—¡Te dije que no irás!

Gritó enfadado Dazai, odiaba que su esposo pasara tiempo con Tachihara, juraba que ese maldito estudiante quería quitarle a su esposo

—¡Debo ir!, ¡Es el funeral de su madre!, ¡Me necesita!

Dazai molesto recargo toda su fuerza en su mano y le dio una cachetada a su esposo, quería que le doliera, quería que Chuuya le tuviera miedo para que así nunca se revelará o le desobedeciera

—¡No irás! Es mí última palabra

Dicho eso Dazai se fue azotando la puerta y la aseguró para que Chuuya no pudiese escapar, era un maldito enfermo que quería matar a cualquiera que se acercara a su amado esposo

—¿No crees que estás siendo muy duro con él? Solo quiere ver a su amigo y apoyarlo en un momento difícil

Dazai se volteó lentamente y vio a dos personas paradas allí, sus "jefes", pero todos saben que Dazai cuando se pone serio podría pasar fácilmente al puesto de jefe

—¿Acaso buscan pelea?

Susurró Dazai ronco mirándolos de forma sería, por su tono de voz se podía deducir su enojo

—Chuuya es mí esposo, yo le quite la virginidad, él es de mí propiedad, tiene mí nombre escrito con sangre en su espalda, nadie puede tocarlo, ya dejen de fastidiar con el tema, si interfieren yo mismo me encargaré de ustedes

Susurró Dazai antes de irse a trabajar.
Chuuya se quedó en la habitación llorando mientras se tocaba la mejilla, sentía un dolor y tristeza enorme, amaba a Dazai, amaba cuando lo trataba con cariño, cuando hacían el amor de tierna y delicada, completamente diferente a cuando Dazai se enojaba y lo violaba. Amaba los celos de Dazai, pero no los celos obsesivos como los de ahora, sino los celos sanos, le gustaba cuando dormían juntos y Dazai lo abraza contra su pecho con cuidado como si fuera una figura de porcelana, extrañaba al Dazai tierno que casi siempre estaba presente, el Dazai de ahora le da miedo, esta faceta lo hace llegar a sudar del miedo. Se limpio las lágrimas, amaba a Dazai, pero no dejaría a su mejor amigo solo en el funeral de su madre, el funeral sería mañana a primera hora, estaba seguro que Dazai no lo dejaría salir de la habitación, así que escapó por la ventana y se fue a dormir esa noche a la casa de Tachihara, así podría intentar animarlo. Sabía que habría consecuencias, pero así era Chuuya, tenía un gran corazón, no podía dejar a un amigo sufriendo solo

Dazai toda la noche se mantuvo trabajando para mantener su mente ocupada, estaba furioso con Chuuya y mantenía la promesa de "Nunca irse enojado a la cama", por lo cual en toda la noche no fue a la habitación. Terminó su trabajo como a las diez de la mañana, tomo una ducha para quitarse toda la sangre de las víctimas y se puso su pijama, ahora ya no estaba molesto, así que iría a dormir con su esposo y tal vez toquetearlo como hacía todas las noches, pero al abrir la puerta se percató que su esposo había escapado, no sabe cómo fue tan imbécil por no haber pensado que Chuuya podría escapar por la ventana. Quería llamar a los guardias y guardaespaldas para que lo ayudarán, pero se negaba a dejar que más personas vean la hermosura de su Chuuya, así de enfermizo podría llegar a ser Dazai Osamu, así que se cambió de ropa y se sentó en la cama, no iría a buscarlo, esperaría a que Chuuya llegará y así podría darle su merecido

                              [ • • • ]

Habían pasado dos horas y Chuuya al fin había vuelto, había entrado por la ventana, iba a ponerse el pijama y acostarse para fingir que nada pasó, pero el miedo lo invadió al ver a su esposo sentado en una esquina de la habitación, la puerta de la habitación estaba trabada, no tenía espacatoria, su esposo definitivamente le haría algo. El castaño se paro y a paso apresurado se acercó a su esposo, lo jalo y lo lanzó hacia la cama, cerró la ventana con seguro y de paso cerró las cortinas para que ningún intruso ande de chismoso

—¿Dónde estabas?

