Capítulo II: Cena entre amigos y sorpresas

Estaba terminando de ayudar a Holmes a arreglarse para la cena con Watson y Mary. Sherlock llevaba un traje sastre muy sofisticado y como un ornamento extra, le coloqué un fino pañuelo color rojo alrededor del cuello de su camisa para que la adornara; aunque no se había colocado el saco. Por mi parte no había mucho por arreglar, ya que ese día que decidí ir a visitarlos iba vestida de una manera formal; no era mucho de usar vestidos ya que debido a mi trabajo me resultaban incómodos, pero si tenía algunos por ahí escondidos y justamente hoy había decido usar uno para mi visita social que no tenía idea que se convertiría en una cena elegante.

Estaba terminado de acomodar un poco mi cabello cuando Holmes ya estaba listo, me giré a verlo sonriendo y noté que me observaba fijamente mientras se apoyaba en un mueble y sobre este había una foto enmarcada, mía. Dirigí mi mirada a la foto y él se dio cuenta, por lo que la acostó sobre el mueble impidiéndome seguir viéndola. Yo sonreí de lado ante su reacción.

-Bueno, ¿estás listo? –pregunté acercándome a él.

-Claro, y mira la hora, -dijo observando su reloj de bolsillo- aún tenemos cuarenta minutos de sobra.

-Llegaremos un poco antes, eso es seguro. –comenté mientras acomodaba su pañuelo, ya que se había torcido un poco debido a su reacción acelerada cuando quiso ocultar mi foto sobre el mueble- Debemos irnos ya, si queremos tener una buena mesa y esperamos a Watson y a Mary allá. –comenté y él sonrió de lado.

-Brooke, ¿por qué me acompañas? No tienes que ir si no quieres. –me dijo aún son su mano sobre la foto boca abajo.

-A decir verdad Holmes, no tengo nada mejor que hacer ahora y no quiero que arruines lo que podría ser una muy reconfortante cena entre cuatro amigos, donde dos de ellos están a punto de contraer nupcias. –él soltó un suspiro y lo miré- ¿Por qué no has querido conocer a Mary? John y ella ya tienen bastante tiempo saliendo, desde aquella vez que se la presente cuando él y yo fuimos a la ciudad de Colchester a buscar pistas para resolver un caso y tú nos esperaste aquí en Londres, ¿recuerdas? Fue como si entre ellos se generara una chispa al instante. –comenté con un gesto como quien recuerda algún suceso- Ojalá los hubieses visto, fue algo increíble y déjame recordarte que eso ya pasó hace tres años. Deberías alégrate, ahora tu amigo se va a casar con mi amiga, y van a ser felices. –sonreí y terminé de acomodar de nuevo su pañuelo.

-Para ser una detective de alto rango y, mucho mejor que yo aunque me duela aceptarlo, eres un poco ingenua. –me miró con una ceja alzada.

-¿Disculpa? –me aleje un poco de él y puse mis manos en la cintura- ¿Se puede saber por qué dices eso?

-Porque es obvio Brooke, Watson no tiene idea de qué es el matrimonio y lo que implica. –dijo rodando los ojos.

-Oh, ya veo. ¿Y acaso tú si lo sabes? –me crucé de brazos- Porque hasta donde veo, Watson tiene una mejor idea de lo que es el compromiso del matrimonio que tú. ¿Dime quién es el que se va a casar? –lo miré esperando su respuesta y solo obtuve silencio de su parte- Watson es quien se va a casar, no tú. Él está dando el siguiente paso en su relación, en su vida y eso demuestra dos cosas: uno, que sabe lo que implica el matrimonio y dos, que lo sabe mucho mejor que tú.

Sherlock solo me miró por unos segundos y después de dar un suspiro, desvió la mirada. –Nos vamos a tener esta discusión ______. –cuando entre ambos nos llamábamos por nuestros nombres y no por el apellido, es porque ya estábamos hablando en serio, lo he aprendido a los largo de estos años trabajando a su lado- Será mejor que nos vayamos si queremos encontrar un buen lugar. De todas formas, creo que ya no puedo seguir evitando esto.

–Oye... -me acerqué de nuevo a él- Sé que esto puede ser complicado para ti, Watson es tu mejor amigo, y prácticamente han vivido aquí juntos casi la mitad de su vida, pero Sherlock, el hecho de que ahora quiera formar una familia, no significa que su relación tenga que cambiar. –sonreí- Siempre van a ser los mejores amigos, y más que eso, siempre van a ser hermanos.

