4- Viaje inesperado a Tokio.

Narra Brunchi.

Observaba dormir a Kuro en el fondo de mi mochila, era bastante tierno verlo dormir, ni pensar que éste vampiro me ha hecho mucha compañía y aun sigue estando conmigo. Hace unos meses atrás le había regalado un collar, que tenía su nombre escrito, y mi numero de celular por si acaso se me perdía. Aunque él halla dicho que nunca sucederá, ya que como yo soy su "Ama", él no puede alejarse de mí, ya que una barrera o cuerda espiritual nos une.

Lo comprobé ese mismo día, cuando lo olvidé en mi cuarto y me iba en dirección a la parada de bus, pero cuando a penas salí de mi casa había caído para atrás, notando esa cuerda, mientras Kuro me miraba desde la ventana del balcón. Que vergüenza me dio, al ver su rostro como diciendo: "te lo dije, ha~" mientras bostezaba.

Pero bueno, no se imaginan lo complicado que fue que los guardias no se dieran cuenta de que llevo a un gato conmigo, ¿guardias? Pues resulta que voy en avión en dirección a Tokio.

Resulta que gracias a que doy una persona tan servicial y devolví un maletín de dinero, lo cual podía haber comprado mi notebook táctil, pero preferí esperar y devolver el dinero. Como tan buena samaritana fui, el señor que era el dueño del dinero me lo recompensó con un boleto a Tokio, y todas las comodidades. Claro que al principio fui modesta, y le dije que su agradecimiento ya estaba soldado el favor. Pero el señor insistió tanto que no me dio oportunidad de rechazarla, a pesar que no soy ni un poquito buena en hablar el idioma que predomina en Tokio, nada de nada.

Aunque Kuro por muy increíble que parezca dijo que me ayudaría a comprender las palabras y toda esa interesante complicación mía, a veces me siento burra por no tener interés en este idioma, pero... Siendo sinceros NUNCA me planteé en que yo iría a Tokio. Mis planes era ir no sé, Italia, Inglaterra o España e incluso México, pero nunca se me pasó por la mente... Tokio. Pero si pienso positiva quizás conozca nuevos amigos y Kuro se divierta mas.

Me empezó a dar sueño, por lo que dejé a mi lado la mochila con Kuro, me aseguré que nadie me molestaría, y le seguí el ejemplo a mi tierno gato.

////////////

Siete u ocho horas después.

Brunchi al igual que Kuro habían llegado a Tokio, ocasionando que ella se emocionara y una sonrisa que acompañaba nervios junto diversión a conocer aquel punto del mundo tan grande para ella. Kuro se encontraba durmiendo en la mochila de Brunchi, como todo un perezoso.

-Wow, wow... Creo que deberé buscar el joven que dijo el señor Takane que enviaría para que me ubicara en el departamento del hotel que era mío. -murmura para sí.

Mientras busca el cartel, y se encuentra con su nombre plasmado en uno de los muchos que había allí, se acerca y saluda. Para su suerte de Brunchi, el joven hablaba español por lo que tranquilamente no tuvo problema en pedir consejos sobre los lugares.

Una vez que llegaron a lo que sería su casa por alrededor de un año, sí, el pasaporte y estadía en Tokio sólo sería por año. Eso lo había establecido Brunchi, ya que ella deseaba ir a visitar a un buen hermano que estaba en México, y claro que eso ya iba por su cuenta.

-Gracias joven Katashi, espero que nos volvamos a ver -agradece Brunchi, con una sonrisa amable.

El joven pelinegro, de unos 25 años le corresponde la sonrisa.

-No se preocupe de ello, soy su guía y estaré para ayudarla, el señor Takane me lo pidió. Cualquier cosa solo llameme, aquí está mi numero -dice Katashi, quién entrega una tarjeta.

Observa su numero. Y se sonroja un poco.

-Gracias, lo haré -asegura.

-Bueno me retiro, asumo que ha de querer disfrutar un poco de tranquilidad antes de salir a pasear por las calles -dice Takashi.

Brunchi asiente.

-Hasta luego -se despiden.

Brunchi al cerrar la puerta, saca a Kuro de su mochila y lo coloca en la cama.

-Hemos llegado -comenta a Kuro.

-Ha~ que fastidio... -murmura y se da la vuelta para seguir durmiendo.

