EXTRA 1
UNA SEMANA DESPUÉS
- Dale Logan no es tan malo – dije cruzando mis piernas para acomodarme en el sofá mientras lo escuchaba murmurar en voz baja
- No necesito aprender este terrible idioma – respondió y volví a reír
- Bueno, te informo que vivimos en este país ahora por lo que necesitas saber francés
- Tú lo sabes, eso es suficiente
- ¿Y qué harás cuando esté en clases o no pueda acompañarte?
- Conseguiré un traductor – dijo y rodeé los ojos
- ¡Ay por Dios! No es tan difícil
- Suena tan meloso – se quejó y sonreí, si que era terco
- Dime... ¿si te pierdes qué harías?
- Buscar la dirección en mi celular
- ¡Eres imposible! – exclamé tirando la cabeza hacia atrás con frustración
- Bueno, así me quieres – dijo acercándose al sofá y tomó asiento a mi lado
- Cierto... que mal gusto que tengo, ¿no? – respondí y me miró indignado
- ¿Mal gusto? – cuestionó y lo miré con algo de diversión
Logan se giró haciéndome caer sobre el sofá y se colocó sobre mí haciéndome sonreír; era divertido molestarlo y extrañamente, desde que llegó a París estaba siendo mucho más paciente de lo que normalmente era.
- Je t'aime, mon étoile brillante – dijo y mi sonrisa se hizo aun más grande
- ¿Cómo...?
- Es la única frase que vale la pena decir – respondió y sujeté su camiseta para acercarlo a mí e impacté mis labios con los suyos
No era un leve toque entre nuestros labios, era un beso que tomaba su tiempo, un beso que se volvía intenso consumiéndonos con voracidad; nuestros corazones latían desbocados, pero al sentir sus manos colarse bajo mi blusa y tocar la piel de mi cintura, me estremecí y mordí suavemente su labio inferior causando que me apegara más contra su cuerpo.
Estaba profundamente enamorada de Logan, pero querer a alguien va más allá del físico y la atracción; amar a alguien se trata de las sensaciones, esas que te hacen temblar y sonreír, incluso cuando la persona que amas no está cerca.
Logan despertaba en mí, fuegos artificiales; no se trataba del tiempo que pasáramos juntos, si no la forma como nos amábamos; porque nuestro amor era fuerte y genuino, un amor de esos que trascienden el tiempo, la distancia y los obstáculos.
- Je t'aime de toute mon âme – murmuré al separarme de sus labios y en sus ojos pude verme reflejada - Je suis fou de toi
- Eso no es justo
- Pues aprende francés – dije y bufó
Antes de que Logan pudiera responder o comenzar a discutir conmigo, la alarma de mi celular empezó a sonar captando nuestra atención y estiré la mano hacía la pequeña mesa de centro para tomarlo y revisar la alerta.
- Tenemos que ir a ver el edificio
- ¿Ahora? – preguntó y asentí empujándolo para levantarme
Durante estos días estuvimos buscando el lugar perfecto para el nuevo club que Logan deseaba inaugurar y estuvimos realmente ocupados buscando promotores y visitando distintos edificios hasta que finalmente nos decidimos por uno, aunque ahora tocaba revisar a detalle la propiedad para firmar el acuerdo de compra.
Me coloqué una gabardina y Logan se colocó su chaqueta antes de salir del apartamento; tomé su mano y nos pusimos en camino, pero mientras avanzábamos, comencé a comentarle acerca de algunos detalles de la ciudad.
- ¿Por qué sonríes? – pregunté al detenernos
- Te encanta París ¿verdad?
- Es una ciudad hermosa... - acepté dejando de mirar el paisaje para centrarme en sus ojos – Pero es aún más hermosa ahora que estás aquí conmigo
- Te has vuelto toda una romántica – dijo atrapando mi cintura para apegarme contra su pecho
- Es el encanto francés
Para ser sincera, estos días fueron realmente asombrosos; Logan y yo pasamos la mayor parte del tiempo juntos, conversando sobre cada tema posible y por supuesto, hablando de todo lo que vivimos en el último año; me contó sobre todos los problemas que tuvo que afrontar y como con la ayuda de los chicos consiguieron recuperar todo el territorio y poner a quienes nos amenazaban bajo tierra mientras que yo le conté cada cosa que viví desde mi llegada a París.
