Mis terrones de azúcar, aquí esta el tercer capitulo del especial del día de la madre.

Wow, muchas gracias por su lindo apoyo, veo que les gusta mucho, jajajajja es que de verdad... Con estos hombres tienen mucho material para hacer miles de cosas en su época infantil.

Son una enorme ternura, es que de verdad... Dan ganas de apretar sus mejillas y cargarlos, pero mamá Shion no nos van a dejar cuidarlos, aunque ya veremos mas adelante que ocurrirá.

¿Listos para leer?

¿Ya tiene el regalo para sus mami?

Mañana en México es el diez de mayo el día de las madres.

A mi mamá le tengo ya listo su regalo, como a la mamá de mi novio... Jijiji un rico pozole y un paquete lleno de cositas para la piel, belleza, y cuidado.

Quiero leerlos a todos.

Por cierto terrones, ¿Ya fueron a escuchar mi primer vídeo de Youtube?

Lo pueden encontrar con el Link watch?v=NftbfrNm4Vc&t=224s

O también con el nombre del vídeo que es

Audio Fanfic Saint Seiya. Un Papá Para Kiki. Capítulo 1 (Los Recuerdos) [ShaMu]

E igual con el nombre de mi canal AMMU TEIKOKU YUDAINA

Muchas gracias por su enorme apoyo de ante mano, por que de verdad me siento muy honrada por esta hermosa oportunidad y que me den ánimos en mi nuevo proyecto.

Que cada semana iré actualizando.

Me alegra tanto que lo estén disfrutando tanto, en fin a seguir disfrutando.

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Después de una noche entre puros llantos, gritos, peleas y pedir ser cargados solo por el Lemuriano...

Se nota que Libra y el patriarca no han podido pegar el ojo ni una sola vez en todo este tiempo.

Tan solo debemos ver sus ropas ahora sucias por las babas de bebés, mocos, lágrimas, los cabellos desalineados, ojeras prominentes por una desvelada paternal.

Sin contar el desastre que se tiene en la habitación del peliverde, además del olorcito por los increíbles cambios de pañales qué debieron realizar toda la madrugada. Sí qué doces bebés gastan mucho, Dohko debió ir otra vez a Rodorio entre la noche y el amanecer para comprar más pañales, siendo algo que el patriarca le ordeno. Pues obvio que sacar a los bebés a esa hora de la noche es bastante peligroso y uno de los dos debía quedarse con ellos.

Escuchar al gallo cantar, darse cuenta que los entrenamientos en el coliseo han empezado, los pajaritos cantando alegres, todos ya están muy activos y, aquellos que velaron la seguridad del santuario por fin van a descansar.

Pobres hombres de hace más dos siglos, estos bebés todos juntos a la vez sí que son demasiado para ambos.

Sin embargo, no es tiempo de rendirse.

-Ya amaneció...-

-Si... ¿El sol siempre ha dolido tanto?- Se cubre los ojos, para levantarse e ir a cerrar las cortinas.

Un suspiro cansado deja salir el pontífice, tocándose la cabeza, estando sentado en el suelo -En toda la noche no pude leer el pergamino... Si no era miedo, era hambre, sino... Peleas por celitos por cargar a otro, cambios constantes de pañales...- Niega con la cabeza -Ay no... Esto será muy complicado- Solo recoge sus pies, para abrazar sus rodilla, ya está llegando un punto en donde solo quiere llorar -Además tengo una comitiva a las nueve de la mañana, y no voy a pode hacer llegar...- Decaído se muestra el patriarca, ya se resignó a que perdió todo el día.

El castaño estando de pie y mirando como esta de desesperado su amorcito, se siente de lo peor, sumamente culpable y no es para menos, ya que es el único responsable de esto... Aunque si los dorados no hubieran estado peleando, no estarían en medio de este embrollo, pero bueno.

-Borreguito... Lo siento...- Se arrodilla ante él, tomando sus manos -No creí que esto fuera a pasar- Lo piensa seriamente y sonríe para dar una idea que se le acaba de ocurrir –Sí quieres... Trata de dormir hasta las ocho u ocho y media para que vayas fresco- Ilusionado piensa que esta proporcionando una buena ayuda -Yo los puedo cuidar- Aunque su rostro refleje cansancio y eso que él si durmió unas pocas horas antes de ser despertado, no le importa hacer cualquier cosa por el anterior Aries.

