CAPÍTULO 32

IVY

Dos días después estaba más confundida que antes; Logan me estaba evitando y cada vez que lo llamaba, parecía estar ocupado con algo más, francamente no lo entendía, pensé que estábamos llevándonos mejor, pero ahora ya no estaba tan segura; en cuanto a Jaxon, estos días estuvo muy apegado a mí y cada vez aprendía más sobre él, lo cual me generaba más preguntas que respuestas.

Esta mañana Jaxon me comunicó que no podríamos vernos durante un par de días ya que tenía que viajar por negocios, pero prometió compensármelo cuando regresara y eso me hizo sonreír; en estos días Jaxon demostró un genuino interés por mí y aunque no perdía la oportunidad de halagarme, en ningún momento se sobrepasó o intentó llegar a algo más conmigo.

Él era encantador, de esos hombres que son capaces de conquistar a cualquier mujer solo con un par de palabras o una sonrisa, pero, aunque en el exterior aparentaba ser un mujeriego que se divertía como si no hubiera un mañana, también era divertido, educado, amable y muy dulce.

Jaxon no parecía ser una mala persona y tal vez ahí estaba el detalle, ¿Cómo podía comportarse de una forma tan comprensiva y dulce conmigo, pero al mismo tiempo estar envuelto en un mundo tan peligroso y violento?

En cuanto supe que Jaxon se iría unos días, decidí que podría regresar al departamento y ver como iban las cosas con Enzo y Logan, así que temprano por la mañana, salí del hotel con mucho cuidado vigilando que nadie me siguiera y di un par de vueltas por varias calles y tiendas hasta que finalmente subí a un taxi y me dirigí a una dirección cercana para después caminar un par de cuadras hasta el departamento.

Era mucho trabajo, pero tenía que tener cuidado, porque, aunque ya no creía que Jaxon tuviera a personas vigilándome, era mejor ser precavida que tener que arrepentirme.

Llamé a Enzo poco antes de llegar al edificio y él me recibió en la entrada con una sonrisa en el rostro; de inmediato me abrazó y juntos subimos hacia el apartamento donde según Enzo, Logan continuaba durmiendo.

-        ¿Todo bien estos días? – pregunté mientras él me servía un poco de café

-        Sí, todo ha estado tranquilo – dijo y por alguna extraña razón no le creí del todo

-        ¿Y Logan?

-        Durmiendo

-        Sí, eso ya me lo dijiste, pero me refiero a ¿Cómo está Logan?

-        Está bien, solo un poco irritable

-        Un poco en niveles Logan significa ¿muy muy irritable? – pregunté y Enzo sonrío

-        Bastante irritable

-        ¿Porqué?

-        Porque hay cosas que no puede controlar y eso lo altera

Por extraño que sonara, me preocupaba mucho Logan y me preocupaba el que estuviera tan irritado, porque era señal de que algo malo estaba por ocurrir; las crisis no sucedían solo porque sí, había señales de alerta, algunas pequeñas y otras más grandes, pero siempre existían señales.

-        ¿Qué hace ella aquí? – escuché de pronto y me giré encontrándome con los ojos de Logan, que me miraba de manera distante

-        Vine a verlos

-        ¿Para qué? – cuestionó con brusquedad

-        Por que sí, ¿Cuál es tu problema?

-        No deberías estar aquí

-        Logan... - murmuró Enzo

-        Tuve cuidado – dije y él rodó los ojos

-        Por supuesto – respondió Logan con sarcasmo

-        Olvidé lo idiota que eres

-        Mira quien lo dice

-        Imbécil

-        Estúpida

-        Cabrón

-        Mal hablada

-        Grosero

-        Llorona

-        ¡Jódete! – grité levantándome y perdiendo la paciencia – No es mi culpa que estés de mal humor, así que no te desquites conmigo

-        No estoy de mal humor

-        ¡Claro que sí! – respondí molesta

-        Eres demasiado sensible

-        Y tu no sientes nada

-        Prefiero eso a ser como tú

-        ¡Eres un idiota!

