[7] Presentación
Nunca había tenido interés en aquel joven de cabellos albinos, ni siquiera sabía su nombre pese se quedase más de veinte minutos hablando con él cada vez que llevaba su ropa cada dos días. No obstante, al oír tal revelación, no pudo irse sin saber algo de él.
— ¿Solo tú lavas mis ropas?
El de ojos con heterocromía sonrió y asintió con su cabeza, le entregó la boleta.
— Sip, coincide con mis turnos de estar atrás, aunque a veces le ruego a mi compañero que me deje lavar tus ropas. —Comentó llevándose una mano a la nuca, riendo apenado.
— Lo haces bien. —Confesó— De otra forma quizás no estaría acá y seguiría buscando un lugar que quite la suciedad como yo quiero.
— Por lo general no están muy sucias, Error.
— Lo están, ¿No recuerdas la primera vez? Tú mismo mencionaste lo que quiero eliminar.
— Mh... ¡Oh! ¿Su aroma? —Cuestionó el albino bastante sorprendido, apoyó sus codos en la mesa mientras se acomodaba en su silla— No es fuerte, y no es nada fétido, es un aroma muy embriagante. No digo que no la lave, pues con dos días basta para que esté sucio por muchos más factores, pero no creo que tu aroma sea el principal defecto.
Error se quedó callado, en vez de incomodarse por tocar el tema de su aroma, se sintió halagado de verdad, quizás fue porque tenía un similar pensamiento al respecto a cada tiempo lavar la ropa; carraspeó para disimular su pena.
— ¿Cuál es tu nombre?
— Es Ink, Ink Comyet. No sé su apellido.
— ¿Por qué hay veces que me tratas como un señor? No soy viejo. —Se quejó.
— Políticas del trabajo, debo tratar a todos como reyes.
Error arrugó el rostro, su corazonada decía que se lo acababa de inventar.
— Mi apellido es Crayon. Y mientes, crees que tengo treinta. ¿Es que tienes dieciocho?
— ¡Hah! Tengo veintiséis.
El azabache se tomó el puente de la nariz con el dedo índice y pulgar, cerrando los ojos; aquella reacción confundió al lavandero, que ladeó la cabeza, tratando de procesar.
— ...Tengo veinticuatro.
El resuello por parte del albino fue casi un chillido, pues eso no se lo esperaba para nada, estaba tratando con tanto respeto a alguien que era menor que él, no se sintió tonto, solo lo descolocó.
— Diablos, colega. —Rió al recomponerse— ¡Si eres un bebé!
— Solo son dos años, no te creas ahora. —Se quejó— Me voy. Hasta el miércoles.
— ¡Adiós, adiós~!
———
¡HOLA!
¿Les va gustando la historia?
Tengo un anuncio que darles. A partir de ahora las actualizaciones serán dos por semanas hasta que termine de hacer los borradores.
Por otro lado, también subiré la nueva novela "Sistema Corrupto". Que no los engañe... Será acción pura >:)! Les avisaré cuando lo suba. ¡Chau!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top