Claro. -comentó haciendo una leve mueca con su boca que parecía ser un intento de sonrisa- Vamos ya, ______. –me dijo y caminó directo a la puerta dejando mi foto que antes mantenía contra el mueble ahora levantada justo como estaba antes.

Yo lo seguí, no sin antes al pasar cerca del mueble, ver mi foto y puede notar que también junto a ésta, estaban otras más: una dónde salíamos los tres: Watson, él y yo, otra solo con Watson y otra solo conmigo. No pude dejar de observar la foto donde salíamos él y yo juntos y al mismo tiempo una sonrisa aparecía en mis labios, hasta que me llamó desde la puerta.

-¿Te vas a tardar más? Digo, si es así entonces para avisar que no podremos ir. –comentó riendo por lo bajo.

-Oh no, no, no y no. De ésta ya no te escapas, Holmes. Ni de ésta ni del saco que John dijo que tenías que llevar. –dije riendo mientras le ayudaba a ponérselo y él puso los ojos en blanco- ¡Vámonos! –dije riendo mientras me acercaba a la puerta y a regañadientes lo empuje hasta que salimos de la casa.

***

Holmes y yo llegamos veinte minutos antes de las 8:00 al Royal. A pesar de la pequeña discusión que tuvimos antes de salir de la casa era buena hora para poder buscar una mesa cómoda para cuatro personas.

Nos brindaron nuestros lugares y nos sentamos uno al lado del otro. Hace bastante tiempo que no venía a este restaurante. También era mi favorito pero por temas de trabajo y un poco de falta de tiempo, no había podido venir. El lugar era por de más elegante. Enormes y hermosos candelabros de cristal colgaban del techo y no solo eran mero ornamento, también alumbraban cada rincón del sitio. Todo el lugar tenía un exquisito papel tapiz en las paredes que hacía juego con el rustico pero precioso mobiliario. Las mesas y las sillas estaban cubiertas por manteles y telas finas, respectivamente y ni hablar de la música que era una joya y sonaba desde el centro del lugar siendo interpretada por prodigiosos músicos.

Mire a Sherlock y estaba un tanto distraído observando por una ventana y le hablé delicadamente para no asustarlo.

-Holmes... -hablé de espacio.

-Dime... -contestó ahora dirigiendo su atención a mí.

-Voy un momento al tocador, no tardo. –sonreí.

-Claro, anda. Aquí te espero, te prometo que no escaparé del naufragio que me tiene preparado el destino. –comentó divertido.

-Más te vale. –contesté de la misma forma y me fui directo al tocador de damas.

Narra Holmes

­­Estaba perdido en mis pensamientos hasta que la voz de _______ llamándome me hizo volver a la realidad. Me comentó que iría al tocador y cuando ella se fue, regresé mi vista al cielo nocturno que se apreciaba por la ventana. De pronto, algo me distrajo, se empezó a escuchar murmullos y ruidos por todos lados. Centré mejor mi atención en escuchar y eran sonidos que venían desde la cocina, de los meseros que corrían de un lado a otro recibiendo y entregando ordenes, personas discutiendo, algunas otras chocando sus cubiertos contra el plato al momento de cortar su comida, los músicos tocando los armoniosos clásicos de la época e incluso vi a un mesero que se estaba robando un par de cubiertos. Mi mente y mis sentidos se centraron en todo lo que estaba sucediendo a mí alrededor; quizá en un intento por olvidarme cuál era el verdadero motivo por el cual estaba aquí, en este preciso momento. Cerré mis ojos concentrándome aún en el entorno hasta que una voz me regresó (otra vez) a la realidad.

-Holmes... Llegaste antes. –comentó con seriedad Watson al verme y yo abrí los ojos de par en par. Lo vi y venía acompañado, por Mary, claro está. Él llevaba un traje negro y Mary un vestido de cuello cuadrado color azul.

-Ligeramente. –contesté levantándome del asiento mirando mi reloj de bolsillo y de nuevo lo guardé en el saco.

-Ohh, sí trajiste el saco. Me enorgulleces Holmes. –sonrió y Mary soltó una leve risa.

-En realidad fue por _____, ella fue la que me dijo que lo trajera. –sonreí levemente a ambos.

-Oh, ¿_____ está aquí? –preguntó Mary intrigada.

-Sí, ella está aquí. –comentó Watson- Bueno, se suponía que iba a venir con Holmes, pero no la veo por ningún lado. –dijo mientras giraba su cabeza de un lado a otro tratando de buscar a _____- ¿Si vino, Holmes? ¿O le hiciste algo y al final decidió mejor no asistir? –Watson me miró de mala manera y yo fruncí el ceño.