-        Tú eres una...

-        ¡Logan! – gritó Enzo interrumpiéndolo

Ambos se miraron durante lo que pareció una eternidad y después de bufar molesto, Logan dio media vuelta y regresó a su habitación cerrando la puerta de golpe.

-        ¿Qué rayos le sucede? – pregunté una vez que se fue

-        Ha estado difícil estos días

-        Tendrá un ataque pronto, lo sabes ¿no?

-        Tengo esperanza en que pueda mantener el control

-        Pues yo creo que perderá el control muy pronto

-        ¿Qué pasó con ustedes? pensé que estaban llevándose mejor

-        Me pregunto exactamente lo mismo; te juro que me desconcierta, un día es amable y al otro un idiota

-        Logan es difícil de tratar

-        Más que difícil diría imposible

-        Tú le haces bien

-        ¿Por qué lo dices? – pregunté y él desvió la mirada

-        Por nada, mejor cambiemos de tema

-        Pero...

-        Te tengo una buena noticia – me interrumpió

-        ¿Qué noticia?

-        Los Marshall están en la ciudad y solo esperamos el momento adecuado para interceptarlos

Sus palabras me dejaron fría; era cierto que lo que más deseaba era vengarme de los Marshall por lo que me hicieron, pero enfrentarlos cara a cara era uno de mis mayores miedos; después de todo, ellos eran los monstruos de mis pesadillas, ellos fueron los que causaron el peor daño en mí y les tenía miedo, demasiado miedo.

-        ¿Ivy?

-        Es una buena noticia – dije intentando controlar mi ansiedad

-        ¿Estás bien? – preguntó y asentí

-        Sí, solo un poco cansada y hambrienta – respondí, forzándome a sonreír

-        Iré por algo de comer, ¿Te parece? – preguntó y volví a sonreír

-        Sí, muchas gracias

-        No hay de que

Cuando Enzo se fue, solté todo el aire que estaba manteniendo en mis pulmones e intenté tranquilizarme, pero mis nervios eran más fuertes que nunca y me costaba respirar.

¿Cómo sería capaz de enfrentarme a ellos? ¿Cómo podría vengarme si lo que sentía era miedo?

Mis pensamientos iban muy rápido y mis recuerdos me atormentaban; quisiera tanto olvidar... quisiera seguir adelante y ser fuerte, pero justo ahora me sentía vulnerable y débil.

-        ¿Te pondrás a llorar? – escuché a mis espaldas, pero no respondí

Nunca antes hablé de lo que me sucedió, nunca fui capaz de decir en voz alta lo que ellos me hicieron y mucho menos fui capaz de decir lo que le hicieron a Dante, pero necesitaba sacarlo, necesitaba desahogarme o volvería a tener una crisis y eso era lo último que deseaba.

No quería hundirme o encerrarme otra vez, no quería volver a perder el control y explotar, no quería volver a sentir que el mundo se derrumbaba a mi alrededor, no quería volver a atentar contra mi misma, pero tenía miedo y el miedo en mi caso, era mi peor enemigo.

-        Ivy... - murmuró Logan y lo sentí acercarse – Ivy... - repitió agachándose hasta quedar a mi altura – Tienes que respirar

Lo escuchaba muy lejano y no podía controlarme; era como si todo regresara, como si la idea de verlos me devolviera al momento exacto en que mi vida se vino abajo y el solo recordar lo que me hicieron, aumentara mi terror.

-        ¡Ivy! – exclamó Logan tomando mis manos – Vamos, por favor, escúchame – pidió, pero no podía hacerlo

-        Yo... - empecé a murmurar, pero me era difícil hablar

-        Solo intenta pensar en algo más, en cosas buenas... - dijo, pero negué – Solo intenta respirar despacio

-        No puedo... - murmuré sintiendo que me ahogaba

-        ¡Ivy! ¡mírame! – ordenó tomando mi rostro con sus manos y obligándome a centrarme en sus ojos

Mi ansiedad estaba alcanzando el límite y francamente ahora estaba más que segura que tenía un ataque de pánico; mi corazón latía demasiado rápido y mis manos temblaban, no sabía que hacer o como detenerme y entonces Logan se acercó e hizo algo que nunca creí posible.