—………

—Sabes como soy, si no respondes te ira peor

—..Fui con Tachihara

Susurro el pelirrojo un tanto aterrado, las manos le sudaban, los dientes le castañeaban, tenía la piel de gallina, su corazón latía a mil, sentía su pecho doler, quería huir, pero ni eso podía, estaba paralizado, le costaba mover hasta un dedo

—Te dije que no tenías permitido ir

—Ya soy mayor de edad..

—¿Y?

—Puedo hacer lo que quiera

Susurro firme, su voz era profunda, se oía decidido, pero al verlo se notaba que en el fondo estaba aterrado, le tenía miedo a su esposo..no, ese no era su esposo, no era el esposo cariñoso que lo amaba, ese era Dazai Osamu, un mafioso frívolo que solo piensa en el mismo

—¡Ja!, ¿Acaso escuche bien?, ¿Dijiste "lo que quiera"? Awww cariño

El castaño se acercó a paso lento a su esposo, lo tiro a la cama y lo agarró del mentón obligándolo a verlo a los ojos, Chuuya estaba por largarse a llorar, el miedo lo consumía

—Anee-san te recogió hace quince años y allí fue que me conociste, ¿Lo recuerdas?

Chuuya asintió, aún recordaba ese día donde le habían presentado a un chico serio e inmaduro de doce años, al momento de verlo había llamado su atención por las vendas que tenía en los brazos

—Desde que me conociste perdiste el derecho por tu persona, yo soy tu dueño, soy el único que decide que puedes hacer

El pelirrojo estaba temblando, la mirada de Dazai le daba miedo, esa mirada no demostraba amor o cariño, demostraba locura, frialdad y posesividad. El castaño agarró una corbata que tenía tirada por ahí y amarro las manos de su esposo a la cama, saco un palo de debajo de la cama, el palo era de hierro, algo muy difícil de romper, Chuuya se asustó, ¿Acaso planeaba meter eso en..

—¡AHHH!

Chuuya estaba equivocado, no le había metido ese palo en ningún orificio, pero si lo había azotado fuertemente en sus piernas, podría jurar que le había roto un hueso, no paraba de llorar y gritar de dolor, era la primera vez que experimentaba ese dolor, nunca antes se había fracturado una parte del cuerpo

—Si tus piernas no sirven no me vas a desobedecer..planeaba cortartelas, pero no podría ver esas lindas pantorrillas con media de encaje nunca más, así que me encargaré de solo dejarte con heridas graves

Chuuya no le prestaba atención a lo que su esposo decía, solo se dedicaba a gritar y llorar por culpa del dolor que sentía, su garganta dolía, juraba que se podría quedar afónico en cualquier momento

—Más..grita más para tu esposo Chuuya, me encargaré de que no vuelvas a escaparte de mi lado

Dazai tomo con ambas manos el palo y lo azotaba con fuerza en las piernas de Chuuya, no paraba de reír imaginando lo lindo que se vería Chuuya en una silla de ruedas, así ya no se iría de su lado, no podría ir a la universidad o salir a la calle, lo tendría completamente para él solo, esa idea lo excitaba, tenerlo todo el día solo para él. Al terminar el trabajo volver a la habitación y ver a su lindo esposo en la cama, usando lencería femenina y mostrándole su culo por no tener nada más interesante que hacer, quería eso, quería a su Chuuya en silla de ruedas, ya nisiquiera sabía cuantos golpes le había dado a Chuuya, pero veía el delgado palo de hierro con sangre en el, vio a su esposo y se percató que el pobre estaba inconsciente

Un paz lo invadió, Chuuya era de él, pero allí se detuvo a pensar con claridad..¿Y su Chuuya se mensajeaba o llamaba a Tachihara?..No sería mala idea arruinarle los brazos también

Kōyō y Mori estaban fuera de la habitación escuchando los gritos de dolor de Chuuya, estaban preocupados, no querían meterse por miedo a que Dazai les haga algo, pero al mismo tiempo querían interferir, salvar a Chuuya del dolor y sufrimiento que experimentaba. La preocupación aumento cuando dejaron de escuchar los gritos

—..¿Crees que lo haya matado?

—No..e..eso es imposible, él... él no..