- ¿Qué te parece si después de ver el edificio vamos a recorrer Montmartre? – pregunté con una sonrisa sintiéndome cómoda en sus brazos
- Me parece perfecto – aceptó e hice la pregunta que rondaba constantemente por mi cabeza
- Logan... ¿en verdad quieres quedarte en París? – pregunté en voz baja
- Puedo adaptarme – respondió con seguridad - Es un nuevo comienzo... además, te tengo a ti y tú amas París
- También te amo a ti – aseguré rozando sus labios con los míos
- No es importante el lugar donde estemos, lo importante es que estamos juntos – respondió y volví a unir nuestros labios
No podía imaginar nada mejor que esto; caminar por las calles de París tomada de su mano, sintiendo el calor que desprendía y escuchando su voz; no había nada más perfecto que nosotros en este momento y para ser franca, desde el primer instante en que volvió a mi vida, no había dejado de sonreír.
Caminamos por algunas calles hasta que llegamos al edificio donde el agente de bienes raíces ya nos esperaba, pero en cuanto Logan intentó comunicarse y obtuvo una respuesta en francés, todo su buen humor se esfumó y tuve que hacer uso de todas mis fuerzas para no reírme.
Realmente estaba frustrado; no es que se le dificultara hablar el idioma, solo tenía que estudiar y estaba segura que podría dominarlo, pero era demasiado obstinado y no quería aprenderlo, por lo que cada vez que alguien le respondía en francés, su ceño se fruncía y su expresión se volvía seria causando que yo sonriera.
No es que me gustara verlo estresado, pero era divertido hasta cierto punto; los franceses no tenían un buen temperamento y francamente muchos pensaban que hablar su propio idioma era mejor que hablar el idioma de alguien más, por lo que entre la personalidad fuerte de los franceses y la terquedad de Logan, las cosas se tornaban un poco complicadas.
- Vous entrez s'il vous plait
- Merci beaucoup – respondí y tomé la mano de Logan para tirar de él hacia el interior del edificio
El agente de bienes raíces empezó a mostrarnos la propiedad, pero todo lo que decía era en francés y aunque yo traducía todo para Logan, él no se veía muy feliz al respecto, lo que confirmaba lo que dije durante días; Logan tenía que aprender francés o perdería la poca cordura que le quedaba.
El edificio constaba de tres niveles; primero estaba la planta baja, después comenzaba el primer y segundo piso, una disposición numérica a la que, por supuesto Logan aun no se acostumbraba, pero solo era cuestión de tiempo para que lo tomara como algo normal; por lo demás, el lugar era amplio, con grandes ventanales y estaba en una calle conocida, además de muy concurrida, donde también se encontraban otros clubes nocturnos famosos en la ciudad.
- Pouvez-vous nous accorder un momento, s'il vous plaît? – pregunté al agente y asintió dándome unas indicaciones finales antes de retirarse para darnos algo de espacio
En cuanto estuvimos solos, solté la mano de Logan y recorrí el piso con la mirada centrándome en todos los detalles mientras consideraba los pros y contras del edificio.
- No me agradan los franceses – se quejó Logan molesto y reí levemente – No me parece gracioso – siguió quejándose y me giré hacia él antes de acercarme
- Te dije que era mejor aprender el idioma
- No lo necesito
- Creo que quedó claro que sí – dije y lo escuché bufar lo que consiguió sacarme otra sonrisa
- No entiendo porque los franceses se niegan a hablar otro idioma, ¡¿Qué no saben que el mundo es amplio?!
- Eso mismo podría preguntarte a ti
- No me gusta – dijo y rodeé su cuello mientras él rodeaba mi cintura
- Logan, ahora vivimos aquí, es imposible no aprender el idioma; digas lo que digas es algo necesario
- Bueno, después seguimos discutiéndolo – respondió, pero antes de que pudiera replicar me hizo girar entre sus brazos y sujetó mi cintura mientras colocaba su cabeza en mi cuello - ¿Qué opinas? – preguntó y apoyé mi espalda contra su pecho para volver mi atención al lugar
- La zona es excelente, el edificio está bien distribuido... creo que es una propiedad realmente buena y el precio no está nada mal, ¿Tú que opinas?
- Es un buen lugar, tiene dos accesos claros, pocos puntos ciegos... será fácil de vigilar y la idea que tengo encajará perfectamente aquí
- Entonces está decidido – dije sonriendo
- Sí, solo tenemos que firmar
- ¿Tenemos? – pregunté confundida y giré entre sus brazos para quedar frente a frente
- Por supuesto
- Logan...
- Quiero que este lugar sea nuestro, Ivy; quiero que sea el club más famoso e importante de París...
