel andén rápidamente ocasionando de esa forma que el muchacho que nos miraba atentamente se sorprendiera. ¿Acaso él nunca...?
—Fred, eres el siguiente.
—No soy Fred, soy George. —le dijo mi hermano mayor con una sonrisa bromista. —¿De veras, mujer, puedes llamarte nuestra madre? ¿No te das cuenta de que yo soy George?
—Lo siento, George, cariño.
—Estaba bromeando, soy Fred. —dijo él con una risa mientras comenzaba a cruzar aquel andén siendo seguido de esa forma por su gemelo, George.
—Discúlpeme. ¿Cómo...? —pronunció aquel muchacho de las gafas mientras se acercaba a mi madre, la cual lo miraba con una expresión amable.
—Primer año en Hogwarts, ¿no? —le ha dicho con una sonrisa antes de dirigir su mirada hacia donde me encontraba junto a mi hermano. —Ron y ____ también son nuevos.
Ambos le hemos sonreído a aquel muchacho al momento en que nuestra madre nos presentaba.
—Sí. —asintió levemente. —Dígame... ¿Cómo es qué...?
—¿Cómo entrar en el andén? —le preguntó a lo cual él asintió de manera tímida. —No te preocupes. Lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la barrera que está entro los dos andenes. No te detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Lo mejor es ir deprisa, si estás nervioso.
—Hum...de acuerdo.
Aquel muchacho ha sostenido firmemente su carrito para luego comenzar a correr en dirección recta al andén nuevo y tres cuartos pudiendo de esa forma cruzarlo.
—Muy bien. Es turno de ustedes dos.
En ese momento he mirado a Ron con una sonrisa orgullosa para luego comenzar a correr y así finalmente cruzar aquel andén donde he podido notar claramente una locomotora de vapor, de color escarlata, que tenía un rótulo que decía "Expreso de Hogwarts, 11 h."
He mirado asombrada todo a mi alrededor cuando he sentido como algo me golpeaba el hombro, más bien alguien me golpeaba el hombro y al mirar quien se había atrevido a golpearme sin siquiera disculparse he realizado una mueca al ver aquella cabellera rubia.
—¿Qué haces ahí parada, ____? —me ha preguntado Ron al momento en que hacía que dejara de ver al hijo único de los Malfoy. —¿Qué estabas mirando?
—Nada. —le he dicho al momento en que lograba ver a nuestra madre. —Mamá está por allá. Vamos con ella.
Ambos nos hemos acercado a nuestra madre, la cual al vernos nos ha sonreído para luego sacar un pañuelo y comenzar a acercarlo al rostro de Ron.
—Tienes algo en la nariz.
—Mamá, déjame. —exclamó bastante apenado mientras se alejaba de ella.
—¿El pequeño Ronnie tiene algo en su naricita? —dijo con gracia uno de los gemelos.
—Cállate.
—¿Dónde está Percy? —ha preguntado nuestra madre al momento en que guardaba el pañuelo con el que ha limpiado la nariz de Ron.
—Ahí viene. —he mencionado al ver como nuestro hermano mayor comenzaba a acercarse con su túnica negra de Hogwarts ya puesta mientras hacía resaltar aquella insignia plateada que se encontraba en su pecho, con la letra P.
—No me puedo quedar mucho, mamá. —le dijo Percy. —Estoy delante, los prefectos tenemos compartimientos.
—Oh, ¿tú eres prefecto? —le preguntó Fred fingiendo sorpresa. —Tendrías que habérnoslo dicho, no teníamos idea.
—Espera, creo que recuerdo que nos dijo algo. —dijo George mientras llevaba una mano a su mentón como señal de que estuviera pensando. —Creo que una vez...
—O dos...
—Un minuto...
—Todo el verano.
—Oh, silencio los dos. —les dijo Percy un tanto molesto de que los gemelos lo molestaran. —Ya me voy, madre.
—Muy bien, cariño, que tengas un buen año. —le ha dicho mientras se acercaba para besar la mejilla de Percy. —Envíame una lechuza cuando llegues allá.
Percy se ha ido rápidamente a lo cual mamá se ha girado a ver a los gemelos con seriedad.
—Ustedes dos...este año deben de portarse bien. —les dijo. —Si llego a recibir una lechuza diciendo que habéis hecho, no sé, estallar un inodoro o...
—¿Estallar un inodoro? —le interrumpió George con una sonrisilla. —Nosotros nunca hemos hecho nada de eso.
—Es una gran idea, mamá, gracias. —le agradeció Fred.
—No tiene gracias. —les ha dicho seriamente. —Y cuídenme a Ron con ____.
—No te preocupes que el pequeño Ronnie y la pequeña ____ estarán seguros con nosotros. —le dijo Fred. —Oh, por cierto, madre... ¿Adivinas a quién hemos visto en el tren?