-¿Por qué piensas eso? –pregunté y en ese momento escuché la voz de ______ a lo lejos. Me giré y la encontré que venía caminando directo a nosotros con algo de dificultad por que le costaba trabajo pasar entre las personas. Ella me miró y me hizo un ligero saludo con su mano, el cual yo respondí moviendo mi cabeza y acto seguido, volví con Watson y Mary- Mírala, ya vine hacía acá. Watson, solo fue un momento al tocador, no seas mal pensado con mi persona. –comenté insinuando estar indignado.

-Seguro... -dijo Watson y él y Mary se giraron a ver a ______ que ya estaba parada junto a mí- Hola, Brooke, ¿cómo estás? ¿Holmes no te hizo nada antes de venir aquí? –preguntó mirándola expectante y Mary negó con la cabeza.

-¿Qué? ¡No! ¿Por qué dices eso? –preguntó _____ observando a Watson con una expresión de confusión en su rostro que cambió por completo cuando sus ojos vieron a Mary- ¡Amiga! Tanto tiempo sin verte, qué gusto. ¿Cómo estás? –se dirigió a Mary dándole un beso en la mejilla.

-¡_______! Qué gusto verte. Y bueno, estoy de maravilla y por lo que veo tú también. –comentó ella correspondiendo su beso y _____ sonrió.

-Bueno, ahora que estamos todos, ¿por qué no nos sentamos? –comentó Watson ya que seguíamos de pie. Él movió un poco la silla para que Mary se sentara y yo hice lo mismo con la de _____. Cuando los cuatro tomamos asiento, volvió a tomar la palabra- Holmes, quiero presentarte a Mary, mi prometida. –dijo dirigiéndose a mí- Y Mary, quiero presentarte al detective y mi amigo, Sherlock Holmes. –finalizó con una leve sonrisa que estaba mezclada con algo de nerviosismo.

-Un placer Señor Holmes. –dijo Mary estrechando mi mano y yo correspondí el saludo de igual forma. Watson quedó sentado junto a Mary, yo frente a ella y ____ junto a mí, quedando frente a Watson. De pronto sentí que _______ me dio un pequeño codazo en las costillas. Me giré a verla mirándola extrañado y con un gesto natural en su rostro, me indicó que sonriera un poco y así lo hice.

-Igualmente, señorita. –contesté simple.

Narra __________

Mientras Mary y Holmes se saludaban, noté como Watson se puso un tanto nervioso al ver la expresión seria de su amigo al saludar a su prometida. Llamé la atención de Holmes golpeándolo un poco y cuando me miró, le indiqué que sonriera un poco. Así lo hizo y pude ver que Watson se relajó.

Pedimos la cena y en lo que llegaba a nuestra mesa, nos llevaron una botella de vino tinto que el mesero muy amablemente nos sirvió a los cuatro en nuestras respectivas copas. Se había formado un silencio algo incómodo donde solo nos dedicábamos a dar sorbos de vino y mirarnos por el rabillo del ojo entre nosotros. ­–Muy bien ______, estás aquí para cuidar que Holmes no arruine la noche, pero también para cuidar que no se arruine en general. –pensé y después de dar otro sorbo a mí copa, tomé la palabra.

-Entonces.... Mary. Cuéntanos a Holmes y a mí, ¿qué has hecho éstos últimos años? –le pregunté a la antes mencionada y ella, Watson y Holmes me miraron.

-Bueno, además del trabajo, no mucho. Hace un par de meses debido a eso tuve que hacer un corto viaje a Estados Unidos, pero nada extraordinario, o por lo menos hasta que Watson llegó a mi vida. –comentó riendo y yo asentí de igual forma. Watson hizo lo mismo y Holmes apenas si hizo un intento de sonrisa.

-Apuesto a que puedo adivinar cuál es el trabajo de Mary incluso cuando apenas es la primera vez que la veo. –comentó Holmes y yo o miré mal.

-¿De verdad? –preguntó Mary- En realidad, me sorprende bastante el trabajo que usted, Señor Holmes y ______ realizan. Estoy segura que se parece bastante a algunas novelas de detectives que tengo en casa, pero a veces es difícil de creer ya que, hacen tantas deducciones con solo un par de pistas...

-¿Eso cree? –preguntó Holmes.

-Claro, pero estoy intrigada en saber si puede adivinar a qué me dedico.

-No creo que sea buena idea, Mary. –comenté- Holmes solo bromea... -dije y Watson me siguió la corriente.