- Pensé que preferías hacer negocios por tu cuenta
- Normalmente es así, pero no cuando se trata de ti
- ¿Así que este lugar...?
- Será nuestro – afirmó con seguridad – Y todo a partir de ahora lo será – dijo con un tono tan suave que me sorprendió – No importa cuanto tiempo pase, cuanto cambiemos o si no lo hacemos, soy tuyo hasta mi último latido y quiero que este sea el primer lugar que sea nuestro
- Logan...
- Cuando miro al pasado, recuerdo mi vida y todos los crímenes que cometí, pero no me pierdo porque escucho mi nombre en tus labios y sé que eres mi más grande acierto...
Sus ojos se veían tan brillantes y ardían como un gran fuego que nunca se apagaría, pero era un fuego que nunca me haría daño, al contrario, era un fuego que me hacía arder junto a él con una calidez incomparable.
Me gustaba oír mi nombre viniendo de él, porque a diferencia de otros, cuando él me llamaba, se escuchaba tan suave y melodioso que de inmediato conseguía tranquilizarme; no importaba a donde volara mi mente o lo mucho que me afectaran mis pensamientos, él siempre estaba ahí para devolverme a la realidad y hacerme sentir mejor, pero justo ahora la sensación era diferente, porque escucharlo decir lo que estaba diciendo no solo hacia latir mi corazón con rapidez, si no que me hacía sentir que no existía un límite para ambos.
"Nosotros"
Una palabra que guardaba un significado demasiado grande y que hablaba de un futuro; era cierto que Logan había hecho todo para volver a mí y que ahora se encontraba aquí en París, pero saber con certeza que tenía planes para nosotros era algo que me enternecía por completo el corazón.
Mi pasado estaba lleno de momentos difíciles y muchos recuerdos que en ocasiones luchaban por salir a la luz, pero nada de eso era importante comparado con lo que sentía al estar al lado de Logan; al sentir sus manos en mi piel y sus labios contra los míos; ningún dolor ni recuerdo era capaz de alcanzarme cuando él estaba conmigo, como si de cierta forma, incluso en mis sueños, fuera capaz de protegerme.
- Nosotros... – murmuré y no pude evitar sonreír
- Nosotros... - respondió antes de besarme
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Después de firmar el contrato de venta, permanecimos un momento más en el lugar, distrayéndonos mutuamente y disfrutando del momento, pero cuando finalmente salimos, nos dimos cuenta que el cielo antes nublado por fin había cedido y una leve llovizna caía sobre nosotros.
- ¿Y ahora? – pregunté mirando hacia el cielo
- Vamos – dijo tirando de mí, pero me negué
- Nos mojaremos
- ¿Le temes a un poco de lluvia? – cuestionó con una sonrisa autosuficiente y bufé
- Claro que no
- ¿Entonces?
- No quiero mojarme – solté y eso lo hizo sonreír
Logan me tomó en brazos, como si fuera una princesa y a pesar de que forcejeé, salió hacia la calle dejándonos bajo la lluvia y de inmediato el frío me envolvió.
- ¡Logan! – grité al sentir el agua correr por mi rostro y lo escuché reír
Su risa era grave y algo ronca, pero al mismo tiempo era tenue lo que lo hacía sonar sumamente misterioso e intrigante, pero tenía un cierto aire envolvente que me embriagaba.
- Nos miran como si estuviéramos locos – dije notando como las personas se detenían y fijaban la mirada en nosotros con algo de desaprobación
- Bueno... cuerdos no estamos – respondió haciéndome reír
Ahí, mirándonos a través de la lluvia, recordé nuestra primera conversación y ese recuerdo hizo latir con más fuerza mi corazón
- No estoy loca – dije molesta por su actitud
- Estas aquí, por si no lo sabes es un hospital para locos
- Tú también estás aquí – refuté fulminándolo con la mirada
- Yo nunca negué que estuviera loco
Mi sonrisa se extendió y tanto la lluvia como las personas que nos observaban dejaron de importarme, porque solo era capaz de mirarlo a él.
- ¿Enloquecerías conmigo? – preguntó devolviéndome la sonrisa
- Siempre – respondí y aun teniéndome en sus brazos, me hizo girar haciéndome reír
Esto era todo lo que necesitaba; estar juntos para siempre, ser él y yo hasta el último de los días, a pesar de los altibajos, los enemigos o los conflictos, siempre ser nosotros contra el mundo; porque ambos podíamos huir, pelear y enfrentar cualquier mal, pero lo único que nunca podríamos dejar atrás era a nosotros.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top