Me besó

Sus labios se sentían cálidos y suaves, como una gran bocanada de aire fresco; el tiempo pareció detenerse y el beso se sintió eterno, pero eso no me molestó, al contrario, provocó en mí una sensación indescriptible.

Solo podía concentrarme en la presión de sus labios contra los míos, el toque de sus manos en mi rostro y la sensación que ahora recorría mi cuerpo, pero tras unos segundos, se alejó.

-        ¿Por qué...? – pregunté mirándolo en busca de alguna explicación de lo que acababa de suceder

-        Solo... quería tranquilizarte – respondió – Tenías que centrarte en algo más

-        Claro... - murmuré sin saber que decir o como actuar

-        ¿Estás mejor? – preguntó y asentí – Entonces... quizá debería irme – comenzó a decir, pero antes de que pudiera marcharse tomé su brazo

-        No te vayas – pedí sin saber específicamente la razón

Logan y yo éramos un completo desastre; pero, aunque no siempre nos llevábamos bien, parte de mí se sentía más tranquila cuando él estaba cerca.

-        No me quedaré aquí

-        Logan...por favor... - murmuré arrastrando las palabras

-        Ven conmigo – dijo tomando mi mano y tirando de mí hacia su habitación

Logan cerró la puerta tras nosotros y tomé asiento sobre la cama mientras él tomaba una silla y se sentaba frente a mí; la habitación era bastante sencilla y parecía vacía, como si nadie la ocupara, pero antes de que pudiera preguntar algo, Logan rompió el silencio.

-        Te pusiste así por el tema de los Marshall ¿no? – preguntó y desvíe la mirada – Sabes... los monstruos solo pueden dañarte si tú se los permites

-        Pensé que me sentiría bien al saber que podría acabar con ellos, pero... tengo miedo – admití viviendo mi vista hacia Logan

-        Enzo y yo los vimos, son una basura – dijo sacándome una pequeña sonrisa

-        Son peor que eso – respondí y volvimos a quedarnos en silencio

Una parte de mí sentía la necesidad de ser honesta y por extraño que sonara, sentía que podía ser sincera con Logan, porque él no me juzgaría como las personas siempre habían hecho; con Logan sentía una conexión diferente, como si pese a las discusiones y los conflictos, en el fondo él pudiera comprenderme.

-        Una vez preguntaste quien era Dante... - empecé a hablar mientras intentaba mantenerme en control – Dante era... mi pareja... - aclaré sintiendo la mirada de Logan sobre mí – él tenía negocios bastante turbios y se involucraba con malas personas, pero a pesar de eso, estaba profundamente enamorada de él, porque nunca me juzgó ni intentó cambiarme como solían hacer los demás, él solo... me quería... - dolía hablar sobre él, pero tenía que hacerlo – Nunca me involucró en ninguno de sus negocios ni me expuso a algún peligro; pero él era ambicioso y siempre buscaba ir más lejos o conseguir más dinero; de un día a otro empezó a comportarse extraño, miraba a todas partes y estaba paranoico, en ese momento no entendía que estaba ocurriendo, pero días después, por fin lo comprendí – mi garganta ardía y sin notarlo, empecé a clavarme las uñas en las palmas de las manos – Un tarde decidimos ir a su apartamento, porque tenía una sorpresa para mí por nuestro aniversario y yo estaba tan feliz... - dije recordando ese momento con una pequeña sonrisa – pero cuando llegamos todo se fue al diablo; varios hombres nos esperaban y en cuanto cruzamos esa puerta, nos golpearon y nos arrastraron hacia una camioneta; Dante intentó pelear con ellos y defenderme, pero no lo logró y finalmente por los golpes me desmayé. Cuando desperté estábamos en un almacén o eso parecía... yo estaba aturdida por los golpes y no entendía que estaba pasando; tenía miedo por mí y por Dante, pero por más que gritaba, nadie venía a ayudarnos – me estaba costando mucho respirar, pero con la poca fuerza que tenía, me obligué a continuar – En un momento se lo llevaron, pero podía escuchar como lo golpeaban y como decían que era su culpa; lo oía gritar y eso me aterraba, pero era solo el comienzo y las cosas poco a poco empeoraron; no sé cuanto tiempo lo torturaron, pero cuando regresó, era horrible... - dije temblando – cuando me vio, empezó a pedir perdón y yo no entendía, pero no tardaron en explicarme lo que estaba pasando; al parecer Dante robó dinero de sus jefes e hizo cosas que se consideraban traición, así que tenía que aceptar las consecuencias y yo... estaba con él... así que también pagaría por sus crímenes.

