en aquel tea party, Chile y Japón eran fotografiadas por otras lolitas, ya que cuyos coordinates eran muy hermosos y armoniosos.

y Chile estaba muy a gusto con ello, debía admitir que si no hubiese sido por japón y sus influencias, ella estaría sola, y sus propios hermanos estarían renegando de ella por el pasado, se sentía aceptada, y la chilena estaba feliz de haber encajado en una comunidad.

mientras que Japón estaba feliz de ver a Chile tan a gusto con una de sus tendencias. la japonesa sabía de los problemas de la chilena, por lo que con el lolita quería hacer que ella se olvidase por un momento de sus preocupaciones. y quería demostrarle que el lolita no juzga. (como ciertas lolitas gringas)

luego de las fotos individuales y grupales, empezó el tea party.

Japón y Chile sentadas juntas en una mesa mientras los meseros servían el té, y les ofrecían pasteles y dulces.

-oh vamos Chile, no seas tímida, sírvete lo que gustes. -dijo Japón sonriendo

-gracias. -dijo Chile mientras sacaba un buñuelo que le estaban ofreciendo. 

y con una amena conversación con otras lolitas, se pasó el tiempo.

mientras tanto en la mansión donde vivían los latinos con España, este ultimo escuchaba con extrañeza lo que sus hijos hablaban.

-de seguro que Japón quiere influenciar en chile para conquistarla. -dijo México

-ósea como? Japón esta enamorada de Chile? -dijo Perú.

-si serás, pendejo. -dijo México- como paso hace años atrás con todos nosotros por parte de España. quizás a Chile le llegara el periodo de reconquista, pero por parte de Japón.

España escuchaba, esta vez algo serio, él aún consideraba a sus hijos, sus colonias, a pesar de que ya eran naciones propias. él llegó primero, y por tanto será el único, no permitiría que nadie le quite sus colonias. por lo cual, iba hablar seriamente con Chile y Japón.

cerca de las siete de la tarde, Chile llego a la mansión, se veía feliz y tranquila. sus hermanos le miraron desde la sala de estar, sin embargo no alcanzaron ni a saludar cuando España la llamó diciendo:

-Chile, ven aquí.

-ya voy papá. -dijo Chile con una mirada de extrañeza dirigiéndose a donde estaba el español.

España le miro con seriedad, de pies a cabeza, a pesar de que Chile se veía bonita vestida así, no podía seguir permitiendo que las influencias de Japón afecten a la chilena.

-bien, ya probaste lo que es tener influencia de Japón en vos, ahora quiero que vuelvas a la normalidad. -habló España.

-cual influencia? me visto de esta forma por que quiero y me hace sentir cómoda, y me hace feliz. nadie me obliga a ser lolita. -dijo Chile con calma.

-no voy a permitir que me arrebaten a una de mis colonias! -dijo España con voz autoritaria.

Chile rodeo los ojos y dijo:

-no soy tu colonia, me independicé hace mucho tiempo. 

-mientras vivas en mi casa, debes acatar las reglas. -dijo España.

-tu casa? esta casa, por si aún no lo notas, nos la dio ONU hace tres años, para que mejoremos la convivencia. todos estamos aquí por ordenes de la ONU. -dijo Chile retirandoce. 

-Chile! regresa! -le grito el español

pero Chile simplemente se retiro a su habitación. fue aquella discución que enfado a todos los hermanos de Chile, pues se acaban de enterar que para España siguen siendo colonias del mismo. todos lo miraban con un enojo puro.

mientras Chile llegaba a su habitación y se encerró en esta, sacó su celular y llamó a Japón:

-hola? -dijo Japón desde la otra linea

-Japón, se que esto puede sonar un poco extraño, pero... ¿puedo ir a vivir contigo? -preguntó Chile- solo por un tiempo. 

Japón no lo pensó dos veces:

-claro! cuando quieres que vaya a buscarte con la mudanza. 

-mañana en la tarde. -contesto Chile.

-esta bien, lo organizaré todo. tu descuida, estaré feliz de que vivas conmigo. -dijo Japón con alegría.

-gracias Japón, adiós. -dijo Chile colgando la llamada.

después de ello, Chile empezó a guardar sus cosas en cajas, que gracias a su antigua manía de guardar las cajas, ya tenía donde empacar.

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Continuará.