Brunchi suspira, y lo deja dormir, mientras busca la cocina, al encontrar la heladera, encuentra helado, feliz lo empieza a comer. Mientras agarra otra cuchara mas.
Se sienta en la cama, a un lado de Kuro, y cruza sus piernas en forma indio.

-Kuro, despierta, ven a comer un poco -anuncia.

Kuro al verla comer tan feliz, algo también se despierta en su estómago, piensa que es comida por lo que se acerca. Se sienta en las piernas de la pelinegra y abre la boca. Brunchi sonríe y con la otra cuchara agarra un poco de chocolate y se lo da. Mientras ella también come pero del sabor cielo.

-Por hoy no saldremos, tu pereza hoy me haz contagiado, más el cambio de horario al cual no estoy acostumbrada, estaremos comiendo aquí y durmiendo, sin mucha fatiga. -comenta Brunchi entre una cucharada.

Kuro saborea el helado, y bosteza.

-Esta bien... Con tal que no haya esfuerzo, todo bien -contesta.

Brunchi le acaricia la cabeza de kuro, tras sus orejas, ocasionando que ronronee.

-Gracias por seguir a mi lado, amigo. Ahora abre boca -pide con cariño.

Kuro siente un temblor de molestia ante la palabra "amigo" pero no le toma mucha importancia y hace lo que pide su ama.
Ahora degustando el sabor cielo.

-Ha~ ya entiendo porqué este es tu sabor favorito, es rico -comenta Kuro.

Brunchi se sonroja un poco al ser tan obvia.

-Es que es un sabor casi parecido al de chicle, algún día te haré probarlo -afirma entusiasma.

Poco tiempo después entre ambos terminan el pote de helado, que era el de 1/4, por lo que ambos se acuestan a dormir, mañana sería un nuevo día.

////////

Al día siguiente.

Narra Kuro.

Desde que llegamos Brunchi anda suspirando un poco, al parecer no está del todo acostumbrada a estar lejos de su familia, pero igual siempre está con una sonrisa. Ahora se estaba preparando para salir, al salir del baño la veo lucir unos jeans ajustados con una remera violeta. Junto con unaochila violeta. Al parecer su color favorito era ese.

-Bien, vamos Kuro, según Takashi y el mapa que me dio, no es difícil llegar a un teatro, he visto en la tele que hoy hay una presentación de un pianista muy famoso -comenta ella muy feliz.

Al parecer le encanta la música clásica. Hay muchas cosas que voy conociendo de Brunchi, es una chica bastante activa como también perezosa, aunque siempre se esté metiendo en problemas.

-Ha~ -bostezo.

Ella sonríe y besa mi cabeza, hace tiempo ella empezó a aplicarse una vacuna para tratar sus alergias que actuaban ante el contacto de los gatos. He de asumir que el motivo era por mi, ya que era obvio que le fastidiaba que cada tanto que me daba cariño su molestia de alergia apareciera.

///////////

Con un poco de dificultad Brunchi se perdió un poco, pero Kuro al ver que era el mismo lugar por donde antes paseaba con Mahiru, suspira y le indica con cansancio a Brunchi por donde es. Ocasionando que ella sonría agradeciendo.

Cuando llegamos, pagamos la entrada e ingresamos, el lugar era enorme, ocasionando que Brunchi abra la boca sorprendida.

Sonrío un poco, me encanta ver que a pesar que es una adolescente madura, a veces saca su personalidad infantil.

-Mira kuro~ esto es enorme, me gusta su decoración, su ambiente, aunque siento algo extraño -comenta.

Kuro siente una presencia conocida para él, por lo que se tensa un poco, pero atrae a Brunchi como una niña pequeña para que se sienta en el fondo. Por algún motivo también sentía la extraña sensación que ocurriría algo.

-Buenas noches, damas y caballeros, esta noche el gran ángel y pianista les presentará una gran pieza musical -dice un joven de mechas rubias y mostaza, de piel blanca junto unos lentes.

Ha~ Lawless y su amo también están aquí, que fastidio.

-¡Yay! Al fin, al fin podré apreciar una pieza delicada -comenta Brunchi, emocionada.

Ni se percata nada, sólo se digna en dar importancia ciertas cosas, ella es un poco despistada.
Enseguida el piano de aquel pelinegro con mechas blancas empieza a sonar. Y la melodía suena a tristeza.

Intento ignorarla, no me siento cómodo. Pero al verla, logro ver cómo a pesar que por sus mejillas caen lágrimas, igual está con una sonrisa. Es bastante extraña, me dedico a limpiarlas con mi mano delicada y con pereza, sorprendiendola. Sus ojos parecen iluminarse al verme.