Ya para este punto todo mi cuerpo temblaba y las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas; dolía recordar, dolía hablarlo y me sentía muy vulnerable, pero necesitaba seguir...

-        Ellos bebían todo el día y pasaban gran parte del tiempo torturando a Dante, pero no lo dejaban morir; escuchaba sus gritos por horas y eso me rompía el corazón, pero entonces fue mi turno... - dije sintiéndome aún peor - Destrozaron la ropa que tenía y cuando intenté defenderme, me golpearon; se reían y me decían cosas horribles, pero cuando comenzaron a tocarme... solo podía gritar y rogarles que pararan, pero eso parecía gustarles aun más; sus alientos apestaban a alcohol y eran crueles conmigo, no importaba cuanto gritara, ellos no se detenían... - dije llorando y Logan cubrió mis manos con las suyas – Me gritaban cosas obscenas y me lastimaban hasta que estaban satisfechos; pero luego todo volvía a empezar – las imágenes azotaban mi mente llevándome directamente a esos momentos y el dolor no hacía más que crecer – Los gritos de Dante me torturaban, pero mi miedo era peor cuando dejaba de gritar, porque sabía que ellos vendrían conmigo y entonces eran mis gritos los que resonaban en ese lugar; a veces lo traían para que presenciara lo que me hacían y lo escuchaba suplicar que me dejaran, pero ellos continuaban abusando de mí hasta que se cansaban y solo entonces se sentaban frente a nosotros a comer y seguir bebiendo mientras que yo lloraba con las pocas fuerzas que tenía y Dante me pedía perdón – las palabras ahora parecían salir solas, pero aun así, Logan continuó sujetando mis manos en silencio – Todo era un asco y no tengo idea de cuánto tiempo nos tuvieron ahí, pero cada segundo parecía eterno; hasta que un día golpearon tanto a Dante que ya no reaccionaba y lo dejaron cerca de mí, pero no lo suficiente para que pudiera tocarlo; aún recuerdo su cuerpo lleno de heridas y golpes, recuerdo su rostro cubierto de cicatrices y sus ojos oscurecidos; sabía que moriría, él lo sabía y como pudo me dijo que me amaba, pero ni siquiera tuve tiempo para responder – dije hundiéndome en un mar de lágrimas – se fue y me quedé sola en ese infierno, pero nada dolió tanto como ver la vida escapando de sus ojos y cuando se lo llevaron, para ocultar su cuerpo como si no valiera nada, eso fue... - y en ese momento ya no pude continuar, ya no pude seguir resistiendo, porque dolía como cuando sucedió, con la misma fuerza y la misma intensidad – Ellos lo mataron y me quitaron todo – dije mientras que Logan me envolvía con sus brazos – Me encerraron y me culparon por su muerte – dije entre las lágrimas

-        Voy a matarlos – murmuró Logan entre dientes mientras yo solo podía llorar – Vamos a acabar con ellos, Ivy, te lo prometo; pagarán por lo que hicieron – aseguró y levanté la cabeza alejándome un poco para verlo – Te prometo que no dejaré que vuelvan a lastimarte – dijo acariciando mi mejilla mientras limpiaba mis lágrimas – Te lo prometo

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