-Sí Mary, Holmes tiene un gran sentido del humor y él solo... solo está jugando. No es buena idea. –dijo Watson.

-Sí, quizá tengan razón. –habló Holmes.

-Insisto. –dijo Mary.

-La señorita insiste. –dijo Holmes y Watson y yo nos miramos preocupados.

Sherlock acomodó mejor su silla para quedar justo al lado de Mary, apoyó su codo sobre su pierna y su mentón sobre su mano. Con los ojos entrecerrados la observó por unos segundos y luego habló.

-Institutriz. –comentó seguro de lo que decía.

-Bien hecho. –sonrió Mary.

-Si bien hecho... ¿Podemos pedir algún entremés? –pregunté tratando de evadir el tema pero Holmes siguió hablando y Watson volvió a ponerse nervioso.

-De hecho, hay un poco de tinta en usted. Su pequeño alumno debió de ensuciarla. –dijo Holmes de lo más natural.

-¿Tengo tinta en la cara? –nos preguntó Mary sorprendida a Watson y a mí.

-Tu cara, no tiene nada. –contestó Watson inquieto.

-Tiene dos gotas en su oído derecho. La tinta india es difícil de quitar. –dijo Holmes y Mary llevó su mano a su oído y al ver sus dedos manchados, verificó que lo que decía Holmes era cierto- ¿Cómo dice que se llama el niño? –preguntó a Mary.

-Charly, tiene siete años. –contestó ella con una sonrisa y su rostro reflejaba que estaba sorprendida.

-Charly eh... Es alto para su edad. ¿Pero sabe, Mary? Hay más cosas que podemos descubrir en usted. –comentó Sherlock y ella lo miró con una ceja alzada- El lugar a donde vinimos a cenar refleja un alto estatus social, por lo cual la señora para que trabaja le prestó ese collar. No son las joyas de una institutriz. –dijo y Mary tomó el collar azul que colgaba de su cuello y se removió incómoda en su asiento. Watson y yo solo mirábamos la escena- Pero las joyas que no tiene, nos dicen aun más... –dijo refiriéndose a la marca de un anillo que Mary tenía en su dedo. Miré a Watson y estaba a segundos de hiperventilarse. Holmes ya estaba a punto de cruzar la línea y si no hacía algo pronto, la cena iba a ser un total fracaso.

Tomé la otra mano de Holmes y junto a la mía, las lleve bajo la mesa y le di un pellizco. Él me miró confundido y con la mirada le dije que ya era suficiente, que ya se callara y dejara de hablar. En esa mirada reflejé más que eso, le di a entender que si seguía hablando prácticamente se las iba a ver conmigo y él sabía perfectamente que no quería eso. Afortunadamente, lo comprendió a la perfección, me miró, suspiró y luego asintió en silencio. Reacomodo su silla de nuevo junto a mí y se alejó de Mary dejándola un poco confundida.

-Será mejor que hablemos de eso en otro momento. –dijo Holmes, Mary asintió, yo suspiré aliviada y cuando me giré a ver a Watson, movió sus labios si hablar para decirme un "Gracias", en su rostro se reflejó alivio y yo solo me limité a sonreír y la cena continuó sin mayor problema.

-Y dime ______, ¿El Señor Holmes y tú son pareja? –me preguntó Mary cuando yo estaba comiendo un bocado de mi cena y me atraganté al escucharla.

-¿Có...mo? –pregunté tratando de aliviar un poco mi tos al darle un sorbo a mi copa de vino.

-Sí, que si tú y Holmes, son pareja... -lo volvió a repetir mirándome un poco preocupada por mi reacción. En cambio, Holmes ni siquiera se inmutó y Watson solo se encogió de hombros.

-No Mary, somos amigos. –contestó simple Holmes y yo trate de calmarme igual que él.

-Sí, justo eso Mary. ¿Recuerdas el día que te presente con Watson? –le pregunté.

-¿Cómo olvidarlo? Ha sido de los mejores días de mi vida. –dijo ella mirando a Watson de una forma dulce y yo aclaré mi garganta para que volviera su atención a mí.

-Pues, ese día Watson y yo habíamos ido a buscar unas pistas de un caso a Colchester y Holmes se había quedado aquí, desde ese entonces yo ya lo conocía, desde mucho antes. Lo conozco desde hace cinco años. –comenté- Hemos trabajado juntos desde entonces, nos hicimos amigos y hemos resuelto muchos casos, ¿verdad, Holmes? –pregunté dirigiéndome a Sherlock que mi miraba divertido- ¿Verdad, Holmes? –pregunté de nuevo esperando que me respondiera de una vez y no me dejara como una tonta.