Pero justo cuando ella va a decir algo, Lawless se descontrola, y empieza a matar a las "personas" los cuales sólo eran críos de otro servamp.

-¿K-kuro? -tartamudea con algo de miedo.

La observo, y la levanto.

-Vámonos, ya se terminó la obra -pronuncio, estirándola a mi.

Ella me mira con pánico y asiente.

-¿Dónde creéis que van?-pregunta el servamp de la codicia.

Brunchi se gira a observar con curiosidad.

-¿Eh? ¿Quién eres?-pregunta ella.

-Vamos... En casa hay helado -pronuncio.

Ella se gira a verme, y se debate entre quedarse o ir por el helado. Sé que el helado es su punto débil.

-Uh~ lo siento, pero ha sido un gran espectáculo -sonríe cálida, Brunchi.

Al parecer piensa que todo a sido un teatro y que nadie ha muerto. Ocasionando que Lawless sé sorprenda.

-No irán a ningún lado, Oh~ ¡cuánto tiempo sin vernos hermano!-exclama con humor negro.

Observo como si acerca resentido a mi, pero Brunchi se coloca frente a mi, noto como su expresión ha cambiado y es seria.

-Respeta el espacio personal -dice seria.

Lawless le intenta agarrar del cuello, quizás porque pensó en alguna estupidez, pero lo detengo.

-Ha~ piérdete -pronuncio.

Él se suelta bruscamente de mi agarre.

-Tks... Con que ella es tu nueva ama -afirma.

Brunchi se tensa, pero igual sonríe.

-¿Que con ello? A ti no te interesa, y al parecer ni se llevan bien, por lo que sino quieres quedar muy lastimado, piérdete -dice seria, aquella mirada en verdad era seria, hasta yo incluso trago saliva.

Nunca la he visto tan seria.

-No te equivocas ¿pero como una humana podría dañarme? Eres inútil -comenta.

Sin mucho esperar, me sorprendo por lo que veo, y no logro entender mucho. Todo pasó muy rápido, Lawless está en el piso sobándose con dolor aquella zona sensible.

-Idiota, vampiro machista, seré humana y débil, pero nadie se resiste a ese dolor -escupe las palabras me agarra la mano, me la estira.

Cuando ya estamos por salir, escucho una risa.

-Jajajajaja... Rata te hicieron puré, jajajaja -dice el famoso Licht Jekyllad Todoroki.

Brunchi al parecer se ha enojado en serio, por lo que no se inmuta de la presencia del chico, sólo me lleva lejos del lugar.

-Tks... -chasquea la lengua.

La observo llevarme a nuestra casa, en silencio, pero veo que una de sus manos está empuñada. La agarro, y detengo ya a unas calles de llegar.

-¿Que... pasa?-pregunta confusa.

La miro, suspiro.

-Tranquila, ya pasó -murmuro.

Ella me mira, y al ver que sostengo su mano, empieza a notar que estaba tensa, suspira.

-Lamento haber reaccionado así, sólo... Me molestó que quisiera pegarte así como así -comenta Brunchi.

No me miraba, había bajado su rostro. Hago una mueca y levanto su mejilla.

-No te preocupes, sólo ha sido un detalle menor -digo tranquilo.

Ella asiente, pero ante la cercanía al parecer hace que un leve color rosado aparezca en sus mejillas.
Pero ella ni cuenta, por lo que sin más, sólo me abraza, se acurruca en mí. Bostezo y acaricio su espalda, logrando que se relaje.

-No siempre me verás sonreír, hay veces que me mosqueo, y todo rastro de buen humor desaparece en mi. Aunque... Tengo una duda -explica Brunchi.

La escucho, y lo del final me causa intriga. Está de más decir que ella siempre tiene dudas.

-¿Cuál...?-pregunto.

-Es un servamp, ¿verdad? ¿Cuál? -pregunta curiosa, dejando que pueda ver su rostro.

Bostezo un poco, al verla más tranquila.

-Cierto, y es de la codicia.

-Ha~ ya entiendo. Que lastima no pude gozar de mas música -comenta desilusionada, pero luego sonríe. -¡Que va~! ¡Vamos a por el helado! -exclama.

Sonrío un poco, y niego, dirigiéndonos a casa.

