CAPÍTULO 38
IVY
Mi cabeza palpitaba y todo mi cuerpo dolía demasiado; mis ojos estaban vendados, mi boca cubierta y no tenía idea de donde me encontraba, pero si sabía quien fue el que me trajo aquí y tenía miedo.
¿Cómo pude ser tan tonta?
Cuando llegué al hotel, de inmediato me dirigí a la habitación y me coloqué ropa más apropiada; de acuerdo al mensaje de Jaxon, vendría a verme pronto, por lo que cuando escuché dos golpes en la puerta, sonreí y abrí sin preocuparme por mirarme.
Ese fue mi primer error
Quien se encontraba afuera no era Jaxon, si no Peter Mcklagen que me miraba de manera sombría y aunque mi primer instinto fue cerrar la puerta, no lo hice.
Ese fue mi segundo error
En menos de un segundo dos de sus hombres aparecieron y aunque intenté escapar, no había salida; corrí hacia el baño, pero me atraparon antes de que pudiera cerrar la puerta y por más que luche, ellos eran más fuertes que yo; aunque, aun así, pese a todo lo que estaba sucediendo, no grité.
Ese fue mi tercer error
Tal vez fue el miedo o quizá el recuerdo de cuando estuve en la misma situación, pero cuando por fin quise gritar pidiendo ayuda, un golpe me desestabilizó y todo se volvió negro.
No tenía idea de donde estaba, pero mis manos estaban atadas y sentía frío en la piel; cada fibra de mi cuerpo temblaba y mi miedo era demasiado grande.
- Veo que ya despertaste – escuché y moví la cabeza intentando encontrar el lugar de donde provenía la voz – Quítenle eso de una vez
Sentí a alguien acercarse e instintivamente traté de alejarme, pero no podía y de un tirón la venda en mis ojos desapareció; la luz me cegó y tardé en acostumbrarme, pero una vez que pude abrir bien los ojos, volví a temblar.
- Ya era tiempo de que despertaras – dijo Peter Mcklagen con una sonrisa que me aterró – Te preguntarás porque te traje hasta aquí, pues verás, mi hermano es un idiota y cae con gran facilidad ante una cara bonita y un buen cuerpo, por eso debo encargarme de todo – su tono de voz condescendiente era un asco – Cuando apareciste, llamaste mucho mi atención; no todos los días aparece una mujer tan hermosa como tú y se mete directamente en la boca del lobo – la forma como hablaba conseguía asustarme – Convenciste tan rápido a Jaxon de que eras dulce e inocente que me puse a investigar, imagina cuanta fue mi sorpresa cuando no encontré rastro tangible de ti, pero hace unos días encontré una pista, que me llevó a cierto hospital psiquiátrico donde se reportó el escape de dos internos, ¿Te suena el nombre Logan Harris? – preguntó y respirar se volvió más difícil de lo que ya era – Pues resulta que él y una hermosa chica escaparon juntos, pero no había información de ella, porque todos los documentos eran ceniza, entonces recordé que hace un año tuve que limpiar un penoso acto que cometieron algunos de mis hombres, ¿Quieres saber qué fue lo que tuve que ocultar? Pues resulta que hace un año ordené que asesinaran a un tipo que estaba robando dinero de uno de mis negocios y los idiotas que mandé a hacer el trabajo decidieron que era buena idea llevarse también a la chica que lo acompañaba y sí que hicieron cosas realmente desagradables con esa pobre chica – no podía dejar de temblar y mi miedo aumentó a medida que él se acercaba – Cuando supe lo que hicieron y que además la chica se les había escapado de las manos, busqué una solución y descubrí que esa hermosa chica estaba loca, tanto como para culparla de la muerte de su novio y encerrarla de por vida en ese psiquiátrico, además, después de lo que le hicieron, ella nunca hablaría; así que eso hice, la arrojé en ese lugar y me encargué de eliminar cada pequeño rastro en papel que existiera de ella y les hice llegar a los padres un jugoso cheque para que la borraran de sus recuerdos; honestamente fue muy fácil hacerla desaparecer – las lágrimas escapaban de mis ojos y me sentía destrozada – Adivina mi sorpresa cuando resultó que esa chica que encerré había escapado justo con la persona que más he odiado en esta vida; así que dime hermosa, ¿Dónde está Logan? ¿Cuál era su plan? ¿Qué te metieras en la cama de mi hermano y después tu amiguito acabara con él? Por que seguramente solo para eso podrías serle útil, aunque ahora sin su bonito caballo de troya no tengo idea de que hará Logan, pero yo si sé exactamente que haré contigo.
Decir que estaba aterrada era quedarse corto y cuando retiraron la banda que cubría mi boca, un quejido escapó de mis labios; ¿Qué quería de mí? ¿Qué pensaba hacer conmigo?