-Claro. Somos buenos amigos. –contestó tranquilo- Pero, ______, ¿no te gustaría que fuéramos algo más? –me preguntó sonriendo con una ceja alzada.

-Holmes, déjate de bromas. –contesté negando con la cabeza, rodé los ojos y el río, mientras que Watson y Mary también lo hacían. Al final, yo también lo hice.

***

Por fin la velada había terminado, Watson fue a dejar a Mary hasta su casa y Holmes y yo regresamos a la suya. En el camino ninguno de los dos hablaba, yo iba sujetándome de su brazo mientras caminábamos por las alumbradas y un poco empapadas calles. Pasaron unos minutos cuando decidí hablar.

-Holmes... -dije y él se giró a verme.

-¿Qué pasa? –seguíamos caminando por la acera.

-Ammm, quería agradecerte porque todo saliera bien esta noche. –sonreí.

-Bueno, gracias a ti por detenerme Brooke, si no hubieras estado ahí, quizá la prometida de Watson me habría lanzado vino en la cara o algo por el estilo. –dijo riendo levemente y yo hice lo mismo.

-Y otra cosa... -dije dudando un poco sobre lo que estaba a punto de preguntarle.

-Te escucho. –volvió su mirada al frente y seguíamos caminando.

-Sobre lo que dio Mary, de que si estábamos juntos y... que luego tú me preguntaste si me gustaría que fuéramos algo más... ¿Estabas jugando o, esa pregunta tenía algo de verdad? –pregunté un poco nerviosa y él se paró en seco bajo una lámpara haciéndome parar también a mí de la misma forma.

-¿En serio no te diste cuenta? –me preguntó sorprendido.

-¿Darme cuenta de qué? –estaba un tanto confundida.

-________, eres una detective excepcional y acabas de dejar escapar la pista más evidente para este caso... -sonrió.

Yo me rasqué la cabeza en señal de confusión y lo miré de igual forma, él rodó los ojos, rió y volvió a hablar.

-¿Qué hacemos cuando hablamos en serio entre nosotros? –me preguntó y yo hice una mueca.

-Pues... Hablarnos por nuestros nombres, no por el apellido. –contesté aún sin comprender lo que me quería decir.

-¿Y cómo fue que me dirigí a ti cuando te hice esa pregunta?

-Pues, me hablaste por mi nom...bre... ¡Oh! Espera un momento... ¿Tú quisieras que nosotros.... fuéramos algo más que a... amigos? –le pregunté y un rubor carmesí empezó a asomarse en mis mejillas.

Él sonrió de lado y me dio un pequeño beso en la frente y eso me hizo dar un pequeño salto de la impresión –Tal vez. –comentó aún sonriendo.

-Tal vez, Sherlock, tal vez... -dije riendo y seguimos nuestro camino directo a la casa.

***

Cuando llegamos, no pasaron ni cinco minutos y Watson llegó también.

-_______, no sabes cuánto te agradezco lo que hiciste esta noche. De no haber sido por ti, Holmes habría arruinado todo. –dijo suspirando aliviado mientras colgaba su saco en el perchero junto a la puerta.

Holmes puso los ojos en blanco y yo reí.

-Cuando quieras amigo, ya sabes. –dije sonriendo y Watson me devolvió la sonrisa.

-Te debo una, Brooke. –sonrió- En fin, miren con lo que me encontré ahora que venía para acá. –dijo dejando un periódico sobre la mesa de la sala, el cual Holmes y yo miramos al mismo tiempo.

"Ejecutarán a Lord Blackwood pasado mañana"

Era lo que decía el encabezado de la noticia y los tres nos miramos sorprendidos.

***

¡Hola de nuevo, lectores hermosos! Aquí les dejo el segundo capítulo, está un poco largo pero me emocioné escribiendo jajajaja. Se supone que lo iba a escribir ayer, pero ver a Robert en el Instragam live que hizo con Joe Russo me hizo olvidarme de todo jajaja ¿si lo vieron? Ayyyyyy, se veía hermosoooo. Hice no sé cuántas capturas de pantalla de cada vez que sonríe y se ríe en el video. Ojalá les guste el capítulo💖💖👀

Espero sus comentarios que amo y sus votos. :3 Nos estamos leyendo pronto. Un abrazo a todos y cuídense mucho. ¡No salgan de casa! 💖💖👀 

Les dejo su regalo como siempre: unas de las capturas que hice del live de Roberto. ASDFGHJKLÑ, me encantaaaa. 😍


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