Siendo así su personalidad me gusta, no es muy molestos. Es prudente.

///////////////

Tres días después.

Narra Brunchi.

Hoy luego de salir del primer trabajo que conseguí, ahora estoy trabajando en un local de veterinaria, a pesar que sólo sea la encargada de cuidar a medio tiempo los animales, pagan bien.
Ahora ya es casi de noche, pero he estado atenta y escuché a unos turistas hablar sobre una feria.

-Kuro, vayamos a esa feria, ¿si? -pregunto.

Suele gato azulado casi morado, me observa, bosteza.

-Vale~

-¡Yay! -contesto.

Nos dirigimos al lugar pero de tan concentrada en ver todo a mi alrededor chocó con alguien, al ver que voy a caer, chillo, cierro los ojos, pero no siento la caída.

-¿Eh? -murmuro, observo que con el que creo que tropecé me ha superado. -Uhm... ¡Gracias! -comento dudosa.

Aquel chico era rubio, pálido, algo musculoso, y fuerte, junto con hermosos ojos celestes, casi inexpresivos.

-No hay de que -contesta.

Nos separamos, y luego observo que no sólo a mi me sujetaba, si no que a un... ¿Ataúd?

-¿A quién llevas allí? -pregunto curiosa.

Él mira donde observo, y con simpleza me contesta.

-Nada, aunque estoy buscando a un amigo, es pequeñito ¿no lo haz visto? -pregunta.

Niego con la cabeza.

-¿Te ayudo a buscarlo? Además no conozco por donde podría ir a comer -comento.

Él asiente, y ambos nos disponemos a buscarlo, pero de repente un hombre raro me deja un maletín, y yo siento incomodidad.
De repente un chisme corre, de que había una bomba en un maletín.
Me alarmo.

-¡Kuro! -lo invoco.

El se transforma en vampiro humano.

-Tíralo al lago, ¡osea lejos! -ordeno.

Él con simpleza lo hace pero luego vuelve el maletín, me alarmo, agarro a Kuro y el nuevo amigo, alejandolos. Pero el rubio no se mueve, sino que agarra el maletín y lo mete en el ataúd.

-Eres conciente que moriremos si eso no resiste ante la explosión ¿verdad? -comento con un poco de nerviosismo.

-No te preocupes, eso no puede romperse, por cierto me llamo Tetsu, Sendagaya Tetsu -sé presenta.

Se escucha que la alarma de la bomba advierte y explota, abrazo a Kuro con pánico, escucho silencio.
Me giro a ver a Tetsu y el ataúd de abre dejando ver a un niño todo ¿quemado?

-¡¿Arg?! !Tetsu! ¡Avisa cuando harás algo así! -exclama enojado Hugh, un niño con lentes, parecido a un mini Drácula.

-Awwe... Mira Kuro, apuchulina, un vampirito -digo enternecida.

Kuro me mira muy aburrido.

-Ha~ hola -saluda.

-Vaya, Sleepy Ash, nos volvemos a ver, hermano -dice el pequeño Drácula, dejando de quejarse y desenpolvándose.

Era pequeño, casi como un chibi, cabello corto, con lentes, con un traje y capa al estilo Drácula.

-¿Otro hermano? Hola soy Brunchi, un gusto -saludo amigable.

El pequeño Drácula me observa, y se presenta.

-Lamento mi falta de modales, jovencita Brunchi, soy ---------- y el servamp del orgullo-dice un nombre hiper largo.

Veo a Tetsu, no entendí nada.
Creo que se da cuenta.

-Se llama Hugh, sólo quiere llamar tu atención, no te preocupes -dice Tetsu, explicando.

Hugh lo mira enojado, y empieza a quejarse.

-Calma~ ha~ -bostezó con sueño- un placer Hugh... Al parecer Tetsu es tu amo ¿no?

Ambos me miran sorprendidos.

-Así que eres la ama de Sleepy Ash, un gusto. -dice Hugh.

Sonrío dulce.

-Sipi, aunque disculpa las molestias, pero podrían guiarme hacia un lugar del cual poder cenar, me muero de hambre -comento avergonzada.

Ellos me miran y sonríen.

-Claro, vamos -dice Hugh.

Tetsu sólo asiente. Al parecer no es muy conversador.

Al menos me he ganado un amigo, un pequeñito Drácula, junto a Tetsu.
Me agradan.

//////////////

Una semana después.

Narra Sleepy Ash/Kuro.