- Habla, ¿Dónde está Logan? – ordenó y por más que el miedo hiciera temblar cada centímetro de mi cuerpo, permanecí en silencio – ¡Mira quien salió valiente! – exclamó riendo – La valentía no te salvará preciosa, lo mejor sería que hablaras de una vez y te ahorraras un poco de dolor
No iba a delatar a Logan ni a Enzo, no importaba que hicieran conmigo, no iba a delatarlos porque ellos no merecían una traición como esa; yo acepté meterme en este juego, yo elegí arriesgarme a pesar del peligro y por eso aceptaría las consecuencias.
- ¿Qué te ha dado para que seas tan leal? – cuestionó acercándose más – Porque Logan es sin duda un idiota violento e insufrible, ¿Fue él quien te hizo esa herida? – dijo sosteniendo mi rostro con su mano y apretó con fuerza mi labio sacándome un pequeño grito – Habla y todo acabará, confía en mi
Nuevamente me negué a responder y, al contrario, escupí con toda la fuerza que tenía haciéndolo retroceder asqueado, pero por la mirada que me dio, supe que esa decisión me costaría caro.
- Veremos si un tiempo en la fosa te suelta la lengua – dijo con una sonrisa escalofriante y comencé a gritar mientras él se alejaba.
Volvieron a vendar mis ojos para después arrastrarme a otro lugar desconocido; intenté forcejear, pero fue inútil y después de algunos minutos un olor desagradable inundó el ambiente y la comida se me vino a la garganta.
Una sensación horrible me recorrió el cuerpo y mi respiración comenzó a entrecortarse, me costaba demasiado pensar porque lo único en mi cabeza era el terror que estaba sintiendo y el miedo a lo que me esperaba.
- Bienvenida a la fosa – dijo uno de los hombres que me sujetaba mientras el otro retiraba la venda de mis ojos
El lugar era peor de lo que podía llegar a imaginar; todo era oscuro y la única luz provenía de unos focos amarillentos que colgaban del techo; el pasillo en el que estaba era largo y tétrico, tanto que me recordó a mi primera noche en el psiquiátrico, cuando me llevaron por un pasillo igual a este para encerrarme en una habitación tan pequeña que parecía que te absorbía.
Ya no forcejeaba ni intentaba gritar, el shock era más fuerte que mis impulsos, pero cuando el estrecho pasillo quedó atrás, el miedo me congeló la sangre; había celdas o al menos eso parecían, pero no se escuchaba ni un solo ruido y ese silencio era ensordecedor.
Me llevaron hasta una de las últimas puertas y en cuanto la abrieron me arrojaron dentro como si no importara en lo más mínimo; no había ni una ventana, ni un mueble o algo donde sostenerme, solo el frío del suelo y una luz intermitente en el techo.
- Puedes gritar todo lo que quieras, preciosa, pero créeme, será peor para ti – dijo uno de los hombres mirándome con una sonrisa que hacia temblar mis huesos
- Disfruta tu estadía – dijo el otro y la puerta se cerró
El miedo era demasiado grande, pero tenía que intentar serenar mi mente para no enloquecer; si existía una salida de este lugar, la encontraría, iba a resistir lo que fuera, solo tenía que ser fuerte y mantenerme en calma.
Tenía el cuerpo helado y estaba mentalmente agotada, así que como pude, me hice un ovillo en el suelo e intenté darme un poco de calor mientras dejaba que mi mente volara hacia un lugar más agradable y un recuerdo que consiguiera hacerme sentir segura; cerré los ojos con fuerza y aunque mis dientes chocaban por el frío, poco a poco el sueño fue venciéndome hasta que finalmente me quedé dormida.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Mi sueño era agradable y no podía dejar de repetir el recuerdo de Logan abrazándome con cuidado mientras nuestras respiraciones se mezclaban, pero entonces, un chirrido me despertó.
- Levántate bella durmiente – exclamó una voz que reconocí al instante
Abrí los ojos y levanté la cabeza mirando hacia la puerta donde Peter Mcklagen esperaba acompañado de sus hombres y toda la paz que el sueño me había dado, simplemente se esfumó; volvieron a tomarme de los brazos y me sacaron de aquella celda casi a rastras.
- ¡A dónde me llevan! – grité intentando liberarme del agarre de aquellos hombres, pero todo esfuerzo era en vano - ¡Suéltenme!
- ¡Será mejor que cierres la boca! – gritó Peter Mcklagen y me estremecí
Siguieron arrastrándome hasta llegar a unas escaleras y después de bajar un par de niveles llegamos a un piso más frío y tenebroso, pero tras dar un breve vistazo al lugar descubrí que no estaba sola.