El Lemuriano levanta su rostro, decaído y agotado, claro que no tiene ganas de ofender o ser malagradecido pero... Lanza un suspiro -Dohko... Estando contigo, casi todos lloran, gritan, o se asustan- Le hace ver el punto que hace rato tuvieron que presenciar.

En efecto, varias veces cuando Dohko los intentaba cargar, los bebés lloraban a mares, no se dejaban cambiar el pañal por él, le arrojaban cosas y preferían gatear hasta la persona que reconocen. Claro que esto deja al Chino todo triste, sin poder hacer más que perseguirlos y tratar de atraparlos, lo que ocasionaba más llantos y cero disponibilidad de los bebés.

Frunce el ceño preocupado -Pero... ¿Por qué pasa eso? Si yo quiero mucho a nuestros hijos- Casi las lágrimas se le salen, mientras agrega un puchero para que su borreguito le conteste.

No quiere herirlo, pero debe ser sincero -Dohko... Los niños no te conocían a esa edad, para ellos eres un completo extraño- Entrecierra sus ojos pensando detenidamente en algo –Eso... Me da una idea...-

Por emocionarse a lo que acaba de descubrir, no se fija en la cara de dolor y decepción qué tiene Libra en su ser, baja la cabeza triste, y muy mal emocionalmente por lo que acaba de descubrir.

Mira hacia sus retoños qué están subidos en la cama, mordiendo juguetes de goma por los dientitos que salen, jugando con peluches, y con sus amiguitos... O buscando con la mirada -Creo entender que ellos regresaron a esta edad conservando sus recuerdos de esta época... Lo que quiere decir...- Posa su mano derecha debajo de su barbilla, para entrecerrar sus ojos -Lo que conocieron en sus primeros meses de vida, es lo que tienen en sus mentes...- Asiente -Tal vez, por eso Aioros y Aioria también están un poco renuentes a estar conmigo... Aunque acceden más. Me conocieron esporádicamente en aquellos tiempos...-

Todo triste y casi tirado en el suelo -Esa es la razón por la culpa Mu y Saga están celosos uno del otro. Tú fuiste en ese entonces su figura materna ¿No?-

Shion se sonroja por aquella interrogante, desvía rápido su mirada apenado -Fui su única figura de apego en ese entonces... Pero ¿Materna?- Suspira y entrecierra sus ojos algo serio de nueva cuenta -Por pensar así es que nos metimos en este lío- Alza una tika -¿Podrías decirme por qué demonios pensaste que debían festejarme el día de la madre?- Su rostro aunque este molesto y desarreglado, sigue siendo muy adorable para Libra, aunque si le aterra un poco.

Sin embargo, no espero respuesta alguna del cansado Libra... Pues escucha como los bebés lo llaman con balbuceos, y más porque el travieso Milo lo encontró, gateo hasta llegar a la orilla de la cama para verlo, sonriéndole de manera invertida.

-¿Qué pasa mis amores?- En cuanto se levanta, toma en brazos a Milo, su rostro cambia a un más pacífico, y les dedica a todos una maternal sonrisa.

Los bebés con solo verlo se interesan en él y quieren su atención total.

Aunque rápido se entera de lo que realmente ocurre, rugidos de pequeños estómagos.

-Oh. Ya tienen hambre- Se sorprende alzando sus tikas, pero después sonríe, y alzando en brazos al pequeño pelicerúleo -¿Tienen hambre mis bebes? No se preocupen, ¿Qué les prepare algo deliciosos de desayunar?- Las risitas de sus bebés es lo más lindo del mundo.

Los otros niños solo observan y algunos aplauden como un conocimiento que Dohko les pasó al alejarse de ellos para no llorar, otros ríen y dos más están seriecitos mirando al bichito con enfado.

Aquella escena es sumamente adorable. Pareciera haber algodones de azúcar de color rosa y blanco por todo el lugar, una verdadera atmósfera de ensueño.

Los dorados saben que cuando se sienten tristes, asustados o mal, el patriarca siempre estará allí para ellos.

Libra se queda mirando atento toda la situación y, aunque está sumamente cansado, como abrumado por no ser el consentido de los bebés, sonríe enternecido -Si tan solo vieras lo lindo que te ves con ellos. Si pareces una adorable mamá- Serio se pone y en un discreto silencio -Por eso yo... Debo volverme un digno padre para ellos, y hacer la parte que me corresponde- Ahora con una nueva motivación, el Chino se pone de pie para también participar en la hora del desayuno.