Kōyō estaba decidida a entrar, no le importaban las consecuencias que podrían haber, ella consideraba a Chuuya como su hijo, ella lo había criado, comprado ropa, inculcado "valores", no dejaría que Dazai le quitara a su hijo

—¡Konjiki Yasha!

La mujer llamo a su poder y lo utilizo para romper la puerta. Mori y Kōyō entraron a la habitación, estaban sorprendidos, las piernas de Chuuya se veían gravemente dañadas y su brazo estaba por quedar igual. Kōyō se acercó al castaño y lo alejó de Chuuya, Mori agarró del brazo a Dazai y se lo llevó de la habitación.

Kōyō uso a Konjiki Yasha para romper las esposas, cargo a Chuuya y lo llevo hacia el hospital

                              [ • • • ]

Dazai había llegado al hospital, recibió un fuerte regaño por su jefe, aún que no le tomo importancia, no estaba arrepentido de nada, al contrario, estaba feliz por su cometido, su Chuuya ya no podría escapar y no le desobedeceria. Espero un buen rato y vio a Kōyō salir de una habitación con Chuuya en silla de ruedas, la hermosa mujer se acercó a Mori para poder hablarle del estaba del menor. Dazai vio a Chuuya de pies a cabeza, el pelirrojo tenía las piernas enyesadas al igual que su brazo izquierdo, tenía leves moretones y le inyectaban vitaminas con suero por una aguja en la mano, sonrió como desquiciado y se acercó a su esposo, se adorillo frente a él y le tomo con delicada la mano derecha

—¿Cómo estás mi adorable petirrojo?

—………

—¿Qué dijo el doctor?

—No podré volver a caminar..mi brazo podrá sanar, mis piernas igual, en unos meses pararé de usar el yeso, pero a lo mucho podré mantenerme un minuto en pie

—¿Aprendiste la lección amor?

Chuuya asintió lentamente, aprendió de las consecuencias, no volvería a desobedecer a su esposo, se arrepentía de haber ido con Tachihara, eso lo hacía sentir como una basura, pero el dolor que había tenido que experimentar acambio era demasiado y difícil de soportar

—No estés triste mi lindo petirrojo, ahora estaremos juntos para siempre, ¿Eso no te pone feliz?

El menor solo asintió con la cabeza, no quería hablar mucho, le dolía la garganta por todos los gritos que había dado hace ya horas

—Chuuya, lo preguntaré para estar seguro, ¿Me volverás a desobedecer?

—..No

—¿Volverás a escaparte?

—..No

—¿Verás otra vez a Tachihara?

—..No

—¿Volverás a la universidad?

—...No

Susurro Chuuya con lágrimas saliendo de los ojos, no podría tener una vida normal, lo que había luchado por años se había esfumado

—ChuChu, no llores, serás feliz conmigo..Sabes que te amo, ¿Verdad?

—Si

—Mi amor es enfermizo y raro, soy consciente de eso...muchos dirán que no es amor verdadero, pero es todo lo contrario, este amor es tan potente y fuerte que me llevo a la locura

Dazai acarició con cuidado la mejilla de Chuuya, como si se tratara de un cristal, el pelirrojo sonrió, el Dazai que amaba había vuelto

—Iremos a casa y comeremos mientras vemos películas en la cama, ¿Te parece?

—Si

—En una semana más viajaremos

—¿A dónde?

—A donde tú quieras ir amor, llevo ahorrando un tiempo, además le quite a Mori-san su tarjeta de crédito, podríamos ir a Osaka o a cualquier otro país

—Sera difícil ir si no puedo caminar..

—No será difícil, yo me encargaré de que lo pases bien y te olvides de tus piernas

Hablo Dazai mientras arrastraba la silla de ruedas y llevaba a su esposo devuelva a la Port Mafia, después de todo los miembros más importante de la organización vivían allí

—Osamu

—¿Si, Nakahara?

—Te amo

—Yo te amo más

La forma de amar de ambos eran diferentes, pero ambos se amaban de una forma que nadie más comprendía, no se alejarían del otro. Al llegar a su habitación en vez de ver películas hicieron el amor, Dazai lo hacía con cuidado y cariño, para no lastimar a la persona que más amaba, en el transcurso iba dando besos en los yesos de su amaba, los corazones de ambos latían a mil, ambos se sentían calientes y excitados, ambos estaban enamorados