- Diviértete – dijo Peter Mcklagen mientras sus hombres me arrojaban al suelo y luego simplemente se fueron cerrando las puertas tras ellos
Aun en el suelo giré un poco para encarar la situación y me obligué a mantener mi miedo bajo control; había tres personas además de mi en este lugar y cada una de ellas se veía peor que la anterior.
El primero en verme fue un hombre de quizá el doble de mi edad que tenía algunas cicatrices en el rostro, el siguiente hombre estaba prácticamente al lado opuesto, pero en contraste se veía más joven, aunque también tenía varias cicatrices y por último había una chica tal vez un par de años mayor que yo, pero ella ni siquiera me dirigía la mirada.
¡¿Qué diablos era este lugar?! ¡¿Qué se suponía que tenía que hacer?!
- Párate de una vez – dijo el chico dirigiéndome una mirada dura
- Yo...
- ¡¿Qué no escuchaste?! – cuestionó y me levanté de inmediato
- ¿Qué es este lugar? – pregunté acercándome con cautela
- La fosa – respondió cortante
- Sí... eso dijeron, pero... ¿Qué significa?
- Aquí te prepararás para las peleas
- Las peleas... - tartamudee
- ¡¿Eres idiota o qué?!
- No, solo no entiendo – respondí con dureza
- Pelearas para ellos, para su diversión; aquí puedes intentar prepararte o simplemente quedarte llorando, es lo único en lo que tienes elección
- ¿Pelear para quienes? – pregunté aun sin entender
- Para quienes los Mcklagen quieran, eso no importa, lo único en lo que debes centrarte es en sobrevivir
Tenía tantas preguntas, pero al parecer su amabilidad se terminó, porque volvió a centrar su atención en las pesas frente a él y simplemente me ignoró.
Retrocedí un par de pasos y observé a mi alrededor; había un par de pesas, un saco de boxeo que se caía a pedazos y una colchoneta muy vieja, pero por lo demás, estábamos encerrados en un lugar vacío; dirigí la mirada hacia arriba y me di cuenta que gran parte del techo estaba cubierto por una reja y eso me dejó aún más confundida.
- Nos ven desde ahí – dijo la chica atrayendo mi atención
- Vi más celdas
- ¿Creías que éramos los únicos? – preguntó con burla – Hay como quince personas atrapadas aquí, tal vez más, pero no nos sacan al mismo tiempo, a algunos nunca los sacan excepto para pelear y otros simplemente desaparecen
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
- Eso no es relevante – dijo con un tono tan seco que simplemente asentí – Puede que esté aquí hoy y mañana ya no; un consejo, concéntrate en sobrevivir y mantenerte entera
- Gracias – murmuré
- Y no seas amable o te comerán viva
Quizá me tenían lástima y por eso respondían algunas de mis preguntas o tal vez no me veían como amenaza porque francamente a simple vista parecía una niña dulce, inocente y asustada, pero si tenía que pelear, lo haría e iba a sobrevivir.
Me mantuve dando vueltas por el lugar, inspeccionando cada punto meticulosamente hasta que la puerta volvió a abrirse con un chirrido que rápidamente se robó la poca tranquilidad que sentía.
- ¡Se acabó! – gritó uno de los hombres que anteriormente ya había visto
En cuanto dijo eso, todos empezaron a salir en fila vigilados por otros guardias que se veían igual de atemorizantes que el primero, pero yo me mantuve quieta hasta que nuevamente uno de esos hombres me sujetó del brazo y me llevó a rastras de regreso a mi celda.
Nuevamente me encontré ahogándome entre cuatro paredes, con el cuerpo helado y la mente corriendo a cien kilómetros por hora, pero ya no estaba tan asustada como antes porque al menos tenía una idea de lo que me esperaba.
La luz en el techo volvió a parpadear y de pronto solo se apagó dejándome completamente a oscuras; estaba segura que era una especie de castigo para alterarnos la mente y enloquecernos, porque era justamente lo que solían hacer en el psiquiátrico para hacernos reflexionar, así que estaba acostumbrada a esa oscuridad y solo traté de concentrarme en mi respiración.
Mis demonios solían atacarme cuando la luz desaparecía, pero ver las estrellas siempre conseguía calmarme, aunque justo ahora ver las estrellas parecía tan solo un sueño imposible; así que tendría que conformarme con agotar mi cuerpo hasta que el solo pensar resultara agotador.
Recordé todos los ejercicios que Logan me enseñó y en medio de la oscuridad me puse de pie para comenzar a entrenar; mi cuerpo recordaba exactamente qué hacer, cada golpe, cada respiración y cada movimiento era preciso; tal vez no era la más fuerte, pero sería la más ágil y la más inteligente, de eso no tenía ninguna duda.
Logan tenía razón, yo era una sobreviviente y en esta nueva prueba de la vida...
También iba a sobrevivir
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top