En ese preciso momento he notado como aquel chico de las gafas nos miraba fijamente por la ventana de uno de los vagones, pero al verme se ha ocultado rápidamente.
—¡¿Harry Potter?! —oí expresar a Ginny ocasionando que prestara atención a la conversación. —Mamá, ¿puedo subir al tren para verlo? ¡Por favor...!
—¿Qué ha sucedido? —le pregunté a Ron con un susurro.
—Fred y George han dicho que se han encontrado con Harry Potter. —me ha respondido también en un susurro ocasionando que me sorprendiera al oír aquel nombre. —Al parecer era el chico que nos pidió ayuda.
—¿Ese era Harry Potter?
—Eso dicen ellos, pero ya sabes cómo son los gemelos...
—Podemos oírte, Ronnie. —mencionó George. —Como sea, le hemos preguntado y nos ha dejado ver la cicatriz en su frente. Está realmente allí... como iluminada.
—Pobrecillo...no es raro que esté solo. —ha dicho nuestra madre con un tono triste. —Fue tan amable cuando preguntó cómo llegar al andén...
—Eso no importa. —le interrumpió Fred. —¿Crees que él recuerde como era Quien-tú-sabes?
En ese momento nuestra madre se ha colocado seria.
—Te prohíbo que le preguntes, Fred. Ese muchacho no necesita que le recuerden algo así en su primer día de colegio.
—Está bien, quédate tranquila.
En ese momento hemos oído un silbato, el cual anunciaba que el tren estaría a punto de partir y ante aquello nuestra pequeña hermana había comenzado a llorar.
—No llores, Ginny. —le he dicho mientras le daba un abrazo. —Te enviaremos muchas lechuzas.
—¡Y un inodoro de Hogwarts!
—¡George!
—Era una broma, mamá.
Los cuatro hemos comenzado a abordar aquel tren donde Fred y George nos han dicho que irían con Lee Jordan porque tenía una tarántula gigante y querían verla.
Tanto Ron como yo nos hemos negado a acompañarlos debido a que no soportábamos ni mirar de lejos aquellas especies arácnidas. Por lo que hemos comenzado a buscar algún lugar donde pudiéramos acomodarnos ambos y mientras lo buscábamos nos encontramos en un vagón al famoso Harry Potter.
—¿Hay alguien sentado ahí? —preguntó Ron, señalando los asientos opuestos a Harry. —Todos los demás vagones están llenos.
—Adelante.
Ambos nos hemos sentado frente a Harry y en ese momento he podido notar claramente como el chico apartaba su mirada de la mía un tanto incomodo, posiblemente porque lo he descubierto mirándonos y escuchándonos hace unos minutos atrás.
—Mi nombre es Ron Weasley y ella es ____ Weasley. —ha mencionado Ron con una sonrisa. —Dime... ¿Realmente eres Harry Potter?
—Sí.
—Oh, bien, pensé que podía ser una de las bromas de Fred y George. —le dijo. —¿Y realmente tienes eso...ya sabes...?
Harry lo ha mirado un tanto confuso a lo cual he soltado un suspiro.
—Él quiere saber si en verdad tienes la cicatriz.
—Oh, sí.
Harry levantó su flequillo dejándonos ver aquella cicatriz luminosa tal como Fred y George nos habían dicho.
—¿Ustedes son una familia de magos?
—Eso creo. —he respondido con calma. —Aunque recuerdo que nuestra madre mencionó que tenía un primo segundo que es contable, pero nunca hablamos de él.
—Entonces ya saben usar magia, ¿verdad?
Harry nos miraba emocionado a lo cual con Ron nos hemos mirado por un momento para luego responderle que sí al muchacho.
—He oído que te habías ido a vivir con muggles. —le dijo Ron. —¿Cómo son?
—Horribles...bueno, no todos ellos. Mi tía, mi tío y mi primo si lo son. —ha respondido con una mueca. —Me hubiera gustado tener cuatro hermanos magos.
En ese momento Ron había comenzado a explicarle brevemente nuestra situación familiar donde le ha explicado que a él le ha tocado recibir las cosas viejas de nuestros hermanos mayores mientras que a mí me ha tocado cosas nuevas al ser la primera mujer de la familia en ingresar a Hogwarts.
—Este es Scabbers. —le ha mostrado la rata que anteriormente pertenecía a Percy. —Como a Percy le han regalado un Lechuza por convertirse en prefecto, me la han dejado porque no podían comprar...
Ron se ha callado en ese momento y al mirarlo he podido notar que se encontraba avergonzado al hablar un poco de más.
—En seguida regreso. —he mencionado mientras me levantaba con las intenciones de salir de aquel vagón. —Tengo algo que preguntarles a Fred y George.