Desde hace una semana que nos encontramos con dos de mis hermanos, Brunchi se ha estado juntando un poco con Tetsu, al parecer quiere que sea mas conversador pero me da gracia ver que el humano es bastante tímido, aunque no sé porque no me agrada que ella se acerque mucho a él.

Hugh ha estado muy observador, y dice que estoy gustándome de Brunchi, pero no lo creo, sólo pienso que es algo así como intranquilidad. No lo sé, ella hace que mis días sean locuras, y hacer que de cierta forma sean insanas para mi.

Ahora nos dirigíamos en busca de alguna tienda, ya que Brunchi ha estado muy interesada en encontrar un ungüento para sus alergias, la otra vez al tomar una aspirina le causó una alergia que la dejó por tres días en cama, fue fastidioso verla en ese estado. Ya me he acostumbrado a su hiperactividad.

Hace varias horas que estamos caminando, y al parecer nos perdimos, pero ella no lo quiere admitir, por lo que piensa que aun vamos por buen camino.
Pero justo cuando iba siguiéndola, para abruptamente ocasionando que choque con ella.

-Ha~ ¿uh? -observo.

-Es allí, ¡ves! Si tengo instinto de brújula -dice contenta y corre en dirección a la tienda.

Pero... Esa presencia no es de Jeje.
Bostezo y me convierto en gato, para quedar en los brazos de ella. Entramos. Y una campanilla suena.
Avisando nuestra presencia.

Enseguida todos nos reciben.

-Vaya... La ama del servamp de pereza, ¿desean ayuda? -pregunta Mikuni Alicein.

Aquel humano rubio, piel pálida, con un ridículo sombrero negro con rojo, y una bufanda amarilla con negra, junto a una muñeca vudú.

-Hola, buenas tardes, si, buscamos un tipo de ungüento o algo así para cualquier tipo de alergia a la Dipirona, o a los ácaros, ¿hay alguna? -pregunta Brunchi.

En verdad a veces parece ser muy despistada. Ni siquiera siente peligro. Ya vio a jeje en su forma serpiente.

-Claro, creo tener una solución para ello, espéreme un momento -dice Mikuni.

Brunchi sonríe asimtiendo, mas luego se queda mirando las cosas alrededor, no pasa mucho que vuelve y le da un ungüento.

-Éste puede servirte, sólo póntelo cada dos a tres veces, no más. Si la alergia persiste, avísame -sonríe amigable Mikuni, dándole una tarjeta.

-¡Muchas gracias... !-dice Brunchi percantandose al parecer que no sabe su nombre.

-Mikuni Alicein, soy el eve del servamp de envidia, un gusto preciosa -se presenta.

Jeje la mira desconfiado. -Soy Jeje, el servamp de envidia....

-Un gusto para ambos, me alegra conocer a más servamp -comenta Brunchi.

Suspiro, cierto los ojos.

-Al parecer Sleepy Ash sigue siendo muy perezoso -dice Jeje.

Brunchi asiente.

-Sí, pero así lo acepto, además es mi amigo -comenta feliz.

Bufó y cierro los ojos, hace semanas que no me gusta que digo amigo, y no entiendo el porqué.
Escucho una risa, de Mikuni.

-Al parecer eres un poco despistada -le dice Jeje a ella.

Brunchi frunce el ceño al no comprender.

-Sí, pero, ¿con que ahora? -pregunta curiosa.

Tks.. Ahora empezaran a decirle fastidiosas suposiciones.

-Preciosa, eso deberás descubrir por ti misma -dice Mikuni al entender a Jeje.

-Ha~ que aburrido... Pero bueno, nos veremos en otra, ahora debemos ir a casa antes que sea muy tarde -se despide Brunchi agarrando el ungüento y dejando dinero.

Pero Mikuni, la detiene, y devuelve el dinero.

-¿Eh? -lo mira confusa.

-Es regalo de la casa, y por aguantar a aquel gato perezoso -dice Mikuni.

Brunchi se sonroja y asiente.

-Muchas gracias, vendré a visitarte -afirma y nos marchamos.

Al parecer mis hermanos están todos en la ciudad.

////////////

Dos semanas después.

Brunchi se encontraba caminando en dirección a la veterinaria Seigatsu Pet, con sueño pero bien temprano llegaría.

-Ha~ que sueño -bosteza Brunchi.

-Nos hubiéramos quedado a dormir -murmura Kuro, acomodándose en la mochila.