Tuvieron que salir de la habitación del patriarca. Para Shion, no es ahora problema llevar a sus chiquitines en brazos y con Telequinesis. Sin embargo Dohko debe llevar la comida que compro, como papillas, leche en polvo, botellas sucias que se deben lavar, al igual que otros artículos.

---Comedor Del Santuario---

Sentándose en una banca, para descansar después de a ver armado doce periqueras -Qué bueno que no había nadie aquí-

Con un mandil de color verde pastel, llevando ropas qué no usaba desde que era un joven aprendiz. Son mucho más cómodas que su túnica. Está muy concentrado preparando doce papillas distintas -Ya es la hora de entrenar y empezar sus misiones, como sus deberes- Allí se acuerda de otra cosa y suspira -Se supone que hoy debía asignar nuevas misiones, pero... No creo poder ahora- Mira a los bebés que exploran las periqueas, ya están todos sentaditos, esperando su deliciosa comida.

Ahora sí, de nuevo Dohko parece querer llorar -Por favor borreguito, ya perdóname- Casi se le lanza a los pies para que lo disculpe.

Aquello casi lo hace tirar los recipientes qué lleva en sus manos, pero se sabe controlar perfectamente, y su cosmos le ayuda mucho como la telequinesis.

-Dohko, esta bien...- Le dice con una débil sonrisa para que el pobre hombre ya no se azote.

-¿De verdad?- Le pregunta feliz, con una sonrisa en sus labios.

-No es como que te voy a perdonar de inmediato...- Frunce el ceño levemente –Por qué si perderé un día entero de trabajo -Bufa molesto –Pero...- El ver las sonrisas de sus niños ante su llegada con el almuerzo, lo vale todo –Creo... Que no es tan malo-

Esa cálida sonrisa que Shion solo dedica cuando esta muy feliz, y siendo algo que le enternece y conoce muy bien; Y aunque no sea para él, le alegra tanto verlo así con los doce revoltoso hijos que tienen.

Se incorpora para también disponerse a hacer su deber.

Toman algunos platos de aquella mesa, donde se prepararon cada papilla –Empecemos a alimentar a nuestros niños-

Dispuesto a llevar esas papillas que tomo a Aldebarán y Aioros.

Pero antes de siquiera ponerlos sobre la mesa de la periquera, Shion lo detiene abruptamente con un llamado de atención.

-Dohko, no les des las papillas de Milo y Shaka a Aldebarán y Aioros, no se las comerán-

-¿Eh?- Mira aquellos blandos alimentos, ambos se ven como puré, así que es difícil diferenciarlos al ojo inexperto -Pero... Si son lo mismo-

Lanza un suspiro y enternecido por la manera de ser de su tigre, le sonríe para indicarle las instrucciones correctas -Por las mañanas, a Milo le encanta comer papilla de manzana hervida, y Shaka prefiere la papilla de papa con un toque de sal- Le indica su conocimiento mientras deja los platos qué lleva delante de los bebés que les corresponde -A Mu le fascinan las fresas molidas hasta hacerlas puré y agregarle un poco de leche- Deja el plato con una cuchara para bebé, a lo cual el pelilila sonríe y toma torpemente el utensilio para empezar a comer sólito. La ternura vuelta persona, con esa emoción reflejada en sus ojitos y tikas -A Saga le gusta el jugo de carne en baño maría, también con un poco de sal- Señala para entregarle una especie de sopa rojiza, qué él peli azul parece recordar muy bien, sujeta con mayor firmeza y confianza la cuchara para comer más apropiadamente.

Para Dohko, el hecho de que Shion sepa todo de memoria a pesar de haber pasado tantos años, le impacta –Wow... Eres asombroso, borreguito- Un halago le dedica, para así darles las papillas que lleva en las manos a los correspondientes dueños.

Milo se emociona tanto por su comida, que ignora por completo la cuchara y empieza a comer con sus manitas, al ya tener sus primeros dientes, mastica la papilla con la boquita abierta, sus ojitos se ilumina y sonríe por lo delicioso de sus alimentos -Ja, ja, ja, eras igual le glotón de bebé, como lo eres ahora- No puede evitar acariciarle los cerúleos cabellos al menor.