He salido de ahí para así comenzar a andar por aquel pasillo de tren intentando encontrar a Fred y a George, pero en vez de encontrármelos a ellos me he encontrado a cierto muchacho de cabellera rubia, quien al verme ha realizado una expresión de desagrado.
—¿Qué sucede? ¿Te has perdido, comadreja?
—Cierra la boca, Hurón.
—¿Cómo me has llamado?
—Creo que alguien no se ha lavado los oídos por aquí. —he mencionado a lo cual sus dos grandes compañeros que se encontraban con él han soltado una pequeña risa y ante aquello Malfoy los ha callado.
—No me vuelvas a llamar así. —me ha dicho mientras sostenía fuertemente mi brazo derecho. —Solo eres una traidora de la sangre pura.
En ese momento he pisado fuertemente el pie del Malfoy haciendo que me soltara y que soltara un gran quejido de dolor.
—No vuelvas a tocarme, maldito hurón.
Rápidamente me he alejado de él para así no tener que oír sus estúpidos insultos para así finalmente seguir buscando a mis hermanos.
✧✧✧
Luego de hablar con mis hermanos por unos largos minutos he regresado al vagón donde se encontraban Ron y Harry, los cuales al verme volver me han sonreído.
—¿Por qué has tardado tanto? —me preguntó Ron.
—Fred y George me han mostrado un hechizo. —he mencionado a lo cual ambos muchachos me miraron con gran emoción. —Se trata de...
Mis palabras han sido interrumpidas por el ruido de la puerta abriéndose y al ver al chico Malfoy he realizado una mueca de desagrado. ¿Qué hacía este aquí?
—Así que es verdad. —mencionó él sin quitarle la mirada de encima a Harry. —Todos están hablando de que el famoso Harry Potter se encuentra en este compartimiento. Eres tú, ¿no?
—Sí. —respondió él observándolo a él y a las dos personas que lo acompañaban, algo que notó el Malfoy.
—Oh, este es Crabbe y este es Goyle. —le dijo con despreocupación. —Y yo soy Malfoy, Draco Malfoy.
Ron dejó escapar una débil risa al oírlo mencionar su nombre, cosa que molestó completamente al Malfoy.
—¿Mi nombre te parece divertido? —le preguntó mirándolo seriamente al momento en que se percataba de mi presencia y al verme ha realizado una expresión de desagrado. —Ten cuidado, Potter. No querrás hacerte amigo de los de la clase indebida.
Él había extendido su mano hacia Harry, pero para sorpresa de todos, el muchacho no la aceptó.
—Creo que puedo darme cuenta solo de cuáles son los indebidos, gracias. —dijo con frialdad.
Las mejillas del rubio se han enrojecido a lo cual no he podido evitar soltar una risa y aquello ocasionó que él se enrojeciera todavía más.
—Yo tendría cuidado si fuera tú, Potter. —le dijo. —A menos que seas un poco más amable, vas a ir por el mismo camino que tus padres. Ellos tampoco sabían lo que era bueno para ellos. Tú sigue con gentuza como los Weasley y terminarás como ellos.
—¿Cómo has dicho? —pregunté irritada mientras me acercaba a él a lo cual el muchacho me ha mirado con arrogancia. —Repite eso.
—¿Piensas pelear conmigo, Comadreja?
—¡¿Cómo has llamado a mi hermana?! —exclamó molesto Ron mientras se acercaba, pero le he hecho una señal de que no se metiera.
—Si no te vas en este momento...
—¿Qué? ¿Qué piensas hacer? —me provocó con una sonrisa, sonrisa que ha hecho que me tensara por un momento.
—¿No piensas irte?
—Sinceramente no me apetece.
Draco Malfoy iba a apartarme para así ingresar al vagón en el que nos encontrábamos, pero antes de que lo hiciera he sacado la varita que mis padres me habían comprado para luego conjurar el hechizo que Fred y George me habían mostrado.
El grito de sorpresa y pánico del Malfoy no tardó en llegar al percatarse de que su cabellera rubia había comenzado a desaparecer por lo que rápidamente comenzó a irse siendo seguido por sus dos compañeros.
—Eso ha estado asombroso. —mencionó Harry mientras me miraba.
—¿Dónde has aprendido eso?
—Fred y George me lo han enseñado. —he dicho con calma mientras volvía a mi asiento. —No he creído que me saldría, pero bueno, con eso Malfoy no molestará por un buen rato.
Tanto Harry como Ron han comenzado a reír al recordar la expresión que Draco Malfoy había hecho y ante ello me he sentido orgullosa, ya que, había podido darle una pequeña lección al muchacho que me ha molestado durante mucho tiempo.
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