-Aja~ ¿Quién nos daría dinero para la comida fuera del hotel? -pregunta ella.

Ocasionando que Kuro gruña al darle la razón.

Pero justo cuando Brunchi iba a decir algo más, una mariposa se coloca justo en la nariz de ella.

-¡Ahahahah! -grita al ver al bicho, y tirarlo lejos de ella.

Kuro, saca cabeza de la mochila.
Y poco después ve a la mariposa.
Era nada mas ni nada menos que el servamp de la lujuria.

-Uff... ¿Que tienen los bichos en contra mía? ¿Porque tienen que atacarme? -pregunta ella.

Kuro niega y se vuelve a dormir.

-Alto allí -dice una voz de un joven.

Brunchi se detiene, y busca la voz.

-¿Uh?

-Tu, Eve de pereza, no huyas -dice Misono Alicein.

Un joven de cabello violeta oscuro, elegante, de quizás 17 años, serio.

-¿Huir? ¿Porque lo haría?-pregunta Brunchi.

Kuro bosteza y sale de la mochila, quedando frente a ella, como protección.

-Temes que le haga daño, veo que ya has olvidado a Mahiru -dice Misono.

Brunchi lo observa y luego a Kuro, con el ceño fruncido.

-¿Quién es Mahiru?-pregunta Brunchi.

Kuro bosteza.

-Un amigo...-contesta.

-Un amigo que no cuidaste -dice Misono resentido.

Brunchi siente la incomodidad de Kuro, por lo que bosteza.

-Vale, vale, si vienes a discutir, te pido que te marches, tengo que llegar al trabajo -pronuncia ella.

Misono frunce el ceño al ver la falta de respeto.

-No te dejaré, Lily, ya sabes que hacer -pronuncia.

Y la mariposa se convierte en un joven vampiro rubio, con apariencia de coqueto, y sensual.
Brunchi se sonroja al verlo semi desnudarse.

-Etto... ¿Que tengo yo para que seas así? Además ni sé quién eres -dice Brunchi retrocediendo.

Pero de pronto Lily la tiene entre sus brazos, logrando que Brunchi se incomode.

-¡K-kuro! ¡Ayuda me quieren violar!-ordena.

Kuro se transforma a su forma humana, se dirige y la intenta apartar pero, ella siento una cierta respiración en su cuello, por lo que jadea.

-Oh~ ¿acaso tu eve es lujuriosa? Preciosa te gustaría un beso aquí -dice rozando sus labios en el cuello.

Brunchi se sonroja e intenta separarse, si bien era obvio que eso alteraría sus instintos. Pero Kuro aquel acercamiento lo puso muy enojado y... ¿Celoso?

Por lo que golpeó a Lily, y agarró a Brunchi, quien instantáneamente lo abrazo, con pánico y su corazón acelerado.

-Gracias...

Kuro asiente, y protege a su eve.

-Lily basta, ella no tiene nada que ver en este tema -dice Kuro muy serio.

Lily sonríe al ver que su hermano mayor siente cierta atracción por la eve y humana.

-Nfu~ ¿Te has enamorado de tu eve hermano? -pregunta abiertamente.

Brunchi se sorprende por tal pregunta, por lo que mira desde abajo a Kuro.

-Ha~ que pereza -contesta.

Kuro no tenía intención de dar razón, además no estaba muy seguro de ello.

-Soy Misono Alicein, y soy eve del servamp de lujuria -se presenta el joven.

-Preciosa, me llamo Lily Snow -dice el rubio sensual, desnudándose.

Brunchi sólo abraza a Kuro. Se sentía protegida junto a él.

-Kuro, no me siento bien -murmura mareada.

Al parecer se había tensado mucho.
Kuro no entiende su cambio, pero justo cuando va a hacer algo, ella se desmaya y preocupa al vampiro.

-Tks... Idiotas -gruñe preocupado.

Lily como Misono los miran y sin más se los llevan a su mansión. Mientras la eve de Sleepy Ash estaba inconsciente.

Aquel día desde muy alto otro servamp también los observaba, quien era un pelinegro con aura triste, era el servamp de melancolía. Quién sonreía de manera curiosa.

Brunchi había logrado hablar tranquilamente luego de despertar, pero por alguna razón todos estaban algo inquietos. Al parecer algo andaba mal.

Pero al fin y al cabo, Brunchi había conocido a los hermanos y pecados capitales de Kuro.

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