Acto seguido le entrega su comidita al pequeño rubio, el cual con toda la calma mundo y sentado en su periquera, espero a que le colocarán la cuchara cerca de su plato, para asentir y comer -¿Shaka, sabe agradecer?-

-No sabría decirte si lo hacía desde bebé, llego un poco más grande que ahora... Pero tiene esa costumbre- Enternecido ve al virgo –Y se ve realmente adorable ¿No?- Asiente, con las mejillas rojas, por ver a los primeros cuatro bebés ya degustan su comida. Así que tardarse ya no es una opción.

Y así pues, siguieron con los demás.

-A Aldebarán le encanta la papilla de plátano, y al igual que Milo, le gusta comer con las manos- Le dedica una leve risita al verlo con los ojos brillantes, comiendo un poco más tranquilamente con las manos, qué el embarrado de Milo -Para Aioros... La pera es su fruta preferida, perfectamente rebanada y rallada, la come con la cuchara o las manos, dependiendo como lo quiera...- Observa como el Cataño, sigue siendo torpe en sus movimientos finos, por ende se embarra un poco el rostro pues no le atina a su boca -Bueno, a veces batalla un poco- Se acerca para limpiarle la carita rápido y seguir con su labor.

-Entonces, borreguito... A lo que me dijiste... El puré rojo de betabel es para Afrodita, y este de ciruelas para a Kanon, por que fue el único que no requirió tantos cambios de pañales en la noche- Lo piensa detenidamente -¿No sería algo contraproducente?-

Mientras lleva dos platos más en sus manos, niega con la cabeza serio -No, al contrario. De pequeño, Kanon sufría de estreñimientos constantes, por eso me di cuenta que necesitaba esta papilla, sé que el sabor por si solo le desagrada, así que le puse un poco de miel y mira...- Lo señala con la mano extendida -Lo come sin problemas- Reacciona rápido, para dedicar una seria mirada a su Chinito -Solo ten cuidado con Afrodita, qué le gusta mucho mancharse la cara con el betabel y ensuciar a los demás, por que le gusta pintarlos- Le da bastante risa, haciendo qué la cola de cabello qué se hizo para andar mas cómodo, se mueva de lado a lado.

Esto solo provoca que Libra se quede aún más prendado de ese precioso hombre de tez blanca, mejillas rosadas y cabellera verde tan estilizada, es tan dedicado, hermoso y atento a esos bebés, con cada detalle o cosa que requieran, bueno... Así ha sido siempre -Mi amor eres grandioso- Podría quedarse toda la mañana admirándolo, pero obviamente aún faltan los últimos cuatro retoños.

-Bien, Shura disfruta la papilla de durazno, pero come muy lento- Niega con la cabeza suspirando -Debí servirte primero... Perdóname- Se disculpa con el bebé, el cual al ver su plato, empieza a comer con calma su papilla, acompañado de esa sonrisa tenue en su rostro, simplemente es adorable como sus mejillas se sonrojan.

-Para Camus una papilla de brócoli- Al igual que con algunos, el acuariano al ver su comida se le hace agua la boca, y con sus deditos toma poquito para probarlo, pero al darse cuenta que es su favorito, lo empieza a comer con la cuchara, aunque a veces toma pedacitos con sus deditos por mera diversión.

Cada detalle no lo pierde de vista el patriarca, sus hijos son tan lindos y adorables, que podría pasar el día entero viéndolos comer.

-Para Aioria otro juego de carne, pero sin sal- Sonríe, y ve al peliverde que le dio aquellas instrucciones, a lo cual el patriarca asiente gustoso, ya que su amorcito le presto mucha atención en cada detalle.

Deja la sopita sobre aquella mesita delante de Aioria, quien solo quería meter la cabeza entrará en el plato, para devorar el contenido rápido.

-Aioria, te estoy viendo- Advierte el ataque, mientras lo mira atento, con los brazos cruzados alzando una tika.

Cosa que le da mucha risa al menor, y contesta con un –Shiiii-

-Y por último... Papilla de guayaba para Death Mask- Deja el último plato y apenas lo entrega, el cangrejito dorado se lo empieza a devorar con ferocidad, dándole igual mancharse el rostro y ropas, pero eso es algo evidente.

Y así pues... Los dos adultos quedan agotados, uno por haber armado todas las periqueras para sus niños, y el otro por cocinar doce diferentes papillas y no confundirlas, y el final ambos les entregaron a sus hijos lo preparado con mucho amor y cariño.

-Borreguito ¿Cómo lograste aprenderte todos sus gustos?-

-Fue algo fácil, los fui conociendo a cada uno de a poco, sabiendo que les gustaba y que les disgustaba, sus necesidades y leyendo, aprendí qué platillos les encantaría más- Lo explica como si fuera cualquier otra cosa, sin embargo su tono, mirada y sonrojo en sus mejillas, revela qué esa información tiene una mayor importancia que lo que desea aparentar.

Acto qué Dohko no pasa desapercibido, suspira maravillado por la belleza del hombre que le ha robado el corazón, y claro que esto le confirma a cada segundo que ese amor perdurara para siempre.

-Eres tan espectacular, maravilloso, precioso y lindo... Te amo mi dulce Shion- Empezó a hablar de manera cursi, por ende se acercar al patriarca, para tomar sus delicadas manos y besarlas con todo el amor que siente por él.

Lo cual hace sonrojar mucho más al pontífice, quien se estremece por este acto, a la vez que se avergüenza de inmediato -Dohko... No digas eso...- No negara qué esas palabras son las más bonita del mundo, pues dichas por su amado Libra, aunque esto no lo hace perder de vista esos preciosos ojos esmeraldas que ama.

-Shion, no lo puedo evitar- Sus ojitos puestos sobre los cuarzos, sus mejillas sonrojadas y sus labios entre abiertos, ladeando la cabeza levemente -Verte tan dedicado a nuestros hijos, tan dulce, tan amable, tan bonito- Lanza un fuerte suspiro -Simple y sencillamente no puedo evitarlo, decir lo que mi corazón siente, solo deseo poder permanecer a tu lado para siempre Sí que es muy romántico el Chinito, tanto así que se va acercando peligrosamente al peliverde.

El corazón del Lemuriano mayor se acelera, haciendo desaparecer el cansancio que traía encima, y al sentir la respiración del Tigre chocando contra sus labios, le indica que un beso se aproxima, uno que necesita y desea tanto -Dohko te amo mucho...-

Pero antes de poder efectuarlo...

El castaño siente algo que lo golpea en la cabeza, siendo bastante húmedo que chorrea por su nuca, por ende se sorprende, para rápidamente girarse hacia atrás.

Para que el peliverde encuentre parte de la papila de manzana en los cabellos de su amado.

Las esmeraldas del Chino ven al culpable frunciendo el ceño y con parte de su almuerzo en mano.

-¿Milito?-

-No... Malo...- De nuevo le vuelva arrojar comida pero esta vez, aquella papilla cae sobre Shaka, y tal cosa lo hace enojar mucho, pues nunca ha sido partidario de la suciedad y por ende sus ojos azules se abren. Acto que Shion conoce como un terrible peligro latente.

-Shaka, espera...- Quiere llegar con él, antes de que todo empeore, pero no lo logro...

Enojado y con lágrimas en sus ojitos, su cosmos contenido se manifiesta con tal fuerza, que hizo volar todas las papillas y ensuciar a todos los bebés.

Terminando todo en una guerra campal de comida, en donde todos perdieron y cubiertos de pies a cabeza, incluido Shion y Dohko... Y por ende también los pequeños, qué aun tenían hambre y no habían terminado de comer, empezaron a llorar y aquellos qué toman todo a juego, arrojan lo que les había caído encima a los demás para seguir con sus bromitas.

Ver el comedor hecho un desastre los hace palidecer, casi se les va el alma del cuerpo...

-¡¡¡¿PERO QUE HA PASADO?!!!-

-Shaka... Y sus descontroladas muestras de cosmos espontáneos- Suspira, para dejarse caer en una banca y notar como de su cabello escurre parte del jugo de carne y duraznos...

Pobres hombres... Esto de tener hijos con un cosmos qué parece estar recuperándose de a poco, ya que en la noche anterior, no había ocurrido nada de eso...

Puede significar algo bueno a futuro, pero malo a corto plazo. 

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien, aunque algo a las carreras como siempre.

Espero que estén disfrutando el día de hoy.

¿Están listos para la lectura?

¿Ya tienen preparados los regalos para sus mamitas?

¿Que les pareció el capitulo del día de hoy?

Espero que les gustara mucho.

En fin, cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Los mega quiero a todos.

Ammu se va.